e El alumno:
> analizará los elementos que
tos dos Planos de la moral estructuran el fenómeno moral
@
El plano nornativo ,} P ;;ili. de éstos logrará construir
ia de ta moreil;
El plano fáctico §0 "rrrr¡o
> diferenciará los distintos tipos de
$b
(@ Y otros tiPos de
normas
g n cgn otras
Moral Y religión
Moral Y Política
Moral Y ciencia
Moral Y arte
40 ñF Ética: lntroducción a su problemática y su historia
dría prescribir la norma "los hombres deben ser vera- los caracteres siguientes: en primer lugar, la ley natural
ces", si éstos fueran necesariamente veraces? La norma es universal y absoluta, mientras que las leyes civiles
moral se distingue de la ley natural en que no expresa son variables y relativas, puesto que éstas dependen
una relación constante o necesmia, sino que descansa en tanto del hombre que las dicta, como de la época y del
el supuesto de la libertad. Iugar en que se promulgan."z
Por su finalidad las Ieyes naturales y las normas mo-
rales se diferencian porque las leyes son explicativas. El
científrco no hace juicio de valor, sólo se pregunta a qué
Normo morol y reglos técnicas
leyes obedecen ciertos fenómenos. La función de la ley Las normas morales también se han comparado con las
consiste en explicar un hecho con base en la relación llamadas reglas técnicas o reglas de las artes. Éstas cons-
que éste guarda con otro. En cambio, las normas mo- tituyen una fórmula o receta técnica para el desarrollo
rales son prácticas, no tratan de explicar sino de provo- eficaz de una actividad determinada (incluso los cursos
car, de suscitar un comportamiento que se considera llamados de "relaciones humanas" son reglas de este
adecuado o valioso. Por ejemplo, cuando se dice "el tipo).
hombre debe ser veraz", no se trata de explicar algo Las reglas técnicas coinciden con lo que Kant llamó
acerca de la veracidad o acerca del hombre, sino sim- imperativos hipotéticos. Según Kant, todos los impe-
plemente indicar que la veracidad debe ser realizada- rativos se expresan por un deber ser y muestran la re-
Otra diferencia importarlte entre las normas morales lación de una ley objetiva de la razón a una voluntad
y las leyes naturales consiste en que estas últimas nece- que, por su constitución subjetiva, no es determinada
sitan ser corroboradas por los hechos. Si efectivamente necesariamente por tal ley. El frlósofo de Kónigsberg
los cuerpos no cayeran, no valdría la ley que sostiene distingue entre imperativos hipotéticos y el imperativo
ql;'e todos los cuerpos caen. Las leyes naturales, para categórico.
ser tales, deben ser verificadas en la experiencia (carácter
a posteriori de las leyes)- En cambio, la comprobación
I mperativos hipotéticos
empírica no existe en el orden normativo (carácter a
priori de las norrnas morales)- La validez de la norma Representan la necesidad práctica de una acción posi-
es a priori,
no se necesita observar si Juan, Pedro, ble, como medio para conseguir otra cosa que se quiere
otros, son veraces para detgrmina¡ si vale la nor- (o que es posible que se quiera). Estos imperativos
ue dice "debes ser veraz". \póngase que en el hipotéticos son semejantes a lo que se conoce como
[de clase nadie llega temprano,'ni cumple con sus reglas técnicas, pues éstas señalan medios para lograr
Si la norma moral dependiera de la experiencia, determinadas finalidades; su observancia no constituye
a en los hechos, entonces se tendrían que una obligación para el sujeto que Ias aplica. Un ejem-
idar las norrnas que dicen: "Debes llegar temprano plo de regla técnica sería "los requerimientos qte debo
clases", "debes cumplir con tus tareas". observar para construir un puente". Éste deber es, en
se podrá observar, al referirnos a la "ley natu- realidad, una necesidad condicionada. Las reglas técni-
la hemos entendido como "ley científica", o sea: cas no expresan obligaciones sino que establecen con-
aquellas leyes que los científicos (físicos, bióto- diciones.
