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Luis Rodolfo Argüello, Manual de derecho romano. Historia e instituciones, 3a ed.

, 2004 [1988],
Libro III, Título II “Las cosas”, pp. 167-175 (8 págs.)

TÍTULO II
LAS COSAS

§ 79. CONCEPTOS GENERALES. - El vocablo cosa (res), de di-


versos significados en el lenguaje vulgar, tiene también en elléxi-
co jurídico una flexibilidad idiomática que ha dado lugar a que se
viertan distintos conceptos a fin de precisar su alcance en dere-
cho. Algunos comprenden bajo la palabra res todo lo que forma
el haber de los particulares, al paso que otros entienden que para
que un objeto sea cosa en el sentido del derecho, es necesario que
sea útil, es decir, accesible y deseable para el individuo. Por
nuestra parte, entendemos que así como la palabra persona desig-
na en el léxico jurídico al sujeto activo o pasivo de las relaciones
jurídicas, la palabra res se usa Pina indicar aquello que puede ser
objeto de derechos, es decir todo cuanto tenga entidad corporal o
espiritual, natural o artificial, real o abstracta, y sea susceptible
. de apreciación económica.
Los jurisconsultos romanos no dieron una definición ni com-
prendieron tal vez que cosa es todo lo que puede ser objeto de los
derechos, sino que la refirieron al objeto material l (corpus), en
oposición a los actos del hombre. Denota un,a cosa corporal,
físicamente delimitada y jurídicamente

