“ S a n t i a g o M a r iñ o ”
Ex ten sión M atu rí n
Asignatura: Electiva VI
“UNIDAD II
AMBIENTE FISCAL VENEZOLANO”
Valor: 20%
Sección: “VV”
La cultura tributaria del Estado venezolano por más 50 años estuvo asentada
en la bonanza petrolera, entendiéndose por cultura tributaria “el conjunto de
conocimientos, valores y actitudes referidas a los tributos” (Sistema Nacional
Integrado de Administración Tributaria, SENIAT). Para forjar cultura tributaria
es necesario conocimiento y participación, el conocimiento significa información
total y transparente, y la participación significa hacer que el ciudadano forme
parte en el modelo de desarrollo del país, la confianza en las instituciones es
vital para la construcción de un vínculo positivo entre los ciudadanos que pagan
impuestos y quienes administran y utilizan los recursos, sólo cuando el Estado
demuestre firme voluntad de acabar con la corrupción en todos sus aspectos,
dejando claro que el sistema será igualmete Recibido: 20-02-16 Aceptado: 31-
03-16 47 NOVUM SCIENTIARUM NÚM. 2 - ABR-JUL 2016 te estricto con
todos, y logrará sentar bases para una verdadera cultura tributaria, cuya
ausencia hoy evidenciamos. En tal sentido, el análisis que se pone en
manifiesto hace un aproximado interpretativo de la cultura tributaria, bajo el
contexto del Derecho Positivo Venezolano, el propósito es analizar la cultura
tributaria en el venezolano como una contribución para la construcción
colectiva del desarrollo sustentable, a objeto de concienciar la ciudadanía para
un íntegro cumplimiento de la obligación tributaria en relación con la liquidación
de los impuestos. Vale acotar que la cultura tributaria cada día tiene mayor
relevancia en función de la crisis económica actual, y, como medio de ingreso
al fisco para que el Estado pueda cumplir sus fines esenciales. La obligación
tributaria une al ciudadano contribuyente o responsable con el Estado mediante
un vínculo jurídico que lo constriñe al cumplimiento de una prestación, de dar
una determinada suma de dinero, a cambio el contribuyente goza y se ve
favorecido por la seguridad y ventajas que el Estado le preste a su trabajo,
riqueza y libertad; por medio de las funciones pública (defensa, seguridad,
justicia) y de los servicios públicos generales (sanidad, higiene, educación
entre otros). La obligación tributaria se hace exigible al sujeto pasivo a partir del
momento que se produce el acto o el hecho previsto en la Código Orgánico
Tributario vigente. Se hace preciso señalar que la cultura tributaria no se logra
de un día para otro. Para ello es necesario un proceso educativo que vaya
formando al contribuyente y al Estado con respecto a la importancia y
necesidad de tener impuestos acordes que le permitan cubrir las necesidades
del colectivo por medio de su incorporación en el presupuesto nacional, estatal
o municipal, con la finalidad de contrarrestar el rechazo que existe o la
percepción negativa asociada al uso de los recursos generados por los
impuestos recaudados, aunado al hecho de no conocer el destino de los
mismos. Esta situación se contrapone con la característica fundamental que
debe tener una política fiscal por parte del Estado la cual debe estar revestida
de la ética pública, y valores tales como: responsabilidad, solidaridad,
transparencia, entre otros. Bajo esta premisa las interrogantes planteadas son
las siguientes: ¿Cuál es la relación existente entre el Estado y los
contribuyentes? ¿Para qué establece el Estado la obligación de pagar tributos?
¿Por qué deben pagar los ciudadanos los tributos? A partir de esas
interrogantes se planteó el objetivo general: Analizar la cultura tributaria en el
venezolano como una contribución para la construcción colectiva del desarrollo
sustentable y los objetivos específicos, a) establecer la relación entre el Estado
y el contribuyente, b) determinar las razones por las cuales el Estado obliga a
pagar tributos y c) establecer la finalidad de pagar tributos.
Este principio asegura la vida del Estado, pero no asegura la vida del individuo.
Pagar tributos, a costa de nuestra propia vida no es algo que esta dentro de lo
conveniente para la sociedad. Resulta que si tenemos la obligación de dar
tributos, el Estado tiene la obligación de distribuir en forma correcta los tributos
aportados por nosotros. Eso debería suponer que en cuanto el Estado deja de
hacer eso -uso adecuado y correcto de los tributos, para los fines que fueron
generados- entonces el ciudadano se vería liberado de la tributación.