ímicos, etc.) formulan para explicar los procesos Una regla técnica dice "si quieres a tienes que reali-
. Sin embargo, cabe señalar que el concepto de zar necesariamente á" (si quieres construir un puente
ral" tiene también una connotación metafísica, tienes que ceñirte a determinadas reglas de la ingenie-
iso explicar brevemente: bajo otro sentido se ría). Las normas morales, en cambio, postulan deberes;
natural a una norrna de carácter moral impre- su observancia es facultativa (por ejemplo, los preceptos
nciencia del hombie y que se opone muchas contenidos en el Decdlogo).
las leyes civiles, es decir, a las leyes positivas
las leyes escritas (en constituciones, códigos, lmperativo categórico
legislaciones). Mientras que la ley natural
origen en la naturaleza misma del hombre co- Es el que representa una acción por sí misma, sin refe-
espiritual y racional (naturaleza que se supone rencia a ningún otro hn, como objetivamente necesaria.
), la ley civil procede de un orden social o de
unda naturaleza creada por el hombre. "La ley : Qfr. Cregorio EI Ateneo
Fingerman, I¿cciones de filosofía, Editorial
distingue de las leyes civiles o positivas por Buenos Aires, I964.
kencia de la moral
"¡fi, 43
Aquí la acción está representada como buena en sí, esto ::,hsrriá,á
¿.üi',i:i"5ij5,, .
Lectura
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7
l:t:.:. en los recetonos
\i stn emÜargo, no
iiltt" ana compi,'tción preexístenle. l,o uida presenla e
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ii
I¡' (.rJ
44 b Ética: lntroducción a su problemática y su historia
mas morales no presentan esta coercitividad en Ia medi- l'{or..r¡cs nlc reles y nGrmos
da en que son acatadas libre y conscientemente. Dicho de
otra manera, las normas del derecho son heterónotnas, soci0res
mientras que las de la moral son autónomas.
Dentro del comportamiento nor4ativo se encuentran
La violación de la norma jurídica trae como conse- reglas convencionales que no pertenecen propiamente al
cuencia el castigo penal (multa, encarcelamiento, destie- ámbito de la moral y que regulan también el compor-
rro, pena de muerte, etc.). El derecho es una expresión tamiento de los hombres en la sociedad. Estas reglas,
social áéómpañada de sarrciones legálés. En cambio, la llamadas normas sociales, reglas de convivencia soqial
violación de una norna moral acafrea lo que se llama o del trato social, también entrañan obligaciones y re-
remordimiento moral. gulan Ias relaciones de los individuos. Son, por ejem-
Este carácter no coercible de las normas morales ha plo: vestir adecuadamente en una ceremonia, conceder
hecho pensar en una especie de supremacía de la moral el lugar a una dama, devolver un saludo, etcétera. La
sobre el derecho. Así, José Vasconcelos, en su Ética, ética se pregunta si acaso estas reglas tienen un carácter
dice, por ejemplo: "El Derecho depende del.criterio moral, cuáles son sus relaciones y diferencias con las
social, convencional, ocasional del legislador, no siem- norrnas jurídicas y morales.
pre de los dictados de una moral trascendente. La moral El tipo de obligación que entrañan estas reglas de
puede llegar a ser estética, y, hecha virtud, alcanza a convivencia social no es, en manera alguna, una im-
Dios. El Derecho apenas puede garantizarnos Ia equi- posición coercitiva inherente al derecho; tampoco hay,
dad de las relaciones individuales, las libertades pú- en este tipo de reglas, una convicción y adhesión íntima
blicas, el orden en el caos de los apetitos; su misma como las qué acompañan a las normas morales. El
culminación puede ser ética, nunca estética".3 Recor- incumplimiento de una noftna social, por ejemplo salu-
demos que según Vasconcelos, lo estético significa una dar con corrección, no implica una multa o algo pareci-
instancia superior a otras formas de vida. do sino sólo la reprobación o el ridículo. En general
Expliquemos algunas diferencias entre normas mo- todas estas reglas de cortesía son cumplidas por el suje-'
rales y normas jurídicas a través del siguiente cuadro to de manera impersonal y hasta hipócrita. Una forma
sinóptico: de saludar y felicitar es casi siempre una especie de
cliché, de forma convencional.
