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CLAUDIO NASH ROJAS

EL SISTEMA INTERAMERICANO
DE DERECHOS HUMANOS
EN ACCIÓN
Aciertos y desafíos

EDITORIAL PORRÚA
AV. REPÚBLICA ARGENTINA 15
MÉXICO, 2009
Primera edición , 2009

Copyrigh t © 2009
CLAUDIO N ASH ROJAS

Esta edición y su s características son propiedad de


EDITORIAL PORRÚA, SA de CV 8
Av. Repú blica Argen tin a 15 altos, col. Cen tro, 06020, México, DF
www.porru a.com

Qu eda h ech o el depósito qu e marca la ley

Derech os reservados

ISBN 978-607-9-00111-7

IMPRESO EN MÉXICO
PRIN TED IN MEXICO
CAPÍTULO II

LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL
DE LOS DERECHOS HUMANOS EN CONTEXTO

El propósito de este trabajo es en tregar u n cu adro gen eral sobre el siste-


ma in tern acion al de protección de los derech os h u man os. Si bien el sistema
n ormativo relativo a la protección in tern acion al de los derech os h u man os
es de recien te data, h a ten ido u n vertigin oso desarrollo qu e h ace n ecesaria
su sistematización a objeto de ir formu lan do u n a teoría sobre el derech o
in tern acion al de los derech os h u man os qu e permita su estu dio en profu n -
didad. Este docu men to presen te ser u n aporte en la clarificación sobre los
prin cipales aspectos de lo qu e h oy se con oce como derech o in tern acion al
de los derech os h u man os en u n sen tido amplio, abarcan do materias relati-
vas a la respon sabilidad del Estado e in dividu al en este campo.
Además, el estu dio del sistema in tern acion al de derech os h u man os re-
qu iere de u n esfu erza clarificador toda vez qu e su impacto en el ámbito
n acion al es cada vez mayor. Es u n a cu estión comú n men te aceptada qu e los
derech os h u man os cu mplen u n rol de validación de la actividad estatal. Lo
in teresan te del proceso in iciado a mediados del siglo XX es qu e la fu en te de
estos derech os se h a ido complejizan do y ya n o se limita al ámbito in tern o,
sin o qu e también compren de el in tern acion al. De ah í qu e cada vez se h ace
más n ecesario estu diar adecu adamen te el alcan ce de la vertien te in tern a-
cional de esta protección, única forma de dimensionar el impacto que el de-
sarrollo de esta protección tiene en el campo nacional. En esta línea, el apar-
tado fin al de este estu dio se cen tra, precisamen te, en el impacto del sistema
in tern acion al en el ámbito n acion al, pon ien do én fasis en los alcan ces de
este proceso en n u estra región .
El estu dio estará dividido en cu atro partes: la primera (I), relativa a la
relación en tre el derech o in tern acion al pú blico y los derech os h u m an os.
La segu n da (II), el n ú cleo del trabajo, estará dedicada a explicar las n ormas
comu n es y los mecan ismos relativos a la respon sabilidad del Estado en
materia de derech os h u man os. La tercera parte (III) an aliza algu n os aspec-
tos gen erales relativos a la respon sabilidad in dividu al por violacion es de
derech os h u man os. El apartado fin al (IV), con sistirá en u n a reflexión sobre
el impacto del sistema in tern acion al de derech os h u man os en el ámbito
n acion al y su s proyeccion es en latin oamérica.
19
20 EL SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS

