del Renacimiento
Platón, en su juventud, ya planteaba la necesidad de
preguntar sobre la naturaleza de la amistad y qué
sentido tiene en la constitución de toda esfera humana.
No cabe duda que la amistad como tal, es una
condición fundamental inmanente al flujo de la
intersubjetividad, ya que refuerza la cohesión de la
comunidad no sólo desde una perspectiva puramente
natural entre sujetos, sino que también se amplía a la
esfera espiritual y moral de estos.