Las reglas sociales cambian considerablemente de
una sociedad a otra, incluso de un grupo social a otro.
a Regulan el comportamiento
cn
interno del sujeto. Muchas de estas reglas, por su intrascendencia, suelen
6)o Su desobedencia entraña un remordimiento
ñ desaparecer rápidamente. Como un ejemplo curioso
¡r de conciencia (sentimiento de malestar de estas norrnas sociales se cita el siguiente fragmento de
moral que experimenta el individuo cuando León Tolstoi, donde describe a una persona decente tal
U)
(! una tendencia buena ha sido sacrificada como la concibe un joven aristócrata ruso:
a una tendencia negativa).
Lr
Son acatadas en forma libre y consciente.
z. Son autónomas (autolegislación del sujeto). ser), es.dSE!!;
a decente-;¡§§¡
en domiñáira:l
(n ' Regulan el comportamiento exterior del ción el idioma francés y el :acento- El:indi
I sujeto. hablaba mal el
' Su deso_bediencia entraña un castigo penal odioso. "¿Para q
(coercitividad). sabes?", me pre
q) ' Son heterónomas, su fuerza obligatoria- venenosa. La segunda condición de!,co
proviene de una voluntad extraña al sujeto las, uñas largas, pulidas y.limpias;.la
(códigos penales, leyes formuladas por el en saber hacer reverencias, bailar.y"i.eOi
Z Estado, entre otros)- ta y la más importante consistía erri
todo y en manifestar constantemeité
rJosé Vasconcelos. É¡ica, México. Ediciones Boras. l9-19 r Citado por A. F. Shishkin. e¡ Teoría de la noral, México, Gnjalbo, 1970.
Esencia de la moral ¿S
"6r
n
rl
Reglos de u'ibonidod' i,' mente diüa, hnciendo anrinr a ueces efi un ruismo
r-
s,
i .ri i; país ln manera de ptoceder en ciertos actos y sítua-
La etiquetn es una parte esencialísimn de to wba- i¡¡ ';., ciones sociales. Debonos portnntq adaptar en este
al nidad. Dase este nontbre al ceremottiol de los uso, ":; i.-:
¡li',
l- eslilos y costambres que se obseroan en lns rar-,'r'.
'i,1i
1- niones de caricter eleuado y serio y en aquetlos'i;i
er aclos cuyo solemnidad excluye absolutamatte a '- lo que hallemos estaDlecrdo eil los dtaersos Pat-
.a todos los grndos de la famílinrídad y la con/ianzn. l) " ses eil que nos encontrenns.
er El imperio de la moda, o que debemos some-'ir
AS
ternos en cuanlo no se apnrte de ln ruoral y de las '.i Manuel Antonio Careño,
buenas costumbres, influye tarubiétt en los usos::i, Monual de rrbnnidad y baenns ,nnneros, México,
y cereruonias pertanecientes a la etiquetn propra-:i'i!; Editora Nacional, L979, pp- 40-47-44.
de
n-
lY,
na
EI
lu-
ci- y externo, son indiferentes a la moral (por ejemplo,
ral asistir a un ritual). Otras normas religiosas pueden hasta
je- atentar contra la moral (por ejemplo, los sacriñcios hu-
ma manos).
de Al igual que el derecho, la religión incurre en la hete.
ronomía. Aquí el sujeto no actúa libremente, la
de ción proviene de una suprema autoridad.
tro. En su obra Ética 1, psícoanálisis, Erich
len tingue entre una ética autoritaria (ética religiosa)
cso ética hu¡nanista. En la primera, una autoridad es I
rde establece lo que es bueno para el hombre y prescri
tal Ieyes y normas de conducta. En cambio, en Ia ética
manista, es el hombre mismo quien establece las
mas y es, a la vez, el sujeto de las mismas.
