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Subcapítulo II

DE LA AUTORIDAD ADMINISTRATIVA
PRINCIPIOS GENERALES Y COMPETENCIA

ARTÍCULO 61.- FUENTE DE COMPETENCIA ADMINISTRATIVA


61.1 La competencia de las entidades tiene su fuente en la Constitución y en la ley, y es
reglamentada por las normas administrativas que de aquellas se derivan.
62.2 Toda entidad es competente para realizar las tareas materiales Internas necesarias para
el eficiente cumplimiento de su misión y objetivos, así como para las distribuciones de
las atribuciones que se encuentren comprendidas dentro de su competencia.

Creación de competencias administrativa:

La competencia es la facultad para decidir válidamente sobre determinadas


materias, adquiridas por un órgano administrativo y que solo puede tener por fundamento la
constitución o la ley.
La norma tiene como objeto claro establecer una reserva legal para la creación
de competencias administrativas. Es la Constitución y la ley orgánica, en el caso de
los organismos constitucionalmente creados, en los demás casos la ley ordinaria, las únicas
vías jurídicas para crear competencia un organismo o entidad publica. La propia
administración no puede crear organismos, ni puede crearse competencia no establecidas en
la ley. Ahora bien la norma expresa puede asignar la competencia de manera exclusiva
(cuando se asigna a un solo órgano la facultad para dictar un acto) o de manera compartida
con otro órgano, cuando en esa materia intervienen dos o más niveles de gobierno que
comparten fases sucesivas de los procesos implicados: planificar, normar, ejecutar,
supervisar, etc. Dada su trascendencia en el desenvolvimiento de la gestión pública, la
competencia siempre se ha reconocido como de carácter restringido, 'de manera' que solo
podrán adoptarse decisiones válidas sobre los asuntos que hayan sido atribuidos en forma
clara y expresa. Así queda claramente excluida cualquier alegación de competencia
administrativa adquirida vía prorroga por el consentimiento del administrado ó derivada
de manera extensiva o analógica de alguna disposición legal.
El precepto en su segunda parte deja a salvo la potestad netamente administrativa
para a titulo singular -no reglamentario y por ende impersonal- poder organizarse. Aun
cuando se ha establecido la reserva legal para la creación, modificación o supresión
de organismos administrativos y para dotarles de competencias administrativa, se reconoce a
la propia Administración la potestad para estructurar orgánicamente sus servicios con carácter
discrecional, pero dentro del marco legal. La potestad organizativa se reconoce para dos líneas
de acción: a) ejecución de tareas materiales internas para cumplir sus objetivos; y, b) distribuir
las atribuciones que se encuentren comprendidas en la competencia.
Por la ejecución de tareas materiales internas, el superior puede encargar a sus
subordinados actividades de hecho, la realización de actos de trámite preparatorios o la
ejecución de decisiones del superior, operaciones materiales o técnicas. Por la distribución de
atribuciones, se imputan las funciones expresas o implícitas razonablemente dentro de la
competencia asignada legalmente.
ARTÍCULO 62.- PRESUNCIÓN DE COMPETENCIA DESCONCENTRADA
62.1 Cuando una norma atribuya a una entidad alguna competencia o facultad sin
especificar qué órgano a su interior debe ejercerla, debe entenderse que corresponde al
órgano de inferior jerarquía de función más similar vinculada a ella en razón de la materia y
de territorio, y, en caso de existir varios órganos posibles, al superior jerárquico común.
62.2 Particularmente compete a estos órganos resolver los asuntos que consistan en la
simple confrontación de hechos con normas expresas asuntos tales como: certificaciones,
inscripciones, remisiones al archivo, notificaciones, expedición de copias certificadas de
documentos, comunicaciones o la devolución de documentos.
62.3 Cada entidad es competente para realizar tareas materiales internas necesarias para el
eficiente cumplimiento de su misión y objetivos.

La Administración tradicional conceptuaba que toda organización pública parte


bajo el principio de concentración funcional, según el cual todos los poderes que el
ordenamiento atribuye al organismo se congregan en el nivel jerárquico superior; En ese
momento inicial, todos los actos jurídicos relacionados con la razón de ser de la institución
emanan de su titular, correspondiendo a los órganos restantes efectuar meramente
las acciones técnicas de preparación, trámite o ejecución de tales decisiones.

