La Florida tiene su mejor patrimonio basado en el marco natural en que se inserta y cuyo mayor
bien es La Cordillera, que se valora más por su presencia y tamaño, que por un verdadero interés
comunal de incorporarla en la escena urbana de La Florida. Desde el punto de vista macro ambiental
y a nivel metropolitano, La Florida es de las pocas comunas que “poseen” la Cordillera y sus faldeos,
lo que significa una ventaja comparativa importante respecto de otras comunas, pero también es
una gran responsabilidad, porque significa manejar y administrar un bien natural del Gran Santiago.
Dentro de la comuna de La Florida hay una gran cantidad de generación de PM2.5 (teniendo 96, entre
un mínimo de 78 y un máximo de 141) Y PM10 (teniendo 69, entre un mínimo de 61 y un máximo de
134), generadas principalmente por la cantidad de vehículos motorizados dentro de la comuna
(número 12 de 35 comunas de la región Metropolitana, teniendo 64.6 mil vehículos
aproximadamente), y por el uso indiscriminado de salamandras, chimeneas, parrillas, y otros
derivados donde se consume leña.
Posibles soluciones:
Posibles soluciones:
1. Implementar una red de monitoreo adecuada para realizar seguimiento , y así poder
identificar y regular en específico los sectores de la comuna y cuáles son las causas más
grandes de la generación de ruido, para así generar una fiscalización mayor del Decreto
número 38 que establece norma de emisión de ruidos generados por fuentes que indica,
elaborada a partir de la revisión del decreto número 146 de 1997 y el Decreto número 7 que
establece norma de emisión de ruido para vehículos livianos, medianos y motocicletas.
Posibles soluciones:
1. Mayor fiscalización del traslado de basura hacia lugares ilegales o vertederos clandestinos,
haciendo regir las multas y sanciones de acuerdo a la Ley N°20.879, que sanciona el transporte
de desechos hacia vertederos clandestinos.
2. La municipalidad podría realizar jornadas de limpieza en conjunto con los vecinos de las zonas
afectadas, así generaría un cambio en la cultura de las personas y evitarían arrojar basura.
3. Iluminar las áreas más solitarias, para evitar que las personas arrojen basura en esos sectores.
4. Creación de sector de acopio temporal para los residuos que son generados por los vecinos,
gestionado por el departamento de aseo de la comuna.
5. Creación de áreas verdes en zonas eriazas, disminuyendo las áreas donde se pueden generar
microbasurales y transformándolas en lugares recreativos.
Conclusión
Para poder generar reales cambios al medio ambiente y que se vean reflejados en nuestras
comunas, se debe generar un cambio cultural en la población, no solo dejar toda la responsabilidad
al municipio o legislación, ya que por ejemplo, el problema planteado sobre los microbasurales es
totalmente evitable. Para poder lograr una mejora en la calidad del aire y la contaminación acústica,
es necesario que la población y el gobierno se comprometan a lograr una disminución de la
contaminación para poder lograr una mejor calidad de vida.