La distinción que ofrece Erich Fromm puede
bien servir para ilustrar la naturaleza de las n
Frgrura 33 Reglas de urbanidad.
morales frente a las religiosas. Esta distinción
ética autoritaria y ética humanista, no signifi
pero, que esta última esté exenta de autori
Nornros nlcroies y siorrrrcs sucede es que la autoridad que impera en la ét
religios os taria es de carácter irracional e indiscutible, ni
que en la ética humanista se encuentra una
Para aclarar la esencia de la norma moral, también se la racional, sujeta a críticas y correcciones. En la réi
ha comparado con las normas religiosas. Toda religión autoritaria la crítica a la autoridad no es sólo algo
supone deberes, normas que regulan el comportamien- solicitado sino prohibido. La autoridad irraciéj
to de los fieles. Ahora bien, ¿tienen estas normas un Erich Fromm- se basa por su mlsma,II¿
-sostiene
carácter moral? E,s obvio que muchas de estas re,ulas raleza en la desi-sualdad e implica diferencias de vá
tienen carácter moral (por ejemplo, los mandamientos res, o sea. el individuo queda aniquilado frente {-1
970 del Dectilogo); en cambio otras, por su carácter formal autoridad qLle se considera siempre superior. En la é
46 fu Ética: lntroducción a su problemática y su historia
autoritaria la norma proviene de una autoridad trascen- Las diferencias y especificidad de las normas mo-
dente al individuo. La autoridad ordena que la obediencia rales frente a otro tipo de norrnas o reglas pueden ser
sea la máxima virtud y la desobediencia, el pecado capi- resumidas esquemáticamente en la siguiente forma:
tal. La rel-elión es el pecado imperdonable en la ética
autoritaria- El Antiguo Testantento, en el relato de los
orígenes de la historia del hombre, ofrece un claro ejem- Normas morales. Remordimiento moral o castigo
q
plo de lo que es esta ética autoritaria, con el desafío o c¡ interno de la conciencia.
pecado cometido. por Adán y.E,ya. N o nnas j u ríd icas. Casti go pen al (amonestaciones,
encarcelamiento, multa, hasta pena de muerte).
Sin embargo, es necesario aclarar que la ética autori- c,
q
(u Normas religiosas. Castigo divino (efectuado en
taria no es en absoluto religiosa, pues también cobra
una vida ultraterrena).
expresión en Estados totalitarios y antidemocráticos. a Normas sociales, de cortesía o de trato socbl.
La historia de las religiones nos enseña que las nor- E-
Rechazo social, ridículo social.
mas religiosas exigen, casi siempre, la conformidad de
las acciones humanas con la voluntad de un ser supre-
mo. Así, en la India, en Babilonia, entre los hebreos, CB
En
ers
It. Carácter histórico
lilnOntana, entre rayos y relámpagos;
liiirontaña; relampagos; €-n:trsga i Zoroastro
gn,tr. §ga a
Esta moral propia de la sociedad esclavista encuen- con el fin de defenderse de un medio muchas veces
tra su justificación en las teorías de los filósofos clási- hostil.
cos. Aristóteles, el más grande pensador del mundo
ito antiguo, se niega a admiti¡ que el esclavo sea hombre, y
Ier la n-rujer Iibre. un miembro de la sociedad con igualdad
do de derechos.
ZA
de
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ltrj,,, ,
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ri- Durante Ia Edad Media surge una nlleva moral. El régi-
de men feúdal se basa en la gran propiedad de tierra. En
lugar del esclavo se encuentra el siervo. que es pro-
taS piedad del terrateniente; pero se le considera un ser
en humano y se le da cierta protección. La moral que do- Figura 3.5 La moral en la antigüed¿d clásica fue desarrollada
'ea mina es la propa-eada por Ia aristocracia. cuyas virtudes por los hombres libres, quienes exaltaban el espíritu
)te se cifian en el culto al honor- el valor y el arte de la gue- cÍvico, como la fidelidad al Estado y a las leyes
)n- rra, Ia uobieza de san-9re, el desprecio al trabajo ma-
[o- ti Tx;i'rult¡¡es
l cot¡es de tunor, Buenos Aires. Argentina' Edtttlrl¡,i tjniver
;iT-r,,+r.in. ,r. .;, sitaria de Buenos Aires. 1960.
