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Instituto Tecnológico De La Laguna

Ingeniería Mecatrónica

Nombre del Alumno: Yamil Alejandro Ruiz Orona

Numero de Control : 18130393

“Desarrollo Sustentable”
Nombre del profesor: Ing. Rubén Piña Pérez

Proyecto de investigación: “Proyecto 2040 del IMPLAN para


Torreón en Materia de Sustentabilidad y medio ambiente”

“LA IMPORTANCIA DE LOS ARBOLES EN EL MEDIO AMBIENTE”


“La Importancia del los arboles para el ser humano”

Los árboles son unas plantas increíbles. Cada uno de ellos es un ecosistema en
sí mismo, un ecosistema que se ha tratar de cuidar, del mismo modo en el que
ellos nos cuidan.

Los árboles y plantas son muy importantes para todos los nosotros, pues sin el
oxígeno que expulsan sus hojas la vida en la Tierra sería muy distinta. La
importancia de los árboles radica, pues, en que sin estas maravillosas plantas el
planeta sería un desierto. Pero veámoslo más en detalle.

De hecho, la vida tal y como la conocemos comienza con las plantas. Mucho
antes, hace alrededor de cuatro mil millones de años, se formaron las
primeras moléculas, consideradas las formas de vida más primitivas. Pero no fue
hasta que se produjo la fotosíntesis oxigénica, hace alrededor de 3.500 millones
de años, cuando se empezó a oxigenar la atmósfera.
Por lo tanto, las primeras plantas terrestres, que surgieron hace alrededor de
450 millones de años no fueron pioneras en realizar el proceso de la fotosíntesis
y liberar oxígeno a la atmósfera. Aunque sí es cierto que la radiación solar se
aprovechaba para formar azúcares a partir del agua y del dióxido de carbono de
la atmósfera, clave de la fotosíntesis, y que a partir de aquellos se desarrollaron
las primeras células vegetales, antecesoras de las algas y de las plantas.

Las plantas empezaron a ser erectas y a crear la madera tras una gran sequía,
primero como hierbas o arbustos, y luego como árboles. Los seres humanos, por
su parte, provienen de los hominoideos, cuyos fósiles superan los 6 millones de
años. Y, como es bien sabido, nuestra historia, indudablemente, se vincula a los
árboles desde sus inicios.
Al margen de las utilidades inmediatas que obtenemos de los árboles, su
existencia es clave para nuestra supervivencia, así como para infinidad de
seres vivos.

En cifras, los árboles son necesarios para la supervivencia de nueve de cada


diez de las especies conocidas, y el porcentaje probablemente aumentaría si
vamos más allá del hábitat y nos centramos en la producción de oxígeno.
Los árboles, así es, nos ayudan a respirar. Solo las algas y otras plantas
marinas producen alrededor del 70 por ciento, pero los árboles son decisivos
para que la atmósfera sea respirable por los humanos. En otro caso, sería un
aire enrarecido.

Solo un árbol puede producir suficiente oxígeno para 18 personas, si bien varía
mucho en función de especies y tamaños. Junto con el resto de las plantas, son
responsables de una quinta parte del oxígeno del planeta.
Si se les conoce como pulmones del planeta también se debe a su importante
rol en el ciclo del carbono. Actuar como gigantescos sumideros de carbono, tal
y como lo hace el océano, ralentiza el calentamiento global.
“Nos aportan el tan necesario oxígeno”

Los árboles, al igual que todas las plantas que tienen clorofila, realizan la
fotosíntesis. Esto significa que absorben dióxido de carbono y expulsan oxígeno,
para así convertir la materia inorgánica en materia orgánica, es decir, en
alimento gracias al cual pueden crecer y desarrollarse correctamente.
Si tuviera las hojas secas y/o afectadas por plagas, este proceso se intentaría
hacer por supuesto, pero la planta tendría muchas dificultades. Asimismo, no es
importante sólo tratarlos contra las plagas, sino también hay que evitar que el
polvo se acumule en la superficie de sus partes foliares, y que el agua
permanezca demasiado tiempo en ellas. En el caso de que no lo hagamos, no
podrían hacer la fotosíntesis, y por lo tanto tampoco expulsarían oxígeno.
Y…, ¿cuánto aire respiramos al día? Bastante. Inspiramos y espiramos entre
5 y 6 litros de aire por minuto, que en 24 horas son entre 7200 y 8600. Gracias a
este proceso, absorbemos el oxígeno y expulsamos el dióxido de carbono. Justo
lo contrario que durante la fotosíntesis. Se podría decir que las plantas y los
seres humanos se ayudan mutuamente a vivir.
Sin embargo, se necesitan 22 árboles para suplir la demanda de una
persona al día. La deforestación nos está perjudicando a corto y a largo plazo,
poniendo en riesgo nuestra propia supervivencia, y si no hacemos nada, la
Tierra se quedará sin sus pulmones.
“La importancia de los árboles para la naturaleza”

