Aníbal Altamirano Herrera

IMMANUEL KANT
Immanuel Kant (ɪˈmaːnuu̯
eːl ˈkant) (Königsberg, Prusia oriental,
22 de abril de 1724 – Königsberg, 12 de febrero de 1804).
Su filosofía representa la síntesis superadora de las corrientes
empiristas y racionalistas que atraviesan la edad moderna. Entendió
que la filosofía debe responder a tres preguntas básicas:
 ¿Qué puedo conocer?
 ¿Qué debo hacer?
 ¿Qué me es permitido esperar?
¿Qué es el hombre?
Consideró que la metafísica es imposible como saber pero
irrenunciable como inquietud humana.
Kant es de lectura difícil y a menuda árida. Su oba no ha
perdido vigencia y sigue siendo hoy ineludible para quien quiera
basar su pensamiento en la reflexión filosófica.
En la historia de la filosofía hay personajes originales,
pensadores de vida extraña, gente que se ha salido de todos los
cánones académicos e incluso sociales, pero también hay un caso
contrario, el caso de especie de profesor de filosofía, prototipo,
Immanuel Kant, primer nombre que viene a la boca cuando uno piensa en
el filósofo de oficio, un profesor de universidad, que dedicó toda su
vida a la docencia, que no tuvo ningún incidente, ningún
acontecimiento digno de mención, que vivió siempre en el mismo lugar,
pequeña comunidad de Königsberg en la Prusia Oriental (hoy es Rusia),
nunca se movió de su ciudad, allí llevó a cabo su vida rutinaria,
dicen que los ciudadanos de Königsberg ponían su reloj a las 3 de la
tarde, a esa hora el profesor Kant salía a pasear, cuando era anciano
su amo salía con él y si era invierno veían al paragua: era de lo más
rutinario, ordenado y disciplinado; y sin embargo la obra que él
escribió, ya muy tardía, Crítica de la razón pura, la escribe con más
de sesenta años; sin embargo la obra que escribió es una obra
profundamente revolucionaria en el terreno del pensamiento. Es
imposible digamos pensar lo mismo después de Kant que antes de Kant,
a pesar de su aspecto poco original, poco estruendoso, Kant fue un
gran ilustrado, perteneció al siglo de la ilustración del silgo XVIII
y él mismo se preguntó y estudió ¿Qué podría significar ser
ilustrado? La ilustración para él que lo humanos salgan de su minoría
de edad, esa especie de minoría de edad que han estado tutelado por
los dioses, por autoridades, por grandes maestros; dice Kant que el
lema de la ilustración es, atrévete a saber por ti mismo, atrévete a
piensar por ti mismo sin el temor de los grandes maestros del tiempo
y cuáles son las conclusiones a la que se llega cuando ese
pensamiento no tiene más trabas que las que la razón puede encontrar
en sus límites. Esta fue la gran revolución hecha por un hombre
convencional y aparentemente nada revolucionario, quizá no haya, a
pesar de su aparente tono gris nadie más fascinante en la historia
moderna de la filosofía que Immanuel Kant.

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Immanuel Kant era de origen humilde, su padre fue tabartero 1 y

