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Universidad Nacional de La Plata

Facultad de Bellas Artes

Año 2019

Autores
Juan Martín Albariño
Pablo Balut

Acústica básica
La acústica es el campo de la ciencia que estudia los diferentes aspectos del
sonido. Para comenzar primero debemos preguntarnos ¿qué es el sonido?

La definición del diccionario nos dice: del latin sonitus. Sensación o impresión
producida en el oído por un conjunto de vibraciones que se propagan por un
medio elástico, como por ejemplo el aire.

Vamos a desmenuzar en tres partes esta definición para entenderla mejor.

1) Tenemos por un lado un aspecto físico del sonido. Los sonidos son
vibraciones en el aire que pueden generarse con nuestras cuerdas vocales,
con instrumentos musicales, con máquinas o simplemente con movimientos y
choques de objetos. Cuando un cuerpo determinado produce alguna acción y
esa acción pone en movimiento las partículas de aire que están a su
alrededor, se producen pequeños cambios de presión del aire. A estas
vibraciones las vamos a llamar “presión sonora”.

2) La presión sonora se propaga por un medio elástico, en este caso el aire.


Elástico significa que es un medio que permite la circulación de objetos o al
menos el paso de energía. En el vacio no hay propagación.
Este movimiento vibratorio (presión sonora) se desplaza en forma de ondas,
de una manera similar a cuando arrojamos una piedra al agua. A partir del
lugar de donde cae la piedra se generan círculos concéntricos. La velocidad
de propagación de estas ondas en el aire es de 345 metros por segundo
aproximadamente, es decir, se desplazan muy rápidamente.

3) Nuestro sistema auditivo está preparado para captar estas vibraciones en


el aire. El tímpano, que es una membrana muy delgada, es empujado por
esta presión sonora. La cóclea recibe este movimiento a través de los
huesecillos y los convierte en impulsos eléctricos, que nuestro cerebro
interpreta como sonidos.

El comportamiento de las perturbaciones en el aire es estudiado por la


“acústica física”.
La respuesta humana a esos estímulos es estudiada por la “psicoacústica”.
Veamos la propagación de una onda de sonido de manera grafica:

Partículas en
equilibrio

Fuente de
sonido

Comienzo de
propagación

Propagación

El sonido
llega al oído

La figura anterior muestra el comportamiento físico de una onda de sonido,


donde las partículas de aire están graficadas como círculos que en el primer
instante están en equilibrio. Luego la fuente de sonido genera una presión
(presión sonora) sobre las partículas, las cuales comienzan a empujarse unas
a otras y de esa manera se produce la propagación hasta llegar al oído. El
aire mueve la membrana del tímpano y allí se pone en acción el sistema
auditivo.

Frecuencia

Cuando la fuente de sonido es un instrumento musical, genera (en el mayor


de los casos) una “onda de sonido periódica”.
La cantidad de períodos o ciclos que se repiten en un segundo determinan la
“frecuencia” de la onda, o lo que psicoacústicamente percibimos como la
altura o nota musical de un sonido. A mayor frecuencia, mayor altura del
sonido. La frecuencia se mide en Hertz (HZ, que es igual a ciclos por
segundo).
El oído humano puede captar en el mejor de los casos, un rango de
frecuencias que va desde los 20 a los 20.000 Hz.

Representación gráfica de una onda sonora

El siguiente gráfico representa el comportamiento de una onda de sonido en


el tiempo. La excursión que realiza la onda en el eje vertical es el movimiento
generado por la presión sonora, en el gráfico se ve como la “amplitud”.
El eje horizontal representa el tiempo. Entonces, si esta onda de dos ciclos
completos estuviera ocurriendo en un segundo, diríamos que es una onda de
2 ciclos/segundo, lo que es igual a 2 Hertz (Hz).

Fuente: http://naturcienciaies.files.wordpress.com

Presión sonora

La presión sonora es percibida “psicoacústicamente” como la “intensidad” de


un sonido. A mayor amplitud de la onda hay mayor presión sonora, por ende
más intensidad.
Si bien los niveles de presión sonora se miden en pascales (como la presión
atmosférica) para facilitar su medición se ha diseñado una escala más acorde
a la respuesta psicoacústica de nuestro sistema auditivo: la del decibel (dB).
El rango de presión sonora que puede soportar el oído humano va desde
20μPa (20 micropascales = 0dB, lo cual se denomina el umbral de audición)
hasta 20Pa (20 pascales = 120dB, umbral de dolor).
Entonces, en acústica, a la intensidad del sonido la llamaremos presión
sonora o amplitud.