El papel de las masas arbóreas en el ciclo del carbono, de este modo, es un


aspecto capital a la hora de entender su importancia para el medio ambiente.

La misma fotosíntesis es la que hace que absorban el CO2 presente en la


atmósfera, liberando oxígeno a cambio. Es decir, la reforestación, así pues,
constituye una manera eficaz de luchar contra el cambio climático. No en vano,
el dióxido de carbono o CO2 es uno de los gases de efecto invernadero que más
contribuyen a su avance.

Por pasiva, la deforestación supone un aumento de los gases de efecto


invernadero. No solo porque muchos de ellos se descomponen y liberan buena
parte del CO2 que absorbieron, sino también porque su transformación industrial
pone en marcha una cadena de producción que también multiplica la
contaminación.
Se estima que una quinta parte de las emisiones de los gases de efecto
invernadero es consecuencia de la deforestación en la Amazonia, distintas
zonas de Asia y otras regiones.
“Árboles y plantas como método de combatir el efecto invernadero”
La acumulación de gases en la atmósfera está haciendo que el clima en el
planeta cambie más rápido de lo que no lo ha hecho nunca. El ser humano ha
jugado un papel protagonista en esta historia, puesto que desde la Revolución
Industrial ha ido contaminando más y más, destruyendo todo a su paso.
Los árboles absorben casi 22kg de dióxido de carbono cada año. Pero hay uno
en particular que me gustaría mencionarte: la Pawlonia tomentosa. Esta
increíble especie originaria de China se la conoce con el nombre de el” Árbol de
la Vida”. Sus hojas caducas y sus decorativas flores hacen de él un árbol de
jardín excepcional, pues puede vivir en cualquier tipo de suelos. Tiene un ritmo
de crecimiento muy rápido, y es de muy fácil cultivo.

El Árbol de la Vida
resiste el fuego, pues
sus raíces se
regeneran
rápidamente. Y si esto
te parece poco, decirte
que emite grandes
cantidades de
oxígeno, y absorbe
hasta diez veces más
de dióxido de carbono
que otros árboles.

Su esperanza de vida es de entre 200 y 250 años. Así que si quieres tener una
bomba de oxígeno en tu hogar, este es tu árbol. Es decorativo, es fácil de cuidar,
y es resistente. ¿Qué más se puede pedir? ¿Que resista las heladas? En tal
caso, tengo una buena noticia que darte: la Pawlonia tomentosa soporta hasta
los -5ºC. Es estupendo, ¿no crees?
“ importancia de los árboles en el ecosistema”
Además de la deforestación provocada por la industria, los árboles sufren la
constante amenaza de la agricultura y la pérdida de recursos hídricos.
Su desaparición conlleva la reducción del hábitat, lo cual supone un duro golpe a
la biodiversidad, poniendo contra las cuerdas a numerosas especies.
La pérdida constante de hábitats debido a la deforestación ha llevado a los
científicos a considerar el planeta un entorno hostil que camina hacia la sexta
extinción masiva. Según publicó en 2014 la revista Science, estamos al borde de
este debable ambiental, que a su vez amenaza con ser un punto y final para la
especie humana.
De acuerdo con ecólogos de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, la
actividad humana está provocnado una desaparición de especies diez veces
más rápido de lo que pensábamos. O, si se quiere, mil veces más de lo que lo
hacían en los orígenes del ser humano, cuando tampoco se estaba quietecito,
precisamente.
Meses antes, la NASA daba la razón a estudios anteriores concluyendo que la
destrucción planetaria en un futuro próximo, y cada cierto tiempo nuevas
investigaciones apoyan este mismo argumento. En junio de 2015, por ejemplo,
se anunciaba el colapso de la civilización humana para 2100, según un estudio
publicado en Science Advances.
En definitiva, son muchos los estudios que hablan de una extinción masiva que
amenaza la existencia humana, y todos coinciden en que, junto con el cambio
climático, la pérdida de hábitat es una de sus principales causas.
Ambos problemas asociados a la constante pérdida de masa forestal. Para que
nos hagamos una idea, la vida que bulle en los ecosistemas arbóreos, en solo
una hectárea de bosque tropical puede haber alrededor de 500 especies
vegetales y, por ejemplo, se ha llegado a encontrar que en un solo árbol vivían
43 especies de hormigas.
En lo que se refiere a los vegetales y animales terrestres, el 90 por ciento de
ellos encuentran refugio en los árboles o en sus alrededores. Y las aves no
necesitan comentarios al respecto.
Además, la deforestación y la extinción corren parejas, y la mayor parte de las
especies que sufren un creciente riesgo de extinción se hallan en zonas que
también han recibido un fuerte varapalo.
De nuevo, el mismo panorama: reducción del hábitat que implica árboles
decapitados y especies de animales agonizantes.
Sin ellos, la biodiversidad mundial caería en picado pues, además de lo
apuntado ayudan a regular el ciclo hídrico mundial y a prevenir la erosión y
retener la humedad de los suelos.

