Anda di halaman 1dari 2

Hernández González Grecia Astrid

Para una moral de la ambigüedad

El ensayo de Simone de Beauvoir está basado, como su nombre lo dice, en la ambigüedad,


este concepto es entendido a partir de la contradicción en la que el ser humano se encuentra:
tener la voluntad de querer ser y fracasar en la medida en que coincide con esta voluntad,
frustrando cualquier intento de actualizarla, la conquista de la existencia se da por medio de
la frustración inmanente al ser. La develación del ser se da por medio de la libertad, la
principal premisa a la descripción de la libertad humana es, nuevamente: “Si no hay Dios,
todo está permitido”. Dostoievski afirma la completa libertad del hombre partiendo de la
inexistencia de Dios, si asumimos esto, se puede pensar que el hombre puede hacer todo lo
que le plazca, de Beauvoir afirma que todo nos es permitido al determinar a nuestro ser, pero
no significa que socialmente se nos sea permitido todo, no significa que nuestras acciones
partan de cero, sino que el hombre carga con toda la responsabilidad, ya no hay un agente
expiatorio que lleve la responsabilidad de las acciones de la humanidad, asimismo no hay
valores máximos que nos guíen como sociedad.

El ejemplo más claro para explicar esto es el del curso de la vida humana: un niño ve a sus
padres, profesores y demás familiares como autoridades que dictan las reglas que deben
cumplirse para poder vivir en el mundo que inconscientemente nos parece dado y cuyas
determinaciones no pueden ser modificadas. La frustración aparece cuando se llega a la
adolescencia y es visible la igualdad, no social, sino ontológica con los demás, empieza el
cuestionamiento a las autoridades que se aceptaban en la niñez porque el objetivo ya no es
reafirmar las cosas que una etapa antes fueron establecidas, sino buscar develar las
determinaciones que nos son propias, siendo éste el fin 1 de toda existencia. Hay una negación
inherente en la búsqueda del objetivo existencial del ser humano, la resistencia que surge
ante un mundo dado es el camino para quitar el velo que es puesto entre el ser humano y su
propio ser.

La cuestión que surge a partir de esta problemática es, cómo estar con los demás hombres si
aparentemente no hay universales y nuestro ser depende únicamente de nosotros. Simone de

1
Entendido como τέλος.
Beauvoir explica que todos los hombres existen en medio de un universo de objetos y pensar
que la autonomía y soberanía de un hombre es común con todos los demás, nos lleva a la
conclusión de que estamos inmersos como sujetos respecto a nosotros mismos y como
objetos respecto a los demás seres humanos en el mundo. De esto se sigue que nuestra fuente
de valores sea la pluralidad que hay entre hombres concretos, la moral ya no va a nacer de
un único singular apartado de la concreción2, sino de singulares situados y cuyas acciones
son proyectada a propios fines, la moral parte de particularidades totalmente radicales como
lo es cada subjetividad.
Dado que la libertad que poseemos no nos consiente todas nuestras acciones se puede afirmar
que el hombre se define a partir de su relación con los demás y su libertad se da a través de
la de sus congéneres. La moral propuesta en el ensayo de Simone de Beauvoir no es una que
nos permita dañar a los hombres, sino que es pensar que todos tenemos la misma condición
libre y por tanto dejamos de ser objetos que nos llevan a nuestro fin, sino que estamos
rodeados de sujetos con quien tenemos compromisos morales. Es importante aclarar que esta
moral no encierra al hombre en sí mismo, no es una teoría que apele al solipsismo, pero sí al
individualismo pues se busca un objetivo propio, pues al dañar a un hombre, se daña a la
humanidad, y el daño a la humanidad se convierte en un obstáculo más para develar a nuestro
ser.

2
Es evidente que en la filosofía existencial de Simone de Beauvoir ninguna teoría moral cuya base sea el
espectador imparcial sirve, pues no se puede tener una moral que nazca de una imparcialidad y que sea dirigida
a hombre concretos.

Anda mungkin juga menyukai