Anda di halaman 1dari 31

Fundamentos

La presente proposición de “Ley de Regulación de Lobby”


ha sido elaborada sobre la base de la propuesta diseñada
por la Comisión Nacional de Lucha contra la Corrupción y
la Promoción de la Ética y Transparencia en la Gestión
Pública”, a la vez, recoge los aportes contenidos en una
serie de artículos publicados por diversos especialistas
sobre el tema.
La institución jurídica del Lobbyng se origina en la
práctica política norteamericana en la segunda mitad del
siglo XIX, cuando aún la ciudad de Washington era una
urbe pequeña, en la cual los representantes al Congreso
eran abordados en los lobbys o sala de espera de hoteles.
Es más, existe una leyenda que relata lo vivido en cierta
oportunidad por el Presidente Grant, cuando un pedigüeño
se le acercó a solicitarle algo y éste indignado lo arrojó de
su lado calificándolo con el adjetivo de “lobbista”.
Según los historiadores, de aquella ocasión provendría el
nombre de esta institución sin más título que el ingenio, la
necesidad o la urgencia de defender un interés legítimo o
de alguna otra índole.
Esta institución en la práctica adquirió carta de ciudadanía
en los Estados Unidos, a tal extremo que la primera
legislación se dictó en el año de 1938 con la finalidad de
normar las actividades de los agentes no diplomáticos de
las potencias extranjeras. Posteriormente, en el año de
1946 se expidió la primera Ley de Lobbyng que con una
serie de modificaciones rigió hasta el año de 1995.
Precisamente, en dicho año se promulgó la “Lobbyng
Disclosure Act”, que es la que actualmente rige en los
Estados Unidos.
La institución del Lobbyng, tan mentada en los diversos
círculos económicos, políticos y sociales, ha adquirido
connotación durante los últimos tiempos.
En efecto, es común apreciar a través de los distintos
medios de comunicación internos y externos, serias
denuncias respecto al accionar de los lobbys en diversas
instancias de la administración pública.
Lo que sucede, es que con el transcurrir del tiempo, se ha
generado una nueva forma de representación de intereses y
de acción política de la gran empresa. Esta forma se
caracteriza por ser silenciosa y multifacética, digitada a
través de corporaciones de abogados, empresas
consultoras y lobbystas de todo tipo que opinan o nos
informan. Este es uno de los cambios introducidos en la
política peruana que reflejan el nuevo mapa de poder
económico que se ha instaurado en el país.
El término “lobby” significa en el idioma inglés
“antecámara, vestíbulo” y el término “to lobby” significa
“cabildeo o cabildear”. Mientras el primero describe un
sitio o lugar, el segundo describe una acción, en éste
último sentido es que se le utiliza en la ciencia política, y
se refiere a la manera de actuar o comportamiento de los
grupos de presión en relación con el poder público.
Sobre el tema, el Diccionario de la Lengua Española de la
Real Academia precisa que “cabildear” es “gestionar con
actividad y maña para ganar voluntades en un cuerpo
colegiado o corporación.
El término “Cabildeo”, a su vez, tiene dos acepciones: la
acción y el efecto de cabildear o el de intrigar. Ahora, de
acuerdo al mismo diccionario, la maña es la destreza o la
habilidad, pero también el artificio o la astucia o el vicio,
mala costumbre o la manera de ingeniarse y disponer los
negocios con habilidad.
El objetivo de esta forma política de movilización de
intereses es poder penetrar en el Estado e influir
decisoriamente en la opinión pública. Para conseguir este
propósito se utilizan miles de dólares en abogados,
periodistas y consultores.
Pese a ello, no siempre se alcanzan los resultados
esperados, pues se ha generado en el Estado y en la
sociedad civil un rechazo absoluto a toda forma de poder y
porque se desarrollan estrategias de contención para hacer
que las grandes empresas cumplan con el ordenamiento
jurídico vigente, contribuyan con el pago de impuestos y
ventilen públicamente sus fallas y despropósitos cuando
los cometen.
Para una mejor comprensión del tema, sería conveniente
recordar los casos ocurridos durante el decenio anterior,
con relación a empresas monopólicas que se
acostumbraron al uso y abuso del poder con la finalidad de
lograr que se instaure un marco jurídico acorde a sus
intereses personales y en orden a influir decisivamente en
los órganos regulatorios.
