EL SISTEMA INTERAMERICANO
DE DERECHOS HUMANOS
EN ACCIÓN
Aciertos y desafíos
EDITORIAL PORRÚA
AV. REPÚBLICA ARGENTINA 15
MÉXICO, 2009
Primera edición , 2009
Copyrigh t © 2009
CLAUDIO N ASH ROJAS
Derech os reservados
ISBN 978-607-9-00111-7
IMPRESO EN MÉXICO
PRIN TED IN MEXICO
CAPÍTULO II
LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL
DE LOS DERECHOS HUMANOS EN CONTEXTO
1. ANTECEDENTES REMOTOS
1
GARCÍA-GALLO , 1982: 156-158.
2
Ibidem , 159.
3
BELLOMO , 1996: 244.
LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL 21
apertu ra del mu n do de aqu ella época (s. XVI), qu e su sten ta su bú squ eda en
la n atu raleza. Para esta corrien te el derech o terren al tien e in spiración divi-
n a, pero debemos captar e in terpretar su s señ ales en la n atu raleza 4 y el
medio para captar esas premisas u n iversales es la razón comú n .5
La escu ela clásica del iu sn atu ralismo católico delimita el campo qu e
abarca el Derech o Natu ral separado del Derech o de Gen tes. Al Derech o Na-
tu ral perten ecen los prin cipios más eviden tes (aqu ellos qu e n o n ecesitan
demostración algu n a), así como también algu n as con clu sion es qu e se deri-
van con absolu ta n ecesidad (“con clu sion es n ecesarias”); al derecho de gen-
tes perten ecen las “con clu sion es qu e se derivan de esos prin cipios sin abso-
lu ta n ecesidad, las con clu sion es qu e n o son estrictamen te n ecesarias o cu ya
n ecesidad n o es con ocida con eviden cia”.6 De esta forma, la delimitación
del Derech o Natu ral se obtien e a través de u n proceso de derivación lógica,
tesis qu e se diferen cia de los postu lados de San to Tomás de Aqu in o.
En ese con texto su rgen las primeras n ocion es de lo qu e lu ego se con o-
cerá como derecho internacional o derecho de gentes.7 La n ecesidad de la
época es resolver los con flictos presen tados por aqu ellos qu e están fu era del
alcan ce de in flu en cia del derech o comú n . Los temas son plan teados respec-
to de las n u evas tierras descu biertas y se relacion an con la legitimidad de la
ocu pación y el trato de las person as h abitan tes de estos territorios.
Más adelan te, en el pen samien to iu sn atu ralista racion alista se produ ce
la distin ción en tre Derech o y Moral (s. XVII-XVIII). Den tro de estas categorías
el derech o in tern acion al qu eda catalogado den tro de las n ormas morales y,
por tan to, sin eficacia práctica. Au tores como Pu fen dorf, Tomasio y Wolf
pon en al derech o in tern acion al en tre las n ormas morales, sin fu erza vin cu -
lan te para los Estados. Un a excepción a estos plan teamien tos es el pen sa-
mien to de Gen tile y Grocio. Ambos sostien en u n a tesis ecléctica. GENTILE
establece criterios qu e combin an reglas ju rídicas en tre Estados con stitu idas
por costu mbres y reglas.8 GROCIO también sostien e u n a u n ión ecléctica,
don de con cu rren elemen tos ju rídicos y morales (De iure belli ac pacis), sin
mayores distin cion es al momen to de an alizar diversas in stitu cion es del de-
rech o in tern acion al.9 Pero la ten den cia en el modelo iu sracion alista fu e la
distin ción estricta en tre derech o y moral.
VATTEL (s. XVIII) marca el desarrollo del pen samien to sobre el derech o
in tern acion al con con secu en cias h asta el día de h oy en el debate sobre la
ju stificación de la obligatoriedad de éste. Su tesis pu ede ser calificada como
ecléctica en cu an to sostien e qu e los derech os positivos, origin ados en la
4
Ibidem , 245.
5
VILLEY, 1975: 362.
6
Ibidem , 104.
7
M ARIÑO , 2005: 45-65.
8
RUIZ M IGUEL, 2002: 253
9
Ibidem , 253-255.
22 EL SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS
10
Ibidem , 259-261.
11
Ibidem , 262.
12
Ibidem , 263.
13
Idem , 263.
LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL 23
La con figu ración del derech o in tern acion al de los derech os h u man os es
u n a respu esta an te el fracaso de los sistemas tradicion ales de protección de
los in dividu os, tan to a través de los mecan ismos desarrollados en el ámbito
n acion al, como aqu ellos establecidos por el derech o in tern acion al pú blico
en la primera mitad del siglo XX. De ah í qu e sea n ecesario situ ar adecu ada-
men te el con texto a partir del cu al comien za a desarrollarse el sistema in -
tern acion al y, en particu lar, el proceso de codificación in tern acion al de los
derech os h u man os.
14
Sobre los alcan ces de este proceso ver CARBONELL, 2003.
24 EL SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS
Un in teresan te estu dio a estos acercamien tos de la protección in tern acion al, en BUER-
16
in stru men tos in tern acion ales (Con ven cion es de Gin ebra de 1949) y en ma-
teria de refu giados se comen zó a desarrollar in stitu cion es y docu men tos
in tern acion ales (Alto Comision ado para los Refu giados y la Con ven ción so-
bre el Estatu to de los Refu giados).