§ 80. CLASIFICACIÓN DE LAS COSAS. En las fuentes romanas


(Gayo, 2, 1 - lnst. 2, 1, pr.) encontramos una clásica división de
las cosas que las distingue en res intra patrimonium y en res extra
patrimonium, según que se encontraran entre los bienes económi-
cos de los particulares o fuera de ellos. Con esta clasificación las
fuentes querían diferenciar las cosas susceptibles de relaciones ju-
rídicas de las que no lo fueran pero tenía el defecto de aludir a un
hecho o situación actual, que la cosa se hallara o no comprendida
en el patrimonio de una persona, como sería un animal salvaje,
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que habría que reputar res extra patrimonium hasta el momento tado y entre las que se pueden mencionar los ríos y sus orillas los
de su aprehensión. puertos, las vías públicas, y las res universitates, esto es las
Por ello se considera equivalente, pero más comprensiva y que mtegraban el patrimonio de una comunidad y que estaban
precisa, otra distinción, que aunque no se la formula expresamen" afectadas al uso de sus miembros, como los teatros los foros los
te como a la anterior, no es ajena al lenguaje de las fuentes. Es baños públicos, las plazas, etcétera. "
la que clasifica las cosas en res in eommercio y res extra commer"
cium, y que sirve para designar las que entran en el tráfico jurídi" ,§ 82. IN COMMERCIO". - La gran categoría de cosas que
ca de los particulares y las que están excluidas de dicho tráfico podIan serVIr de objeto a relaciones jurídico-patrimoniales era la
por disposición de la ley. Llámanse, además, res nullius las co" de rl!J¡;lr: es decir, las cosas susceptibles de apro-
sas in eommercio que no son propiedad de nadie y res derelietae Dentro de esta clase se comprendían la ma-
aquellas a cuya propiedad ha renunciado su dueño por abandono. yona de los objetos corporales de que podía disponer el hombre
Sobre la base de la distinción de res extra commercium y res in para sus necesidades, y abarcaba los siguientes grupos:
commercio haremos el estudio de las diferentes clases de cosas. res manclpl y res nec manelpl, cosas corporales e incorporales,
e mmuebles, consumibles y no consumibles, fungibles y
§ 81. "RES EXTRA COMMERCIUM". - En la categoría de las res n.o fungIbles, dIv:sIbles e indivisibles, simples y compuestas, prin-
extra commercium se cuentan las cosas no susceptibles de relacio- CIpales y acceSOrIas y fructíferas y no fructíferas.
nes jurídico-patrimoniales por prescripción de la norma divina o a) "Res mancipi" y "res nec mancipi". La distinción entre
por disposición de la ley positiva, de donde surge la división de res mancipi 7 res nee mancipi tiene gran importancia histórica,
cosas fuera del comercio por causa divina (res divini iuris: cosas porque habna sIdo la primera clasificación a la que los romanos
de derecho divino) o por causa humana (res humani iuris: cosas de reconOCIeron un mterés práctico, desde la Ley de las XII Tablas.
derecho humano). Eran cosas cuya pro,piedad -en cierto modo privilegia-
a) "Res divini iuris; sacrae, religiosa e, sanctae". Entre las da- se transD1 ItIa por. un modo del derecho civil formal y solemne,
cosas de derecho divino se hallaban las cosas sagradas (res sa- la manelpatlO, o medIante la in iure eessio, que importaba un ficti-
crae) , que eran las consagradas a los ..dioses superiores y puestas CIO proceso de reivindicación realizado formalmente ante el ma-
bajo su autoridad, como los templos, 'los terrenos, los utensilios gistrado.
que se utilizaban en las ceremonias religiosas, y también los dona- . Eran cosas mancipables las de mayor valor en la
tivos hechos a la divinidad; las, cosas (res religiosae), economía agrícola, como los fundos o las heredadeJ y las cosas si-
que eran lasconsagradas a los dioses inferiores, por ejemplo, los tuadas en el suelo de Italia, las servidumbres rurales de paso (via,
sepulcros y la tierra donde se encontraba depositado un cadáver, Iter, actus} y de acueducto (aquae duetus), los bclavos y los ani-
y las cosas santas (res sanetae), como los muros y las puertas de la males de tIro y carga. Todas las demás cosás se agrupaban den-
ciudad. a los que se acostumbraba colocar bajo la protección de tro de la clase de las reS nee mancipi.
los dioses. , Ambas clases de cosas mantuvieron su distinción hasta la
epoca del derecho clásico, no obstante que los valores económicos
b) "Res humani iuris; communes, publicae, universitates".
se hablan modIfIcado profundamente con el transcurso del tiem-
Entre las cosas humanas excluidas del tráfico jurídico se contaban
po. Desaparecida más adelante la diferencia entre las cosas si-
las cosas comunes (res eommunes omnium), es decir, las que por
tuadas suelo itálico (italicum solum) y las radicadas en suelo