solo con enorme sacrificio pudo costear los gastos de la educación de
su hijo, pero Immanuel mostró enormes condiciones intelectuales y no
tardó en encontrar benefactores que le permitiera continuar sus
estudios en el nivel superior; estudió lógica, metafísica, ciencia
naturales, geografía y teología en la universidad de Königsberg, al
completar sus estudios se empleó como preceptor en un par de familias
nobles y luego ocupó una plaza de ayudante de bibliotecario, para esa
época ya había escrito algunos textos que le fueron dando prestigio
académico, dictó un número enorme de cursos acerca de materias muy
variadas, era un profesor excelente, además de un lector voraz y
apasionado, sus escritos siguen apareciendo y llamando la atención.
En 1770 fue nombrado finalmente profesor ordinario de lógica y
metafísica; dos veces estuvo a punto de casarse, pero en ambos casos
desistió a último momento, gustaba decir que “Casarse era bueno y no
casarse mejor”, temía que la vida matrimonial fuese causa de
distracciones y él quería dedicar todas sus fuerzas a la construcción
de su obra. Su intensa actividad lo obligó a organizar cuidadosamente
el horario de su jornada, era un hombre metódico y de hábitos
extremadamente rutinarios, en su cátedra Kant exponía la
sistematización oficial de la filosofía de su época, sin embargo
estaba elaborando su propio sistema, cuando comenzó creyó que la
redacción le duraría unos tres meses, pero trabajó en ello durante 11
años; la obra se publicó en 1781 su título era Crítica de la razón
pura.
Uno de los temas más debatidos en la filosofía a partir del
comienzo de la modernidad es el si lo que recibimos todo es obra de
los sentidos o hay algún elemento innato en nosotros que esté antes,
previo a la aportación de los sentidos, este ha sido el gran tema de
debate, los empiristas más o menos anglosajones como: Locke, Hume,
etc optaban radicalmente porque todo procedía como datos de la
experiencia; una línea como la de Leibiniz sostenía que el
entendimiento era previo y que de todos de alguna forma los datos de
los sentidos.
Kant establece a lo largo de la crítica de la razón pura un
análisis magistral de la relación entre lo que recibimos por medio de
los sentidos y lo que aportamos nosotros como estructura de ese
material recibido por medio de los sentidos; es decir, nosotros
tenemos ya una organización mental, una organización de nuestras
capacidades de comprensión que son alimentadas por los datos que
recibimos de los sentidos, pero esos datos tienen que configurarse de
acuerdo con las condiciones de nuestra forma de conocer. Es verdad
que no conocemos nada sin que los sentidos nos proporcionen datos
experimentales, pero es verdad que esos datos experimentales reciben
y se configuran de acuerdo con nuestra propia organización de
conocer que no tiene que ser exactamente la única posible, es decir,
piensa Kant quizá nosotros no conozcamos nunca la realidad en sí, la
cosa en sí que él va a llamar noumeno, es decir ¿cómo son las cosas?,
1
Persona que trabaja artesanalmente objetos de cuero.

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nosotros sabemos lo que las cosas a través de los sentidos nos dan
para influir en nosotros y cómo organizamos ese material, nosotros
eso lo que llamamos conocimiento, entonces conocimiento es lo que dan
los sentidos y lo que da nuestra estructura de conocimiento eso es lo
que nosotros podemos saber, más allá están las cosas que quizá puedan
ser vistas por una divinidad o por alguien por el estilo; nosotros
solo podemos ver lo que nuestros sentidos nos dejan ver, lo mismo que
hay sonidos, luces que los humanos no podemos percibir, un perro si
lo puede percibir luces, sonidos que no podemos percibir; del mismo
modo lo que nosotros recibimos está condicionado por lo que nosotros
somos capaces de comprender y organizar esa teoría congnoscitiva de
que resuelve una polémica de mitad de siglo es quizá la mayor
aportación en el terreno de la epistemología de Immanuel Kant.
En la Crítica de la Razón Pura Kant investigó si era posible y
cómo el conocimiento matemático, físico y metafísico en tanto
conocimiento con pretensión de universalidad y necesidad; según él no
debemos considerar el conocimiento desde sus objetos sino
inversamente los respectivos objetos desde las condiciones que hacen
posible nuestro conocimiento de ello. Kant llamó a esa inversión giro
copernicano por analogía al audaz Nicolás Copérnico en vez de
considerar que el sol giraba entorno a la tierra pensó que está
girando alrededor del sol, realizar este giro copernicano me permite
darme cuenta de que los objetos no son realidades independientes de
mi, de hecho la percepción de un objeto no es una recepción pasiva
sino una actividad, el objeto es constituido por el sujeto como
cierta unidad sintética de muchas percepciones; esta actividad
sintética ejercida por el sujeto es la que hace posible el objeto. El
objeto es constituido pues por el sujeto a partir de los datos de la
intuición sensible pero solo en cuanto objeto no en cuanto a la cosa
que sea en si, por eso Kant introduce la distinción entre el fenómeno
y noumeno; fenómeno es la cosa en cuanto objeto para un sujeto, solo
lo que es fenómeno puede ser objeto de conocimiento científico; ahora
bien los presuntos objetos de la metafísica: el alma, el mundo, y
Dios no son fenómenos de nuestra experiencia, puesto que no se
apoyan en intuición sensible alguna. La metafísica pues carece de
cientificidad, supone un uso inadecuado de la razón e implica
razonamientos sofísticos, pero las ideas metafísicas no surgen sin
embargo arbitraria o caprichosamente sino que se originan en la
estructura misma de la razón, según Kant la razón tiende siempre a
subordinar cada condición a una condición más general y tiende así a
establecer sintéticamente una condición incondicionada por horror al
progreso, al infinito, esta ilusión trascendental no cesa jamás, pues
es natural e inevitable, de tal modo nunca sabremos conocer los
presuntos objetos de la metafísica, pero tampoco podremos dejar de
preguntarnos acerca de ellos. La metafísica, según Kant, es
imposible como ciencia pero es ineludible como tendencia inherente al
hombre.
Kant además de su teoría del conocimiento, centró sus estudios
también en una doctrina de la moral, estudiar la moral humana y en