Esta tesis es acompañada de la idea que solo a partir del desarrollo legal e institucional
posterior aparece la atribución de competencias originarias (por ley de organización
o de los sistemas administrativos) y, luego, la distribución mediante delegación a los
niveles inferiores de la entidad. Precisamente frente a aquel modelo tradicional es que surge
la disposición bajo comento.

Como se puede apreciar la disposición precisamente consagra la regla contraria, de modo tal
que a partir de su vigencia cualquier disposición que adiciona competencias a un órgano
preexistente, se entenderá vía esta presunción, que las nuevas atribuciones o funciones
corresponden directa y originariamente a los niveles inferiores de la entidad y no al superior.

La regla tiene varias consecuencias directas, pero las más importantes son dos:

Importa una desconcentración automática dispuesta a partir de la propia ley, que no queda
librada a ninguna decisión administrativa especifica. Por ello, también se le menciona a esta
presunción, como una forma de determinación inespecífica de competencias, por que
mediante ella, se logra la asignación de tareas no obstante que las normas establecen
atribuciones sin mayor detalle o concreción.'

Imprime mayor celeridad a la gestión, desde que atribuida la función, el órgano


inferior en que radique competencia en función de las reglas establecidas es
responsable de actuar inmediatamente, sín esperar alguna asignación adicional,
documento de gestión o similares.

Con la finalidad de afianzar la presunclón de desconcentraclónautornátloa de las nuevas


funciones, la norma precisaadicionalmente algunos casos de actividades que desde la ley
misma han sido desconcentrados en los niveles inferiores dé las entidades. Ellos son:
Confrontación de hechos con normas expresas (ejemplo, recepción de información,
o de documentos conforme al TUPA).
Certificaciones de documentos.
Inscripciones en cualquier registro.
Remisiones al archivo.
Notificaciones y comunicaciones.
Expedición de copias certificadas de documentos.
Devolución de documentos.
Ciertamente la relación enenunciativa de otros tipos de actividades análogas que no deben ser
realizados por los niveles superiores de ninguna entidad. .

ARTICULO 63.- CARÁCTER INALIENABLE DE LA COMPETENCIA ADMINISTRATIVA

63.1 Es nulo todo acto administrativo o contrato que contemple la renuncia a la titularidad, o
la abstención del ejercicio de las atribuciones conferidas a algún órgano administrativo.

63.2 Solo por ley mediante mandato judicial expreso, en un caso concreto, puede ser exigible
a una autoridad no ejercer alguna atribución administrativa.

63.3 La demora o negligencia en el ejercicio de la competencia o su no ejercicio cuando ello


corresponda, constituye falta disciplinaria imputable a la autoridad respectiva.

Esta norma sé dirige a reforzar la reserva de ley de la competencia de la administración,


ratificando lo indisponible que es para la propia Administracion la competencia funcional. No
basta establecer que solo mediante una norma con rango de ley se pueden asignar funciones,
sino también es imprescindible disponer que del mismo modo únicamente mediante ley, se
pueda alienar esta competencia.
Por ello, se prohibe expresamente que las propias entidades puedan renunciar a la titularidad
de una competencia administrativa o le habilite a abstenerse de ejercer una atribución. La
nulidad que se derivaría de esta acción alcanzaría a los actos administrativos que se puedan
haber dictado en este sentido, como a los contratos que la administración pueda haber
suscrito, como por ejemplo, en una transacción judicial o extrajudicial o conciliación, para el
mismo fin.
Las excepciones a esta regla son: la ley expresa y la existencia de un mandato judicial firme en
un caso concreto, que impidan a la administración ejercer una atribución.

Para ratificar la decisión legislativa de convertir la competencia administrativa en un verdadero


deber para la administración, se tipifica como falta disciplinaria, independientemente del
régimen laboral, tanto la demora o negligencia en el ejercicio de la competencia administrativa
cuando los hechos la hagan exigible, como el no adecuarla cuando corresponda legalmente
hacerla.