I. EL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO


Y LOS DERECHOS HUMANOS

1. ANTECEDENTES REMOTOS

Si bien el desarrollo de u n sistema n ormativo in tern acion al en materia


de derech os h u man os es u n a cu estión recien te en el derech o in tern acion al
pú blico, n o debe pen sarse qu e esta h a sido u n a preocu pación extrañ a a esta
rama del Derech o. No h ay du das qu e la preocu pación sobre los derech os
in dividu ales h a estado presen te en el derech o in tern acion al desde su s orí-
gen es. A con tin u ación repasaré algu n os h itos de esta relación en tre el desa-
rrollo del derech o in tern acion al y los derech os in dividu ales.
El derech o comú n o ius com m une h abía sido parte de las bases del sis-
tema político y ju rídico de Eu ropa occiden tal desde el siglo XIII. A partir del
siglo XVI, con la n u eva realidad política en el con tin en te eu ropeo, caracteri-
zada por el su rgimien to de los Estados n acion ales qu e amen azan a la u n i-
dad política imperial; la crisis religiosa qu e ataca directamen te a la u n idad
espiritu al su sten tada sobre la base de la au toridad de la Iglesia católica; y la
crítica del h u man ismo ju rídico a la bases del derech o comú n , se con figu ra
u n a idea de cambio en los fu n damen tos qu e h abían su sten tado el pen sa-
mien to eu ropeo du ran te los ú ltimos siglos.
En medio de u n mu n do qu e cambia su s fron teras y su s h orizon tes, su r-
ge la n ecesidad de resolver aqu ellos problemas plan teados con el con flicto
de in tereses en tre su jetos qu e n o se sien ten regidos por u n mismo Derech o.
Hasta ese momen to, en Eu ropa occiden tal, h abía u n Derech o qu e era acep-
tado por todos y en torn o al cu al se bu scaban las respu estas (derech o co-
mú n ). En la época de los descu brimien tos, esa certeza con stru ida sobre la
base de u n derech o u n iversal deja de estar presen te.1 Por tan to, se pon e en
du da al Derech o comú n como u n a fu en te legítima de don de obten er las
respu estas qu e permitan resolver con flictos de la época. Por otra parte, en
Eu ropa, se produ cen cu estion amien tos, ya n o sobre la validez u n iversal del
derech o comú n , sin o sobre la ju sticia de su s solu cion es.2
En este con texto su rge u n a n u eva corrien te de pen samien to ju rídico
qu e ren u eva las bases doctrin arias y filosóficas del derech o: la escu ela del
iu sn atu ralismo católico.
La escu ela clásica del iu sn atu ralismo católico, también con ocida como
la “segu n da escolástica”,3 se desarrolla en Españ a, particu larmen te en la
Un iversidad de Salaman ca. Es u n a corrien te de pen samien to básicamen te
teológica, au n qu e participa activamen te en los n u evos temas propios de la

1
GARCÍA-GALLO , 1982: 156-158.
2
Ibidem , 159.
3
BELLOMO , 1996: 244.
LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL 21