Otro claro ejemplo, son las serias denuncias formuladas
con relación al accionar de los lobbys, al interior del Poder
Legislativo, con la finalidad de modificar algunas
consideraciones de las proposiciones de ley que son objeto
de debate.
Efectivamente, los principales grupos políticos y los
diversos gremios han expresado sus puntos de vista,
lanzándose acusaciones mutuas respecto a la cabida que se
estaría dando a estos grupos de poder e incluso aseguran
que el Poder Ejecutivo habría intervenido para asegurar
que los lobbys se encuentren al margen del quehacer
gubernamental.
Como es comprensible, el tema generó y genera
controversia en distintos ámbitos del quehacer nacional, a
la par, que motiva el surgimiento de diversas posiciones,
que van desde las ético – morales que proponen
desterrarlos; hasta las prácticas que proponen su libre
participación y como siempre las posiciones legalistas que
propugnan su regulación a través de un dispositivo legal.
Lo anteriormente manifestado, se ha visto cristalizado
mediante un proyecto de ley elaborado por la Comisión
Nacional de Anticorrupción a la Presidencia del Consejo
de Ministros – PCM, a efectos de regular los lobbys. La
propuesta ha tenido como base la legislación
norteamericana y convertiría a nuestro país en pionero,
dentro del ámbito regional, respecto a este tipo de
iniciativas.
Ahora bien, dado que nos encontramos en una etapa de
globalización de la economía, resulta necesario que nos
encaminemos hacia la búsqueda de instituciones que
cuenten con exigencias éticas elevadas con la finalidad de
facilitar la intervención de la sociedad civil en
determinados asuntos en los cuales el punto de vista de los
grupos de interés sea tomado en consideración. Sin
embargo, teniendo en cuenta, la complejidad del tema,
consideramos importante revisar la legislación comparada
a fin de tener mayores elementos de juicio sobre el tema,
que nos permita normar adecuadamente las actividades de
los lobbys.
En primer lugar, nos referiremos a la experiencia europea.
En un documento de trabajo preparado por la Comisión
Europea se establece que los grupos de interés se
distinguen en dos categorías: aquellas organizaciones que
no tienen propósito de lucro y aquellas otras que son
empresas que persiguen un beneficio por las actividades
que realizan.
Dentro de la primera categoría se encuentran las
asociaciones y federaciones, tanto nacionales como
internacionales. En cambio, dentro de la segunda
categoría, se encuentran los servicios de asesoría legal, las
empresas de relaciones públicas y los consultores, entre
otros grupos profesionales.
La Comisión reconoce que la distinción puede tener
algunos elementos de arbitrariedad, pero en esencia es una
buena división para normar, también de manera diferente,
la forma en que se vinculan dichos grupos con las
estructuras en las cuales se elaboran las propuestas de
decisiones o se ejecutan éstas.
La Comisión reconoce que ha estado siempre abierta a
ideas procedentes de terceros para desarrollar sus propias
políticas, en virtud de un mecanismo de diálogo que,
debidamente canalizado y en el cual participen sectores de
interés, permita enriquecer el debate y hacer posible que,
con mecanismos transparentes, el proceso legislativo
resulte más eficaz.
En suma, para la Comisión Europea la participación de
tales grupos de interés constituye una buena contribución,
particularmente en lo que respecta a la formulación
legislativa, por cuanto están en capacidad de proporcionar
experiencia técnica.
Un dato que es importante anotar, es el referido a la
existencia en el ámbito de la Unión Europea, de alrededor
de tres mil grupos de interés debidamente acreditados, que
operan en Bruselas, con un total de alrededor de 10,000
funcionarios. Dentro de éste total existen 500
federaciones, tanto europeas como internacionales que, a
su vez, forman parte de más de 5,000 asociaciones
nacionales. Otro mecanismo de participación a nivel
europeo se refiere a las oficinas de representación,
actualmente en número superior a 50, de las autoridades
regionales y locales, así como de las autonomías que
participan en el proceso de diseño de políticas, con sus
propios criterios y experiencias.
