Las diferentes estructuras familiares han variado dependiendo de las diferentes etapas
sociopolíticas, siendo funcional a las necesidades del entorno (materiales e históricas).
Bateson, propone que en el mundo de las formas vivas los elementos se relacionan todos
entre si y mal se puede decir que exista una causa primera. No solo la fuerza, sino también la
información y las relaciones son importantes.
El cambio en la visión sistémica implica priorizar al comprensión del individuo más que como
sujeto aislado y preso de su estructura, pretende comprenderlo como integrante de redes
comunicativas y su interacción con ellas (familiares, laborales, amistades, sociales en general).
Cada sujeto ocupa un lugar determinado en el sistema, y es a través de las lógicas y leyes de
este que, ese lugar se mantiene y se explica. Para lograr un cambio entonces, se interviene en
todo el sistema.
Desde ese lugar se considera que los comportamientos humanos se deriven de grandes
configuraciones de relaciones que se van cambiando con el tiempo.
La familia es un sistema que trasciende los límites de la persona aislada, y sin embargo es
pequeña y limitada sirviendo como unidad de investigación.
Una vez que dejamos al individuo y observamos a la familia como entidad sistémica que reside
en campos cada vez más grandes, empezamos a ver claras redundancias y distintas pautas.
EVOLUCIÓN EPISTEMOLÓGICA
De acuerdo al desarrollo histórico del marco conceptual, se comenzó trabajando con los
conceptos de homeostasis y organización.
Ligados a la segunda ley de la termodinámica, que sostiene que existe una tendencia universal
a la dispersión de energía y el desorden: entropía. Tendencia que los propios organismos
tienen a combatir para poder subsistir: entropía negativa.
NUEVO PARADIGMA
Se parte de una construcción que está enmarcada en como cada uno vive una situación
particular, pero tiene aspectos más profundos (el mundo de las percepciones, sensaciones,
racionalizaciones, culturas particulares, generaciones, familias…)
Cada uno de los participantes del grupo familiar, inicia el proceso con una construcción de la
realidad distinta. El propio relato conforma a los hechos, les da un significado al que se
generan nuestros sentimientos, opiniones. En el espacio terapéutico se relee el propio marco
conceptual en el cual se experimenta una situación.
No se considera la existencia de una realidad per se, sino que esta depende del significado y
el valor atribuido al fenómeno en cuestión.
ESTABLECIENDO SIGNIFICADOS
En este marco el terapeuta procura establecer nuevas articulaciones, nuevas funciones que
determinan las relaciones. Debe de operar de tal manera que los mecanismos homeostáticos
del sistema consultante no neutralicen las nuevas narrativas que se tratan de construir. Si
predomina la homeostasis se mantiene el sistema relacional invariado.
En el sistema terapéutico, se redefinen y se coconstruyen nuevos significados y nuevas
narrativas que cambiaran el lugar a cada uno de los integrantes de ese conjunto de relaciones.
Modelo cartesiano y newtoniano: concepción mecanicista, mirando las cosas como objetos y
sustancias separadas, el cuerpo y la mente aparecen como unidades distintas. Desde esta
visión positivista y reduccionista, el manejo de la enfermedad ha sido limitado a tomar
acciones unilaterales dirigidas hacia una parte del cuerpo.
SALUD Y ENFERMEDAD
La salud es la capacidad del ser humano para continuar dinámicamente su evolución hacia
etapas superiores, procesando los estímulos que surgen de sus necesidades y desde el sistema
en el que está inmerso. (Lacería, 2004).
Es relevante el concepto del proceso del organismo hacia una mayor complejidad.
Esta visión evita la consideración clásica de la salud como un organismo sin tensión.
SISTEMA Y SALUD
Con esta teoría, se desplaza el centro de atención de los procesos individuales hacia el estudio
de los fenómenos interaccionales, holísticos y ecológicos del hombre y su entorno.
En el grupo familiar se dan las condiciones para que sea una unidad de análisis del proceso
salud-enfermedad, ya que evidencia en su organización, estructura y funcionamiento el estilo
de vida individual, las costumbres y la dinámica relacional…
El paradigma biomédico comienza a desaparecer con el avance de la epidemiologia social, por
lo que desde las ciencias de la salud se promulga el enfoque preventivo. Obligando a centrar
las estrategias de salud en el ambiente familiar y social.
El funcionamiento familiar influye en el origen y mantenimiento de las afecciones a la salud,
debido que este sostiene y retroalimenta la afección de uno o más de sus integrantes.
En la familia, se aprenden desde temprana edad comportamientos favorables o perjudicables a
la salud (hábitos, estilos de vida, recursos, utilización de los sistemas de salud, apropiación de
prejuicios dañinos hacia la salud).
SISTEMA Y FAMILIA
La salud por lo tanto no es entendida solo en términos de estructuras individuales, sino en los
sistemas como la red discursiva próxima en la cual están insertos los individuos.
Pero se entiende que también existen los sistemas individuales: el desarrollo de estos
depende del sistema más amplio.
La posibilidad de cambio está asociada a cambios en las pautas comunicacionales.
Maturana plantea que la falta de flexibilidad del sistema se manifiesta en forma de estrés, de
ahí que todo sistema rígido va a generar a sus integrantes manifestaciones de tensión,
independiente me de las características del individuo y de las del sistema vivo.
CONCLUSIONES
Años 50, un grupo de investigadores que residían en ese momento en EEUU, como Ackerman,
Bowen, Boszormenyi-Nagi, Framo, Watzlawick, Don Jackson y Bateson, entre otros,
comienzan a trabajar de forma más sistematizada, con familias.
Jackson funda el Mental Reserch Institut (MRI) en California, 1959 y es cuando incorporan a
la teoría general de los sistemas de Bertalanffy y los postulados de la cibernética de Winer, a la
base teórica de su trabajo con las familias.
Años 60: Salvador Minuchin y Whitake, consiguen crear elementos terapéuticos que hasta el
día de hoy se estudian y practican, llamados “terapia estructural” y la denominada “terapia
simbólica-experiencial”, respectivamente.
1967: escuela o grupo de Milan, Maria de Selvini. Inician trabajo con familias de miembros
esquizofrénicos. Son ellos quienes denominan la terapia sistémica como tal, brindándole una
estructura a la sesión, los principios de hipótesis, la circularidad y la neutralidad. En si
conceptos básicos que conforman el armazón de las tecnologías sistémicas.
En los 70: aportes de Andolfi (1991), aporte del lingüista Von Glasersfeld y el cibernetista Von
Foester, quienes contribuyen en el giro de la mirada teórica, al llevar la segunda cibernética al
ámbito de la terapia familiar (Demicheli, 1995).
Esta breve reseña nos sirve para delimitar la conocida terapia familiar y la terapia familiar
sistémica.
El primero, representa un movimiento, en el que actualmente comparten diversas
perspectivas teóricas.
La segunda, la TFS, evolucionando en más de 50 años, ha probado ante la comunidad
científica, la eficacia de sus resultados en estos momentos en que se hace demanda de las
terapias basadas en evidencia. Centra su trabajo en una visión más amplia y de intervención
casi inmediata.
BASES TEÓRICAS