apertu ra del mu n do de aqu ella época (s. XVI), qu e su sten ta su bú squ eda en
la n atu raleza. Para esta corrien te el derech o terren al tien e in spiración divi-
n a, pero debemos captar e in terpretar su s señ ales en la n atu raleza 4 y el
medio para captar esas premisas u n iversales es la razón comú n .5
La escu ela clásica del iu sn atu ralismo católico delimita el campo qu e
abarca el Derech o Natu ral separado del Derech o de Gen tes. Al Derech o Na-
tu ral perten ecen los prin cipios más eviden tes (aqu ellos qu e n o n ecesitan
demostración algu n a), así como también algu n as con clu sion es qu e se deri-
van con absolu ta n ecesidad (“con clu sion es n ecesarias”); al derecho de gen-
tes perten ecen las “con clu sion es qu e se derivan de esos prin cipios sin abso-
lu ta n ecesidad, las con clu sion es qu e n o son estrictamen te n ecesarias o cu ya
n ecesidad n o es con ocida con eviden cia”.6 De esta forma, la delimitación
del Derech o Natu ral se obtien e a través de u n proceso de derivación lógica,
tesis qu e se diferen cia de los postu lados de San to Tomás de Aqu in o.
En ese con texto su rgen las primeras n ocion es de lo qu e lu ego se con o-
cerá como derecho internacional o derecho de gentes.7 La n ecesidad de la
época es resolver los con flictos presen tados por aqu ellos qu e están fu era del
alcan ce de in flu en cia del derech o comú n . Los temas son plan teados respec-
to de las n u evas tierras descu biertas y se relacion an con la legitimidad de la
ocu pación y el trato de las person as h abitan tes de estos territorios.
Más adelan te, en el pen samien to iu sn atu ralista racion alista se produ ce
la distin ción en tre Derech o y Moral (s. XVII-XVIII). Den tro de estas categorías
el derech o in tern acion al qu eda catalogado den tro de las n ormas morales y,
por tan to, sin eficacia práctica. Au tores como Pu fen dorf, Tomasio y Wolf
pon en al derech o in tern acion al en tre las n ormas morales, sin fu erza vin cu -
lan te para los Estados. Un a excepción a estos plan teamien tos es el pen sa-
mien to de Gen tile y Grocio. Ambos sostien en u n a tesis ecléctica. GENTILE
establece criterios qu e combin an reglas ju rídicas en tre Estados con stitu idas
por costu mbres y reglas.8 GROCIO también sostien e u n a u n ión ecléctica,
don de con cu rren elemen tos ju rídicos y morales (De iure belli ac pacis), sin
mayores distin cion es al momen to de an alizar diversas in stitu cion es del de-
rech o in tern acion al.9 Pero la ten den cia en el modelo iu sracion alista fu e la
distin ción estricta en tre derech o y moral.
VATTEL (s. XVIII) marca el desarrollo del pen samien to sobre el derech o
in tern acion al con con secu en cias h asta el día de h oy en el debate sobre la
ju stificación de la obligatoriedad de éste. Su tesis pu ede ser calificada como
ecléctica en cu an to sostien e qu e los derech os positivos, origin ados en la

4
Ibidem , 245.
5
VILLEY, 1975: 362.
6
Ibidem , 104.
7
M ARIÑO , 2005: 45-65.
8
RUIZ M IGUEL, 2002: 253
9
Ibidem , 253-255.
22 EL SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS

soberan ía de los Estados, estaban sometidos a reglas qu e aplican las n ormas


del Derech o Natu ral fu n dada en la “ju sta razón”. En el pen samien to de VAT -
TEL los Estados con stitu irían u n a sociétê de nations, sometidas al derech o
n atu ral, pero a la vez, relacion ados con las reglas practicadas y con ven idas
por los Estados de su tiempo.10 Es posible sosten er qu e esta visión ecléctica
del derech o in tern acion al está en la base de la con stru cción del actu al de-
rech o in tern acion al de los derech os h u man os.
A fin es del período de la Ilu stración se produ ce otro de los h itos en el
desarrollo del pen samien to in tern acion alista, las ideas de KANT . Su tesis
sobre u n cosmopolismo u n iversal h a ten ido gran in flu en cia en el desarrollo
de u n derech o in tern acion al vin cu lado con los derech os h u man os. A dife-
ren cia de la tesis de H OBBES qu e ve al sistema in tern acion al como u n a situ a-
ción de estado de n atu raleza regida por la fu erza, KANT plan tea la relación
in tern acion al como u n a “sociedad de n acion es” qu e podría alcan zar lo qu e
den omin a u n a “paz perpetu a” y n o sólo u n estado de paz en tregu erras.
Para KANT la forma de su perar el estado de gu erra en qu e se en cu en tran
las n acion es n o es aspirar h acia u n Estado ú n ico o u n Estado mu n dial cen -
tralizado qu e con stitu ya u n a asociación u n iversal de Estados, an áloga a la
asociación de in dividu os qu e con stitu yen u n Estado.11 Su idea es u n a “so-
ciedad de n acion es”, esto es, u n a su erte de Con federación de Estados libres
qu e pu ede ser disu elta en cu alqu ier momen to.12 La aspiración fin al de esta
“sociedad de n acion es”, la cu al sería la “paz perpetu a”, sólo se con segu iría
cu an do los Estados sometieran su s actu acion es a u n derech o in tern acion al
“fu n dado en leyes pú blicas con el respaldo de u n poder, las leyes a las cu a-
les todo Estado ten dría qu e someterse”.13 Un elemen to del pen samien to
kan tian o qu e tien e in flu en cia en el desarrollo del derech o in tern acion al, es
su tesis de qu e este proceso sólo sería posible en tre Estados “repu blican os”,
en ten dien do por tales, aqu ellos qu e poseen u n a forma de gobiern o n o des-
pótica, esto es, qu e garan tizara derech os in dividu ales a la libertad (sin qu e
fu ese n ecesario estar an te u n gobiern o de tipo represen tativo).
Los plan teamien tos de KANT están claramen te expresados en el ideal
con temporán eo de u n “orden pú blico in tern acion al ” basado en derech os
h u man os. La idea de u n orden in tern acion al fu n dado en la soberan ía de los
Estados qu e con flu yen en u n a organ ización su pran acion al (actu al Organ i-
zación de Nacion es Un idas), regida por el derech o in tern acion al pú blico y
con base en Estados legitimados por el respeto de los derech os in dividu ales,
respetan do diversas formas de gobiern o, h a sido la base del esfu erzo de