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buscar ¿Cuál es el núcleo esencial de la moral humana? La moral está

relacionada con la acción, con la actividad, nosotros no somos dueños
de todas las consecuencias de nuestras acciones, es decir, estamos
viendo permanentemente y hacemos cosas cuyos resultados son opuestos
o por lo menos diferentes a lo que habíamos buscado, entonces eso nos
puede inhibir, bueno para que voy a optar realizar tal o cual cosa si
luego su resultado van hacer muy distinto. Kant piensa que lo
practico y la verdaderamente moral en cada uno de nosotros es la
buena voluntad, lo único que nosotros no podemos renunciar es a tener
buena voluntad, si yo actúo con buena voluntad sean cuales sean las
consecuencias nadie me puede reprochar moralmente nada, pero ¿en qué
se basa la buena voluntad moral? Toda la moral está formada por
imperativos, es decir por órdenes: hay que hacer esto, hay que hacer
lo otro, aquello, evitar aquello o no hacerlo; estos imperativos
están en toda nuestra vida; constantemente estamos dándonos órdenes a
nosotros mismos de acuerdo con lo que queremos hacer, hay imperativos
digamos condicionales, es decir, de acuerdo a un proyecto o a un
objetivo que tenemos, por ejemplo si yo quiero coger un avión que
sale muy temprano, el imperativo es que debo levantarme temprano, si
yo quiero tomar ese avión, sino no hace falta que me levante. Lo
verdaderamente moral serían unos imperativos que no están
condicionados por nada por más que somos seres humanos que nuestra
condición humana condicionase obligarse a determinados imperativos y
este imperativos entonces que todos deberíamos asumir por los seres
humanos racionales Kant lo expresa de diversa manera pero el
conjunto, el ser es que cada uno de nosotros actúe de acuerdo con una
máxima que pueda desear que se convierta en ley universal para todos,
es decir, que si yo voy actuar de algún modo pueda decir ojalá todo
el mundo puesto en estas condiciones actuase de esta misma manera
¿Qué quiere decir eso? que así obtendremos que todos somos fines,
objetivos y no solo instrumentos en manos de otros, si yo cuando voy
a hablar a alguien digo la verdad, puede decir tranquilamente deseo
que todos los seres humanos en las mismas condiciones digan la
verdad, si miento no puedo convertir ese principio en ley universal
porque yo no quiero que me mientan a mi, yo deseo mentir para obtener
una ventaja, pero no deseo que los demás, puestos, en esas mismas
circunstancias me mientan porque sino el lenguaje sería imposible. La
mentira no puede ser base de moralidad porque no puede convertirse en
ley universal a diferencia de la verdad que si puede ser, así ocurre
con todos los demás principios.
El principio verdaderamente moral es aquel que puede
convertirse, que yo puedo desear que sea un principio, una ley
universal para todos los demás y en ese sentido los seres humanos nos
reunimos en ser fines unos para otros y no son instrumento,
herramienta para los otros.
Mostrando una inmensa vitalidad intelectual Kant publicó en
pocos años una serie de escritos importantes:
 Los prolegómenos a toda metafísica futura en 1783.

