El álgebra es la rama de la matemática que estudia la combinación de elementos de estructuras
abstractas acorde a ciertas reglas. Originalmente esos elementos podían ser interpretados como números o cantidades, por lo que el álgebra en cierto modo originalmente fue una generalización y extensión de la aritmética. Si bien los orígenes de la palabra algebra se remontan a los antiguos matemáticos de Mesopotamia y Babilonia en el siglo XVII aC. Pues ellos ya sabían resolver ecuaciones de primer y segundo grado, además resolvían también sistemas de ecuaciones con dos ecuaciones y dos incógnitas, por el contrario en el siguiente siglo los egipcios desarrollaron un álgebra muy elemental que usaron para resolver problemas cotidianos que tenían que ver con la repartición de víveres, de cosechas y de materiales. Ya para entonces tenían un método para resolver ecuaciones de primer grado que se llamaba el "método de la falsa posición" que era una alternativa basada en una visualización gráfica. Ellos no tenían notación simbólica pero utilizaron el jeroglífico hau (que quiere decir montón o pila) para designar la incógnita. Sin embargo no fue hasta el siglo IX cuando esta incógnita tomó la forma que hoy todos conocemos. En el primer siglo después de cristo los matemáticos chinos escribieron un libro que se llamaba “el arte del cálculo” en el que plantearon diversos métodos para resolver ecuaciones de primero y segundo grado, así como sistemas de dos ecuaciones con dos incógnitas y también diseñaron un ábaco en la cual podían representar números positivos y números negativos. A partir de entonces en el segundo siglo el matemático griego Nicómaco de Gerasa expuso en su “introducción a la aritmética” varias reglas para el buen uso de los números, en la cual los hindúes en el siglo VII desarrollaron estas reglas para para manejar números positivos y negativos. En el tercer siglo la mente griega matemática de Diofanto de Alejandría siguió la tradición de los mesopotámicos y de los babilónicos, pues él fue el primer matemático en introducir las ecuaciones de primer y segundo grado en la historia de las matemáticas griegas, en la cual puso a prueba un simbolismo algebraico muy elemental al designar la incógnita con un signo que es la primera sílaba de la palabra griega arithmos, que significa número, pero también propuso problemas algebraicos en la que siglos más tarde nació la “teoría de ecuaciones”, es decir, que él es uno de los precursores del algebra moderna. Ya para el siglo IX el matemático y astrónomo alemán Al-Kwarizmi investigó y escribió acerca de los números, de los métodos de cálculo y de los procedimientos algebraicos para resolver ecuaciones y sistemas de ecuaciones. Su nombre dio origen a la palabra algoritmo que se usaba primero para referirse a los métodos de cálculos numéricos en oposición a los métodos de cálculo con ábaco, adquirió finalmente su sentido actual de "procedimiento sistemático de cálculo". En cuanto a la palabra álgebra, deriva del título de su obra más importante, que presenta las reglas fundamentales del álgebra, Al-jabr wal muqabala, pues gracias a esta obra los matemáticos reconocieron que era tan buena y tan importante que no tuvieron duda en hacer varias traducciones al latín, ya que este era el idioma que escribía la ciencia de Europa en esa época y gracias a ello a finales del siglo XVI se reconoció que Al- Kwarizmi era el verdadero padre del algebra. En el siglo X el gran algebrista musulmán Abu Kamil continuó los trabajos de Al-Kwarizmi y cuyos avances en el álgebra serían aprovechados en el siglo XIII por el matemático italiano Leonardo de Pisa, mejor conocido como Fibonacci. Durante este mismo siglo, el matemático musulmán Abul Wafa al Bujzani, hizo comentarios sobre los trabajos de Diofanto y Al-Kwarizmi y gracias a ellos, los europeos conocieron la Arithmetica de Diofanto.