10
Ibidem , 259-261.
11
Ibidem , 262.
12
Ibidem , 263.
13
Idem , 263.
LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL 23

construcción por parte de la comunidad internacional que ha servido de sus-


ten to para desarrollar el derech o in tern acion al de los derech os h u man os.
En sín tesis, estos an teceden tes permiten sosten er qu e h ay u n a relación
en tre el derech o in tern acion al pú blico y los derech os in dividu ales desde
los orígen es del pen samien to in tern acion alista. Las ideas cen trales sobre la
explicación del derech o in tern acion al como u n sistema en el qu e con flu yen
elemen tos positivos y prin cipios éticos, así como la con stru cción de u n or-
den in tern acion al fu n dado en Estados respetu osos de los derech os in divi-
du ales y vin cu lados por u n orden in tern acion al regido por el derech o, son
precisamen te las bases sobre las qu e descan sa la con stru cción del sistema
n ormativo in tern acion al de derech os h u man os.

2. LA HISTORIA RECIENTE DE LA CONSAGRACIÓN INTERNACIONAL


DE LOS DERECHOS HUMANOS

La con figu ración del derech o in tern acion al de los derech os h u man os es
u n a respu esta an te el fracaso de los sistemas tradicion ales de protección de
los in dividu os, tan to a través de los mecan ismos desarrollados en el ámbito
n acion al, como aqu ellos establecidos por el derech o in tern acion al pú blico
en la primera mitad del siglo XX. De ah í qu e sea n ecesario situ ar adecu ada-
men te el con texto a partir del cu al comien za a desarrollarse el sistema in -
tern acion al y, en particu lar, el proceso de codificación in tern acion al de los
derech os h u man os.

2.1. El fracaso de los m ecanism os de protección nacional


e internacional de los derechos individuales
El desarrollo de u n con stitu cion alismo fu erte en Eu ropa 14 y desde ah í
exportado al mu n do tien e su origen en el recon ocimien to del fracaso de los
sistemas de protección de los in dividu os en el ámbito in tern o. El con stitu -
cion alismo eu ropeo de la posgu erra recon oce qu e el sistema con stitu cion al
desarrollado desde el siglo XVII en adelan te, sobre la base de la soberan ía
estatal sin fren os adecu ados, n o pu do impedir la tragedia de la segu n da
Gu erra y, en particu lar, los h ech os qu e la desen caden aron . Los sistemas
n acion ales n o fu eron capaces de limitar la actividad del Estado y por tan to,
permitieron violacion es masivas de los derech os in dividu ales. Sobre esta
premisa se desarrolló u n a n u eva y revitalizada visión de los límites in stitu -
cion ales al poder estatal.
Fren te a este an álisis de la realidad se desarrollan dos procesos: por u n a
parte, el fortalecimien to de los derech os en el ámbito in tern o, para lo cu al
se con stru ye u n con stitu cion alism o fu erte en m ateria de derech os y u n
desarrollo con ceptu al y ju rispru den cial en materia de derech os fu n damen -

14
Sobre los alcan ces de este proceso ver CARBONELL, 2003.
24 EL SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS

tales.15 Por la otra, el desarrollo de u n sistema de protección in tern acion al de


los derech os h u man os. Este ú ltimo proceso será el objeto de n u estra aten -
ción a con tin u ación .