48 b Ética: lntroducción a su problemática y su historia
yinírnide de nexos de dependetcn yersotnl estríc- i:i son rtependtentes'i tnnlo los sierzos de la glebn,
tamente/ijodos en el sistetnn jeruírquico de los sta-' l:
: coruo los/eudnles, tnnto los aasallo$ cotno los sefio-
Moral en l{, sorrec'{rd in$drrr:c priva durante la Edad Media. Se llega a superar
esclavitud y la servidumbre; sin embargo, las nuer
Tomando como banderas los ideales de liberrad, toleran- condiciones sociales propician la aparición de c
cia y progreso, la Épo.a Modelna insiaura una nueva clases antagónicas: la de los capitalistas y Ia de los p
idea del hombre y la moral que contrasta con la que letarios. Las relaciones humanas giran en torno al a
Esencia de la moral q6, 49
_ de riqueza. El espíritu capitalista comienza a advertirse confluían con extraordinario lulgor todas las tendencias
hacia fines del siglo xv. El objeto principal de la acción d,el nuevo ho¡nbre burgués. Constituía, tanto en Ia teoría
humana es la búsqueda de la riqueza y esto repercute en como en la práctiEa, su quintaesencia. combinando en
la moral. Lentamente, pero de modo irresistible, la cien- su persona Ia confianza en sí mismo, el sentido prácti-
cia remplaza a la religión y se convierle en factor prin- co, la veneración por el comercio y por Ia acción bené-
cipal de la nueva mentalidad humana. La doctrina del fica de las Ieyes del mercado Iibre y de la filosofía del
pro-qreso, con su noción concomitante de perfectibi- éxito". Franklin consideraba que el mundo estaba es-
lidad. mediante la razón desaloja la idea de una edad tructurado inteligentemente con vistas a asegurar el
pretérita, con su noción de pecado original. bienestar del hombre, con la simple condición de que
Entre las virtudes más estimadas por la sociedad cumpliera ciertas elementales prescripciones para lo-
bur-9uesa están: la honradez, la laboriosidad, la ñdeli- grar el éxito. "El sentido del ahorro, la laboriosidad, la
dad conyugal, el patriotismo, etc. La valentía y arrojo, honradez y la escrupulosidad en el cumplimiento de las
virtudes de antaño, fueron sustituidas por las virtudes obligaciones contractuales son las mejores virtudes, y si
de la escrupulosidad, el ahorro y la astucia en los nego- se ponen todas ellas en práctica permitirán a cualquier
cios. La curiosidad intelectual y Ia confianza en uno joven humilde abrirse camino en el mundo."r0
mismo, de pecados mortales pasaron a ser virtudes so-
bresalientes. La ciencia recibió un impulso nuevo y sin
precedentes de Ia nueva economía, en su búsqueda de
nuevas técnicas para el dominio del mundo requerido
por una economía comercial y manufacturera en rápida
expansión.
Por otra parte, la sociedad moderna se caracteriza
por su individualisnto exacerbado, que cobra expresión
en una ética utilitarista. "La idea de la sanción utilita-
ria remplaza gradualmente la idea de la sanción divina
para las re-9las de la conducta. Y el principio de la uti-
lidad no se circunscribe ya con frecuencia al bien so-
cial, sino que su signiñcado radica ahora en el deseo de
satisfacer una apetencia individual."e
Como rasgo inherente a este individualismo se en-
cuentra una filosofía que sostiene que es más fácil
alcanzar el bienestar social concediendo al individuo
mayor an-rplitud para sus iniciativas (iniciativa privada,
libre empresa).
§'ü'g,;i¡.):8"
Frente a la moral de la Edad Media, decididamente donde pregona la honradez, la
religiosa, la moral modema asiste a una decadencia de Ia el ahorro, ejemplifican los típicos valoies
la sociedad moderna
fe. Existe el afán de crear una ética racional, indepen-
diente de la religión. Los ilustrados euroPeos comienzan
a dudar del carácter absoluto de la religión. Por ello
Montaigne asegura: "Recibimos nuestra religión, pero
según Ia moda... otro país, ótros testimonios, promesas lij,disühtá
:r S-11:i :.. i
-':...-':
del.i
j.:-.'.
iguales, las mismas amenazas, imprimirían en nosotros . nuestro lulcl
,
' t, f-..,.' gl liber«lisnto eu,-opeo.3a ed. México, FcE. 1961. ro Horv:ud Selsam. É¡lc¿r \ lrtosreso. México, Grijalbo. I968, pp.57-58.
