La 'pre-terapia' es una teoría y metodología diseñada para trabajar con consultantes cuya habilidad
para establecer y mantener contacto está obstruído. 'Contacto' es un concepto amplio que abarca
la habilidad del consultante para hacer contacto con la realidad, con otras personas y con sus
propio self. La pre-terapia se viene aplicando, documentando e investigando con personas con
retraso mental, psicosis aguda, ezquizofrenia crónica, trastornos disociativos de la personalidad,
demencia, trauma e intervenciones en crisis. La idea de contacto también ha sido usada como un
marco conceptual para personas psicóticas internadas y niños en internación domiciliaria.
La idea central de este abordaje y sus aplicaciones con poblaciones de clientes y ámbitos
diferentes es que el 'contacto' es la condición imprescindible para la relación terapética. En su
famoso artículo de 1957, Rogers enunció las seis condiciones necesarias y suficientes para que
ocurra el cambio terapéutico de la personalidad. Las condiciones que se refieren a la empatía, la
aceptación incondicional y a la congruencia son bien conocidas, pero la contribución original que
que Prouty ha realizado a la teoría y práctica centrada-en-la-persona es subrayar la importancia y
expandir la primera condición formulada por Rogers: “es necesario que dos personas estén en
contacto psicológico” (Rogers, 1957: 96).
Prouty trabaja con clientes cuya comunicación está seriamente afectada por razones diversas. Al
trabajar con estos clientes no se puede presuponer ni siquiera un grado de contacto mínimo, como
ocurriría con otros menos afectados. Al encontrar un relativo vacío en la teoría y práctica
centrada-en-la-persona, Prouty trató de desarrollar una terapia centrada-en-el-cliente en el área.
Su artículo inicial publicado en 1976, dió comienzo a un apasionante viaje de investigación y
práctica que está plasmado en su primer libro Theoretical Evaluationsin Person-Centred/
Experiential Therapy (Prouty, 1994).
La pre-terapia se centra en el concepto del cliente desarrolla contacto psicológico con el mundo,
consigo mismo y con otros. Teóricamente se describe contacto en tres niveles:
1. Es un conjunto de reflejos terapéuticos por los que el terapeuta hace contacto con el cliente.
Estos reflejos tienen cinco formas diferentes, pero todas tienen la intención de hacer contacto con
la persona por medio del reflejo de conductas concretas y/o elementos relevantes de la realidad
que lo rodea y encontrarse con la persona a nivel experiencial. Para los consultantes indicados para
esta forma de terapia, el nivel de experienciar debe ser muy básico como lo indican las cinco
formas de 'reflejos de contacto':
1.1. Reflejo situacional. Se reflejan personas, lugares, cosas y eventos, por ejemplo, 'Brilla
el sol', 'Estamos en mi oficina'. Estos reflejos procuran restaurar y/o reforzar el
contacto con el entorno más próximo.
1.2. Reflejo facial. Al reflejar las caracteristicas concretas de la emoción que está implicita-
mente presente en el rostro del cliente, por ejemplo, 'Estás sonriendo', 'Peter está eno-
jado'. Se intenta ayudarlo a tomar contacto y expresar sentimientos aún latentes.
1.3. Reflejo corporal. Se reflejan los movimienos o posturas corporales con palabras o
espejándolos enpáticamente, por ejemplo, 'Tu brazo está levantado' o quizás el
terapeuta se hamaca en la silla de la misma forma que lo hace la persona. El objetivo
es que la persona desarrolle un sentido inmediato de su cuerpo y haga algún contacto
con la realidad 'aquí y ahora'.