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Resumen Capítulo 1: Invitación a la lingüística, Escandell Vidal

Julieta Martínez Jiménez

CAPÍTULO 1. EL LENGUAJE Y LAS LENGUAS

1.1 Homo loquens

La etiqueta que mejor nos define frente a otras especies es la de “Homoloquens” (“que
habla”), e indica que la posesión del lenguaje es la capacidad que nos hace humanos. Esta
constituye un requisito previo para muchas de las demás capacidades, al menos en el grado
de desarrollo en que se presentan en la especie humana moderna.

1.2. Propiedades del lenguaje humano

La lista original de las propiedades del lenguaje humano se debe al lingüista estadounidense
Charles F. Hockett, y se pueden agrupar de la siguiente forma:

 Canal vocal-auditivo. La modalidad básica del lenguaje humano se fundamenta en la


emisión y recepción de sonidos articulados. Este carácter se incluye como una de las
propiedades definitorias de las lenguas humanas para subrayar que es la lengua
hablada, y no la escrita, la modalidad natural del lenguaje.

Esta característica tiene una única excepción: las lenguas de signos.

 Transmisión irradiada y recepción direccional. Las señales lingüísticas se transmiten


por el medio aéreo en todas direcciones. La señal podrá ser captada por cualquier
individuo que se encuentre a una distancia adecuada. El receptor percibe la señal
asociada a un punto determinado, proveniente de una determinada dirección.
 Evanescencia. Las señales vocales se desvanecen con rapidez y no perduran en el
espacio o en el tiempo. Por ello, el lenguaje impone la presencia simultánea en unas
mismas coordenadas espacio-temporales de los individuos que se comunican.
 Semanticidad. El sistema transmite significados por medio de una asociación fija y
sistemática entre la forma de las señales y el contenido que transmiten.
En las lenguas existen algunos elementos que guardan una cierta relación de iconicidad con
aquello que designan. El caso más claro es el de las palabras que designan sonidos y que
suelen asemejarse al sonido al que se refieren (onomatopeyas).

 Desplazamiento. El lenguaje nos permite hacer referencia a entidades y


acontecimientos distantes en el espacio y en el tiempo. Podemos hablar del pasado y
del futuro, de cosas y sucesos lejanos, etc.
 Intercambiabilidad de roles. Cualquier usuario de una lengua puede participar como
emisor y como receptor, y estos papeles son reversibles.
 Retroalimentación total. Cada emisor es, además, receptor de su propia emisión, por
lo que puede vigilar y controlar su producción a medida que la emite.

1. 3. La “comunicación animal”; el lenguaje de las abejas

El zoólogo austríaco Kart von Frisch descubrió que la abeja exploradora informa a sus
congéneres sobre la localización de una fuente de alimento por medio de patrones rítmicos
sistemáticos. Cuando una abeja ha encontrado una fuente de alimento y regresa a su colmena,
ejecuta sistemáticamente una danza que se adscribe a una de estas dos clases: danza en círculo
y danza de la cola. La parte más importante es precisamente ese tramo recto central, en el
que la abeja realiza además movimientos vibratorios. La orientación de dicho tramo y la
amplitud de los movimientos indican la dirección de la fuente de alimento.

1.4. La especificidad del lenguaje humano


Los rasgos exclusivos de las lenguas humanas son la dualidad de estructuración, la
productividad y el desplazamiento. Además, posee un conjunto de principios y reglas que
determinan cómo se combinan esos signos para expresar significados más complejos. Por
tanto, cada lengua posee un léxico y una gramática.

6. Lenguaje y comunicación

La relación entre lenguaje y comunicación es muy importante, pero se trata de realidades


diferentes: ni la comunicación exige siempre el uso del lenguaje, ni todo uso del lenguaje es
comunicativo.
2. DIVERSIDAD LINGÜÍSTICA. LAS LENGUAS DEL MUNDO

Determinar con exactitud el número de lenguas en el mundo, no es una tarea fácil, por varios
motivos, pero el mayor problema es determinar qué es lengua y qué es dialecto.

2.1. Clasificación genética

Esta clasificación se basa en las relaciones de parentesco que existen entre las que poseen un
origen común. Así, entre las lenguas romances, estas coincidencias son las que permiten a
las personas que hablan español, reconocer como familiares el italiano o el portugués. El
sistema ha permitido clasificar, hasta el momento, el 90% de las lenguas conocidas en el
mundo en 33 filos.

2.2.2 Clasificación tipológica

Se basa en la relación que existe entre las lenguas teniendo en cuenta su estructura interna.
La primera propuesta tipológica la hizo Wilihelm von Humboldt.

Lenguas aislantes. Tienen palabras invariables sin flexión, cada palabra tiene una función
autónoma y las relaciones gramaticales y sintácticas se manifiestan mediante un orden muy
estricto de las palabras en la oración. Prácticamente carecen de morfología.

Lenguas aglutinantes. Poseen una morfología muy rica, con numerosos afijos. La raíz
expresa el significado básico y a ella se le añaden una serie de afijos regulares que actúan de
modificadores.

Lenguas flexivas. Tienen una morfología muy rica, con raíces y desinencias claramente
diferenciadas, que son las que varían para manifestar las modificaciones de la palabra.
También poseen prefijos y sufijos.

Lenguas incorporantes. Tienen palabras muy complejas, combinando rasgos aglutinantes y


aislantes, que equivalen, en muchos casos, a una oración.

2.3.3 Clasificación geográfica

Puede abarcar un continente, un país, territorios que sobrepasan los límites de los países o
pequeñas regiones. Cuando las lenguas comparten un espacio geográfico, es normal que se
produzcan transferencias lingüísticas entre ellas, y esto ocurre incluso entre lenguas que no
están emparentadas lingüísticamente.

3. VARIACIÓN Y VARIEDAD EN LAS LENGUAS

3.1 Tipos de variedades lingüísticas

Sólo es posible establecer qué factores lingüísticos son más determinantes en la variación a
partir de las investigaciones que se llevan a cabo en los distintos niveles. La variación
fonético-fonológica, la morfológica y la sintáctica son las que se ven más condicionadas por
factores lingüísticos.

Variedad diatópica (variación geográfica). Las lenguas presentan diferencias dependiendo


del ámbito geográfico en el que se desarrollan. Así, en unos lugares toman café y en otros
tinto; en unos suben al autobús y en otros a la guagua; unos se enfadan y otros se enojan.
Estas formas diferentes de decir lo mismo son diferencias dialectales.

Variedad diastrática (variación social). La variación lingüística está estrechamente


relacionada con los factores sociales, como, por ejemplo, el nivel sociocultural, la profesión,
el sexo, la edad, la etnia o la procedencia.

Variedad diafásica. Son modalidades de habla que dependen de la elección del hablante,
según la situación comunicativa o el contexto. Estas variedades se denominan estilos o
registros.

Escandell Vidal, Ma. Victoria (coord.), Invitación a la lingüística, 1.ª reimp., Madrid, Ramón
Areces, 2015. pp. 1-52.

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