CORRECTAMENTE?
HACE 5 DÍAS DEJA UN COMENTARIO
Podemos encontrar la respuesta en una lista base de seis verdades que son
claramente y profundamente enseñadas en la Palabra del Dios. De hecho,
al ver esta lista de verdades y con sus sub-puntos, trataremos de dejar que
los pasajes bíblicos hablen por sí mismos.
La Santidad de Dios
Un Dios santo odia el pecado, y por lo tanto los pecadores no pueden estar
delante de Él. “… porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito
la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación
de los que me aborrecen,” (Ex. 20:5) “Por tanto, no se levantarán los malos
en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos.” (Sal. 1:5)
“Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No
hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es
su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus
labios; Su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se
apresuran para derramar sangre; Quebranto y desventura hay en sus
caminos; Y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante
de sus ojos.” (Rom 3:10-18)
Por causa del pecado, la verdadera paz es imposible para los no creyentes.
“Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse
quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo. No hay paz, dijo mi Dios, para
los impíos.” (Isaías 57:20-21)
Por ningún motivo usted nunca debe empujar a ninguna persona a una
respuesta precipitada a su predicación. Sin embargo, usted debe dejarle
claro que el Evangelio contiene más que una colección de buenas ideas
que la persona pudiera siempre reconsiderar de acá o de allá.
“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está
cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y
vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el
cual será amplio en perdonar” (Isaías 55:6-7). “Así que, somos
embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de
nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.” (2ª
Cor. 5:20; cf. 6:1-2)