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El Reino del Silencio y Naturalezas Ocultas

Benjamín Priego Huertas

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 Silueta Azul
Fragmento del Libro, El Reino del Silencio y Naturalezas Ocultas,
De Benjamín Priego Huertas

Llevaba de la mano a un pequeño niño. Le acompañaba otra joven,

ambas mujeres sencillas, tal vez nacidas y criadas en el campo.
Caminaban, como en un letargo del tiempo; iban hacia una pequeña
llanura. En sus bordes se encontraba un barranco. En las mismas orillas y
hacia el fondo, crecían cipreses y otras clases de plantas silvestres.
Unos cuantos ranchitos o casas informales, de lámina y madera. Parecían
sembradas, como matas de maíz, floreciendo en una inclinada ladera.
Pero estaba germinando una historia de amor, de la cual, nadie
sospechaba.
Todo había empezado de una manera casual, un vistazo, como suelen decir
a veces los muchachos, cuando ven por primera vez a una bonita mujer.
Este caso, sin embargo, era algo especial.
Cuando el joven vio por primera vez a las muchachas que caminaban, por
ese sendero hacia una simple llanura, lo que le llamó la atención, fue el
vestido de color azul que llevaba puesto la joven.
Le extrañó, cómo en un lugar humilde, una mujer llevara un vestido tan
bonito y nuevo, además, llamativo.
El muchacho pudo acercarse lo suficiente, para verlas mejor, y (de alguna
forma) tratar de provocar un encuentro. Quería saber sobre todo, si la
muchacha del vestido azul, era la madre del niño y suponemos, que le
pedía a Dios, que fuera nada más un hermanito o un sobrino.
También quería saber, el por qué, de un vestido tan llamativo en un lugar
tan modesto.
Buenas tardes, dijo el joven, saludando un poco tímidamente.
¡Hola!, Dijeron las muchachas, y el niño repitió ¡hola! (Un niño tal vez de
unos cuatro o cinco años).
Luego de la presentación, el infante mostró una pequeña pelota, la cual
trató de lanzarla hacia la barranca.

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¡Noo! Dijeron al unísono las jóvenes ¡La pelota! ¡No tires la pelota! ¡Qué
travieso eres!
¡Qué niño tan despierto! Les dice el joven. Y se atrevió a preguntar ¿de
quién es hijo el niño? Y, esperó una eternidad, aunque fueron segundos
nada más, para escuchar la respuesta.
Es mío, dijo la muchacha del lindo vestido azul.
El silencio reinó por unos instantes. Agregó la otra joven (un poco más
sencilla en su aspecto físico) Mi amiga Rosa, enviudó hace poco,
agregando: a su esposo lo mataron en la calle.
¡Lo siento mucho! Les dice, y agrega: en este país no existe la seguridad y a
nosotros los del pueblo, expresándolo con ansiedad, ¡no hay quién nos
proteja!
Es cierto, dice la joven del vestido azul. Todos los días matan a las personas
inocentes y sabemos, que los criminales pueden estar protegidos hasta por
la misma ley.
Yo me siento enferma de los nervios por todas estas cosas.
Lo siento mucho, dice el muchacho, y agrega ¿vienen de paseo o viven por
aquí cerca?
Aquí cerca vivimos, dice la joven del lindo vestido azul. Es que, agrega la
otra muchacha, hace unos días nos pidieron el apartamento que
alquilábamos, por no poder pagarlo. Y a mi amiga le afectó mucho todo
esto. Pero aquí vivimos más tranquilos todos.
Bueno, dice el joven, yo estoy a la orden por cualquier problema que
tengan, les puedo ayudar.
¡Gracias! Pero ¿cuál es su nombre joven?
Me llamo Gabriel, a sus órdenes
Gracias, Gabriel. Que Dios lo bendiga
Ambos se vieron a los ojos, y, sintieron algo especial
¿Me permiten acompañarlas? y me gustaría jugar con el niño ¿cómo se
llama?
Se llama Martín
Hola, ¡Juguemos pelota! ¿Quieres?
Sí, dice el niño.
Lanza la pelota que era de plástico, con tan mala suerte que va a caer hasta
la barranca. Y rueda hacia el fondo. El niño empieza a llorar.
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Entonces sucede la tragedia. El muchacho corre tras la pelota (el destino
siempre impredecible), a veces, con trágicas consecuencias. El muchacho
resbala y cae al precipicio ¡Y debido a múltiples golpes, muere!
Ahora bien, la historia no termina aquí. El destino imprevisible ha surgido
y se hace necesario encontrar una respuesta. Una respuesta no como la da
una sociedad materialista, sino, una respuesta con el conocimiento
espiritual verdadero.
Al ver al joven caer, la muchacha toma una actitud por demás insensata,
mejor diríamos ¡de locura!
Sujeta en brazos a su pequeño niño Y ¡se lanza al vacío!
Lejos resuenan unas palabras bíblicas: bienaventurado aquél que da la vida
por un amigo. Pero hay otra frase que reza: los suicidas no entrarán al
reino de los cielos.
Pero, ¿qué lógica tiene morir de esa manera tan absurda?
¿Cuáles principios se aplican en éste caso? ¿Por qué lo hizo?
Sí, bueno, pero la muerte del joven fue completamente accidental.
Fortuito.
La joven mujer, no debió sentirse mal por esa tragedia, es decir, ella no era
en lo absoluto culpable. Además, el niño no actuó con premeditación
¿Cuál es la explicación?
Estaba muy afectada, porque su esposo murió en forma trágica.
Podríamos pensar que se trataba de un fenómeno de locura temporal.
Podríamos también deducir, diferentes cuestiones del por qué y debido a
qué, se ocasionó semejante exacerbación de la realidad.
Nosotros debemos, sin embargo, incluir otros puntos de vista, basados en
el conocimiento místico de la vida:
Qué pasó con el alma del joven. Se quedó, por ejemplo, varado en el fondo
del barranco, o se fue al mundo de los espíritus.
El mundo de los difuntos, se encuentra en la cuarta dimensión. Luego,
qué pasó con el alma de la joven mujer y su pequeño hijo. ¿Se fueron al
astral? Es decir, a la Cuarta Dimensión.
Explicación: La muerte accidental deja al espíritu, que no se preparó para
la muerte, en un estado de alteración de la realidad.
Eso, significa que su psique o su mente, no reconocen su muerte física. La
confusión es que su cuerpo astral, es una copia exacta del cuerpo de carne