2.2. El gran cam bio para el derecho internacional:


la experiencia de las guerras m undiales
Desde su s orígen es el derech o in tern acion al h abía desarrollado ciertos
medios de protección de los in dividu os. Estos medios de protección tradi-
cion almen te decían relación con la in terven ción del Estado en la protec-
ción de los ciu dadan os. Los prin cipales ejemplos vigen tes en esa época son :
protección diplomática, qu e en palabras de Bu ergen th al fu e “u n primer sig-
n o de la in terven ción de terceros Estados en la relacion es en tre u n gober-
n an te y su s gobern ados (…) qu e con stitu ía u n a exten sión de la soberan ía
n acion al”; la abolición de la esclavitu d qu e se en marca en tre los “esfu erzos
destin ados a resolver u n problema de derech os h u man os, es decir, de dere-
ch os perten ecien tes a todos los in dividu os por el solo h ech o de existir”; la
protección de min orías cu yo “objetivo (…) fu e el de asegu rar para estas
min orías u n trato ju sto e igu alitario y el respeto de su len gu a, religión y
costu mbres”; y la in terven ción h u man itaria, en ten dien do por tal la “in ter-
ven ción armada en el territorio de u n Estado con el fin de proteger la vida
de extran jeros o n acion ales qu e h abitan ese territorio”.16
Un primer paso en el sistema in tern acion al para mejorar la protección
in tern acion al se produ ce u n a vez termin ada la Primera Gu erra Mu n dial.
Fu n damen talmen te, se promu eve u n a actividad importan te en el ámbito
in tern acion al para h acerse cargo de al men os las sigu ien tes cu estion es: de-
sarrollar u n sistema de protección de min orías; desarrollar u n sistema in -
tern acion al de protección trabajadores (destaca en este campo la creación
de la Organ ización In tern acion al del Trabajo); y profu n dizar el sistema in -
tern acion al de protección de las person as refu giadas.17
Fren te a los h orrores de qu e fu e testigo la h u man idad du ran te la Segu n -
da Gu erra Mu n dial, su rgió la n ecesidad de establecer u n orden público in-
ternacional por en cima de los Estados qu e previn iera la repetición de este
tipo de situ acion es en el fu tu ro: se crearon organ izacion es in tern acion ales
en el plan o político (Nacion es Un idas, Organ ización de Estados America-
n os, Con sejo de Eu ropa); en lo econ ómico se diseñ ó u n sistema in tern acio-
n al (Fon do Mon etario in tern acion al, Ban co Mu n dial, Ban co In teramerican o
de Desarrollo), en lo militar su rgieron pactos in tern acion ales (OTAN, Pacto
de Varsovia); en el campo del derech o h u man itario se desarrollaron n u evos

FAVOREU , 1998; PECES -BARBA, 1999; ALEXY, 2002.


15

Un in teresan te estu dio a estos acercamien tos de la protección in tern acion al, en BUER-
16

GENTHAL, 1998: 31-47.


