1ra. Semana
Se entiende por estado como una forma de organización concreta, que posee un
territorio delimitado por unas fronteras en las que habita un pueblo que posee un
conjunto de deberes y derechos y que esta sometido a un ordenamiento jurídico
específico, aparece como tal en Europa a finales del S.XV-XVI.
b) La autoridad.
c) El orden jurídico.
d) El Estado.
La Teoría del Estado es la ciencia que tiene por objeto el estudio sistemático y
metódico del Estado considerando a éste como una realidad social, política y
cultural jurídica dinámica, cambiante y consecuentemente histórica.
Segunda Semana
1. Tradicionales
Explican: los hechos por medio de leyes (ley de gravedad, alguien lo descubre
pero ya existía.) ejemplo: física, química, biología.
La doctrina natural del Estado, así nacida, concebía la naturaleza humana como
un esquema, regulado por leyes, de diversas "fuerzas" o "facultades" constantes
del hombre, siendo esas fuerzas las que, bajo el influjo del "medio", es decir, de la
geografía, la economía, la técnica, etc., creaban el Estado. Este esquema
fundamental, en cuanto objetivo de una concepción inmanente de lo social, se ha
mantenido sustancialmente hasta hoy, no obstante sus muchas y aun radicales
transformaciones.
Entonces, como ahora, sostenían que no existe diferencia alguna esencial entre el
Estado de los hombres y el "Estado" de las abejas, hormigas, castores y otros ani-
males.
Una araña ejecuta operaciones que semejan las manipulaciones del tejedor, y la
construcción de los panales de las abejas podría avergonzar, por su perfección, a
más de un maestro de obras. Pero, hay algo en que el peor maestro de obras
aventaja, desde luego, a la mejor abeja, y es el hecho de que, antes de ejecutar la
construcción, la proyecta en su cerebro. Al final del proceso de trabajo, brota un
resultado que antes de comenzar el proceso existía ya en la mente del obrero; es
decir, un resultado que tenía ya existencia ideal. El obrero no se limita a hacer
cambiar de forma la materia que le brinda la naturaleza, sino que, al mismo
tiempo, realiza en ella su fin, fin que él sabe que rige como una ley las
modalidades de su actuación y al que tiene necesariamente que supeditar su
voluntad"
Nadie ha combatido de modo más certero y completo que Marx esa superstición,
de tan difícil desarraigo (cf. también Oppenheimer, System der Soziologie, 1, 1922,
), que sostiene que el Estado y la sociedad pueden ser mejor comprendidos si se
les compara con las sociedades animales.
Para nosotros, la cultura es aquella porción del mundo físico que cabe concebir
como formación humana encaminada a un fin. El hombre al labrar la tierra,
construir casas, crear obras de arte o formarse a sí mismo o a los demás de modo
consciente o inconsciente, es portador de cultura, posee y crea cultura.
El Estado, en esa esfera, no es más que uno entre muchos, existiendo, además
de él, el arte, la ciencia, la economía, la sociedad, la religión, cuyo contenido
jamás podrá agotar, en sus vivencias, un individuo.
Los motivos de sociología del saber a qué tal doctrina responde, se desprenden,
tal vez, de las palabras de Dilthey, quien, admitiendo que la historia nos habla
también de trabajo económico, de colonizaciones, guerras, fundaciones de
Estados, etc., declara, sin embargo, que lo que a nosotros -es decir, a los
intelectuales alemanes- principalmente nos mueve es lo "inaccesible a los
sentidos", lo que puede ser vivido y comprendido; "en torno a ellas gira todo el
alboroto de la historia . Intentando una solución del enigma propuesto, no
tardaremos en encontrarla al descubrir la existencia de dos confusiones inad-
misibles; pues, de un lado, se equiparan, al menos metodológicamente, las
formaciones sociales, como el Estado, con las estructuras o totalidades de sentido
abstractas, como el derecho; y, de otro, se confunden las totalidades de sentido
lógico-matemáticas con totalidades de sentido de carácter histórico.
Esa comprensión del sentido, que realiza la ciencia de lo real, tiene que ser
comprensión de la realidad social. La totalidad de la que hay que partir,
necesariamente, para poder comprender el sentido del Estado, según el modo de
la ciencia de la realidad, es la convivencia humana real, "la producción y
reproducción de la vida real"
De este modo la teoría del Estado es, en todos sus aspectos, una ciencia
sociológica de la realidad que, considerando el Estado como una formación real,
histórica, se propone comprenderla y explicarlo causal mente mediante la
interpretación de la "conexión de actividad" histórico-social.
Pero la teoría del Estado no es ciencia histórica y, por esta razón, resulta
esencialmente inaceptable una teoría del Estado que, al modo de la de R.
