Los
cuales identificamos por sus misteriosas figuras en piedra (Moais), que miran el
insondable horizonte. Pueblo de grandes navegantes, llegados de la Polinesia.
Ubicados en la isla de Pascua, que debe su nombre a que en un domingo de
Pascua a principios del siglo XVIII, la pequeña isla, de poco más de 150 km2, fue
descubierta por unos navegantes holandeses, frente a la costa chilena.
. Arte Rupestre
Otra manifestación importante y singular en la cultura Rapa
Nui es el arte rupestre que se desarrolló a través de dos modalidades: petroglifos y
pinturas.
En la isla existen alrededor de 1.000 sitios de arte rupestre con aproximadamente
5.000 motivos registrados. Se han establecido 12 agrupaciones de motivos entre los
que destacan las figuras antropomorfas y rasgos antropomorfos aislados, aves,
especies marinas y terrestres, objetos ceremoniales, embarcaciones, etc.
El motivo más destacado en los petroglifos corresponde a la representación del
hombre pájaro o Tangata Manu presente especialmente en las rocas de Mata Ngarau
en la aldea ceremonial de Orongo junto al volcán Rano Kau.
Las pinturas son más escasas en la isla, encontrándose en lugares como Motu Nui
(uno de los islotes frente a Orongo), en paredes interiores de algunas casas de
Orongo, en la caverna Ana Kai Tangata y en otras cavernas ubicadas en la costa
https://es.scribd.com/doc/59203537/CULTURA-RAPA-NUI
Medicina
Cuando llegaron los primeros colonizadores a Rapa Nui, vieron que existían varias
enfermedades propias del lugar y que eran tratadas con remedios obtenidos de
ciertas plantas, preparados preferentemente como infusiones y mezclas aplicadas a
modo de cataplasmas. Así el cardo machacado se aplicaba a heridas y úlceras, la
amaranta a las quemaduras y una especie de dulcamara se usaba como cicatrizante,
esta sería la yerba mora (Solanum nigrum), “poporo” en lengua rapa nui.
También se menciona un tipo de helecho “kava-kava atua”, que crecía gracias al
poder de un rey y se utilizaba como medicina y ocasionalmente como comida. El
“Ngaoho” (Caesalpina bonduc), era usado para varias aplicaciones curativas aunque
no se especifican cuales (Gusinde 1920:224); el “marikuru” (Sapindus saponaria)
como remedio astringente (Fuentes 1913:326) y el “ohe” o bambú que se usaba para
el dolor de dientes, el cual se hervía o quemaba poniéndose posteriormente en el
sector afectado.
Era común el sanamiento por medio del vapor para los resfríos y catarros
bronquiales. Para esto se hacía un hoyo largo del tamaño de un hombre, se ponían
piedras calientes en el fondo y se cubría con una delgada capa de hojas de plátano y
pasto sobre la cual se tendía el paciente, el que era tapado con otra capa igual.
Para las personas cansadas, con dolores de cabeza, vahídos, desvanecimientos, se
practicó el masaje o “tauromi” que consistía en amasados, fricciones, palmoteos y
pellizcos de los expertos en este tratamiento. La aplicación se hacía en forma
vigorosa, “con las palmas y nudillos en cada músculo y tendón, así como en cada
articulación de las vértebras hasta que el exhausto paciente caía en un estado de
profunda somnolencia”. (Thomson, 1980:58). Para los dolores de estómago, como
también para las mujeres que habían dado a luz, se colocaban piedras calientes sobre
el abdomen.
Ciertas enfermedades eran tratadas por sacerdotes o “tumu ivi atúa”, cuando se
pensaba que la causa del mal era algún espíritu que había tomado posesión del
individuo. El “tumu ivi atúa” entraba en la choza y se quedaba ahí largo rato,
tratando de saber qué espíritu había entrado en el paciente. Conversaba con el “aku-
aku”, y si éste se negaba a dejar el cuerpo, el sacerdote lo sacaba violentamente.
Muchos de estos métodos ya no se practican debido al contacto con el exterior y a la
introducción de la Medicina Moderna, la cual ha ido dejando de lado las prácticas
naturales. Pero, no por esto dejan los habitantes de Rapa Nui, de reconocer el valor y
la eficacia de la Medicina Tradicional.