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y hueso. Por ejemplo, él se siente vivo, pero, se sorprende al no poderse
tocar a sí mismo. Una persona del mundo físico, ya no lo ve ni lo escucha.
Esta confusión aumenta, al caer temporalmente en una oscuridad de tipo
mental, por lo que se encuentra imposibilitado, para ver lo que sucede a su
alrededor.
Después de un breve o largo tiempo, sucede lo trágico para la persona
fallecida en forma accidental. Se da cuenta que existen más personas como
él y ve, cómo muchos de ellos, vuelan. Ve también, cómo algunos de ellos
atraviesan las paredes y puertas de las casas. Otros desaparecen en pocos
segundos.
Empieza a buscar a su familia y después de algún tiempo y esfuerzos, se da
cuenta que dentro de su habitual hogar, existen otras personas que no
conoce.
Son espíritus astrales que acompañan a esa familia. Por supuesto que la
familia no lo sabe.
Por ésta conmoción que siente, sé hecha a los brazos de su ser querido y
para su sorpresa ¡no puede tocarlo! Le habla y no le escucha. No puede
tocarlos pues la atraviesa.
Su cuerpo es ahora, únicamente energía leve, tal como lo es el vapor o el
aire. Ese ser que ahora es astral-espiritual, depende de su evolución y
preparación, para poder definir su nueva existencia en el mundo de las
almas, y si no es ayudado por otros espíritus, se quedará así mucho tiempo
o años.
Muchos seres humanos muertos violentamente, no saben o no quieren
aceptar su nueva existencia, es decir, quedan sin cuerpo físico, pero creen
tener su cuerpo de carne y hueso.
El otro lado de la moneda es que, existen también, seres fallecidos, que han
aceptado su nueva forma de existencia y se aprovechan de ésta situación,
para vengarse de sus supuestos o reales enemigos, y que aún, están vivos
físicamente.
Estos individuos, no se dan cuenta que son perseguidos, por sus ahora
enemigos, que no pueden ver. Ahora son invisibles, son, espíritus.
Otra de las realidades astrales. Hay también, seres con malignidad, que
buscan los placeres sensuales, persiguiendo a las mujeres, que aunque no
pueden tocarlas físicamente, si pueden verlas y también, pueden
experimentar cierto contacto magnético.

