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1.7.

- Enzimas
Las reacciones precisan de una cierta cantidad de energía para iniciarse. Esta
energía, denominada energía de activación, permite romper los enlaces de las
moléculas que están reaccionando y formar otros nuevos.

Cuando las reacciones metabólicas se reproducen en el laboratorio, la energía de


activación se consigue mediante temperaturas altas, descargas eléctricas, etc.

Como estas condiciones no pueden darse en las células, la función de los


enzimas en el metabolismo consiste en disminuir la energía de activación y, como
consecuencia, facilitar el desarrollo de las reacciones metabólicas.

1.7.1.- Concepto y estructura.


Son proteínas globulares altamente especializadas que provocan o aceleran una
reacción bioquímica.

Las enzimas, pueden estar formadas únicamente por cadenas polipéptídicas o contener
además un grupo no proteico. A esta parte proteica se la llama Apoenzima, mientras
que la parte no proteica recibe el nombre de Cofactor.

La Apoenzima, se encarga de proporcionar la estructura espacial específica que


permite la unión a las moléculas sobre las que actúan las enzimas, y que se llaman
Sustratos.

Esa zona del apoenzima formada por unos 10 aminoácidos especializados en la


unión con el sustrato, se le llama Sitio Activo.

El cofactor es el componente enzimático que lleva a cabo la propia reacción, es


decir, la catálisis. El cofactor puede ser, sencillamente, un catión metálico (grupo
prostético), o bien una molécula orgánica, en ese caso se llama Coenzima.

1.7.2.- Clasificación.
Una de las clasificaciones de los enzimas más utilizada es la que se basa en el
tipo de reacción que catalizan. Según esta, se distinguen seis clases:

Clase Reacción Catalizada Ejemplo


Oxidorreductasas Reacciones de oxidación- Malato Deshidrogenada
reducción mediante la
transferencia de electrones.
Transferasas Reacciones de transferencia de Hexoquinasa
grupo. Estos pueden ser grupos
fosfato, amino, metilo, etc.
Hidrolasas Reacciones de hidrólisis. Se Triacilglicerol éster
produce la rotura de enlaces por hidrolasa.
la incorporación de una
molécula de agua.
Liasas Reacciones en las que se Piruvato Descarboxilasa.
produce rotura de enlaces sin la
incorporación de una molécula
de agua.
Isomerasas Reacciones de transferencia de Fosfohexosa isomerasa.
grupos para dar lugar a formas
isoméricas.
Ligasas Unión de moléculas Piruvato carboxilasa.

1.7.3.- Propiedades de los enzimas.


Por su carácter proteico, las enzimas poseen las mismas propiedades que las
proteínas, es decir, se desnaturalizan al ser sometidas a cambios de pH, a variaciones de
temperatura y a elevadas concentraciones salinas, y presentan un alto grado de
especificidad, en este caso, tanto en la selección de los sustratos como en la reacción
que catalizan sobre ellos.

Una molécula de enzima puede catalizar la reacción de miles de moléculas de


sustrato en un segundo.

El grado de especificidad del sustrato, aunque normalmente es elevado, puede


variar. Así, hay enzimas que muestran una especificidad absoluta y sólo actúan sobre un
tipo concreto de sustrato. Existen distintos niveles de especificidad:
-. Algunos enzimas son específicos de un solo tipo de sustrato y pueden llegar incluso a
distinguir los isómeros.
-. En otros casos, los enzimas son específicos de un grupo de sustratos de características
químicas similares.

Por otro lado, un mismo sustrato puede ser específico de varios enzimas, pero las
interacciones que se establecen en cada caso son distintas y específicas, y por tanto, los
productos de la reacción son diferentes. Por ejemplo:
Fosfohexosa
Glucosa-6-fosfato  Isomerasa
   → Fructosa-6-fosfato

Glucosa-6-fosfato  Fosfogluco
  mutasa → Fructosa-6-fosfato

La especificidad de reacción, significa que para cada tipo de reacción química hay una
enzima diferente, es decir, un enzima cataliza una sola reacción química o un grupo de
reacciones estrechamente relacionadas (visto en el apartado anterior).