También existen más de 200 firmas individuales y, encima
de 100 empresas de consultoría, en términos de gestión y
relaciones públicas, con oficinas en Bruselas, que tratan
permanentemente asuntos comunitarios. Más de 100
firmas de abogados trabajan en Bélgica, especializadas en
la normativa comunitaria y, por cierto, un número
largamente mayor en los países miembros de la Unión
Europea.
Sobre el tema, resulta importante indicar que los
principios fundamentales mediante los cuales en Europa se
norman las relaciones con los grupos de interés, incluyen
los siguientes aspectos:
a) la preservación de una relación abierta entre la
Comisión y los grupos de interés;
b) La igualdad de trato a los diferentes grupos de interés
para asegurar que estos sean escuchados, sin tomar en
cuenta el tamaño o la importancia económica y financiera
de los sectores que representan; y,
c) La adopción de procedimientos simples para facilitar el
diálogo de manera tal que éste pueda producirse con un
mínimo de recursos humanos y financieros y con un
limitado esfuerzo administrativo para conseguir sus
objetivos
Claro que, los diversos grupos de interés tienen que
cumplir algunas reglas esenciales para poder constituirse
en interlocutores en el plano de la Unión Europea. Deben
identificarse, declarar los intereses que representan y
honrar la confidencialidad y el manejo reservado de la
información que le es proporcionada por las autoridades
de la Unión Europea. En esa línea, se encuentran
impedidos de diseminar información falsa o mal
intencionada para perjudicar la adopción de políticas
comunitarias. No pueden, tampoco, transferir, para
beneficio propio, información a terceros que no participan
en el diálogo, incluyendo copia de la documentación
reservada, obtenida de las instituciones comunitarias.
Es muy riguroso el ámbito ético, en lo relacionado a la
obtención de la información por medios deshonestos o en
el tema de los conflictos de interés. Tampoco los
organismos representativos de los grupos de interés
pueden, directa o indirectamente, otorgar ningún tipo de
apoyo financiero a los funcionarios de la Unión Europea,
miembros del Parlamento o del personal administrativo y
técnico de las instituciones comunitarias.
Se regulan muy estrictamente las influencias indebidas
sobre los funcionarios y se insta a los organismos que
representan los grupos de interés a actuar sobre la base de
una conducta que corresponda a los más elevados
estándares profesionales posibles, con honestidad y
competencia.
Estos grupos, particularmente cuando se trata de aquellos
que tiene propósito de lucro, deben declarar de manera
expresa el nombre del cliente a favor del cual están
trabajando, cuando consultan a los organismos
comunitarios.
Asimismo, estos grupos de interés no pueden emplear ni
estimular a los trabajadores de la Comisión con
ofrecimientos de cargo, de manera tal de inducirlos a
proporcionar información o recibir tratamiento
privilegiado.
Todos estos elementos constituyen las reglas esenciales de
conducta que facilitan un amplío entendimiento entre la
Unión Europea con los grupos de interés, lo cual facilita
que el diálogo pueda producirse sobre la base de
mecanismos de consulta y de coordinación permanente en
temas esenciales que van a ser legislados por las
autoridades comunitarias y que tiene efecto en el
comportamiento económico de las empresas, en el
bienestar de los ciudadanos.
En lo que se refiere a la legislación norteamericana,
mencionaremos que la misma también presenta elementos
muy importantes, acumulados a lo largo de muchos años y
recogidos, entre otra legislación de importancia, en la ley
que regula la actividad de los lobbys, promulgada en 1995.
Tal dispositivo legal, naturalmente más complejo que la
normativa europea, constituye en opinión de los
especialistas, una base muy importante para establecer en
el Perú, la regulación del denominado cabildeo.
Según los analistas conviene, trabajar más sobre la
legislación sajona, en donde existe una mayor claridad de
la norma porque se parte de una cultura de confianza entre
las diferentes estructuras que componen la sociedad,
respetando, además, los intereses de los diferentes grupos
sociales y económicos.
La legislación norteamericana establece, que es necesario
que las autoridades del gobierno, puedan identificar de
manera pública a aquellos lobbystas que influencian el
proceso de decisiones, tanto en el Poder Ejecutivo como
en el Poder Legislativo. Para ello ha resultado necesario
establecer disposiciones que permitan una clara normativa,
una administración adecuada y normas de cumplimiento
obligatorio, a efectos de conseguir que el propósito de
facilitar las relaciones entre los grupos de interés con los
órganos del poder pueda realizarse de manera
transparente.
