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la curación de la mujer con flujo de sangre pone en relieve diferentes conceptos que en ese momento

rompió Jesús. Según Levítico 15,19-31 la mujer durante el período de la menstruación no sólo se volvía
impura, sino que contaminaba todo lo que tocaba.,el el texto, muy detallado, nos dice que gastaba todo su
dinero para poder ser curada, pero en vano, Jesús percibe ese toque, a pesar de la multitud.

Públicamente queda curada, y Jesús la llama «hija», en contra de la concepción judía, y muestra a la multitud
que es una representante del pueblo elegido. Pero aún más, Jesús menciona la fe de la mujer, eso es lo
importante, fe que salva (Mt 15,28; Lc 1,28). Hay que decir que la fe de la mujer no era considerada en
su tiempo.

Este relato es muy importante para las mujeres porque muestra la actitud positiva de Jesús frente a la
corporeidad femenina. La mujer cargaba sobre sus hombros su corporeidad considerada «pecado».
Jesús, dejándose tocar por una mujer, y además impura, demuestra que la corporeidad femenina es
parte de la creación buena de Dios (Gn 1,10.12.18.21.25). De esa forma redime la condición femenina
de la opresión simbólica de Eva la pecadora.

Conversa públicamente y a solas con la samaritana, conocida por su mala vida, de forma que sorprende
incluso a los discípulos (Jn 4,27). Transgrede varias normas: Habla a solas con una mujer; habla con
una mujer en la calle; le enseña a una mujer; habla con una mujer pecadora, casi al nivel de una
prostituta y la trata con consideración.

Jesús trajo también una "buena nueva" para las mujeres, aunque luego, la llamada iglesia primitiva, la
de los primeros tiempos, volvió en buena medida a la misoginia de la época y por siglos sólo los
hombres estarán autorizados a interpretar y comentar los textos bíblicos, lo que explica el silencio que
cubrió estos mensajes de Jesús que sorprenden por el trato igualitario dado a la mujer. Hay que volver
a las fuentes

Defiende a la adúltera contra la legislación explícita vigente, discriminatoria para la mujer (Jn 7,53-8,10).

Acusan a la mujer de haber cometido adulterio. No aluden para nada al hombre. De nuevo la mujer pisoteada y
vejada por la ley de los hombres, que sólo tienen en cuenta a la mujer adúltera. Nadie interroga a la mujer,
porque para ellos no tiene valor lo que diga una mujer, todos la consideran culpable. Lo que vale es lo que dicen
los que la han capturado, y ante eso, quieren aplicar el castigo establecido por la ley, sin mirar nada más, sin
ver al ser humano que tienen delante

Jesús actúa con mucha calma…Está como ajeno a todo pues se pone a escribir en el suelo ,

Luego, su frase determinante: “el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra” los deja a todos
descolocados. Jesús es el Dios de las sorpresas, y desde luego, esa masa enfurecida, en ese momento fue
sorprendida por unas palabras que fue como un espejo para todos ellos. ¿Por qué lo dice? Porque no hay nadie
libre de pecado, porque nadie puede atribuirse el poder de castigar y hacer daño a otra persona juzgándola. A
continuación se retiran, porque no hay respuesta posible ante semejante expresión

Jesús no permite que alguien use la Ley de Dios para condenar a nadie. Tras desarmar a los acusadores, no
condena a la mujer y le ofrece nuevas oportunidades de vida. Su actuación con la mujer es comprensiva, tierna,
y amorosa

Se deja tocar y ungir los pies por una conocida prostituta (Lc 7,36-50).

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