17
BUERGENTHAL, 1990: 12-14.
LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL 25

in stru men tos in tern acion ales (Con ven cion es de Gin ebra de 1949) y en ma-
teria de refu giados se comen zó a desarrollar in stitu cion es y docu men tos
in tern acion ales (Alto Comision ado para los Refu giados y la Con ven ción so-
bre el Estatu to de los Refu giados).
El Derecho Internacional de los Derechos Hum anos propiamen te tal co-
men zó a desarrollarse como parte de este esfu erzo por establecer u n n u evo
orden in tern acion al. La comu n idad in tern acion al asu mió la tarea de crear
u n sistema qu e protegiera a los in dividu os del exceso en el ejercicio del
poder por parte de los gobern an tes; parecía claro qu e n o era posible dejar
en tregado a la “soberan ía” de cada Estado el destin o de los in dividu os.
El proceso de in tern acion alización de la protección de los derech os
fu n damen tales de la person a h u man a se tradu jo en la con sagración de catá-
logos de derech os h u man os y mecan ismos de promoción y protección in -
tern acion ales de los derech os in clu idos en los catálogos. La idea detrás de
este proyecto fu e evitar las situ acion es de violacion es masivas de los dere-
ch os h u man os de qu e h abía sido testigo la h u man idad du ran te la Gu erra, a
través de u n sistema qu e den u n ciara estos h ech os cu an do aú n con stitu ían
situ acion es esporádicas, impidien do qu e éstas se tran sformaran en situ a-
cion es de violacion es masivas y sistemáticas, esto es, u n én fasis fu n damen -
talmen te preven tivo.18
Este propósito gen eral de con stru ir u n sistema de con trol in tern acion al
de la actividad de los Estados en materia de derech os h u man os se refleja en
form a m u y clara en la Declaración Un iversal de Derech os Hu m an os, qu e
en su artícu lo 28 señ ala:
Toda person a tien e derech o a qu e se establezca u n orden social in tern acion al
en el qu e los derech os y libertades proclamados en esta Declaración se h agan
plen amen te efectivos.

Para en ten der este desarrollo n o se pu ede dejar de con siderar qu e todo
este proceso está marcado por el con texto político del mu n do de la posgu e-
rra. La Gu erra Fría y su con secu en te división del mu n do en bloqu es an tagó-
n icos impidieron u n desarrollo flu ido de la idea del derech o in tern acion al
de los derech os h u man os. En efecto, la situ ación política mu n dial estaba
marcada por la división bipolar, y también por u n mu n do desigu al en qu e
h abía países desarrollados, como Estados Un idos; países qu e qu erían vol-
ver al desarrollo plen o despu és de la devastación provocada por la gu erra,
como mu ch os países eu ropeos; países qu e vivían en el su bdesarrollo, como
los países latin oamerican os; y países qu e len tamen te empezaban su vida
in depen dien te, como las ex colon ias african as. Estos h ech os políticos impi-

18
M EDINA y N ASH , 2003: 18.
26 EL SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS

dieron por mu ch os añ os lograr los propósitos plasmados en el preámbu lo


de la Carta de las Nacion es Un idas.19
Sin embargo, el su rgimien to de u n movimien to in tern acion al en pro de
los derech os h u man os y la presión ejercida por la ciu dadan ía permitieron
dar pasos importan tes, tan to a n ivel u n iversal como region al, qu e reseñ are-
mos en este estu dio.

