El nacionalismo es el hermano
bien vestido del racismo
El concepto de sentirse orgulloso de un accidente geográfico
siempre me ha eludido. No siento que celebrar mi lugar de
nacimiento me dé identidad o me haga más o menos persona.
Tampoco siento afinidad por ver un pedazo de tela pintada en
un mástil y no lo identifico como parte de mí.