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 La fundamentación a la metafísica de las costumbres en

1785.
 Los primeros principios metafísico de la ciencia natural en
1786.
 Crítica de la razón práctica en 1788. En esta Kant se
propuso fundar una ética racional y autónoma que se apoyase
solamente en la razón y que no dependiera de inclinaciones
subjetivas. En este sentido lo primero que Kant descubrió
es que no hay nada que pueda llamarse bueno solamente a no
ser una buena voluntad y solo es buena una buena voluntad
que actúa por respeto al deber.
Kant desarrolló sus ideas éticas como resultado lógico de su creencia
en la libertad fundamental del individuo, no consideraba esta
libertad como una libertad no sometida a leyes sino como la libertad
del gobierno de si mismo, la liberad de obedecer en conciencia la
leyes del universo tal como se revelan por la razón. En 1790 publicó
la tercera de sus crítica la crítica del juicio o la crítica de la
facultad de juzgar, obra en la que analizó la facultad racional de
subsumir lo particular en lo general y hallar lo general en lo
particular. Se ocupó ahí de estudiar el juicio estético y el juicio
teleológico. En 1793 Kant quiso conocer su obra la religión dentro de
los límites de la razón que le valió una amonestación por parte del
emperador prusiano Federico Guillermo en persona, se le reclamó una
retractación respecto a su filosofía religiosa si quería evitar
dolorosas consecuencias, Kant no autorizó ninguna modificación en su
estilo pero se comprometió de ahí en adelante a no hablar de religión
al menos mientras el emperador viviese. En 1795 publicó la paz
perpetua, obra en la que abogaba por el establecimiento de una
federación mundial de estados republicanos y en 1797 la metafísica de
las costumbres donde expuso su teoría jurídica y política, Kant creía
que el bienestar de cada individuo debía ser considerado en sentido
estricto como un fin en sí mismo y que el mundo habría de progresar
hacia donde la razón obligaría a todo legislador a crear sus leyes de
tal manera que pudiera haber nacido de la voluntad única de un pueblo
entero y a considerar todo sujeto en la medida en que sea ser un buen
ciudadano partiendo del principio si ha estado de acuerdo con esta
voluntad. En 1798 al haber fallecido Federico Guillermo y ocupar el
trono su hijo Federico Guillermo II Kant se sintió liberado del
compromiso asumido respecto de sus opiniones religiosas y publicó el
conflicto de las facultades en el que estudiaba los límites mutuos de
las ciencias y la relación entre la filosofía y teología, poco tiempo
después el 12 de febrero de 1804 mientras seguía trabajando en una
reformulación de su filosofía, murió en la ciudad que tanto amaba y
en la que vivió toda su vida.
La figura de Immanuel Kant ha sido inmensamente influyente en la
historia digamos profesional de la filosofía, si quizás sus teorías,
sus doctrinas no han llegado más que mediatamente al gran público,
todos los estudiosos de la filosofía lo tienen como una pieza
esencial la que va desde la Ilustración hasta el idealismo alemán. La

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edad contemporánea, sin su filosofía sería inexplicable su

pensamiento de Hegel, Schelling, incluso sería inexplicable toda la
teoría de la epistemología moderna que surge en esas doctrinas
kantianas, también el principio de moralidad, esa idea de la buena
voluntad, de la máxima universalidad a todos, es decir esa búsqueda
del mecanismo formal no de los contenidos sino de cómo uno tiene que
ser una fórmula para que sea aceptable moralmente: ¿que es lo que
busca Kant? ¿qué tipo de fórmula debe ser aceptada como principio
moral? Eso sigue estando en todos los debates éticos, los debates
morales, ese logro sigue estando vivo y activo; pero hay más porque
Kant aparte de esas obras tan abstractas escribió opúsculos centrado
en temas muy concretos por ejemplo su estudio sobre la paz perpetua,
es decir sobre la idea de cómo pueden los países alcanzar un
equilibrio de paz y entonces cómo prefigura de una alianza de
naciones, alianza internacional en la que cada uno de los países
renunciara aparte de su soberanía para poder en conjunto, en armonía,
vivir en paz; bueno hay una serie de temas hoy como cosas de las
naciones unidas y como grandes instituciones internacionales responde
a principios kantianos, lo sepan o no hay principios kantianos en
todas esas grandes instituciones toda vez que queremos que algo se
haga universal, que de beneficio, que un logro de la sociedad, etc;
se conviertan en universales cada vez que pensamos que lo importante
es que llegue la educación a todos, llegue la sanidad a todos y que
todos conmemoremos el respeto del medio ambiente; todas esas grandes
universalidades que van más allá de los países, de las ideologías
estamos ahí respondiendo a una mentalidad kantiana que Kant explicó
extraordinariamente a esa vida tranquila, rutinaria, en esa vida nada
espectacular fue estableciendo las bases de las grandes revoluciones
intelectuales de la modernidad.

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