3. PROPÓSITOS DE LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL

El prin cipio básico qu e h a in spirado el sistema de codificación del


DIDH desde su s orígen es y sobre el qu e se h a con stru ido el sistema in tern a-
cion al en materia de derech os h u man os es la garan tía de la dign idad del ser
h u man o a través de ciertos derech os mín imos qu e le son recon ocidos a los
in dividu os en su sola con dición de seres h u man os. De esta forma, la idea
origin al de los derech os in dividu ales se fortalece y pasa a con stitu ir u n a
categoría especial de derech os su bjetivos, con protección n o sólo n acion al,
sin o in tern acion al.
Los sistemas de protección in tern acion al de los derech os h u man os h an
segu ido dos vías: la respon sabilidad del Estado y la respon sabilidad in divi-
du al. El primero de estos camin os h a desarrollado el derech o in tern acion al
de los derech os h u man os y el segu n do, el derech o pen al in tern acion al .
Estos dos sistemas n ormativos de derech os h u man os tien en ciertos ele-
men tos comu n es en cu an to a su s propósitos. El prin cipal pu n to en comú n
es qu e los dos sistemas tien en como objetivo fin al dar efectividad a la pro-
tección de los derech os h u man os. En efecto, cada paso qu e se h a dado en
este campo h a bu scado garan tizar a las person as u n plen o goce y ejercicio
de su s derech os in dividu ales. Así, los catálogos y los mecan ismos de con -
trol aplicables fren te a la respon sabilidad in tern acion al del Estado se h an
estru ctu rado dan do respu esta a las realidades de violacion es de derech os
h u man os y, por tan to, son expresión de u n a mirada a la realidad desde la
cu al se con stru ye el sistema. Por su parte, el sistema de respon sabilidad
in dividu al se h a con figu rado —en bu en a parte— como u n a forma de res-
pon der fren te a graves ilícitos qu e afectan a la h u man idad en su con ju n to,
respecto de ciertos derech os h u man os protegidos por el sistema in tern acio-
n al, u tilizan do como mecan ismo para dich o fin la persecu ción de respon sa-
bilidades pen ales in dividu ales.
En segu n do lu gar, el establecimien to de u n sistema in tern acion al de
derech os h u man os bu sca la prevención de violacion es de derech os h u ma-
n os. En efecto, el sistema in tern acion al es con scien te de su s limitacion es y

19
Ésta reafirmaba “la fe en los derech os fu n damen tales del h ombre, en la dign idad y el
valor de la person a h u man a, en la igu aldad de h ombres y mu jeres y de las n acion es gran des y
pequ eñ as”, ver Carta de las Nacion es Un idas adoptada en San Fran cisco, Estados Un idos, el 26
de ju n io de 1945.
LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL 27

por tan to, n o tien e preten sion es de tran sformarse en u n sistema qu e reem-
place a las in stan cias n acion ales, n i u n sistema qu e pu eda resolver todos
los casos de violacion es de derech os h u man os. Esta lógica preven tiva es
esen cial tan to en el DIDH como en el Derech o Pen al In tern acion al.

4. LA ESPECIAL NATURALEZA DEL DERECHO INTERNACIONAL


DE LOS DERECHOS HUMANOS Y SU IMPACTO EN LAS FUENTES
DEL DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

El desarrollo del DIDH h a marcado ciertas diferen cias con el derech o


in tern acion al pú blico tradicion al. Estas diferen cias tien en especial relevan -
cia en el tema de las fu en tes, en particu lar, en el derech o de los tratados. En
Derech o In tern acion al, los tratados o con ven cion es tien en por fin alidad es-
tablecer derech os y obligacion es recíprocas en tre las partes, sien do éstas
n ormalmen te dos Estados u ocasion almen te u n Estado y u n a organ ización
in tern acion al. En materia de derech os h u man os, por el con trario, au n qu e
los tratados se celebran en tre Estados, n o emergen de ellos sólo obligacio-
n es y derech os en tre los Estados; éstas y éstos, en realidad, n i siqu iera son
su objetivo prin cipal. De ellos su rgen prin cipalmen te derech os para los in -
dividu os y obligacion es para los Estados, porqu e su objetivo es la protec-
ción de los derech os de las person as fren te al Estado.
La Corte In teramerican a de Derech os Hu man os (en adelan te “la Corte
In teramerican a” o “la Corte”) h a destacado este carácter especial de los tra-
tados sobre derech os h u man os:
La Corte debe en fatizar, sin embargo, qu e los tratados modern os sobre derech os
h u man os, en gen eral, y, en particu lar, la Con ven ción American a, n o son trata-
dos mu ltilaterales de tipo tradicion al, con clu idos en fu n ción de u n in tercambio
recíproco de derech os, para el ben eficio mu tu o de los Estados con tratan tes. Su
objeto y fin son la protección de los derech os fu n damen tales de los seres h u ma-
n os, in depen dien temen te de su n acion alidad , tan to fren te a su propio Estado
como fren te a los otros Estados con tratan tes. Al aprobar estos tratados sobre
derech os h u man os, los Estados se someten a u n orden legal den tro del cu al
ellos, por el bien comú n , asu men varias obligacion es, n o en relación con otros
Estados, sin o h acia los in dividu os bajo su ju risdicción …20
En u n fallo recien te la Corte h a señ alado qu e esta especialidad de la
Con ven ción American a sobre Derech os Hu man os (en adelan te “la Con ven -
ción” o “Con ven ción American a”) estaría dada porqu e ésta, al igu al qu e los
demás tratados sobre la materia:
se inspiran en valores comunes superiores (centrados en la protección del ser
humano), están dotados de mecanismos específicos de supervisión, se aplican de
conformidad con la noción de garantía colectiva, consagran obligaciones de ca-