“Los árboles y plantas nos alimentan con sus frutos”

Hay muchas especies arbóreas cuyo fruto es comestible: manzanos, naranjos,


nogales, madroños, avellanos… Todos ellos son ideales para tener en un jardín,
plantados junto al huerto por ejemplo. No hay nada como cosechar tu propio
alimento, y aquel que tiene un frutal o varios en casa, podrá degustar el auténtico
sabor de la naturaleza.
Pero en función del clima habrá que escoger unos u otros, ya que no todos
necesitan las mismas horas de frío para florecer, ni soportan las mismas
temperaturas. Teniendo esto en cuenta, debes escoger los siguientes árboles
dependiendo del clima que tengas:
Frutales para climas con heladas
intensas: avellano, arándono, cerezo,
ciruelo, endrina, grosella, melocotonero,
manzano, nectarina, nogal, peral.
Frutales para climas templados:
albaricoque, algarrobo, castaño, higuera,
olivo.
Frutales para climas con heladas muy
suaves: caqui, feijoa, limonero, kumquat,
mandarino, naranjo, níspero, pomelo.
Frutales para clima tropical: aguacate, mango, durián, guayabo, papayo, pitanga,
rambután.
Todos ellos tienen que estar en una zona donde les dé el sol directamente, con el
espacio suficiente para que puedan desarrollarse sin problemas. Así, es
importante que, antes de decantarnos por una especie en concreto, sepamos
cuáles van a ser sus dimensiones una vez que llegue a la edad adulta.
“Previenen la erosión del suelo”

Así es.
Los árboles previenen la erosión manteniendo la humedad del suelo. Lo hacen
gracias a sus raíces, que profundizan en el mismo. De esta manera, la planta no
sólo se mantiene bien anclada, disminuyendo el riesgo de que el viento pueda
moverla, sino que además, evita que el terreno acabe sin vida.
En principio cualquier árbol que no necesite suelos fértiles (o, lo que es lo
mismo, especies mediterráneas o aquellas que sean muy resistentes al viento) y
que mida alrededor de 2m de altura te servirá. Generalmente, sólo tienes que
evitar poner frutales, pues ellos necesitan un terreno muy fértil para que sus
frutos maduren correctamente.
Plántalos en aquellas zonas en donde la erosión sea una grave amenaza, como
las pendientes o las zonas abiertas que no tengan nada que pueda impedir el
viento, y también alrededor de todo el perímetro de la zona. Pero, si deseas
evitar que tu suelo acabe erosionado, te recomiendo que plantes arbustos y/o
flores alrededor de los árboles. Así conseguirás tener un jardín espectacular.
La erosión es un problema muy serio, causado por el desgaste del suelo del
viento y de las lluvias. Cuando no hay cubierta vegetal, los rayos del sol
impactan directamente sobre él, el viento se lleva consigo los pocos nutrientes
que le quedan, y cuando llueve de forma torrencial, podemos tener una zona
totalmente inundada. Así, es muy recomendable que, si vives en una zona que
pueda verse afectada por este problema, no dudes en plantar árboles.

