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Título del trabajo

Nombre

Agosto 2019.

Nombre de la institución.

Nombre del departamento.

Nombre de la asignatura
El suelo, capa delgada formada lentamente a través de los siglos con desintegración de

rocas superficiales por el flujo de agua; compuesta por minerales, materia orgánica, diminutos

vegetales y animales. Un perfecto medio natural para que florezca cualquier cosa.

El suelo tiene un ciclo bastante demorado, se necesitan cientos de años para que aquel

recurso natural tan completo, hermoso e importante salga, pero sobre todo para que tenga una

textura y espesor prudente de una magnifica siembra. Pero no es solo esperar que salga y ya, él

debe cumplir un proceso que se basa en la meteorización de la roca madre, es decir que se

descomponen los minerales. Y eso sucede gracias al clima.

En aquel recurso natural habitan millones de microorganismos vivos, aunque la mayoría

son invisibles para nosotros. Esto se debe a las características que tiene, dependientes de muchos

factores como clima, ubicación, flora y fauna, y muchos factores físicos que afectan. Pero no

solo cuenta con unas características, también tiene unas propiedades, propiedades que ayudan a

florecer o sobrevivir. Cuenta con propiedades físicas (Textura, estructura, capacidad de drenaje

del agua, aireación) y unas propiedades químicas que dependen de la proporción de los distintos

minerales y sustancias orgánicas que lo componen. El contenido de nitrógeno, fósforo, potasio,

calcio y magnesio debe ser abundante y equilibrado. Las propiedades físicas y químicas del

suelo, unidas a los factores climáticos, determinan los vegetales y animales que pueden

desarrollarse y la forma en que se debe cultivar la tierra.

Aparentemente el suelo es básico o superficial, pero no es así, tiene fases que lo

componen y son tres estados que comúnmente conocemos. Sólido, líquido y gaseoso. Aunque

están juntos no están revueltos. Cada uno lleva un lugar en el suelo y una función específica.

Para entender un poco mejor, planteemos de esta manera.


Fase líquida: Generalmente el agua se encuentra en los poros del suelo de tamaño

pequeño o mediano, pero no puede ser ni muy pequeño ni muy grande porque no permite la

correcta absorción de agua a las raíces. El agua es el que se encarga de llevar de manera diluida

las sales minerales, coloides de arcilla y humus.

Fase gaseosa: Es el aire que ocupan los poros grandes que se generan, y que el agua se ha

consumido. La composición que tienen es muy similar al aire atmosférico pero con menos

cantidad de O2 y más de CO2.

Fase Sólida: Esta fase se divide en dos factores “orgánica e inorgánica” la orgánica está

compuesta por materia que salen de los restos de seres vivos. Esta materia orgánica retiene más

agua, favorece la aireación del suelo logrando mayor porosidad y aumentando la fertilidad del

mismo. Y la inorgánica son los fragmentos de rocas y minerales producto de la meteorización,

este proceso logra que las arcillas generen agregados con la materia orgánica avanzada y así sea

de suma importancia para la fertilidad al retener sales minerales.

Además de tener estas fases tiene una textura y unos tipos, sí el suelo siempre es el

mismo aunque compuesto de diferente manera o generado de textura diferente. Entre las texturas

está la arena, el limo y la arcilla. Pero para conocer la textura se debe saber su proporción y sus

características. En cambio, los tipos se suelos se conocen por ser sin estructura, por tener

estructura granular, estructura laminar o con estructura poliédrica.

Se puede decir que el objetivo del suelo es satisfacer las necesidades de las plantas. Les

brinda agua, nutrientes, oxigeno, y un excelente medio físico. Pero, ¿Cómo saber que el suelo

está en excelente calidad? Esto se analiza por medio de un estudio de suelo que consiste en
suministrar información sobre los niveles de nutrientes, la materia orgánica, y la misma

fertilidad.

¿Qué es fertilidad del suelo? Es la capacidad que tiene el mismo de sostener la del

crecimiento de los cultivos o ganado. Esta fertilidad suele dividirse en química, física y

biológica. Aunque es de aclarar que en muchas ocasiones es casi imposible separarlas.

Fertilidad química: capacidad que tiene el suelo de proveer nutrientes esenciales a los

cultivos.

Fertilidad física: Está relacionada con la capacidad del suelo de brindar condiciones

estructurales adecuadas para el sostén y crecimiento de los cultivos. Aspectos como la estructura,

espacio poroso, retención hídrica, densidad aparente, resistencia a la penetración, entre otras, son

algunas de las variables que se analizan en estudios de fertilidad física de suelos.

Fertilidad biológica: se vincula con los procesos biológicos del suelo, relacionados con

sus organismos, en todas sus formas.

Y aún con todo esto, muchos dicen “solo es sembrar y ya” no señores, están muy

equivocados, para sembrar y recibir un buen cultivo es necesario evaluar todos esos factores, es

necesario analizar si está cumpliendo unos factores internos como las propiedades físicas (Ph,

textura, perfil, estructura) químicas (Composición, contenido en M.O, complejo A-H) biológicas

(microorganismos, artrópodos, adventicias), y unos factores externos como el clima o la cultura.

Además de eso se debe tener saber que su fertilidad es la adecuada o no, porque no es fácil

lograrlo. Pueden existir problemáticas que lo impidan, como la disponibilidad de nutrientes, la

salinidad, las limitaciones físicas, la acidez, y muchos otros.


Se sabe que un suelo es fértil porque su consistencia y profundidad permiten un buen

desarrollo y fijación de las raíces, contiene los nutrientes que la vegetación necesita, es capaz de

absorber y retener el agua, conservándola disponible para que las plantas la utilicen, están

suficiente airados, y no contienen sustancias toxicas. Pero algo muy importante que se debe tener

en cuenta es que los suelos naturalmente cubiertos de vegetación conservan su fertilidad. Lo

fundamental es realizar un buen manejo del suelo, así permite que esté con sus características y

propiedades específicas, y logra una buena fermentación. Y para lograrlo es necesario crear

prácticas de drenaje y desagües, crear una plantación directa, tener barreras vivas, utilizar abonos

verdes, aplicar materia orgánica y muchos más nutrientes que este necesite.
REFERENCIAS

Ariadna García-astillero, bióloga. Actualizado: 27 mayo 2019

Cultivos Tropicales, 2013, vol. 34, no. 2, p. 16-23

Embrapa, Centro Nacional de Pesquina de solos. (1997).”Manual de métodos de análise de solo”

Juan José Ibáñez el 29 enero, 2008

Juan Pont Andrés marzo 2014

Julia máxima Uriarte edición: 25 de mayo de 2019

Suelo agrícola.2.fertilidad del suelo. l. Martínez Villar, ll. Titulo. 631.452

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