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Zander (2005) manifestó que el autismo es un trastorno complejo del desarrollo que se puede

presentar durante de los primeros años de vida, la cual se manifiesta como un síndrome
(conductual-afectivo), deficiencias en la interacción: social, comunicación, actividades e intereses
restringidos, repetitivos y estereotipados, en la cual de cada 1000 niños 2 o 3 son los afectados,
tomando en consideración que prevalece más en el sexo masculino que en el femenino.

En el contexto nacional, a través de la experiencia profesional en el CRIE Nº 5, también se han


evidenciado una tendencia del incremento en el diagnóstico de nuevos casos de TEA.

Además es útil notar que un grupo de terapeutas ocupacionales pertenecientes al CRIE Nº 5,


aplicaron tratamientos de integración sensorial, siguiendo las teorías, principios, y protocolos de
valoración mejorando drásticamente la vida diaria tanto de niños como de familiares.

Así mismo el TEA debe ser sostenido mediante un enfoque integral, multisistemico y de la mano
con un equipo multidisciplinario enfocándose siempre en la persona.

Se debe de mencionar que varía mucho en cuanto a la severidad, ya que sus causas son múltiples y
estudiar su genética es de gran relevancia, ya que en investigaciones se ha evidenciado que existe
alteración de las conexiones entre las estructuras corticales y subcorticales y un aumento de los
valores de serotonina que pueden encontrarse en los familiares.

Sin embargo podríamos sostener que es un desorden atípico del cerebro que ha confundido de
manera crucial a muchos profesionales y padres desde que fue descubierto. Los niños con TEA
demuestran muchos síntomas que van desde de un déficit cognitivo, motor y social hasta un
desorden del procesamiento sensorial.

Cabe recalcar que está caracterizado por mostrar poco interés en relación con otras personas, a
excepción de las personas que rodean constantemente su entorno. Globalmente se lo conoce
como niños que viven su “propio mundo”, si llegan a establecer conversaciones con los demás, son
frases limitadas y con baja entonación, a pesar de su poco interés por los demás, tienden a ser
agresivos, presentar episodios de rabietas e incluso herir la susceptibilidad de los demás.

Además resulta interesante saber que en este síndrome se evidencian episodios de rabietas
debido al desorden sensorial que presentan por ejemplo: a nivel táctil, visual, auditivo, olfativo, y
gustativo, Hay casos donde aquellos no toleran etiqueta de camisas, son sensibles al ruido, luz; les
llama la atención los juguetes con muchas luces, algunas texturas de los alimentos les parecen
inaceptables y en algunas ocasiones prefieren no subir a columpios o llegar a balancearse
constantemente, todos estos pueden ser debidos a una hipersensibilidad o hiposensibilidad .

(Omairi, 2014) aclara que en otras palabras se trata de dar a entender a la población que pueden
tener dificultades en la modulación, integración, recepción y organización de los sentidos, lo que
va a interferir directamente en la capacidad de los mismos para relacionarse con personas u
objetos, causando disminución de la capacidad de organización y ejecución de actividades
motoras, cognitivas y una mala organización en el comportamiento.

Los sistemas sensoriales (táctil, propioceptivo, vestibular, visual, auditivo, gustativo, olfativo e
interoceptivo) tienen una gran importancia en la organización emocional, de la conducta y los
aprendizajes de los niños con TEA. Mostrar una respuesta adaptativa seria el gran paso para llegar
al éxito.

Las dificultades del procesamiento sensorial interfieren en la organización y conducta del niño, lo
que dificulta el desarrollo de su aprendizaje, capacidades y habilidades; Una correcta adaptación
del niño con el medio externo supone una respuesta adecuada del sistema nervioso.

La disfunción del Procesamiento Sensorial es una disfunción neurológica que se manifiesta en la


incapacidad para modular, discriminar, coordinar u organizar sensaciones de forma eficaz (Bundy
et al; 2002).

La terapia ocupacional como disciplina socio-sanitaria puede abordar déficits del procesamiento
sensorial desde la perspectiva de la Integración Sensorial.

Una intervención por parte del terapeuta ocupacional basada en la teoría de integración sensorial
tratará de organizar las sensaciones en el Sistema Nervioso Central para dar una respuesta
adaptativa en los ambientes en los que se desenvuelve.

Existen intervenciones tempranas que son muy buscadas por parte de los familiares para
minimizar el daño del procesamiento sensorial que se podría producir con este síndrome si no es
tratado a tiempo y gracias a esta intervención se muestran evidencias positivas, siendo las terapias
de integración sensorial las que han dado mejores resultados en el proceso de recuperación, más
que la terapia de estimulación sensorial.

Durante más de 30 años la Dra. Anna Jean Ayres desarrollo su trabajo sobre la teoría de
integración sensorial y partir de 1960, se dedicó a buscar en la neurobiología elementos para crear
un modelo de intervención para niños con problemas de aprendizaje (Ayres, 2005; Miller, 2006).

Para ser considerado un trastorno del procesamiento sensorial debe haber perjuicio ocupacional
es decir interferir en la calidad de vida de estas personas (Ayres, 2006).

Desde el punto de vista de este autor, Ayres defendió que cuando está comprometido el
procesamiento sensorial de un niño, este presenta problemas sociales, emocionales y/o
funcionales (Ayres, 1963).

Un abordaje propio de la terapia ocupacional es la teoría de integración sensorial cuyo propósito,


es mejorar la conducta adaptativa reduciendo problemas relacionados con el procesamiento
sensorial, tomando en consideración en esta investigación el sentido del tacto y de la vista; la
sintomatología que presentan puede mejorar con el tiempo, debido a que aprenden a filtrar
información sensorial por medio de centros neuronales alternativos.

El primer deber del terapeuta ocupacional es realizar evaluaciones sistemáticas de las deficiencias
sensoriales que los niños presenten, con el fin de detectar como afectan las actividades de la vida
diaria de los mismos.

La terapia ocupacional adquiere día a día gran importancia alrededor del mundo incluyendo las
personas afectadas por este trastorno, ya que pretende potenciar al máximo las habilidades de
estos niños para favorecer y aumentar la independencia e inserción posible en todos sus contextos
y así mejorar su autonomía y desempeño ocupacional.
Se utiliza la ocupación como medio para favorecer el desarrollo psicomotor, y a través del juego,
que es la principal herramienta en todas las actividades a desarrollar en los niños, así también
como en la alimentación e higiene personal, desarrollan todas habilidades posibles (motoras,
cognitivas, sociales, afectivas y sensoriales).

La terapia ocupacional utiliza actividades que tienen el fin de ayudar a los niños con autismo a
adaptarse y funcionar correctamente en todos sus entornos

Una vez considerados estos puntos de vista, podemos decir que este estudio tiene como objetivo;
Identificar detalladamente las dificultades que presentan a nivel sensorial táctil y visual a través de
la terapia ocupacional, teniendo como premisa principal la integración sensorial en niños con
trastorno de espectro autista.

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