SO ép Ética: lntroducción a su problemática y su historia
Lectura
,l
S
El respeto o los obros humanos ,' máquino, torlos éstos son octos uerdnderamente
n .,: irruornles. Descubren, er quien los hnce, anfondo
o Los espernttzns de neforo hunnno no deben cou- );. de nnimolidnd, de incottsciencn que lo ltace re-
s. fundirse con los quitnerns. Y oquí uo es el criterio ,,';'' trogradar hnsla el mono. Descubren etr él una/olta
rr nnrul, sitto lo intelrgcrtc,in y lo cultrrru lns que nos i.': de unngirncíón que le irupide recordar todo el
ayudat a distittgtrit'. Espetar qrrc nl honbre lc nnz- ¡';: esfuerzo ncumulado detrds de cndn obro humnna.
l-
cm nlns es nbsurdo. Pero nyrdnr nl descubrimien- Hay ciudades en que la nutoridnd preocupa de
l- to d¿'ln noinciótr o tener cotlftatzo etr lo cieucia que
;"1 se
ta
:ii' recoger todos esos desperdicios de la uida domésti-
lo procumbn ftrc pet/eclonettte legítitno.
i:.,' co qtrc confundimos cott ln bnsurc: cn¡as, /rascos,
a. Altotn bieti: si considerntnos n lo especie hurtana: i ¿ !---^-- -^
i;:.i; tapones,
)^ -----^, ^a- r^r^ )^L:^--^
tuercas, recorles de popel etc. Esto debiera
n- en cotyutrto, '¿cnlos que ello se cotocterizn por el. l;.' hacerse siempre y en todns pnrtes. No sólo como
)n truhnjo encnntitndo hncia ln supet'ncíótt El nnimal .1 ruedido de ahorro en tierupo de guerra, sino por
sólo truboja poro conserunrse. El /tombre, para -, deber mornl, por respeto nl trabojo humano que
a-
conser¿ürse y silperorse. Nuncn se con/ormo el | . represeltg cada uno de esos ntodestos nrtículos. De
re
honútc con lo que yo enatentrn. Síempre niode . j poso, gannría con ello la economín. Pues no kay
nlgo,/rtrlo de su esfuetzo. :. iden de todo lo que desperdicinnrus y de.¡amos
te, Prcs bten: el respelo o nuestro especie se coil- f': abnndonodo a lo latgo de ueinlicuotro horas, y que
)S, frnde cttsi cott el respefo ol lrobo¡'o ltuntono. Las i:, puede serair otrn aez nufique seo conto rnateria pri-
buenas oblas del hombre deben ser objeto de
en ";, no. Y el desperdicio es tarubiétt ttna inmoralidnd.
le-
respeto para todos los hombres. Roitrpcr un
z,idrio por el gttsto de httcerl0, destroznr utt fnrdín, ,i, Alfonso Reyes, Cartilla Moral, México,
IO.
phttnrrnjenr los porcdes, quitor/e ¿tn lonti//o n ttna Alianza editorial, 1994.
de
ros
ser
as.
rto
ns-
er- !-a moral y su relación con vida o actividades humanas. Los programa.s escolares
incluyen este tema, con el fin de tener una idea más
otras actividades humanas clara y completa del objeto estudiado por la ética.
En este parágrafo no debe olvidarse la distinción que
)66 ya se hizo, entre ética y moral. Se trata de comparar
Esta breve incursrón por el mundo de Ia moral concluirá Ia moral con otras actividades humanas y no la ética,
con una comparación de la moral con otras formas de de la que ya se habló anteriormente.