“Otros importantes usos de los árboles y plantas”

Los árboles mantienen una estrecha relación con la humanidad. Además de los usos
que hemos visto hasta ahora, hay otros que me gustaría mencionarte, y son:

Disminuyen la contaminación acústica

Si has ido alguna vez a un parque situado en medio de la ciudad, seguramente te


hayas dado cuenta del poco ruido urbano que se oye, ¿verdad? Por este motivo, los
jardines situados cerca de carreteras o de aeropuertos plantan árboles.

Nos protegen del sol y nos refrescan

Hay muchos árboles que nos dan una buena sombra en verano, en la cual podemos
hacer un picnic con la familia o disfrutar viendo el paisaje. Y todo gracias al vapor de
agua que liberan a través de sus hojas.

De ellos extraemos la madera

Este material lo necesitamos para hacer mesas, sillas y todo tipo de mobiliario y/o
herramientas. Pero la tala de árboles se tiene que hacer de manera responsable, y
siempre plantando un ejemplar en el lugar del que hemos talado.
“Embellecen el paisaje”

Hay una buena cantidad de especies increíblemente decorativas. Ya sea por los
colores que adquieren sus hojas en primavera y/u otoño, o por las flores que
brotan de entre sus ramas, o por el porte elegante que tienen muchas de ellas,
lo cierto es que nada sería lo mismo sin no hubiera árboles. Nos gustan mucho,
y eso es algo que se nota.
“Transmisores de paz y naturaleza”
Y como si no fuese suficiente con toda esta actividad que despliegan de manera
incesante a lo largo de su vida se les adjudica ser capaces de reducir los niveles
de violencia de las personas, de bajar los niveles de estrés, y de curar algunas
enfermedades conductuales y psíquicas por su directa asociación con la
naturaleza y la paz de los campos donde proliferan.

Como podemos apreciar su importancia en la vida del planeta es fundamental,


sin embargo y lamentablemente, no está acompañada por un comportamiento
humano acorde y en sintonía con colaborar en su preservación.

“Salvemos y cuidemos a los árboles: tratándolos con amor y respeto”


Uno de los problemas más graves que enfrentan los árboles son los incendios
accidentales o provocados por el hombre.
Proliferan cada día las malas noticias sobre incendios que terminan con la
existencia de zonas con frondosos y añejos árboles que no se recuperarán
jamás y que por supuesto sacuden el equilibrio de dichos espacios.
Por otra parte, la tala indiscriminada motivada por el afán comercial de lograr
madera, las plagas, y las intervenciones que se efectúan sobre el suelo para
incrementar la producción agro ganadera son otras problemáticas que acechan
la salud y supervivencia de nuestros árboles.
Cuidar los que existen y plantar nuevos es un excelente aporte y una efectiva
estrategia que podemos implementar para cuidar el planeta de los grandes
flagelos que lo vienen afectando: contaminación, cambio climático, efecto
invernadero, entre otros.
Ahora bien, por más que plantemos más árboles, pero al mismo tiempo no
cuidemos los que existen, la contribución no tendrá un resultado positivo ni
mucho menos, debemos resolver el déficit natural e intencional con una acción
integral: cuidar los que existen y plantar nuevos donde haga falta.
“Importancia de la Reforestación”
La reforestación en nuestro día a día es una operación esencial para la
supervivencia del hombre y otros seres vivos; y es que teniendo en cuenta la
gran cantidad de incendios, talas indiscriminadas de árboles y demás accidentes
fortuitos u ocasionados, la masa verde de nuestro planeta disminuye. Esto
significa que el dióxido de carbono que expulsamos al respirar, poco a poco
perderá la oportunidad de ser transformado en oxígeno; y es que sin árboles ni
plantas, la fotosíntesis es completamente imposible. Podemos decir así que la
principal importancia de la reforestación es asegurar que en el planeta exista
oxígeno suficiente para abastecer a sus seres vivos. No obstante, lo cierto es
que no es la única importancia de la misma.
Podemos decir también que esta reforestación es necesaria para crear más
extensiones de bosque cuyos árboles puedan atrapar y eliminar partículas
contaminantes como el polvo, polen, humo o cenizas que pueden ser realmente
nocivos para nuestros pulmones.

