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Agente Representativo y Elección Racional

El tema a tratar es el supuesto “individuo o agente representativo” ya que es uno de


los más usados y de más importancia a la hora de realizar modelos económicos; se hará un
recuento de la trascendencia del Agente Representativo en el pensamiento económico a lo
largo de la historia, se encuentra que este supuesto ha generado grandes controversias y
discusiones entre los expertos en economía, debido al papel simplificador que juega en las
teorías y modelos económicos, y hasta qué punto las conclusiones a las que se llega en las
diferentes investigaciones cuando se utiliza este supuesto, pueden lograr ser comparables,
similares y relevantes a la hora de resolver situaciones presentadas en el mundo económico
real. Se nombran algunos de los representantes de estos dos puntos de vista, los que están y
los que no están de acuerdo con el uso constante y único de este agente representativo en el
desarrollo de teorías y modelos económicos; se estudian dos enfoques con agentes
heterogéneos, en otras palabras, enfoques que se basan en la existencia de individuos
económicos con características diferentes a las del individuo convencional (no siempre debe
ser un único individuo). El ensayo termina con algunas reflexiones finales.

Para empezar, el supuesto del “agente o individuo representativo” se describe como


aquella empresa o individuo que contiene la suma de las diferentes características de elección
de todos los individuos o empresas que hacen parte de una economía; el economista Francis
Edgeworth, (1926) afirma que “Los economistas utilizan el término agente representativo
para referirse al tomador típico de decisiones de un cierto tipo (por ejemplo, el consumidor
o la empresa típica)”. Cuenta con unas características propias, como lo es la racionalidad en
la toma de decisiones, búsqueda de beneficio individual, gustos y preferencias fijas y otras
particularidades que más adelante se van a estudiar más a fondo. Es fácil darse cuenta que
este término no es nuevo, desde la aparición del agente representativo, los modelos
económicos desarrollados por representantes de la corriente predominante o neoclásica se
han basado en éste como punto de partida para su planteamiento, y posterior desarrollo. En
esos términos se han desarrollado los modelos económicos más influyentes de hoy en día, el
supuesto de individuo representativo está presente en la mayoría de los enfoques neoclásicos
contemporáneos y se utiliza constantemente a la hora de analizar los resultados de tales
modelos.

La racionalidad del individuo (personas, familias o empresas) alude que los mismos
sean capaces de tomar decisiones con el propósito de maximizar utilidad o beneficios según
sea el caso (familias o empresas) a partir de una serie de restricciones.

Bajo este criterio neoclásico, aquello que buscan maximizar los agente es su función
de utilidad, la cual describe sus preferencias cuantificadas ordinalmente ya que deben ser
comparables y coherentes, como lo describe (Maletta, 2010) , “el supuesto de acción racional
postula sujetos económicos que tienen un conjunto de preferencias consistentes. Las
preferencias son ordenamientos entre diferentes opciones, que para ser coherentes o
consistentes deben tener ciertas propiedades, como la irreflexibilidad o irreversibilidad, y la
transitividad1”. La teoría neo-keynesiana deduce resultados de sus modelos por medio de
teorizaciones basadas en supuestos de elección racional con el método mencionado.

La elección racional de las teorías neoclásicas desde 1890, se han convertido en la


fundamentación de los modelos económicos (microeconómicos y macroeconómicos) hasta
la actualidad, por tener formalización teórica y coherente en sus hipótesis, además de reducir
el comportamiento de los individuos a un cálculo a la mira de la maximización de utilidad o
bienestar.