La especificidad, se debe a las características de:


-. El sustrato,
-. Los aminoácidos del sitio activo (centro activo), y
-. Los cofactores.
1.7.4.- Mecanismo de Acción.
Para que una reacción tenga lugar, es preciso comunicar a los reactivos cierta
cantidad de energía, llamada Energía de Activación. Esto ocurre tanto en las
reacciones endotérmicas como en las exotérmicas.

En las llamadas reacciones espontáneas, la energía de activación es tan baja


que se obtiene de la propia energía cinética de las moléculas o incluso de la luz que
incide en el lugar de reacción.

En las reacciones no espontáneas, sin embargo, esta energía es tan alta que no
se producen si no se aplica calor.

La acción catalizadora de los enzimas consiste en rebajar la energía de


activación para llegar fácilmente al estado de transición y permitir que la reacción se
lleve a cabo. En definitiva, sin la presencia del catalizador no es posible alcanzar el
estado de transición espontáneamente, y con el si es posible.

Tiempo
Cuando un sustrato se encuentra con la enzima correspondiente, la reacción
catalizada se produce en tres etapas:

1º: El sustrato se une a la apoenzima formando el complejo enzima-sustrato (ES). Se


establecen múltiples enlaces débiles entre ambos. Esta unión se caracteriza por un alto
grado de especificidad, de modo que para cada tipo de sustrato y de reacción se necesita
la enzima correcta.

La especificidad enzimática se debe a la estructura proteica de la apoenzima, la


cual presenta una zona, denominada centro activo o sitio activo, con una forma
espacial característica en la que se acopla el sustrato.

Este acoplamiento se ha comparado con el que existe entre una llave y su


cerradura, por lo que cualquier cambio que se produzca en la forma impedirá su
acoplamiento. Se trata de la teoría propuesta por Fisher y denominada Teoría de la
“llave – cerradura”. Sin embargo, en la actualidad se ha probado que en algunas
enzimas, el centro activo es capaz de modificar su forma para adaptarse al sustrato. Este
postulado hecho por Koshland se denomina “de ajuste o acoplamiento inducido”, y
sería algo semejante a la introducción de una mano en un guante. La propia mano que
en esta comparativa equivale al sustrato, hace que el guante, equivalente al enzima, se
adapte mejor cuando se introduce en él.

Como ya hemos mencionado la unión es reversible, por lo que parte del


complejo enzima-sustrato (ES) se disocia; debido precisamente a esa reversibilidad, esta
primera etapa es la más lenta.

2º: Una vez formado el complejo ES, cofactor lleva a cabo la reacción y se
obtiene el producto final (P). Esta es una etapa muy rápida e irreversible. En el caso de
que el enzima tenga un naturaleza totalmente proteica, es decir que no exista cofactor, la
acción catalítica la realizan algunos aminoácidos del propio centro activo.

3º: El producto (P) se libera del centro activo y la apoenzima queda libre para
volver a unirse a nuevas moléculas de sustrato.
1.7.5.- Cinética Enzimática.
Si se representa gráficamente la velocidad con que aparece el producto
(moles/sg) de una determinada reacción enzimática, en función de la concentración de
sustrato inicial, para una cantidad constante de
enzima, se obtiene una gráfica del siguiente tipo.

Al observar la gráfica, apreciamos que al


aumentar la concentración de sustrato, aumenta
también la velocidad de la reacción. Esto resulta
lógico, ya que mientras existen enzimas libres, a
mayor número de moléculas de sustrato, mayor será
el número de moléculas de producto que se
producirán. Sin embargo, llegará un momento en que
a pesar de que la concentración de sustrato sigue aumentando, la velocidad no varía, ello
es debido a que se alcanzado la velocidad máxima, que no es posible superar. Esta
velocidad máxima responde al hecho de que ya no existen moléculas de enzimas libres,
pues todos están ocupados por moléculas de sustrato formando el complejo enzima-
sustrato (ES).

A medida que se forman moléculas de producto, las enzimas van liberándose y


pueden aceptar nuevas moléculas de sustrato que están “a la espera”.

Existe una constante llamada de Michaelis-Menten o KM que se define como la


concentración de sustrato para la cual la reacción alcanza la velocidad semimáxima.
Esta KM es característica de cada enzima, y cuanto menor sea su valor, mayor afinidad
tendrá la enzima por el sustrato, ya que alcanza antes la velocidad semimáxima. La KM
se puede calcular fácilmente observando la gráfica.