El Derecho Internacional de los Derechos Hum anos propiamen te tal co-
men zó a desarrollarse como parte de este esfu erzo por establecer u n n u evo
orden in tern acion al. La comu n idad in tern acion al asu mió la tarea de crear
u n sistema qu e protegiera a los in dividu os del exceso en el ejercicio del
poder por parte de los gobern an tes; parecía claro qu e n o era posible dejar
en tregado a la “soberan ía” de cada Estado el destin o de los in dividu os.
El proceso de in tern acion alización de la protección de los derech os
fu n damen tales de la person a h u man a se tradu jo en la con sagración de catá-
logos de derech os h u man os y mecan ismos de promoción y protección in -
tern acion ales de los derech os in clu idos en los catálogos. La idea detrás de
este proyecto fu e evitar las situ acion es de violacion es masivas de los dere-
ch os h u man os de qu e h abía sido testigo la h u man idad du ran te la Gu erra, a
través de u n sistema qu e den u n ciara estos h ech os cu an do aú n con stitu ían
situ acion es esporádicas, impidien do qu e éstas se tran sformaran en situ a-
cion es de violacion es masivas y sistemáticas, esto es, u n én fasis fu n damen -
talmen te preven tivo.18
Este propósito gen eral de con stru ir u n sistema de con trol in tern acion al
de la actividad de los Estados en materia de derech os h u man os se refleja en
form a m u y clara en la Declaración Un iversal de Derech os Hu m an os, qu e
en su artícu lo 28 señ ala:
Toda person a tien e derech o a qu e se establezca u n orden social in tern acion al
en el qu e los derech os y libertades proclamados en esta Declaración se h agan
plen amen te efectivos.
Para en ten der este desarrollo n o se pu ede dejar de con siderar qu e todo
este proceso está marcado por el con texto político del mu n do de la posgu e-
rra. La Gu erra Fría y su con secu en te división del mu n do en bloqu es an tagó-
n icos impidieron u n desarrollo flu ido de la idea del derech o in tern acion al
de los derech os h u man os. En efecto, la situ ación política mu n dial estaba
marcada por la división bipolar, y también por u n mu n do desigu al en qu e
h abía países desarrollados, como Estados Un idos; países qu e qu erían vol-
ver al desarrollo plen o despu és de la devastación provocada por la gu erra,
como mu ch os países eu ropeos; países qu e vivían en el su bdesarrollo, como
los países latin oamerican os; y países qu e len tamen te empezaban su vida
in depen dien te, como las ex colon ias african as. Estos h ech os políticos impi-
18
M EDINA y N ASH , 2003: 18.
26 EL SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS
19
Ésta reafirmaba “la fe en los derech os fu n damen tales del h ombre, en la dign idad y el
valor de la person a h u man a, en la igu aldad de h ombres y mu jeres y de las n acion es gran des y
pequ eñ as”, ver Carta de las Nacion es Un idas adoptada en San Fran cisco, Estados Un idos, el 26
de ju n io de 1945.
LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL 27
por tan to, n o tien e preten sion es de tran sformarse en u n sistema qu e reem-
place a las in stan cias n acion ales, n i u n sistema qu e pu eda resolver todos
los casos de violacion es de derech os h u man os. Esta lógica preven tiva es
esen cial tan to en el DIDH como en el Derech o Pen al In tern acion al.
20
Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante Corte IDH), OC-2/82, párr. 29.
28 EL SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS
rácter esencialmente objetivo, y tienen una naturaleza especial, que los diferen-
cian de los demás tratados, los cuales reglamentan intereses recíprocos entre los
Estados Partes.21
En el mismo sen tido se h a pron u n ciado la Corte In tern acion al de Ju sti-
cia al señ alar:
En tal Con ven ción [Gen ocidio], los Estados con tratan tes n o tien en in tereses
propios. Tien en solamen te, todos y cada u n o de ellos, u n in terés comú n , qu e es
el de preservar los fin es su periores qu e son la razón de ser de la con ven ción . En
con secu en cia, en u n a con ven ción de este tipo n o pu ede h ablarse de ven tajas o
desven tajas in dividu ales de los Estados, n i de man ten er u n equ ilibrio con trac-
tu al exacto en tre derech os y deberes.
La con sideración de los fin es su periores de la con ven ción es, en virtu d de la
volu n tad comú n de las partes, el fu n damen to y la medida de todas su s disposi-
cion es.22
En defin itiva, en el campo del Derech o In tern acion al con temporán eo se
h a recon ocido la particu lar n atu raleza de los tratados de derech os h u ma-
n os. Este cambio en la percepción de los tratados de derech os h u man os trae
importan tes con secu en cias: el in cu mplimien to de las obligacion es in tern a-
cion ales de derech os h u man os de u n Estado, n o da a los otros Estados Par-
tes del tratado derech o para den u n ciarlo o termin arlo,23 pu esto qu e las obli-
gacion es se establecen en ben eficio de las person as y n o de los Estados. En
virtu d de lo an terior, las reservas a las obligacion es con ven cion ales se en -
cu en tran limitadas y restrin gidas.24 Así, las actu acion es de los Estados qu e-
dan su jetas a u n con trol in tern acion al, el cu al es el de los órgan os creados
por los propios in stru men tos in tern acion ales, sin perju icio de even tu al-
men te su jetarse al con trol de la Corte In tern acion al de Ju sticia.
21
Corte IDH. Caso de la “Masacre de Mapiripán” (2005), párr. 104.
22
Corte In tern acion al de Ju sticia (CIJ), Réserves á la Convention sur le Génocide (1951),
p. 23. Citado en T. BUERGENTHAL et al., 1991: 172.
23
Art. 60.5 Con ven ción de Vien a sobre el Derech o de los Tratados.
24
Corte IDH. OC-2/82, párr. 26.