Longitud de onda

Ya dijimos que la velocidad de propagación de una onda de sonido en el aire


es de 345 m/s aproximadamente (dependiendo de los valores de algunos
factores climáticos). La distancia que recorre una onda en el espacio hasta
completar un ciclo, es lo que nos va a determinar la “longitud de onda”.
La acústica física la define como la “distancia entre dos perturbaciones
sucesivas en el espacio”.
Los sonidos agudos tienen una frecuencia alta, por lo que el ciclo se completa
rapidamente y su longitud de onda es pequeña.
Los sonidos graves tienen una baja frecuencia y una longitud de onda
grande.
Por estas propiedades los sonidos graves son capaces de expandirse en
grandes superficies y los percibimos psicoacústicamente de manera
omnidireccional. A su vez los sonidos agudos tienden a ser más direccionales
y reducen mucho su intensidad cuando se interpone algún obstáculo en su
camino.
Para resumir veamos el siguiente cuadro:

Acústica Física Psicoacústica


(estímulo) (sensación)
Presión sonora (Pa) Intensidad (dB)
Frecuencia (Hz) Altura
Longitud de onda (Mts) Direccionalidad

Timbre

Tal vez una de las características más complejas del sonido es el timbre. Este
permite que podamos distinguir por ejemplo, un instrumento musical de otro,
o la voz de una persona de otra, aunque estén tocando o cantando la misma
nota musical a la misma intensidad.
Los tres aspectos que veremos del timbre son la envolvente, los armónicos y
las formantes.

La envolvente

Podemos definirla como “el desarrollo de la amplitud a traves del tiempo” o


como la define F. Miyara “la forma que se obtiene uniendo las amplitudes de
los ciclos sucesivos”.
En el modelo de envolvente que vemos en el gráfico (cuyos ejes representan
amplitud y tiempo) encontramos tres momentos fundamentales: ataque,
sostén y extinción.

Ataque Sostén Extinción

Envolvente

El “ataque” es el momento que contiene la mayor riqueza tímbrica. Si


escuchamos un instrumento sin el ataque, es probable que no lo
identifiquemos.
En la parte del “sostén” del sonido pueden producirse variables como el
“vibrato” que modifican mucho el timbre del instrumento.
La “extinción” se identifica cuando el instrumento comienza a perder amplitud
hasta dejar de oirse.

Los armónicos

Cuando un instrumento genera un sonido periódico (o sea, que realiza


perturbaciones en el aire de manera regular en el tiempo) podemos escuchar
la altura musical de la nota que se está ejecutando. Sin embargo ese sonido
contiene una serie de “notas musicales” que suenan con menor intensidad y
que podemos percibir en una escucha atenta.
El “teorema de Fourier” nos dice que “toda onda periódica compleja puede
representarse como la suma de ondas simples, todas ellas múltiplos de la
frecuencia de la onda”.
Es así como cada una de esas “ondas simples” las reconocemos como
“armónicos”.
(Amplitud)

100 hz 200 hz 300 hz 400 hz 500 hz 600 hz 700 hz (Frecuencia)

En el gráfico anterior vemos una serie armónica de una onda de sonido de


100hz en un instante de tiempo.
La fundamental o 1er armónico es la que define la altura de la nota musical.
El resto de los armónicos definen parte del timbre del instrumento.
Los intervalos musicales que podemos escuchar en una serie armónica son
los siguientes:

Fuente: www.wikipedia.org
Las formantes

Si bien la generación del sonido (como el pulsar una cuerda de guitarra)


puede permitir cierta envolvente y una determinada serie armónica, también
forma parte del timbre lo que suele llamarse la “caja de resonancia”. La
forma, tamaño y materiales con los que está construído un instrumento,
inciden en el resultado sonoro. Los armónicos generados por una cuerda
pueden resonar de manera diferente en una guitarra de una caja grande que
en una de caja pequeña. Lo mismo ocurre con el tipo de madera con el que
está contruída. El instrumento no sonará igual si está hecho con madera
blanda que con madera dura. Todos estos factores harán que el sonido
generado por la cuerda se vea afectado, de manera que algunos armónicos
se “amplificarán” más que otros en la caja del instrumento.
Podemos decir entonces que las formantes son las concentraciones de
energía que se producen en algunos sectores del espectro armónico, dando
al instrumento su timbre particular.

Material audiovisual de consulta

https://www.youtube.com/watch?v=T8v8QIq0kWg

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