20
Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante Corte IDH), OC-2/82, párr. 29.
28 EL SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS

rácter esencialmente objetivo, y tienen una naturaleza especial, que los diferen-
cian de los demás tratados, los cuales reglamentan intereses recíprocos entre los
Estados Partes.21
En el mismo sen tido se h a pron u n ciado la Corte In tern acion al de Ju sti-
cia al señ alar:
En tal Con ven ción [Gen ocidio], los Estados con tratan tes n o tien en in tereses
propios. Tien en solamen te, todos y cada u n o de ellos, u n in terés comú n , qu e es
el de preservar los fin es su periores qu e son la razón de ser de la con ven ción . En
con secu en cia, en u n a con ven ción de este tipo n o pu ede h ablarse de ven tajas o
desven tajas in dividu ales de los Estados, n i de man ten er u n equ ilibrio con trac-
tu al exacto en tre derech os y deberes.
La con sideración de los fin es su periores de la con ven ción es, en virtu d de la
volu n tad comú n de las partes, el fu n damen to y la medida de todas su s disposi-
cion es.22
En defin itiva, en el campo del Derech o In tern acion al con temporán eo se
h a recon ocido la particu lar n atu raleza de los tratados de derech os h u ma-
n os. Este cambio en la percepción de los tratados de derech os h u man os trae
importan tes con secu en cias: el in cu mplimien to de las obligacion es in tern a-
cion ales de derech os h u man os de u n Estado, n o da a los otros Estados Par-
tes del tratado derech o para den u n ciarlo o termin arlo,23 pu esto qu e las obli-
gacion es se establecen en ben eficio de las person as y n o de los Estados. En
virtu d de lo an terior, las reservas a las obligacion es con ven cion ales se en -
cu en tran limitadas y restrin gidas.24 Así, las actu acion es de los Estados qu e-
dan su jetas a u n con trol in tern acion al, el cu al es el de los órgan os creados
por los propios in stru men tos in tern acion ales, sin perju icio de even tu al-
men te su jetarse al con trol de la Corte In tern acion al de Ju sticia.

II. LOS SISTEMAS INTERNACIONALES


DE RESPONSABILIDAD ESTATAL

Los sistemas de protección in tern acion al, en tan to sistemas ju rídicos,


con templan tres elemen tos: n ormativo, orgán ico y procedimen tal. En cu an -
to a lo norm ativo, los in stru men tos in tern acion ales h an recon ocido los va-
lores in volu crados (n ormalmen te en el preámbu lo); las obligacion es gen e-
rales de los Estados en materia de derech os h u man os; los derech os y
libertades garan tizados; criterios n ormativos para las restriccion es de dere-
ch os y resolu ción de con flictos en caso de ch oqu e de derech os; n ormas re-

21
Corte IDH. Caso de la “Masacre de Mapiripán” (2005), párr. 104.
22
Corte In tern acion al de Ju sticia (CIJ), Réserves á la Convention sur le Génocide (1951),
p. 23. Citado en T. BUERGENTHAL et al., 1991: 172.
23
Art. 60.5 Con ven ción de Vien a sobre el Derech o de los Tratados.
24
Corte IDH. OC-2/82, párr. 26.

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