Sin la reforestación, el conocido efecto invernadero aumenta; y es que el calor


de la tierra se retiene en la atmósfera debido a que los niveles de Co2 y otros
gases no permiten que sea liberado. Así, los árboles son los encargados de
arrastrar y filtrar este Co2 no sólo eliminándolo de la tierra, si no convirtiéndolo
en oxígeno.
Los árboles también son agentes imprescindibles para conservar el agua y
reducir la erosión del suelo, así, en este punto, la reforestación también sería
completamente imprescindible. Gracias a ello conseguimos más árboles que
puedan reducir la corriente de aguas torrenciales sobre el suelo, reduciendo así
la erosión y la sedimentación de los ríos.
Los árboles también son agentes imprescindibles para conservar el agua y
reducir la erosión del suelo, así, en este punto, la reforestación también sería
completamente imprescindible. Gracias a ello conseguimos más árboles que
puedan reducir la corriente de aguas torrenciales sobre el suelo, reduciendo así
la erosión y la sedimentación de los ríos.

La reforestación conseguirá que el efecto isla termal se reduzca


considerablemente. Así, las grandes reforestaciones pueden incluso modificar el
clima local haciendo bajar un poco las altas temperaturas, creadas por el
almacenamiento de energía termal en un punto concreto e intensificado por el
acero y el asfalto de las grandes ciudades.

Todas estas ventajas se ven en peligro debido a varios problemas. Para


empezar la acción del hombre, que tala constantemente zonas verdes para
poder conseguir combustible o para emplear dicha madera en la industria.
Asimismo, también nos encontramos con incendios, muchas veces accidentes
naturales, otras tantísimas provocados por personas.

Si no conseguimos
concienciar a la gente de
que la reforestación es la
única arma con la que
contamos para seguir
manteniendo los
pulmones verdes de
nuestra tierra,
posiblemente dentro de
algunos siglos, la calidad
de vida en nuestro
planeta será
considerablemente más
baja.
“10 Datos Curiosos acerca de los Arboles”
1. El oxígeno que produce un árbol sirve para que dos personas puedan
respirar. Además, un solo árbol elimina una tonelada de dióxido de
carbono durante toda su vida.

2. El oxígeno que produce un árbol sirve para que dos personas puedan
respirar. Además, un solo árbol elimina una tonelada de dióxido de
carbono durante toda su vida.

3. El oxígeno que produce un árbol sirve para que dos personas puedan
respirar. Además, un solo árbol elimina una tonelada de dióxido de
carbono durante toda su vida.

4. Los árboles viven literalmente de aire y luz, ya que el 90% de sus


requerimientos los obtienen de la atmósfera, mientras el restante 10%
proviene del suelo y en su mayoría solo es agua.

5. El oxígeno que produce un árbol sirve para que dos personas puedan
respirar. Además, un solo árbol elimina una tonelada de dióxido de
carbono durante toda su vida.

6. El oxígeno que produce un árbol sirve para que dos personas puedan
respirar. Además, un solo árbol elimina una tonelada de dióxido de
carbono durante toda su vida.

7. El oxígeno que produce un árbol sirve para que dos personas puedan
respirar. Además, un solo árbol elimina una tonelada de dióxido de
carbono durante toda su vida.

8. El oxígeno que produce un árbol sirve para que dos personas puedan
respirar. Además, un solo árbol elimina una tonelada de dióxido de
carbono durante toda su vida.

9. El oxígeno que produce un árbol sirve para que dos personas puedan
respirar. Además, un solo árbol elimina una tonelada de dióxido de
carbono durante toda su vida.
10. El oxígeno que produce un árbol sirve para que dos personas
puedan respirar. Además, un solo árbol elimina una tonelada de dióxido
de carbono durante toda su vida.

“Curiosidades de los árboles”

Hemos visto lo importantes que son los árboles y plantas para nosotros, pero
también para todos los demás seres vivos. Es nuestra responsabilidad cuidarlos
y evitar que se extingan, pues de lo contrario estaríamos poniendo nuestra propia
vida en peligro.

