Claudio Gómez
- Y con “opinativas” nos referimos al género “donde se incluyen los mensajes que
transmiten ideas. Su basamento son los hechos, pero su finalidad es la opinión,
el cuestionamiento, el juicio del periodista”1.
- Moreno escribe que su semanario pretende dar “(…) Una exacta noticia de los
procedimientos de la Junta”. Aquí podríamos pensar, a partir de la expresión
noticia, en una forma de comunicación institucional. Y entender que la función
de la Gaceta será llevar noticia de los actos de gobierno de la Junta. La noticia
ha sido la materia fundamental del género informativo (…)”.
- Sin embargo, más adelante, Moreno advierte que “(…) La utilidad de los
discursos de hombres ilustrados y que sostengan y dirijan el patriotismo y
fidelidad, que tan heroicamente se ha desplegado, nunca es mayor que cuando el
choque de las opiniones pudiera envolver en tinieblas aquellos principios, que
los grandes talentos pueden únicamente reducir a su primitiva claridad (…)”.
Aquí vemos la verdadera sustancia del medio: “las opiniones”. Dar cuenta de
una acto de gobierno no era, entonces, informar, sino dar a conocer las ideas que
le dieron origen a la acción. Siempre desde la pluma de los hombres de
gobierno.
- “Tiempos de rara felicidad, aquellos en los cuales se puede sentir lo que se desea
y es lícito decirlo, decía Moreno.
1
Susana González Reyna (1997:6)
- El ritmo social del fin de siglo XIX y comienzos del XX, todos los cambios que
se produjeron aceleradamente en el país y en el mundo, contribuyeron a la
construcción de un periodismo que iba a venir a dar cuenta menos de posturas
ideológicas que de sucesos concretos. El material periodístico ya no es la
opinión, sino los hechos. Es que ya no son las decisiones las que guían el futuro
del país y sus habitantes, sino las circunstancias. Y para conocer las
circunstancias hay que estar informado.
- Entonces, los diarios ya no escriben para dar noticias, sino para contextualizarlas
y aún para dar respuestas a la incertidumbre social. Pero, vayamos más despacio.
Lo que debemos observar en primera instancia es que el periodista no puede
contar un acontecimiento que ya se conoce. Por eso, debemos contextualizarlo.
Por eso, el ingreso redaccional a una noticia ya no es el qué, sino el cómo.
- Esto nos lleva a un esquema: Cómo o Por qué sucedió –Qué sucedió -Que
sucederá.
De manera que el texto es, todavía, irremplazable para los lectores de diarios y
revistas. Nadie compra un diario para ver fotos o para ver ilustraciones. En todo
caso, esos elementos colaboran en el entendimiento de una información, la
complementan, son accesorios.
Texto y contexto
2
Héctor Borrat entiende que “el periódico como actor es inseparable del análisis del sistema político del
que forma parte. La configuración histórica de los Estados occidentales ha hecho del periódico
independiente un actor político de existencia en todo sistema democrático (“e incluso en los de facto”,
opina César Díaz). El análisis destaca entonces las relaciones del periódico con el centro de decisiones de
ese sistema: el gobierno”.
En ese escenario (que es mucho más complejo y que también está afectado por
las condiciones intrínsecas al sujeto) se produce un texto. De tal forma, un texto
siempre está viciado; nunca es neutral. Aquí, la cuestión semántica es determinante.
Cada palabra tiene un valor.
Síntesis y precisión
Pero nos encontramos, otra vez, frente a la situación de contar un tema que ya se
conoce. Aquí pasamos al periodismo actual: el Periodismo Interpretativo. Se trata de
dar respuestas y no información.
En este punto, aunque tal vez, no sea la referencia pertinente al tema, creo que
habría que referirse al Periodismo de Precisión. El Periodismo de Precisión es el uso
de las cifras para la expresión de una nota. Un claro ejemplo son los índices del
Indec que, precisamente, indican un número, pero denotan una situación económica.
Dicen que el número tiene dos virtudes: es fácil de entender y es una síntesis; pero
tiene un defecto, es manipulable.
Los recursos literarios como herramienta enriquecedora del texto informativo
tradicional
Corolario
Como final quisiera decir que siento que los estilos periodísticos ya no existen
en su pura dimensión. La fusión que necesariamente propone el género
interpretativo entre información y la opinión nos obliga a repasar las categorías.
Creo que existen tres formas de géneros periodísticos básicos: el informativo, el
opinativo y el interpretativo. Y ellos mezclan sus formas hasta la calidad de
resolución del periodista. Ese es el límite.