Artículo 64.- CONFLICTO CON LA FUNCiÓN JURISDICCIONAL


64.1 Cuando, durante la tramitación de un procedimiento, la autoridad administrativa
adquiere conocimiento que se está tramitando en sede jurisdiccional una cuestión
litigiosa entre dos administrados sobre determinadas relaciones de derecho privado
que precisen ser esclarecidas previamente al pronunciamiento administrativo,
solicitará al órgano jurisdiccional comunicación sobre las actuaciones realizadas.
64.2 Recibida la comunicación, y solo si estima que existe estricta identidad de sujetos,
hechos y fundamentos, la autoridad competente para la resolución del procedimiento
podrá determinar su inhibición hasta que el órgano jurisdiccional resuelva el litigio.
La resolución inhibitoria es elevada en consulta al superior jerárquico, si lo hubiere, aun
cuando no medie apelación. Si es confirmada la resolución inhibitoria es comunicada al
Procurador Público correspondiente para que, de ser el caso y convenir a los intereses del
Estado, se apersone al proceso.

Dentro del principio de separación de Poderes impregnado en todo régimen


constitucional de derecho, tenemos que analizar cuál es la relación existente entre los
procedimientos administrativos y los procesos judiciales, o lo que es lo mismo, las vías
secuenciales por las cuales el poder administrador y el poder jurisdiccional atienden sus fines
constitucionales y cometidos públicos.
Como bien afirma ROCCO, la "actividad administrativa es la actividad primaria; la actividad
[jurisdiccional es actividad secundaria, y según lo hemos dicho ya, sustitutiva”. Con ello el
autor sintetiza las relaciones de prioridad resolutiva y conceptualización entre ambas
funciones, derivadas de que mientras con la actividad jurisdiccional, el Estado persigue una
finalidad indirecta y secundaria: la de procurar la satisfacción de los intereses, individuales y
colectivos, privados o públicos, tutelados por el derecho, que no pueden ser satisfechos por a
falta de certeza o la inobservancia de la norma que los tutela; en cambio, mediante la
actividad administrativa el Estado persigue finalidades directas y primarias”. Se entiende
dentro de esta lógica la posición preferente de la resolución administrativa de las causas
sometidas a su conocimiento, y solo en vla excepcional, cuando se producen las
interferencias funcionales, la preferencia judicial, adelantando la competencia que
obviamente le corresponde, de modo sucesivo, durante el contencioso administrativo
Estas reglas son dictadas para asegurar coherEiriciay unidad a las decisiones
del Estado; y':se fundamentan en criterios de distribución de secuenclas.jnedlante la
prelaclón'deórdenes (cuando la 'resolución de Una opera como condiciórrhabflitante
para el pronunciamiento de la otra) 6 la exclusión de competencias (cuando algUna de ellas
absorbe 'íntegramente lacornpetencla). '
, 'Corrió se'~uede entender fácilmentede no darse estas circÜnstanci'ás excepcio-
nalesqueson establecidas leqislativarnente, lacompetencia dearnbás órdenes es
inaplazable, trrenunclablee indlsponible, por Constituir prlnclplo elemental de derecho
que cualquier Ciudadano obtenga una décísíón sobre Ía materia quehaplanteado a la
autoridad administrativa ójudicatura!2l6), " ,'", ' , ' ,
Irrelevancia de los procesos judiciales para determinar acción 'administrativa
Resulta importante establecer los alcances de los articulos 139 inciso i de la.Cons-
titución Politica del Estado(217) y el articulo 13 de la Ley Orgánica del Poder Judicial!21.), que
son dos figuras cercanas pero no idénticas. _."

Concepto de avocami,en~o a causa pendiente


El artículo 139 inciso 2 de la Constitución Política contiene varias conductas prohibi-
das en función del principio de independencia en el ejercicio de la función jurisdiccional
vinculada a la genérica "no avocaci6n a causapendiei-¡'teen"el PÓdet Judiéiáin• '