No me gustaría acabar este artículo especial sin antes decirte algunas de


las curiosidades sobre estos maravillosos vegetales. ¿Quieres saber cuáles
son? Aquí las tienes:

La planta más del mundo es una Secuoia. Le pusieron de nombre Hyperion,


y se encuentra en el Parque Nacional de Redwood, en California. Mide ni
más ni menos que 115’54 metros de altura. ¡Ahí es nada!
La más longeva, es el Pinus longaeva. Se han encontrado restos de
ejemplares que vivieron 7 mil años de edad, aunque lo más normal es que
vivan 3 mil años. Aún así, viven mucho más que cualquier otro ser vivo.
Y una planta que existía antes de los dinosaurios, es el Ginkgo biloba.
Apareció en la Tierra hace 270 millones de años.
¿Buscas un árbol que dé sombra en tu gran jardín? Entonces el Ficus
benghalensis es para ti. Ocupa una superficie de 12 mil metros cuadrados.
En India, de donde es originario, celebran fiestas al resguardo de su
sombra.
Los árboles son unas plantas increíbles que, si se respetan, nos pueden ser
muy útiles.
Tipos de árboles:
Hay dos tipos principales de árboles: de hoja caduca y de hoja perenne. Los
árboles de hoja caduca pierden todas sus hojas durante una parte del año. En
climas fríos esto sucede durante el otoño y entonces los árboles no tienen hojas
durante el invierno. Usualmente los árboles de hoja caduca pierden sus hojas
durante la temporada seca en climas cálidos y secos.
Los árboles de hoja perenne no pierden todas sus hojas al mismo tiempo –
siempre tienen algo de follaje. Estos pierden solo pocas hojas a la vez y crecen
hojas nuevas para reemplazar las hojas viejas, pero un árbol saludable de hoja
perenne nunca se quedará completamente sin hojas.
“Partes de un árbol”
Raíces:
Las raíces son la parte del árbol que crece debajo de la tierra. Los árboles
tienen muchas raíces – usualmente el tamaño del sistema radicular (el grupo de
raíces) es igual de grande que la parte del árbol que sobresale de la tierra. Esto
es necesario porque las raíces ayudan a sostener al árbol. ¡Se necesitan
muchas raíces para sostener un árbol de 100 pies!
Además de evitar que el árbol se derribe, el trabajo principal de las raíces es
recoger agua y nutrientes de la tierra y almacenarlos para cuando no hayan
muchos disponibles.
Copa:
La copa esta hecha de hojas y ramas en la parte superior de un árbol. La copa
brinda sombra a las raíces, recolecta energía del sol (fotosíntesis) y le permite al
árbol deshacerse del excedente de agua para mantenerse fresco (transpiración -
- similar a la sudoración en los animales). ¡Las copas de los árboles tienen
distintas formas!
Hojas:
Las hojas son parte de la copa de un árbol. Son la parte del árbol que convierte
la energía en alimento (azúcar). Las hojas son las fábricas de alimentos de un
árbol. Ellas contienen una sustancia muy especial llamada clorofila – esta
clorofila le da a las hojas su color verde. La clorofila es una biomolécula
extremadamente importante, la cual se usa en la fotosíntesis – las hojas usan la
energía del sol para convertir el dióxido de carbono de la atmósfera y el agua de
la tierra en azúcar y oxígeno. El azúcar es el alimento del árbol y se usa o se
almacena en las ramas, el tronco y las raíces. El oxígeno se libera nuevamente
a la atmósfera. ormas y tamaños diferentes!
Ramas:
Las ramas proporcionan el soporte para distribuir las hojas eficientemente de
acuerdo con el tipo de árbol y el ambiente. También sirven como conductos
para el agua y los nutrientes y para el almacenamiento de azúcar extra.

Tronco:
El tronco le da la forma al árbol y sirve de soporte para la copa. El tronco
transporta agua y nutrientes de la tierra y azúcar de las hojas.
“Partes del tronco”

Corteza:
La capa exterior del tronco, las ramas y ramitas de los árboles. La corteza sirve
como una capa protectora para la madera interna y más delicada del árbol. Los
árboles tienen en realidad corteza interna y externa – la capa interna de la
corteza esta hecha de células vivas y la capa externa esta hecha de células
muertas, en cierto modo como nuestras uñas.
Cámbium:
La capa delgada de células vivas dentro de la corteza se llama cámbium. Es la
parte del árbol que crea nuevas células permitiendo al árbol ser más grueso
cada año.
Duramen:
El duramen es albura muerta en el centro del tronco. Es la madera más dura del
árbol, por lo que proporciona soporte y fortaleza. Usualmente su color es más
oscuro que la albura.

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