SZ b" Ética: lntroducción a su problemática y su historia
Morol y religión rantes respecto a las virtudes cívicas (que nada tienen
que ver con los deberes religiosos), como los principios
La moral y la religión se relacionan en la medida en que de justicia, laboriosidad, patriotismo y amor a la liber-
pueden coincidir. t as religiones se preocupan por mo- tad. Todas estas virtudes de carácter cívico y no reli-
ralizar al hombre. Podemos decir que todas las reli- gioso son las adecuadas p¿ra el adveq!¡niento de un
giones contienen, implícita o explícitamente un código sistema republicano. La virtud que más recomienda
moral. "Los Diez Mandamientos son la expresión clá- Mora a sus conciudadanos es la que denomina espíritu
sica de esta relación entre m.qral ! religión."tr de industria; por ello dice: "El trabajo, la industria y Ia
En la religidn, la norrna moral tiene un origen reli- riqueza son las que hacen a los hombres verdadera y
gioso, sobrenatural; es ahistórica, esto es: no depende sólidamente virtuosos." Evidentemente, todas estas vir-
de los sucesivos cambios que se producen en la vida tudes son ajenas al espíritu religioso. El ideario de Mora
real. "Las pasiones, mezquindades e intereses de los permite poner un ejemplo de morales laicas; podrían
hombres, que afectan su comportamiento real, no hacen citarse otras muchas más, como la moral anarquista, la
mella a la norma moral (o norma religiosa), que se moral socialista o, incluso, la moral atea y anticristiana
mantiene intacta."r4 que deñende Nietzsche.
Por otra parte, ya nos hemos refer-ido al carácter he- Además, la actitud religiosa puede darse separada de
terónomo que entrañan las normas religiosas. Su funda- la moral. Aranguren da, sobre esto, ejemplos muy inte-
mento, la fuerza de su obligatoriedad es expresión de la resantes: "La actitud religiosa, separada de Ia moral
Voluntad Divina, como se puede advertir en los Diez este autor- se ha dado y se da en las 'inmo-
Mandamientos. En ese caso, "la norma tiene vigencia -dice
rales'religiones primitivas, que exigen, por ejemplo, sa-
porque Dios lo Quiers".ls crificios humanos o el cometer actos deshonestos". l7
Otra característica de las normas religiosas (y por Otro ejemplo donde moral y religión no coinciden lo
ende de la moral religiosa) es su carácter prohibitivo. A ofrece la concepción teológica de Martín Lutero. Según
juicio del hlósofo Risieri Frondizi, se trata de una moral Lutero el hombre, por su naturaleza pecadora, es inca-
negativa, pues ocho de los diez mandamientos señalan paz de cumplir la ley de Dios. El hombre no puede ser
ibiciones. La ética ---<onsidera este autor- no se moralmente bueno ante Dios. La moral es, por su mun-
be reducir a señalar lo prohibido, sino tener también danidad inherente, fariseísmo; no deja de ser impor-
ido positivo. La ética tiene conro misión primor- tante, pero pertenece al orden de lo terreno. "La moral
ientar al honrbre en su actividad. No reprimirla, es válida pero para el mundo, esto es, separada de la
pulsarla hacia formas más elevadas. 16 religión, privada de todo valor trascendente- EI hombre
relación que hay entre moral y religión, no sig- no puede ni empezar a hacer su vida personal confor-
que la moral misma se dé necesariamente dentro me a ella. Intentarlo es, precisamente, su máximo peca-
actitud religiosa, como piensan los ortodoxos, do, su perdición y condenación."18
se solidarizan con la conocida frase de Dostoyevski: Una de las tendencias del hombre moderno consiste
Dios no existiera, todo estada permitido". en separar la moral de la religión. La moral, se piensa,
a moral tuvo un origen no religioso, y puede ser debe ser autónoma. El hombre no necesita justificarse
llada al margen o independientemente de toda ante Dios, sino ante sí mismo.
, como el caso de la moral humanista o moral
el pensamiento de los ideólogos liberales, por
se distingue entre una moral religiosa y una
Morol y política
que casi siempre se contraponen- Así, el más
, Hubo un tiempo, en la antigüedad clásica, en que moral
teórico del liberalismo mexicano en el siglo y política se identificaban plenamente. En Platón y
María Luis Mora (1794-1850) considera que Aristóteles la política no es más que uR coronamiento
s del retroceso se deben a que los mexicanos o un apéndice de la ética. El buen ciudadano era al pro-
Ios delitos con los pecados, y a que son igno- pio tiempo el hombre virtuoso. Platón consideraba que
el hombre más capacitado para dirigir los destinos de la
sieri Frondizi, lntroducción a los prublemos fundatnettales del polis era el arconte o sabio, porque en él se daban, en
17
José Luis Aranguren, Élica, Madrid, Revista de Occidente. 1958
'E ídem.