A continuación, se va a hacer énfasis en las discusiones que se han creado alrededor


de la implementación del supuesto de “agente representativo” como fundamento en los
estudios y posterior desarrollo de teorías y modelos en el área de economía. El punto más
importante, es que la implementación de esta suposición se ha generalizado en la mayoría de
teorías económicas, sin dar paso a otro tipo de agente con conductas que difieran de las que
caracterizan al agente representativo, este ha sido un tema de discusión entre los economistas
de la corriente domínate y algunos de los economistas contemporáneos, por ejemplo Ormerod
(2013) afirma: “La definición económica del comportamiento racional no es la única. En

1
La primera significa que las preferencias no son reversibles: si A es preferible a B, entonces B no
puede ser preferible a A. La transitividad implica que, si A se prefiere a B, y B se prefiere
a C, entonces (por carácter transitivo) A se debe preferir a C. (Maletta, 2010)
muchos contextos, los supuestos en que se basan otras teorías del comportamiento de los
agentes pueden ser más realista.” (p 2). Otra opinión acerca de este tema la expone Jorge
Iván González, cuando comenta acerca de El Teorema de la posibilidad general (Arrow,
1951), González (2006):

…Pone en evidencia la grieta profunda que existe al interior de la teoría neoclásica:


El mercado no garantiza el paso de la elección individual a la elección social. La
formación de juicios de valor únicamente es posible gracias a la constitución, que es
un ordenamiento – una regla – extramercado. Pensar que la función de bienestar social
se deriva de las fuerzas autónomas del mercado es negar la complejidad inherente al
proceso de elección social. (p. 30)

Lo anterior es una deducción que hace González al planteamiento de los teoremas de


Arrow de que, sin una imposición, el ordenamiento individual no sería compatible con el
ordenamiento social, es ahí donde está el inconveniente ya que afirma Arrow que, si las
preferencias fueran iguales a las alternativas sociales, entonces las preferencias serían de un
solo máximo.

Entonces al verse de este modo, las teorías neoclásicas lo que hacen al suponer que
la elección social es la suma de las elecciones individuales, y esto de ninguna manera seria
posible, puesto que ningún individuo tiene una preferencias exactas a las de otro individuo y
mucho menos a las de una sociedad, como lo afirma (Arrow, pg.239) “no hay ningún
individuo cuyas preferencias sean automáticamente las preferencias de la sociedad”;
volviendo a llegar así a la conclusión de que el supuesto de agente representativo conlleva
un nivel de simplificación de la teoría económica bastante alto. Por lo que se estarían dejando
de lado las emociones y sentimientos de los individuos, aspecto de gran importancia puesto
que se encuentra incorporado en el comportamiento de los seres humanos ya que influye
indirectamente en la conducta y toma de decisiones de los estos. Tal y como lo explica
(Maletta, 2010)

En la formulación habitual de la teoría económica, las preferencias se consideran


exógenas, externas o ajenas a la teoría económica; los predicados de racionalidad no
se refieren a las preferencias. Los ordenamientos subjetivos de preferencias son
considerados como el efecto de factores psicológicos, biológicos, culturales o de
cualquier otra índole, pero siempre extraeconómicos y se los toma como un dato. Si
bien se admite que los gustos o preferencias pueden cambiar con el tiempo, esos
cambios normalmente no están incorporados en la teoría económica, sino que son
considerados también como un hecho exógeno, varias versiones de la teoría
económica también suponen en principio (salvo prueba en contrario) que las
preferencias son estables.

Los economistas contemporáneos pasan por alto esos comportamientos “atípicos” (no
racionales) de los individuos tomándolos como datos o actos exógenos que no afectan la toma
de decisiones de los agentes en una economía.

Otra área de vital importancia que se relación directamente con este tema es la
psicología, ya que estudia los estándares del comportamiento humano, como lo define Wolf
(autor alemán) “la Psicología pretende ser una ciencia y estudia la conducta del hombre, sus
experiencias íntimas (conciencias) y las relaciones entre ambas. También se ocupa de los
órganos que ejercen influencias sobre la experiencia y el comportamiento y el de las
conexiones de esta con el individuo”. Por medio de estudios psicológicos, se han logrado
resultados que dan razón a la controversia que existe respecto a la irrealidad del supuesto en
cuestión.