Es bueno tener presente que É!!~vocam¡ento n~es ~k que la acción de d~~Plazar la


competencia de otra autoridad para conocer de un caso que originalmente estaba siendo
conocido por aquel. Para el efecto la avocación, es una figura propia de los cambios de
competencia jurídica para conocer y resolver asuntos que sé encueritrá práctlcarnente en
Tomo 1 retirada en el Derecho procesal contemporáneo;así por ejemplo, lo podemos
encontrar
sumamente limitada dentro del propio ámbito administrativo para establecer que solo
procede avocarse una autoridad, por rnásjérarqula y mando que tenga,' a losasuntos
que conoce otra autoridad cuando una ley expresa asl se lo autorice
'Dentro de la misma lógica se encuentra tratada como una forma de preservar la
independencia de la autoridad jurisdiccional en la Constitución Política del Estado y en
la Ley Orgánica del Poder Judicial, e incluso garantizada con una penalidad específica
(art. 410 del Código Penal).
pero'en todos los casos deb~ tenerse' presente que la conducta prohibida es la de
los tribunales superiores o autoridadesajenasal Poder Judicial para "sacar un proceso
tramitádo o a trarnítarse en un tribunal inferior de su competencla'P'", Como se puede
apreciar, para su configuración requiere un verdaderocambio-de la competencia para
resolver el asunto, una "succión hacia arrioade las competencias que la avocación
comporta encuentra su manifestación propia entre los órganos de un mismo Ente u
organización sujetos a una relación jerárquica" ,(220).
La protección de la judicatura frente a la figura de la aVocación tien~ una ralz histó-
rica y no contemporánea, por cuanto tiene-su origen en la práctica común' en 'el Antiguo
Régimen francés, de la 'Administración por impedir que los tribunales conocieran de
los asuntos en que la propia admlnlstraciónestaba implicada, bajo el argumento de la
separaciónde poderes, y tiene su base histórica en la clásica Constitución de Cádiz:
, "NI las Cortesnrel rey podrán ejercer en ningún caso las funciones judiciales; avocar
causas pend}entesni mandar ~brir proceso~fenecidos';_(art. 243).' ,,"
El supuesto de la 'cuestión ju¿lidál previa 'a la vía adrninlstratlva establecido por
este articulo es, distinto al delavocamiento .de.causa Pendiente en el, Poder Judicial,
pues se refiere a aquellos casos en los cuales la 'autoridad administrativa se convenza
que unasltuaclón contenciosa surgida en el procedimiento que ínstruye no permita su
resolución; se suspenda hasta que la autoridad judicial declare el derecho. ' '
--Oriént{j~éJose a preservaría (un~iÓn '~dmi~¡strativ~ derit~~ de su~ propios limites,
sin asumir implicancias jurisdiccionales, es que ha desarrollado la figura coritemplada
en estas normas y que se conoce en la doctrina como lapreadmlrilstratlvldad de la vla
judicial o "carácter prejudicial civil ante la Administración"!22l). Se Suscita-esta figura
cuando, anticipadamente' a la.resotuclón administrativa 'sobre alguna materia de su
competencia, resulta necesario obtener la decisión en la vía judicial sobre una cuestión
Iitigiosa o contenciosa cuya competencia es natural del órgano jurisdiccional.
, Cuaria~~ur~nt~ la tmrr;itació~de cualqJier pmcedimlento adlTliilistÍ'alivo se suscita
una cuestión litigiosa entre dos administrados sobre determinadas relaciones de Derecho
privado' que precisen ser esclarecidas previamente al' pronunciamiento administrativo,
corresponde a la Adminlstracíón inhibirse.del conocimiento del procedimiento, suspender
este y transferir el asunto al Poder Judicial para qUe declare elderecho defini!orio del litigio.
Si la Administración lo considera pertinente, tiene la facultad de recabar información de la
instancia judicial' para dilucidar si existen los supuestos para que opere esta abstención,
Una vez resuelto el conflicto de interés en la sede judicial, la Administración reasume
el procedimiento, y deberá obrar teniendo en cuenta el criterio de la irrevisibilidad en
sede administrativa de los actos confirmados por el Poder Judicial
Un caso tipico de esta situación acontece cuando durante la tramitación de una
solicitud para obtener pensión de viudez acuden dos personas argumentando ser cón-
yuges del exservidor y aparentemente acreditan tal condición, manteniendo una litis
pendiente sobre este tema en el Poder.Judlclal, Como se puede apreciar, si el adminis-
trador resolviera ese expediente estimando alguna de las dos solicitudes" habría que
concluir que ha reconocido calidad de cónyuge a una de las solicitantes en desmedro
de la otra, lo cual solo compete legalmente a la vía judicial. Por ello, en aplicadón de
esta figura, lo adecuado es transferir el extremocontrovertido al Poder Judicial.
, ', .
De acuerdo con la norma existen algunos presupuestos que han de darse nece-
sariamente para que proceda legalmente, esta inhibición, y tales son:

Una cuestión contenciosa suscitada entre dos particulares dentro de un


procedlmi~~to admlnlstrativo -:
Esto es, que el surgimiento del conflicto, sea durante el desarrollo del procedimiento
administrativo, no antes ni después. Por este presupuesto se trata que en ambas
vías se encuentren tramitando simultáneamente procesos que mantienen vincu-
lación, y por ende; debe prevalecer la instancia judicial a la administrativa. En tal
sentido, no cabe aplicación de esta inhibición, si no existiera un proceso abierto en
el Poder Judicial o si, fuere la propia administración, quien evasiva mente planteara
que el tema deba ser analizadQ,'e.n sede judlcial y no administrativa:
Que la cuestión ccntenclosa.versesobre relaciones de derecho privado
Que el contenido esencial.de la materia discutida sea inherentea(dere~h9 pri-
vado y regulado conforme a sus normas, y no de derecho público. Por ejemplo,
GARCfA-TREVIJANO y FOS explica esta situación con los siguientesilustrativos
ejemplOs,"','·' ."
·Cuando se discute sobre cuestiones matrimoniales en relación. con determí-
nadas efectos ante la Administración Pública, esta puede obligar a, que, las
partes acudan con carácter previo a los tribunales civiles para que decidan su
estado. Un ejemplo aclarará esta cuestión. Se discute el derecho a pensión
entre la madre y la esposa de, un funcionario fallecido. La madre alega que no
puede existir pensión a favor de la viuda porque el matrimonio de su hijo era
nulo. La Administración n-o puede resolver esta cuestión de derecho a pensión
sin que previamente los tribunales ciyiles'deClaren si el matrimonio era,válido
o nulo. Es, pues; un caso también en que la Administración dejade conocer
hasta que los Tribunales civiles deciden el status de la parte. tv'Iientras tanto
debe suspender cualquier d~cisión"(222).
. {:-. . . . - '.: .
En el mismo sentido, desde la perspectiva nacional el doctor VALDEZ CALLE(~3),
integrante de la Comisión encargada de preparar el reglamento de normas gene-
rales, analizando este artículo, nos dice:'

"El artículo 11, que se comenta, significa no solo un aporte más de derecho po-
sitivo sobre lo contencioso administrativo sino que fundamentalmente significa
que la administración nunca debe intervenir en resolver problemas o situaciones
de derecho privado, aunque ellas surjan en expedientes organizados para que
se declare, reconozca o conceda un derecho proveniente de normas objetivas
de derecho administrativo".
Necesidad objetiva de obtener el pronunciamiento judicial previo para poder
resolver el asunto planteado ante la administración '
En -este caso, se requiere no solo que la materia civil del conñictoy el asunto ad-
ministrativo sometido al conocimiento de la autoridad, tengan vinculación, o sean
relativos a un mismo tema, sino que tengan una relación de interdependencia de
modo que lo resuelto en la vía judicial sea supuesto de hecho para la resolución
del caso administrativo. Por ejemplo, que se dilucide judicialmentela relación de
filiación, para poder administrativamente determinar el otorgamiento de una pensión
por este motivo.
Este elemento es crucial porque nos configura una condición de ineludible cumpli-
miento para la preferencia a favor de la sede judicial constituida cuando el artículo
13 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, dice "que requiera de un pronunciamiento
previo, sin el cual no puede ser resuelto el asunto que se tramita ante la adminis-
tración pública". '

