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3.

Sistema sobre control del uso de herramientas y su almacenamiento


Los sistemas de control de herramientas son muy importantes por dos razones
fundamentales. La primera, evitar el gran despilfarro económico debido a descuidos en la
gestión y utilización de herramientas; y la segunda, seguridad frente a posibles riesgos
ocasionados por dejar herramientas olvidadas.

3.1 Administración del flujo de información en el taller


Sistematizar los procesos de gestión de la información es un reto de gran importancia
puesto que favorece la toma de decisiones, la innovación y la gestión del conocimiento,
entre otras. Pero, además, la información es un elemento de cohesión organizacional, un
instrumento para activar personas. Algunas cuestiones relacionadas con el reto de la
sistematización:
a) La gestión de la información debe estar integrada con el resto de sistemas de
gestión que se implementan en una organización: planificación estratégica, calidad
y gestión por procesos comunicación, etc. La eficiencia de nuestros procesos pasa
por una gestión que garantice el flujo de la información, que esté disponible para
quien la necesite siempre que la necesite.

b) La información permite generar conocimiento útil para el taller. Debe incorporar


tanto el conocimiento tácito como el explícito. En la gestión del conocimiento se
debe:
1. Poner en valor los activos de sus miembros y del taller.
2. Recoger también la información subjetiva con medios cualitativos.
3. Generar espacios abiertos, fomentar una cultura abierta, evitando gestionar
desde el miedo (a través de la formación, la sensibilización, creando
estructuras que faciliten la puesta en marcha, etc.)

c) Un aspecto relacionado con la información como elemento favorecedor de la


innovación, fue poner en duda la importancia de aquélla en este proceso, puesto
que la mayoría de los talleres acceden a la misma información.
3.2 Identificación de técnicas del monitoreo para mantener en orden el uso de
herramientas utilizadas en el trabajo
Una vez que se identifica y asigna una herramienta, debe decidirse qué intervenciones
(métodos de control) son las más adecuados para controlar el uso de la herramienta.

 La rotación de los trabajadores puede reducir la exposición media total durante


una jornada de trabajo, pero aumenta el número de trabajadores que se verán
sometidos a elevadas exposiciones durante períodos cortos de tiempo. A medida
que se conoce más sobre las herramientas y sus mecanismos de actuación, se
sabe que algunas pueden representar un riesgo.

 Mantener limpio el puesto de trabajo es una operación determinante para el orden


y el buen funcionamiento del taller. No solo se debe prestar atención a la limpieza
de superficies (suelos o maquinaria), sino que también es fundamental la limpieza
de las herramientas para optimizar su funcionamiento y alargar su vida útil. Ambas
operaciones deben realizarse diariamente para evitar que se acumule suciedad,
polvo, grasa o viruta.

 Tras cada operación de taller, se deben limpiar y recoger todas las herramientas y
los materiales utilizados. Si se ha paralizado una actividad, es posible que existan
piezas desmontadas o recambios por montar. Es importante disponer de un
espacio habilitado para estos elementos (jaulas o cajas) con el fin de evitar
pérdidas o desperfectos, y de contribuir, de esta forma, al orden en el taller.

 La modificación de las prácticas de trabajo puede representar un importante reto


de aplicación y seguimiento. La aplicación y el seguimiento de las prácticas de
trabajo determinan su eficacia. Esta atención constante que requieren los
controles administrativos supone un importante coste del equipo de protección
personal está compuesto por los elementos que se entregan al trabajador para
que los lleve puestos mientras realiza determinadas tareas (o todas ellas) de su
puesto de trabajo.

 Por razones de seguridad, es fundamental mantener las escaleras y zonas de


paso siempre limpias, libres de obstáculos y debidamente señalizadas. Asimismo,
no se deben bloquear u obstaculizar los extintores, las salidas de emergencia, las
mangueras de incendios y el resto de elementos relativos a la prevención de
riesgos para los trabajadores.

 Es imprescindible que los talleres mecánicos cuenten con contenedores


incombustibles de cierre automático y hermético donde desechar los residuos
peligrosos, tóxicos, inflamables e inertes, así como los trapos, papeles o
recipientes contaminados con aceites, grasas o cualquier otro producto químico,
siempre separando el residuo según su naturaleza. Nunca deben dejarse
recipientes abiertos para evitar el riesgo de derrame y, también, evitar malos
olores.

 El equipo de protección personal suele utilizarse por precaución. El equipo de


protección personal puede ofrecer una protección importante a los trabajadores si
se lleva y se utiliza correctamente.

 Como recomendación final, y no menos importante, es fundamental formar a los


profesionales del taller sobre la necesidad de mantener limpio y ordenado su
espacio de trabajo y atender, también, a la higiene personal en lo relativo a la
indumentaria de trabajo y los elementos de seguridad.

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