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Así mismo, tales seres perversos, pueden hablarles al oído y las pueden
inducir a la perdición, que es lo fatal.
Existen dentro de estos seres perversos, los demonios de sexo que afectan,
a los niños, adolescentes y adultos de ambos sexos. Estos son temas difíciles
de compartir y explicar.
Afortunadamente, deben saber todos, que existen grupos de espíritus, a los
cuales, nosotros, les llamamos guardianes, ángeles guardianes, guías y
protectores, los cuales son asignados a las familias, para protegerlas de ese
tipo de seres y de otros peores, que como se ha mencionado, son los
llamados demonios.
Obviamente habrán casos, en los cuales, por alguna circunstancia no
existirá esa protección.
Volvamos a nuestro tema principal. Vamos ahora, a examinar el destino de
esas almas mencionadas en éste relato.
El joven que murió trágicamente pero accidentalmente, solamente pasará
un año en estado de confusión, a éste estado se le llama también,
turbación. Debemos recordar que no todos los casos serán iguales, por el
asunto de los diferentes estados de evolución que cada persona posee.
Ahora veamos el caso de la dama. Esta mujer, que por una condición de
turbación mental, se lanzó hacia el fondo del precipicio, no correrá la
misma suerte.
Ella quedará en oscuridad y turbación, aproximadamente siete años. Y
repetimos, según su evolución, ésta situación se acortará o se extenderá en
el tiempo. Pero, en cuanto al alma del niño, podemos decir lo siguiente:
Durante un tiempo, que podría ser de cuarenta días, el niño estará junto a
su madre.
Posteriormente llegará una comisión de espíritus, dedicados al cuidado de
los niños astrales o espíritus infantiles. Se lo llevarán, con el
convencimiento de la madre. En centros especiales se destinará al
pequeño, para seguir atendiendo a su crecimiento, como todo niño
normal.
En otros casos, se llevará al niño a la cámara de desintegración del cuerpo
astral, llamada muerte del segundo cuerpo y en muy poco tiempo, será
nuevamente encarnado, en un nuevo niño por nacer.
En cuanto a la historia de amor por nacer, se resuelve de la siguiente
forma.

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En el futuro y cuando las pruebas o su purgatorio se haya resuelto, que
pueden ser algunos años, o muchos años, estos dos seres, el muchacho y la
joven, se encontrarán en una nueva existencia física.
Se casarán y tendrán varios hijos. El primer hijo podría tener el mismo
espíritu del niño, que murió, junto con esa joven, debido a esa fatal y
trágica confusión psicológica, la cual, puedo haber sido inducida o no.
Esa familia, sin embargo, tendrá algunas fobias o temores inconscientes,
como por ejemplo, temerá a los abismos o barrancos.
Podrían también, tener aversión al juego de pelota. En otro sentido, al
muchacho le atraerán los vestidos de color azul.
Por otra parte, a la muchacha le gustará el campo sin barrancas o abismos
cerca.
Finalizamos este relato acerca de la muerte, pero también, de impactante
realidad para la vida.
Adelantando el futuro de esta nueva pareja, podemos decir, que cuando se
conocieron nuevamente, es decir, en una nueva existencia física, estos
seres, obviamente no recordaban su pasada existencia, ni la tragedia que
sufrieron.
Precisamente en forma inconsciente, eso mismo, les atraerá de inmediato,
aunque no sabrá él ni ella, el por qué sentirán que ya se conocen, aún en la
primera vez que se vean.
Compartirán un destino común, debido a que en sus vidas pasadas y
estando en aquél abismo, en el que murieron, sus almas o espíritus,
compartieron momentos de mucho dolor y confusión.
En esos días de sufrimiento y obscuridad, se prometieron apoyarse,
consolarse y amarse. Ahora, nuevamente nacidos a la vida física,
reencarnados, no recuerdan lo sucedido.
Pero la afinidad y el amor que comparten, es suficiente para necesitarse,
consolarse y apoyarse hasta el fin de sus vidas.
Hasta aquí, este cuento, que tiene posibilidades de volverse real, muy real.

Fin