POR LA SBS
Se denominan Operaciones Bancarias a aquellas operaciones de crédito practicadas por
un banco de manera profesional, como eslabón de una serie de operaciones activas y
pasivas similares.
¿QUÉ ES UNA OPERACIÓN BANCARIA?
2. Operaciones activas
Son aquellas operaciones mediante las cuales las entidades financieras prestan
recursos a sus clientes, acordando con ellos una retribución que pagarán en forma
de tipo de interés, o bien pueden tratarse de inversiones con la intención de obtener
una rentabilidad. Los tipos de crédito pueden clasificarse en 8 categorías, de
acuerdo a lo que establece la Resolución SBS N° 11356-2008, de manera
resumida son las siguientes:
a) Créditos corporativos: Son aquellos créditos otorgados a personas jurídicas
que han registrado un nivel de ventas anuales mayor a S/. 200 millones en los dos
(2) últimos años, de acuerdo a los estados financieros anuales auditados más
recientes del deudor.
b) Créditos a grandes empresas: Son aquellos créditos otorgados a personas
jurídicas que poseen al menos una de las siguientes características:
a) Ventas anuales mayores a S/. 20 millones, pero no mayores a S/. 200
millones en los dos (2) últimos años, de acuerdo a los estados financieros más
recientes del deudor.
b) El deudor ha mantenido en el último año emisiones vigentes de instrumentos
representativos de deuda en el mercado de capitales.
c) Créditos a medianas empresas: Son aquellos créditos otorgados a personas
jurídicas que tienen un endeudamiento total en el sistema financiero superior a S/.
300.000 en los últimos seis (6) meses y no cumplen con las características para
ser clasificados como créditos corporativos o a grandes empresas.
d) Créditos a pequeñas empresas: Son aquellos créditos destinados a financiar
actividades de producción, comercialización o prestación de servicios, otorgados
a personas naturales o jurídicas, cuyo endeudamiento total en el sistema financiero
(sin incluir los créditos hipotecarios para vivienda) es superior a S/. 20,000 pero
no mayor a S/. 300,000 en los últimos seis (6) meses.
e) Créditos a microempresas: Son aquellos créditos destinados a financiar
actividades de producción, comercialización o prestación de servicios, otorgados
a personas naturales o jurídicas, cuyo endeudamiento total en el sistema financiero
(sin incluir los créditos hipotecarios para vivienda) es no mayor a S/. 20,000 en
los últimos seis (6) meses.
f) Créditos de consumo revolvente: Son aquellos créditos revolventes otorgados
a personas naturales, con la finalidad de atender el pago de bienes, servicios o
gastos no relacionados con la actividad empresarial (generalmente la utilización
de una tarjeta de crédito dentro de una línea aprobada; una vez que se haga un
pago parcial, la línea disponible se incrementa en dicho monto).
g) Créditos de consumo no-revolvente: Son aquellos créditos no revolventes
otorgados a personas naturales, con la finalidad de atender el pago de bienes,
servicios o gastos no relacionados a la actividad empresarial (se realizan pagos a
través de cuotas parciales que siguen un cronograma de pagos).
h) Créditos hipotecarios para vivienda: Son aquellos créditos otorgados a
personas naturales para la adquisición, construcción, refacción, remodelación,
ampliación, mejoramiento y subdivisión de vivienda propia, siempre que tales
créditos se otorguen amparados con hipotecas debidamente inscritas en registros
públicos; sea que estos créditos se otorguen por el sistema convencional de
préstamo hipotecario, de letras hipotecarias o por cualquier otro sistema de
similares características
Se incluyen también en esta categoría los créditos para la adquisición o construcción de
vivienda propia que, a la fecha de la operación, por tratarse de bienes futuros, bienes en
proceso de independización o bienes en proceso de inscripción de dominio, no es posible
constituir sobre ellos la hipoteca individualizada que garantice el crédito otorgado.
En general, las operaciones de activo suponen un riesgo para la entidad financiera ante la
posibilidad de impago total o parcial de un préstamo o un crédito. Teniendo en cuenta
esta característica podríamos descomponer las cuentas de activo para los bancos en dos
tipos genéricos:
Operaciones que conllevan movimientos de fondos y en las que
el banco experimenta un riesgo:
Operaciones de préstamo.
Operaciones de crédito en cuenta corriente.
Descuento de efectos.
Etcétera.
Operaciones que en principio, no representan movimiento de dinero, puesto que
únicamente representan un compromiso por parte del banco, pero
ocasionalmente, pueden producir movimiento de capital ocasionando para la
entidad la asunción de riesgo
Tarjetas de crédito.
Créditos documentarios.
Avales.
Garantías.
Etcétera.
i) LA CARTA DE CRÉDITO: Es un instrumento de pago, sujeto a
regulaciones internacionales, mediante el cual un banco (Banco Emisor)
obrando por solicitud y conformidad con las instrucciones de un cliente
(ordenante) debe hacer un pago a un tercero (beneficiario) contra la entrega
de los documentos exigidos, siempre y cuando se cumplan los términos y
condiciones de crédito.
OBLIGACIONES DE LOS BANCOS POR LAS CARTAS DE CRÉDITO
-Riesgo de reputación: Es el daño que puede suponer para una entidad financiera una
publicidad negativa en relación con sus prácticas de negocio, su estructura jerárquica, y
su ámbito de actuación, pudiendo afectar negativamente con pérdidas a su cartera de
clientes.
-Riesgo operativo u operacional: Según el Comité de supervisión bancaria de Basilea2
“El riesgo operativo se define como el riesgo de pérdida resultante de una falta de
adecuación o fallo de los procesos, el personal y los sistemas internos o bien
acontecimientos externos […]”.
El origen del Riesgo operativo u operacional parte de la necesidad de manejar grandes
volúmenes de transacciones en pequeños espacios de tiempo concienciándose de los
posteriores peligros de pérdida de datos, incidencias, o fraude.
Recomendaciones:
Se recomienda que, con el ingreso de los nuevos conglomerados financieros
internacionales al país, se tome como una oportunidad en términos de competencia real
de la banca privada peruana y en ese sentido los usuarios de este sistema se van a ver
beneficiados ya que se les puede generar más servicios a un bajo costo. Se recomienda a
los entes reguladores del sistema financiero peruano que tomen las deficiencias que los
usuarios señalan como una oportunidad de mejora y que éstas se conviertan en insumos
que van a servir para el diseño de una estrategia de supervisión y de seguimiento de largo
plazo para el sistema financiero peruano, en donde se garantice transparencia y respeto a
la legislación del país.