Dando lugar a un trabajo realizado a cerca de la economía conductual (Behavioral


Economics) en el que se hace referencia a algunos de los aspectos psicológicos que más
inciden en el comportamiento “no racional” de los agentes económicos en la realidad,
(Sendhil Mullainathan, 2000)

…Tres formas importantes en que los humanos se desvían del modelo económico
estándar. La racionalidad limitada refleja las capacidades cognitivas limitadas que
limitan la resolución de problemas humanos. La fuerza de voluntad limitada refleja
el hecho de que las personas a veces toman decisiones que no le interesan a largo
plazo. El interés propio limitado incorpora el hecho reconfortante de que los humanos
a menudo están dispuestos a sacrificar sus propios intereses para ayudar a los demás2

2
para profundizar en esta investigación se puede consultar (Sendhil Mullainathan, 2000) pág. 4
URL// http://www.nber.org/papers/w7948
A partir de esta información se puede deducir la vital importancia que tienen las
emociones en la toma de decisiones de los agentes económicos; el texto anterior muestra el
caso en el cual un individuo está expuesto a una situación de incertidumbre, miedo, presión,
ansiedad u otra situación que influya en su comportamiento “racional” o habitual (en un
momento en el que no se enfrenta a presiones); un individuo que afronta este tipo de
escenarios puede actuar de manera no racional, en contexto con la teoría neoclásica “no
maximizadora”. Debido a las repetidas ocasiones en las que los individuos enfrentan
situaciones como las mencionadas a lo largo de su vida, se puede afirmar que el “agente
representativo” es un supuesto de genera una simplificación excesiva de los datos reales; lo
que conlleva a una limitación de las teorías en cuanto a la cantidad y calidad de información
“realista” que estudian. Como lo ratifica Leopoldo Sánchez Cantú, en su tesis doctoral,
citando a Simon “en situaciones que son complejas y en las que la información es incompleta
(es decir en todas las situaciones no triviales de la vida social no trivial), las teorías
conductuales niegan que exista una magia capaz de producir un comportamiento que siquiera
se aproxime a lograr la maximización objetiva de las ganancias o utilidades.

A raíz de todas críticas que ha generado ese supuesto, se han creado diferentes
maneras o modelos alternativos al agente representativo y la elección racional, en los que
participa más de un agente, dando lugar a importantes resultados; entre ellos está la
simulación de agentes, tratándose de una serie de experimentos computacionales3. Por otra
parte otro enfoque importante, es conocido como Economía conductual, que estudia los
factores psicológicos y sociales que inciden en las decisiones económicas e los individuos4.
Pero de ese tema no se va a tratar en el presente escrito.

Por último, a manera de conclusión, es importante resaltar que el individuo


representativo se ha convertido en una herramienta simplificadora de los modelos
económicos, puesto que cuenta con unas características propias, muy arraigadas y

3
para más información, leer: Coss, R. (2003). Simulación, un enfoque práctico. Monterrey,
México: Limusa Noriega Editores.

4
Para más información, leer: Mullainathan, Behavioral Economics
excluyentes, en tanto no se tiene en cuenta que en el mundo existen personas que no cumplen
este perfil, se están desarrollando modelos económicos bastante alejados de la realidad, y por
otro lado, tener en cuenta que aparte de los enfoques y teorías neoclásicas (la corriente
dominante), existen otros tipos de enfoques que pueden arrojar resultados mucho más
completos y útiles a la hora del análisis económico.

Referencias

Arrow, K. J. (pg.239).
Maletta, H. (junio de 2010). Obtenido de Economía Vol. XXXIII:
file:///C:/Users/INGRID/OneDrive/Documents/economia/5%20SEMESTRE/MAC
RO%20II/ensayo/marco%20conceptual%20de%20la%20decision%20racional.pdf
Maletta, H. (2010). revista economía. Obtenido de La evolución del Homo economicus:
http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/economia/article/view/580/567
Sendhil Mullainathan, R. H. (octubre de 2000). The National Bureau of Economic
Research (NBER). Recuperado el 06 de 2018

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