Identidad de sujetos, hechos y fundamentos


La segunda exigencia de contenido, es la que entre la materia judicial y la admi-
nistrativa deba existir identidad entre las partes que están en el procedimiento
administrativo, identidad entre los hechos que se vienen instruyendo en ambos
procedimientos, y además los fundamentos de las pretensiones deben también ser
los mismos. De ello, se extrae que no basta que exista un procedimiento judicial
abierto para que la administración ceda su competencia, aun cuando los temas
fueran concurrentes. Por ejemplo, si existe un procedimiento administrativo para
anular una resolución aprobatoria de una pensión: y uno de los probables afectados
mantenga con la entidad un proceso judicial, por adeudas, no cabe la inhibición de
la sede administrativa por cuanto carece de identidad de fundamentos 'entre ambas
pretensiones.
En caso de no producirse esta situación resultará irrelevante la posible existencia
de procesos judiciales paralelos a asuntos administrativos en curso, puesto que
permanece el deber de oficialidad en la Administración emanados del derecho de
petición ciudadana.

Diferencia entre inhibición y abstención


Se inhibe de la vía administrativa por cuanto en razón de la materia no es compe-
tencia de la Administración Pública, independientemente de la instancia, grado o tiempo,
puede analizarlo. Se abstiene una autoridad en particular, cuando frente a un caso de
competencia de la sede administrativa, posee en lo personal alguna circunstancia que
le hacen incurrir en conflicto de intereses real o presunto, por el que debe apartarse
del conocimiento del caso.
La previsión de la autorización al Procurador Público en caso de convenir al Estado
apersonarse al proceso judicial configura solo una posibilidad que la Administración
puede ponderar ejecutar, más no una ineludible obligación.

• ARTíCULO 65.- EJERCICIO DE LA COMPETENCIA

65.1 El ejercicio de la competencia es una obligación directa del órgano administrativo


quela tenga atribuida come propia,. salvo el cambio de competencia por motivos
de delegació~ o evó~aciónl224), seg~.n, lo previsto en esta Ley. ,".". .'
65.2 ,El encargo de gestión; la delegación de firma y la suplencia no suponen alteración
" 'deJa titularidad delacompetencia., ,',., -

65.3 ,No puede ser cambiada, alterada o modificada la competencia de las entidades
consagradas en la Constitución.

" t.a competencia de unórqano adminístratlvo es la esfera deatribudo~es enco-


mendadas porel ordenamiento jurldico, 'i por ende, contiene el, conjunto de funciones
y,ia~~lt~tles que p.~,e~e'n¡serejércid~s:,'''·· ' '"

Para evitarláconfusión existente en 'nuestra Administración Públicaeobre si las


facultades o atrlbuctones, 'importan la potestad discrecional parasuejerclclo, la Co-
misión consideró indispensable caracterizar la competencia como un deber funcional,
de.l)1oqo tal" que íos funci,0.nario~ '1 servidorease rec,onoz~an con claridad!i~ulares de
una carga directa y personalde actuacíón yen arbitrio para determinar cuándo. y cómo
se ejerce: Se, estima que la leqislaclón.al fijar la competencia en términos especlficos
(ai establscer funciones específicas) o en términos generales (al fijar objetivos, fines
o. metas), importa afincar el deber de las autoridades de agotar todas las funciones
posibles para el cometido del servicio público. ~ .

La, competencia entonces es una potestad que compete asumir a quien la tiene
atribuida corno propia -por norma expresa o de modo presunto como prevé el articulo
62- y a la vez" constituye requisito para todo acto administrativo o acto de adminis-
tración interna. ,
De este artículo se desprende con nitidez, la existencia .de un verdadero deber
imputable a todos los funcionarios de ejercer la competencia que le corresponde, cuan-
do se presenten los presupuestos fácticos para su ejercicio (por' ejemplo, la 'comisión
de una faltaa ser sancionada). Ensuma el deber se encuentraa cargo. directamente
del órgano administrativo que la tenqaatribuida como. propia. Este deber. se ve com-
plementado con otras caracter/sticas de la competencia administrativa, como son: su
irrenunciabilidad (art/culo 63), y su intransmisibilidad, sino es por alguna causal legal.

Precisamente a este último deber se refiere el artículo citado in fine cuando afirma
"(oo.) salvo el cambio de competencia por motivos de delfJgación o evocecton, según
lo previsto en esta Ley".