É-.t-_
de la moral
"$, 53
Esencia
El filósofo de la ciencia Mario Bunge estudia, en su Ies que la posibilitan; concretamente. desprecio
llbro Ética )i ciencia,las relaciones entre estas dos activi- por toda autoridad infuudada intelectual o
dadshumanas. En seguida se resumen algunas de sus -sea
política- y por todo poder injusto. La honesti-
conclusiones. dad intelectual y eLamor por la libertad llevan a
Según Bunge, no hay divorcio entre moral y ciencia, aftanzar el sentido de la justicia.
pues dice: 5. Sentido de la justicia, que no es precisamente Ia
servidumbre a la ley positiva --que nos imponen
y que puede ser injusta- sino la disposición a
tomar en cuenta los derechos y opiniones del
prójimo, evaluando sus fundamentos respectivos.
Honestidad intelectual, independencia de juicio,
coraje intelectual. al amor por la libertad y sentido de la
justicia: cinco virtudes que el oficio de conocer exige y
refuerza mucho más que el oficio de la ley, porque sur-
gen de un código interno, autoimpuesto, que responde
a la mecánica de la investigación y no depende de una
sanción exterior. Cinco virtudes que acompañan la bús-
queda de la verdad, tanto en la ciencia como en las
humanidades, aunque más pronunciadamente en la pri-
mera, donde las exigencias del rigor ló-eico y de com-
probación empírica son máximas.
I
Esencia de la moral SS
"6.r
emociones estéticas, lograr una expresión artística. Por pasiones, Aristóteles muestra la grandeza de lo trágico.
ejemplo, Kant sostiene la tesis del desinterés, lFidea de Desde el punto de vista moral, la tragedia tiene un valor
que el arte obedece a una finalidad sin fin; el arte no fomrativo. En la tra-qedia se ve a los hombres mejores de
tiene contenido ideoló-qico. lo que son. La tragedia es la cumbre del arte. El héroe
Frente a Ia.concepción del arte por el arfe, está la trágico se encamina hacia un desenlace desdichado; sus
tesis que sostiene que el arte no sólo debe ser apreciado cosas terrninarán mal, forzosamente mal, lo trágico apa-
en función de su forma, sino sobre todo por el valor de rece inscrito en ese final que estaba ya prefigurado ne-
su contenido. Si ello es así. entonces el arte no es indi- cesariamente en el conflicto y Ia lucha.
ferente a la moral. En su pequeño cuento "El lector", El arte. al reflejar la vida humana en todas sus mani-
Máximo Gorki escribe: festaciones, puede ayudarnos a comprender el mundo
de la moral, puede acercarnos a esta Ethica túens dela
que habla Aranguren; no cabe duda de que los grandes
ensayistas y novelistas (para citar solamente el terreno
de la literatura) han descrito y hecho vivir, de manera
magistral, toda la gama de costumbres, virtudes y vicios
que caracterizan al género humano. Así, Blas Pascal da
a conocer en sus famosos Pensaruientos al hombre de la
diversión; Gracián descubre los caracteres del héroe y
el discreto: Rousseau introduce el complejo carácter del
hombre romántico; en fin, Kierke-saard analiza, con
profundidad filosófica, la vida estética, ética y religiosa.
Ya en la antigüedad Aristóteles consideraba que el ñn Sería. pues, interesante complementar estas reflexio-
de Ia tragedia consistía en la catarsis o iiberación de las nes con los sugestivos ejemplos que ofrecen Ia novela,
pasiones. Mientras que para Platón, la tra,eedia se rela- el cuento. el teatro, etre otros, en el conocimiento de
ciona con la parte más innoble del hombre, como son las Ia vida moral.
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Máximo Corki, E1 lector t o¡ros cLtentos. México, Populibros La Prensa