Schmidt, nos dé un resumen histórico del "desarrollo" del Estado, el cual, según
eso, se considera, de uno u otro modo, como algo constante; y también debe
estimarle equivocada una teoría del Estado que considere como clave de su
construcción la integración, es decir, el proceso de renovación permanente
(Smend, pp. 18 s.), pues en la multitud de los procesos de integración, que se
suceden unos a otros, tiene que disolverse y desaparecer lo único que puede ser
objeto de la teoría del Estado, a saber, la unidad del Estado que se afirma a sí
mismo en todo cambio. Pues toda historia es historia de algo; no existe una
"historia en general". La corriente de la historia, lo mismo que la corriente de
vivencias del individuo, no puede ser concebida como una totalidad indiferenciada
en movimiento, sino que se nos muestra como una estructura, sobremanera
diferenciada, de funciones y formas que se condicionan recíprocamente. Cuanto
más alto sea el grado de civilización, tanto más fuerte será la integración y
diferenciación de esta estructura. La ciencia de la historia no puede hacer otra
cosa sino describir la sucesión y la momentánea coexistencia de las diversas
actividades y objetivaciones de carácter político, económico, religioso, etc. Y me-
nos podrá renunciar a tal diferenciación una historia universal que, en la
actualidad, apenas existe más que como aspiración.
El método en Ciencia Política significa el orden o sistema a través del cual se logra
el conocimiento político y la comprobación de sus proposiciones o postulados más
generales.
La palabra método viene de las voces griegas meta y odos; meta significa
•La Teoría del Estado es sociología y, como tal, ciencia de realidad y no del
espíritu.
Tercera Semana
El Estado
La civilización griega aportó una nueva noción de estado. Dado que la forma de
organización política que la caracterizó correspondía a la ciudad, la polis, se
acordaba a la población una participación vinculante, más allá del sentimiento
religioso y sin poderes señoriales intermedios. Además, estando cada ciudad
dotada de un pequeño territorio, su defensa concernía a todos los ciudadanos, que
se ocupaban de lo que hoy se llama el interés nacional.
Lo antiguo
Cuando hablamos de Estado antiguo, tratamos del sistema de autoridad
perfectamente jerarquizado donde los individuos admiten y se someten al poder
de uno o varios soberanos. Con la creación de un estado antiguo, las fronteras se
delimitan. Entre las características principales encontramos que posee una
soberanía centralizada, una sociedad jerarquizada (grupos sociales perfectamente
definidos) y una economía basada sobre todo en la agricultura y en la ganadería
(ya pasaron una revolución neolítica). Además, el comercio tiene un papel muy
importante. Es el caso, por ejemplo, de Sumer (sur de Mesopotamia)
caracterizado por la carencia de materiales a falta de minas, canteras o zonas de
tala. Fue necesaria una movilización para potenciar el comercio. Otro elemento a
mencionar es una organización de la sociedad más compleja, donde
encontraríamos la especialización del trabajo. A parte de una gran masa de
población productiva, surgirán personas encargadas de otras actividades
necesarias (mantenimiento, burocracia…). Esto tiene como consecuencia el pago
en forma de cuota, por parte de los productores, mermando así un poco de su
calidad de vida. La clave estuvo en esa redistribución de los excedentes. De
hecho, estos impuestos se basaban en excedente y nunca en moneda (hasta bien
entrado el I milenio). El estado antiguo, como ya hemos mencionado, se
caracterizaba por una fuerte centralización. La forma de hacer respetar esta
autoridad fue mediante la religión. Ésta no era más que una manera de sumisión.
Los soberanos tenderán a la divinización para hacerse respetar y para consolidar
su posición. No obstante, en el caso de la no eficacia del arma ideológica, siempre
estaba la coacción mediante el ejército. Este ejército consistía en una pequeña
tropa o milicia permanente, financiada con esas aportaciones estatales de la mano
de los productores. El estado antiguo, pues, se basaba en el principio de
reciprocidad. El soberano ofrece seguridad y a cambio el pueblo se sacrifica
mediante el respeto, la sumisión y los impuestos. Para que surja son necesarias
unas élites que sepan coger las riendas del estado.
Lo medieval
El Estado Moderno surgió entre los siglos XVI y XVII, cuando los reyes
aprovecharon la crisis del feudalismo para retomar su poder, y su proceso de
surgimiento se aceleró en el Renacimiento, con profundas transformaciones en los
mecanismos del gobierno y en el ejercicio del poder. Este proceso estuvo
respaldado por la burguesía, clase social que se fue fortaleciendo con este tipo de
Estado. El Estado moderno poseía identidad, estaba organizado, estructurado y
era formal; era reconocido políticamente por otros y el poder estaba centralizado.
Su formación tuvo varias consecuencias a nivel político, económico y social.
Lo contemporáneo
Estado teocrático.
Los dogmas son los fundamentos y principios del Estado. Las normas morales son
las leyes; las normas positivas se convierten en obligaciones y los pecados en
delitos. Todos los órganos del Estado están orientados en este sentido.
Estado Ciudad
Estado Absoluto
Estado de Derecho
Este se crea cuando toda acción social y estatal encuentra sustento en la norma;
es así que el poder del Estado queda subordinado al orden jurídico vigente por
cumplir con el procedimiento para su creación y es eficaz cuando se aplica en la
realidad con base en el poder del Estado a través de sus órganos de gobierno,
creando así un ambiente de respeto absoluto del ser humano y del orden público.