derecho natural pertenecían a todos los hombres: el aire, el agua.
, el mar y sus riberas; las cosas públicas (res publicae), que eran las
proVInCIal (provInclale solum) y generalizada la tradición como
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propias del pueblo. esto es. de la comunidad organizada como Es·· medIO normal de transmitir la propiedad, la oposición entre cosas
manclpl y nec mancipi perdió interés práctico. Decadente la
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mancipatio en el derecho imperial, el emperador J,ustiniano la. su- d) Cosas consumibles y no consumibles. Distinguieron tam-
primió definitivamente como modo de adqulSlclOn del domllllO bién los romanos las cosas consumibles (res quae usu consumun-
(Cód. 7.31. 1). tur), es decir, aquellas cuyo uso o destino normal las destruye fí-
sica o económicamente, como los alimentos y el dinero, de las
b) Cosas corporales e incorporales. Distinguían las fuentes cosas no consumibles (res quae usu non consumunrur), que son
romanas (Gayo, 2, 12 a 14 - Inst. 2, 2, 1) las cosas corjJorales de las susceptibles de un uso repetido sin que provoque otra conse-
las incorporales, clasificación que habría obedecido a la lllfh.lencJa cuencia que su mayor o menor desgaste.
de la filosofía helénica sobre el derecho romano. Las pnmeras
eran aquellas cuya materialidad es percibida por los sentidos, es e) CfJ!:as fungibles y no fungibles. Otras clases de cosas en-
decir, las cosas tangibles (quae tangi possunt), como un fundo, un tre las __ iff¡ commercio son las fungibles y las no fungibles. Las
esclavo, al paso que eran incorporales, por el contrano. las que primeras son las que pueden sustituirse por otras de la misma ca-
son producto de una abstracción, esto es, que no pueden tegoría, es decir, que no se toman en cuenta como individualida-
(quae tangi non possunt), como un crédito, el derecho de propie- des, sino en cantidad, por su peso, número o medida (res quae
dad, de servidumbre, etcétera. pondere, numero, mensurave constant) (Inst. 3, 14, pr.). - Son no
fungibles, en cambio, las que tienen su propia individualidad y
c) Cosas muebles e inmuebles. La categoría de cosas mue- que no admiten, por ende, la sustitución de una por otra. Inte-
bles e inmuebles, que habría llegado a imponerse en el gran la clase de cosas fungibles, el vino, el trigo, etdinero, mien-
post clásico al desaparecer la tradicional distinción de res manclpl tras que corresponden a las no fungibles, una obra de arte, un es-
y res nec mancipi, parte de la posIbIlidad o no de trasladar la cosa clavo, un fundo.
de un sitio a otf('). Así, son muebles (res mobdes) las cosas lllam- Sirve también para distinguir las cosas fungibles de las no
madas que pueden trasladarse de un lugar a otro por una fuerza fungibles el hecho que las primeras son designadas según el géne-
exterior, sin ser-deterioradas en su sustancia o su forma, que ro (genus) a que pertenecen, mientras las segundas comprenden
son inmuebleslás que, de acuerdo con su naturaleza, flslcamente una cosa particular, determinada conforme su individualidad (spe-
es imposible qué cambien de lugar. Dentro de la clase de los mo- cies). Así, una cosa es fungible cuando eilla relación jurídica de
bilia se encuentran los semovientes (se moventes), como los am- que es objeto se la considera más bien según su género o su canti-
males, que se mueven de un sitio a ot1a por sus propios medios. dad que según su especie, de suerte que el sujeto habrá de devol-
Pertenecían a la categoría de las cosas inmuebles los fundos verla en su género (in genere) o en la misma canticjad y cualillad
(fundí) o predios. Se dividían urban9s <I!raedía si en (in eadem quantitate et qualitate). Esta distinción carece en gran
ellos estaba construido un edificio, y en rústicos (praedw rustlCa), parte de precisión, porque así como la fungibilidad es una cues-
cuando l:ran terrenos sin edificación, estuvieran en la ciudad o en tión objetiva, la determinación genérica es subjetiva, pues depen-
el campo. Los fundos rústicos podían tener línütes determina- de exclusivamente de IQ que opinen las partes. Los esclavos no
dos por accidentes naturales del terreno (agn arciflnl) o trazados eran cosas fungibles, pero nada impedía que un vendedor se com-
especialmente por agrimensores (agri limitati): de los fun- prometiese a entregar un número de ellos sin individualizarlos.
dos cabía también la distinción en itálicos y provlllc¡ales. Los En este caso se estaba frente a una obligación genérica, que se
primeros eran los situados en Italia o en ciudades a las que se les cumpliría entregando el genus.
hubiera concedido' el ius italicum;los segundos, los que estaban