Michaelis-Menten dedujeron también la velocidad de una reacción enzimática


para cualquier concentración de sustrato, utilizando el valor de la KM y de la Vmáx.

V = V max·
[S]
K M ·[ S ]

1.7.6.- Factores que influyen en la velocidad de las


reacciones enzimáticas.
Las reacciones catalizadas por enzimas, sin embargo, no siempre se producen a
la misma velocidad. Existen factores que pueden modificar la velocidad de dichas
reacciones, entre los que citamos: concentración de sustrato, pH, temperatura y
presencia de inhibidores.

Concentración de sustrato

Como ya hemos visto en el epígrafe anterior, al aumentar la concentración de


sustrato, existen más centros activos ocupados y la velocidad de la reacción aumenta
hasta que no quedan centros activos libres; a partir de ese momento, un aumento de la
concentración de sustrato no supone un aumento de la velocidad de reacción.

pH

Cada enzima tiene un pH óptimo de actuación. Los valores por encima o por
debajo de este valor óptimo provocan un descenso de la velocidad enzimática, debido a
cambios eléctricos en los radicales de los aminoácidos que forman el centro activo, lo
que puede alterar la estructura espacial del centro
activo, o incluso puede verse alterado el sustrato. En
cualquier caso, el acoplamiento ES se verá dificultado y
la velocidad de reacción disminuirá.

Por debajo de un pH mínimo y por encima de un


pH máximo, se produce la desnaturalización de la
enzima y su actividad se anula por completo.

Temperatura

Al igual que ocurre con el pH, existe también


una temperatura óptima en la que la actividad
enzimática es máxima. Las temperaturas inferiores a
este valor óptimo dan lugar a una disminución de la
vibración molecular que hace más lento el proceso,
mientras que temperaturas superiores a la óptima
pueden provocar la desnaturalización de la enzima y
la perdida total de su funcionalidad.

Inhibidores

Existen sustancias en las células, en algunos casos parecidas al sustrato, que se


caracterizan porque pueden unirse al enzima de forma reversible y producir una
disminución de la velocidad de la reacción. Estas sustancias que interfieren en la
actividad de los enzimas son los inhibidores.
Los inhibidores se clasifican en dos grupos: competitivos y no competitivos.

-. Inhibidor competitivo: El inhibidor y el sustrato compiten por la forma libre


del enzima. El inhibidor es muy parecido al sustrato. Cuando la concentración de
sustrato es baja, el inhibidor se une al sitio activo del enzima, formando el complejo
enzima-inhibidor. Si la concentración de sustrato aumenta, el inhibidor se separa del
enzima y éste recupera su actividad.

-. Inhibidor no competitivo: El inhibidor interacciona con el enzima libre o con


el complejo enzima-sustrato, en una zona distinta del sitio activo. Esta interacción
produce una disminución de la actividad enzimática independientemente de si el
sustrato está o no unido al sitio activo. En algunos casos, el inhibidor es un metabolito
de la propia célula.

1.7.7.- Mecanismos para aumentar le eficacia


enzimática.
Para que las reacciones se produzcan de una forma óptima, existen diversos
mecanismos que permiten aumentar la eficacia de la acción enzimática, entre otros
destacan:

La compartimentación celular
Los enzimas implicados en algunos procesos metabólicos importantes se
localizan juntos en estructuras membranosas (orgánulos celulares), donde reencuentran
en mayor concentración que si estuviesen dispersos por el citoplasma. De esta forma, se
asegura la consecución del proceso y el mantenimiento de las condiciones ambientales
de pH, de concentración de iones, etc…, adecuadas para la actividad enzimática.

Reacciones en cascada

Si el producto de una reacción enzimática actúa como enzima de otra reacción,


cuyo producto a su vez, es la enzima de una nueva reacción, y así sucesivamente, la
eficacia de la actividad enzimática es mayor. Ejemplo: la coagulación sanguínea
mediante la formación de fibrina.

Complejos multienzimáticos

La agrupación de los enzimas que llevan a cabo reacciones consecutivas de una


ruta metabólica en un complejo único permite realizar el proceso completo con gran
rapidez, ya que nada más obtener el producto, este puede actuar como sustrato de una
nueva reacción al estar en contacto con la enzima correspondiente.