En efecto, con ello, el Legislador quiere'establecer que la autoridad administrativa no


puede' trasmitir o modificar dlscreclonalmentela competencia que le ha sido asignada,
si no tiene para ello, una causal válida' que lo justifique, previamente calificada como
tal, por el ordenamiento legal. De otro modo, la autoridad administrativa, podría eludir
resolver determinados casos, los procedimientos se alargarían interminablemente, o, se
afectar/a el debido procedimiento de los adminisirados, puesto que no habría ninguna
seguridad en que quien instruye un expediente, será quien lo resuelva.

Por ello, el deber de oficialidad no solo exige ciertas acciones positivas por parte
del funcionario sino·también algunas obligaciones de no hacer, como por ejemplo, la
Administración no puede proceder a mantener un expediente' en la Incertidumbre' de
la no resolución, no puede abstenerse o inhibirse sino en los casos taxativamente
previstos por la ley, o enviar al archivo un expedlentesln haberío resuelto previamente,
pues, aún en el caso que el procedimlento sea concluido de manera atfpica (aban-
dono, desistimiento, renuncia, caducidad, etc.) arneríta una resolución expresa que
as/ lo establezca, ni tampoco podrá transferir incausadamente la competencia de los
órganos administrativos.

Además de esta función declarativa del articulo, también cumple con organizar los
supuestos de transferencias de competencias administrativas. Para el efecto, la norma
contlene tres supuestos claros:

Competencias inmodlficables en vía administrativa

Participan de este supuesto, las competencias' establecidas constitucionalmente


para aquellos organismos administrativos quese encuentran en la Carta Constitucio-
nal. No. solo se trata de ratificar la subordinación constitucional de la administración,
sino también evitar que por esta vía se pudiera alterar el modelo constitucional de los
organismos constitucionales y de los de relevancia constitucional. '
Formas de transferencia de competencias administrativas

Lá norma pr.ecisa que la propla Adminísiración puede cambiar la competencia


administrativa a través de las técnicas de la delegación y la avocación, siguiendo las
normas y requisitos previstos en la norma para cada caso. .. Estos supuestos, de trans-
ferencias pueden hacerse a un órgano que se encuentre con el que originalmente la
tiene atribuida en la relación jerárquica Inferior o superior. En la línea jerárquica inferior,
la competencia se transfiere por decisión del superior mediante la delegación. A la
inversa, la competencia se transfiere por decisión del superior que atrae competencia
en un caso concreto, mediante la avocación.
Formas alternativas de ejercicio de la competencia administrativa
La norma también incluye tres formas alternativas para ejercer la competencia,
con el objetivo de dotar de celeridad al procedimiento, sin significar alteración de la
competencia de su titular. Nos referimos a las figuras de deleqación de firma, suplencia
y encargo de gestión, que los comentaremos en cada caso.

ARTíCULO 66.- CAMBIOS DE COMPETENCIA POR MOTIVOS ORGANIZACIONAlES


Si durante la tramitación de un procedlmlento administrativo, la competencia para cono-
cerlo es transferida a otro órgano\> entidad administrativa por motivos organizacionales,
en este continuará el procedimiento sin retrotraer etapas ni suspender plazos.
Ha resultado un fenómeno relativamente frecuente en nuestra Administración PÚ-
blica, las supresiones, sustituciones; reorganizaciones y absorciones de órganos bajo
argumentos diversos de reformas, reorganizaciones o reestructuraciones funcionales.
Esta norma, tiene el efecto particular que admitiendo la existencia de este fenómeno
pernicioso, pues corresponde a la potestad deautorganización que tiene la Adminis-
tración Pública, se preocupa por la búsqueda que cualquier cambio orqanlzaclonal no
afecte la continuidad de los procedímlentos administrativos en curso.
En ese sentido, la nornia es sumamente' útil, pues implica varios deberes para la
Administración que inicia cambios estructurales.
a, Cautelar que cuando se lleve a cabo un cambio estructural, se proceda a cuidar la
continuidad de los procedimientos en curso, mediante la correspondiente asignación
de competencia. Ningún cambio estructural puede producir el quiebre, conclusión
o suspensión de prócedimientosaclministrativos de facto.

• •• "o. "_ •• ••
b. Las autoridades que re asuman la competencia de asuntos en curso deben cuidar
la conservación de las actuaciones realizadas, ni retrotraer fases del procedimiento.

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