EMBOSCADA: EL CALENTAMIENTO

DEL MUNDO
El carbón, el petróleo y el gas natural reciben el nombre de combustibles
fósiles ya que estás constituidos por los restos fósiles de seres que vivieron
hace tiempo. Los europeos reconocieron la utilidad potencial de aquellos
materiales de transporte fácil y ricos en energía. Así, se aprendió a sacar el
carbón de la Tierra y a perforar terreno para hacer brotar gas y petróleo
enterrado. Siempre se paga un precio.

Cerca del 30% de todas las importaciones norteamericanas de petróleo

proceden del Golfo Persico. E.E.U.U puede llegar a importar más de la
mitad del crudo que consume y destina mil millones de dólares por semana
como mínimo, a dichas importaciones. China podría alcanzar el mismo
nivel a principios del S. XXI. Cifras similares se aplican a Europa Occidental.

Los economistas proponen modelos en los que el incremento del precio del
petróleo genera inflación, subida de loss tipos de interés, reducción de la
inversión de las nuevas industrias, paro y recesión económica. Nuestra
adicción al petróleo empuja a las naciones a adoptar políticas que de
otro modo serian consideradas inmorales y temerarias.

La producción total del petróleo alcanza 20.000 millones de barriles

anuales, de manera en que cada año consumimos cerca del 2% de las
reservas confirmadas.

También existe el coste ambiental. Las fábricas de Inglaterra de los

primeros años de la Revolución Industrial contaminaron el aire y causaron
una epidemia de enfermedades respiratorias. Sabemos también de la
lluvia ácida y de las catástrofes ecológicas causadas por los vertidos del
petróleo. El 𝐶𝑂2 producto de la combinación del quemado de los
combustibles fósiles con el oxígeno del aire es uno de los responsables del
efecto invernadero.

Lo que determina el calor terrestre depende de la fuerza del Sol y de la

reflectancia del planeta. Nuestros cálculos nos dicen que la temperatura
media del planeta debería ser de 20 °C bajo cero, lo que implicaría que la
Tierra debería ser un lugar hostil para casi todas las formas de vida.
En realidad no hemos errado los cálculos, pero para los cálculos anterirores
no consideramos el efecto invernadero. Supusimos implícitamente que la
Tierra carecía de atmosfera. La Tierra tiene que calentarse algo para lograr
el equilibrio entre la luz solar incidente y la radiación infrarroja emitifa. Así la
superficie terrestre debería estar a unos 131|11111c sobre cer. Por eso los
océanos no se congelan y el clima resulta adecuado para nuestra especie
y nuestra civilización.

El desequilibrio de gases del efecto invernadero ha cañlentado de más la

Tierra.

Cuanto más aumenta la población humana y se amplían nuestros poderes

tecnológicos, más gases que absorben el infrarrojo lanzaríamos a la
atmosfera. Existen procesos naturales que eliminan esos gases del aire,
pero estamos produciéndolos a un ritmo tal que estos mecanismos
naturales de eliminación se ven superados. A través de la quem de
combustibles fósiles y la destrucción de árboles, somos responsables de
verter cada año al aire 7.000 millones de toneladas de dióxido de carbono.

Cuando la Tierra se calienta el nivel del mar asciende. Es posible que

hacia el S. XXI es posible que se haya elevado decenas de centímetros y
quizá hasta un metro. Esto se deberá en parte a que el agua de mar se
expande al calentarse y en parte a la fusión de los hielos glaciares y
polares.

Los modelos de calentamiento global predicen efectos diferentes –subida

de temperatura, sequías, meteorología inestable y elevación de nivel del
mar- que se hacen visibles en distintas escalas temporales.

En el sistema climático global son posibles tanto retroacciones positivas

como negativa.

Nuestra civilización técnica se está poniendo a sí mismo en peligro. Por

todo el mundo lo combustibles fósiles degradan simultáneamente la salud
del aparato respiratorio humano, la vida en los ecosistemas y el clima en el
planeta.