Por último, hablar del principio de justicia implica, pues, que “la carga tributaria
debe ser distribuida en forma equitativa”. Para ello se han creado divisiones de
los tributos, que regulan o intentan regular este tipo de equilibrio pretendido. La
clasificación es, como sabemos, impuestos, contribuciones y tasas; tributos que
en sí ya están determinando, de alguna forma, la capacidad contributiva de la
persona.
La igualdad jurídica significa que todos somos iguales, solo por ficción, sólo
como método para poder armar un esquema de organización social. No
significa que todos somos iguales, sino que todos necesitamos, por igual,
ciertas cosas. Necesitamos, por ejemplo, ciertos servicios, derechos, etc. Y,
aún siendo realmente desiguales, hay algunas iguales necesidades. Por lo
tanto, más que igualdad de personas hay igualdad en las “necesidades
prioritarias” de estas personas, por lo que se llaman “necesidades colectivas”.
Este principio redefine al ser humano como un sujeto económico, lo define por
sus condiciones económicas y no sociales o culturales. No importa así la
calidad intelectual, etc., sino la capacidad de generar rentas. El ser humano es
medido por su potencia económica, por ser generador de riqueza, y esta es
medida por su actividad, por sus rentas, etc. Esta medida sirve, pues, para
lograr cierta conexión con la imposición tributaria. Por medio de la misma
capacidad contributiva el sujeto de derecho, o persona –natural o jurídica- es
afectado en relación directa con su condición económica, y con las
características y elementos adheridos a este sujeto como generador de
riqueza. Principio que se asocia con la desigualdad contributiva de la que
habíamos tratado al referirnos al principio tributario de igualdad. Así, “La
capacidad tributaria o contributiva, (...) puede definirse, siguiendo a Jarach,
como ‘la potencialidad de contribuir a los gastos públicos que el legislador
atribuye al sujeto particular’. Para nosotros es: la ‘aptitud para pagar tributos,
que reposa en el patrimonio o riqueza propia del contribuyente” [11].
Potestad tributaria
Principios tributarios
Principios Constitucionales:
1. Legalidad:
Proviene del latín “Nullum Tributum sine Lege”, que significa, No hay tributo sin
ley, es decir, primero se crea la Ley y el Reglamento de algún tributo y luego se
empieza a cobrar.
2. Progresividad:
Exige que la fijación de los tributos a los ciudadanos habitantes de un país,
sean en proporción a sus ingresos o manifestaciones de capacidad
contributiva.
3. Generalidad:
Toda persona tiene el deber de coadyuvar a los gastos públicos mediante el
pago de impuestos, tasas y contribuciones que establezca la Ley.
4. Igualdad:
Todos somos iguales ante la Ley.
5. Capacidad Contributiva:
Implica que solo aquellos hechos de la vida social que son índices de
capacidad económica pueden ser adoptados por las leyes como presupuesto
generador de la obligación tributaria.
6. No Confiscación:
Ningún tributo puede tener carácter confiscatorio.
7. Irretroactividad:
Ninguna disposición legislativa tendrá efecto retroactivo, esto se traduce en que
primero se crea la Ley (Principio de legalidad), luego se promulga, es decir, El
Presidente de la República la firma y sale en Gaceta, y entonces, entra en
vigencia.
Principios Doctrinarios:
1. Certeza:
Señala que el tributo debe estar establecido con todo lo relativo a éste lo más
claro posible, para evitar las distintas interpretaciones de las Normas
tributarias.
2. Oportunidad:
Consiste en que toda ley debe fijar un tiempo para su entrada en vigencia.
3. Economía:
Este principio consagra los derechos individuales de la persona.
4. Razonabilidad:
La garantía innominada de la razonabilidad, es decir, que la exigencia de que
dicho tributo sea formalmente legal e intrínsecamente justo.
5. Control Jurisdiccional:
Es el conjunto de actividades realizadas por instituciones competentes para
lograr, mediante sistemas y procedimientos diversos, la regularidad y
corrección de la administración del Patrimonio Público.
6. Seguridad Jurídica:
La seguridad jurídica es, la garantía dada al individuo por el Estado de modo
que su persona, sus bienes y sus derechos no serán violentados o que, si esto
último llegara a producirse, le serán asegurados por la sociedad, la protección y
reparación de los mismos.
7. Analogía:
La analogía significa semejanza, y en derecho, es el método por el que una
norma jurídica se extiende, por identidad de razón, a casos no comprendidos
en ella.