enclavados en provincias. Sobre los fundos itálicos su titular te- f) Cosas divisibles e indivisibles. Las cosas pueden ser divi-
nía el dominio de derecho civil o quiritario, en tanto que sobre los sibles o indivisibles. Un objeto corpóreo es físicamente divisible
fundos provinciales, sólo una posesión sometida al pago de un tri- cuando sin ser destruido enteramente puede ser fraccionado en
buto (tributum o stipendium). porciones reales cada una de las cuales, después de la división,
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forma un todo particular e independiente, que conserva en pro- i) Cosas fructíferas y no fruCtíferas. Dentro de [as cosas
porción la utilidad de la cosa originaria; es indivisible, en cambio, fructíferas se comprenden aquellas que, manteniendo su naturale-
d que no admite ¡Jartición sin sufrir daño o. menoscabo o, como za y su destino, dan con carácter periódico cierto producto o fruto
dicen las fuentes, sm que la cosa perezca (Dlg. 6, 1,35,3). (fructus), que se convierte al separárselo natural o artificialmente
Un fundo es cosa divisible; un animal, una pintura, son indi- en cosa autónoma. Son cosas no fructíferas las que no tienen
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visibles. Hay cosas legalmente divisibles, sin distinguir si la par- cualidad.
tición física es posible o no, cuando muchas personas pueden po- Son frutos-, por consiguiente, los productos naturales que más
seerla en común, es decir, en porciones ideales o intelectuales o summlstran [as cosas sin disminuir su
(partes incertae), que es [o que ocurre en el régimen de la copro- esenCIa,' roo la lena de los bosques, la cría de los animales, [a
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piedad, en el que los copropietarios poseen pro indiviso. Tam-
r lana, la eche y las frutas de [os árboles. Se entiende igua[men-
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bién hay cosas legalmente indivisibles cuando en ellas no se con- te que pertenecen a la noción de frutos, las rentas en dinero que
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cibe [a idea de una parte, como acaece en las servidumbres, que s';lmmlstra el empleo de un capital, los alquileres, etc., que para
los romanos consideraban res incorporalis. dIferencIarlos de los antenores, se los ha llamado frutos civiles.
Los frutos pueden hallarse en diversos estados: pendentes, cuando
g) . Cosas simples y compuestas. Se distinguían también [as están adheridos a [a cosa productiva; percepti, cuando se los ha
cosas simples de las compuestas. Aquéllas constituían un solo cosechado; percipiendi, si estaban para cosechar y no se los cose-
todo, una unidad orgánica e independIente (corpora quae uno Spl- chó por falta de diligencia; existentes o extantes, cuando se hallan
ritu continentur), como un esclavo, una viga, una piedra. Cosas todavía en poder del poseedor de [a cosa, y consumidos o con-
compuestas eran las que resultaban de la suma o agrupamIento sumpti, si han sido consumidos, transformados o enajenados.
de cosas simples, Estas últimas se dividían en dos categorías,. se-
gún que [a aglomeración de cosas simples fuera matenal y tuvIese En lo que concierne a los gastos o impensas (impensae), que
aspecto compacto, como una nave o un edificio ex con- es todo lo que se desembolsa pam una cosa determinada o se em-
tingentibus o universitas rerum coherentlum), o que el vmculo de en ella, se distinguen los gastos para conseguir los frutos de
unión de los componentes simples fuera inmaterial y cada uno de una cosa fructífera, de los gastos para [a cosa misma. A su vez,
ellos conservara su independencia, como'por ejemplo, un rebaño . dentr? de estos últimos, cabe diferenciar las impensas necesarias,
o una biblioteca. caso en e[ cual se habla de universalidades de las utl[es y [as voluptuanas, según estén destinadas a conservar la
cosas (corpora e; distantibus o universitas{erum distantium) (Dig. caSi!, a aumentar su utilidad o renta o a embellecerl , haciénd<'>la
servir para lujo o placer. . 1
41,3, 30, pr.).

h) Cosas principales y accesorias. Conocieron igualmente


los romanos [a clasificación de cosas en principales y accesorias,
considerando que las primeras eran aquellas cuya existencia y na-
turaleza están determinadas por sí solas, sirviendo inmediatamen-
te y por ellas mismas a las necesidades del hombre; y las acceso-
rias, [as que estaban subordinadas o dependían de otra princival
como el marco respecto del cuadro, [a pIedra precIOsa en re[aclOn
a[ anillo en que está engarzada. A propósito de las cosas acceso-
rias regía el principio de que lo accesorio sigue la suerte de lo
principal (accessorium sequiturprincipale).

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