atraviesan, gracias a unas prolongaciones que poseen estas, la base la base del
cráneo (hueso etmoides) y penetran en el llamado bulbo olfatorio, desde el cual, y
a través del nervio olfatorio, se dirigen hacia la correspondiente zona cerebral, en la
que reconocerán las características olorosas de los estímulos emitidos.
3. EL TACTO
El sentido del tacto se encuentra al nivel de la piel permite percibir cualidades de los
objetos y medios como la presión, temperatura, aspereza o suavidad, dureza, etc.