Existencia de Isozimas

En ocasiones, aparecen moléculas enzimáticas (isozímas) que aún teniendo la


misma acción catalítica, poseen KM diferentes, lo que hace que su velocidad sea
distinta.

1.7.8.- Regulación de la actividad enzimática.


Las reacciones enzimáticas constituyen la clave de la actividad vital de una
célula. Esta actividad, sin embargo, no es siempre la misma. En momento determinado,
por ejemplo, puede interesar aumentar la síntesis de un determinado producto, y en otro,
metabolizar un sustrato que acaba de aparecer, por lo que se deberá aumentar la
actividad de los enzimas implicados en uno u otro proceso.

Por otro lado, una vez conseguida la cantidad precisa de producto, la actividad
enzimática debe disminuir o anularse para evitar un gasto inútil.

En definitiva, las necesidades celulares son cambiantes y, por tanto, la velocidad


de las reacciones enzimáticas debe variar de acuerdo con ellas.

Los cambios de pH y temperatura influyen en la velocidad de las reacciones


enzimáticas, pero habitualmente estos valores no cambian en un organismo vivo, por lo
que utilizan otros mecanismos de regulación como la activación y la inhibición
enzimática, y también el alosterismo.
Activación enzimática

La presencia de activadores permite que ciertas enzimas que se mantenían


inactivas lleven a cabo su función, es decir, se activen. Ejemplo: cationes de magnesio o
calcio.

Inhibición enzimática

Son sustancias que disminuyen o anulan la actividad de un enzima. Se trata de


un proceso inverso al de la activación.

Puede ser irreversible, cuando el inhibidor, que se denomina veneno


metabólico, se une covalentemente a la enzima alterando su estructura o inutilizándola
de forma permanente.

La inhibición reversible, más común que la anterior, tiene lugar cuando la


enzima vuelve a tener actividad, una vez eliminada la sustancia inhibidora. En este caso,
la unión del inhibidor y la enzima se realiza a través de enlaces no covalentes (iónicos o
puentes de hidrógeno) más fáciles de romper. Según el lugar de unión a la enzima se
distinguen dos tipos de inhibición reversible: competitiva y no competitiva.

-. Inhibición reversible competitiva: El inhibidor se une al centro activo


impidiendo, por tanto, la unión del sustrato. Así existe una competencia entre ambos por
ocupar el centro activo. Para que exista este tipo de inhibición, es necesario, que el
inhibidor tenga una forma espacial de gran semejanza con la del sustrato. Así, se les
llama a estos inhibidores análogos metabólicos. Estos provocan el aumento del valor
de la KM de ese enzima.

-. Inhibición reversible no competitiva: El inhibidor no compite con el


sustrato, sino que se une a otra zona de la enzima, distinta al centro activo. Estas
uniones modifican la estructura del enzima al tiempo que dificulta el acoplamiento del
sustrato. En ocasiones, el inhibidor se une al complejo ES, una vez creado éste, e impide
la posterior formación del producto. Provoca en definitiva una disminución de la
velocidad máxima.

Alosterismo

El alosterismo constituye un sistema de regulación enzimática sumamente


preciso. Las enzimas alostéricas catalizan algunas reacciones importantes. Estas
enzimas presentan las siguientes características:
-. Están formados por varias subunidades (estructura cuaternaria)
-. Poseen varios centros de regulación; es decir, existen varios sitios para la unión de
activadores e inhibidores.
-. Estos enzimas pueden adoptar 2 conformaciones distintas, una llamada R, en la que
presenta una alta afinidad por el sustrato; y otra llamada T, en la que presenta muy
escasa afinidad por el sustrato.
La forma R se estabiliza cuando los centros reguladores tienen unidos
activadores. Por el contrario, los inhibidores alostéricos estabilizan la forma T.
-. Existe un efecto cooperativo entre las subunidades, de modo que la activación o
inhibición de una de ellas provoca el mismo efecto en todas las demás. Esto permite una
regulación más rápida y con menor cantidad de activadores o inhibidores.
-. Su cinética es distinta a la del resto de enzimas.
Su representación corresponde a una curva
sigmoidea. En la gráfica adjunta se compara el
comportamiento de un enzima no alostérico frente
a uno alostérico.

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