Conforme se establece en la Ley de 1995, las actividades
de lobbyng o cabildeo, incluyen la realización de
contactos, además de la preparación y el planeamiento de
actividades, investigación y trabajo especializado, todo lo
cual tiene como propósito ser utilizado en la coordinación
de las ramas ejecutivas y legislativas del gobierno
norteamericano.
Los elementos que se consideran como parte de los
contactos de los lobbystas, incluyen las comunicaciones
orales y escritas, en relación con temas tales como la
formulación, modificación de la legislación federal,
incluyendo las proposiciones de ley, así como las
regulaciones de alcance regional, los dispositivos del
Poder Ejecutivo o cualquier otro programa, política o
posición del gobierno de los Estados Unidos.
También es posible que el lobbyng se utilice respecto a
temas de administración o ejecución de un programa
federal o de una política determinada, incluyendo en este
último aspecto elementos tales como contratos, donativos,
préstamos, autorizaciones o licencias.
Finalmente, cabe también un lobbyng con relación a la
nominación o confirmación de una persona determinada
para una posición que, de acuerdo con la ley, está sujeta a
la confirmación del Senado.
Como podemos apreciar, se trata de una amplia agenda en
la cual es posible que los lobbystas puedan desarrollar,
previo cumplimiento de su identificación y registro, tareas
de legítima representación de los intereses de sus clientes
o de los grupos para los cuales laboran. Debe indicarse
que, por tratrse de una actividad importante en el proceso
de relación del Estado con los particulares, los lobbystas
se encuentran obligados a presentar informes periódicos,
en los términos establecidos en la legislación, en relación
con las actividades cumplidas, las gestiones realizadas y
los intereses representados, entre otros elementos.
Por ello, la solución no pasa por negar su existencia, lo
que resulta imposible; ni por intentar desterrar su accionar,
sino por expedir una ley que regule sus funciones, pues el
no contar con un marco legal adecuado, no permite
controlarlos eficientemente.
En ese sentido, debemos seguir la corriente iniciada por la
legislación comparada, no sólo norteamericana y europea,
pues a nivel de Latinoamérica existen países como
Argentina, Costa Rica y Panamá, por citar sólo algunos,
que vienen preparando proposiciones de ley sobre
“regulación de actividades de gestión de intereses (lobby)”
o “de ejercicio del cabildeo o gestión de intereses
específicos”.
Vistas así las cosas, corresponde tomar las medidas
pertinentes para regular el funcionamiento de los grupos
de interés que solucione de alguna forma el asunto materia
de la presente Ley.
En consecuencia, la presente proposición propone la
expedición de una ley de regulación de los Lobbys con la
finalidad de regular las actividades de los grupos de
interés en el país.
Efecto de la Vigencia de la Norma sobre la Legislación
Nacional
El efecto de la vigencia de la norma que se propone sobre
la legislación nacional, no será otro que la expedición de
una Ley de Transparencia en la Gestión de Intereses en la
Administración Pública (Ley de Regulación del Lobbyng)
en orden que el proceso de gestión normativa y decisoria
del Estado sea mucho más transparente con la finalidad de
conocer los puntos de vista de las personas interesadas.
Análisis Costo Beneficio
Costos:
La proposición de ley no irrogará gastos adicionales al
erario público para su implementación, pues podría
financiarse con un proceso de racionalización de los gastos
presupuestados; sin embargo, es conveniente precisar que
su dación traerá consigo beneficios netos incuantificables
para la sociedad, el Estado y las empresas.
Beneficios:
– Garantizará que la gestión normativa y decisoria del
Estado sea más transparente;
– Permitirá conocer los puntos de vista de las personas
interesadas y de los grupos de presión;
– Normará las actividades, comportamiento y funciones
del Lobbyng;
– Permitirá que se ejerzan de manera integral los derechos
constitucionales referidos: al derecho de petición, libertad
de expresión, libertad de información y libertad de
asociación;
– Facilitará a la ciudadanía, el acceso a la información
respecto a importantes temas que se discuten en las
distintas esferas políticas;
– Dotará a la opinión pública de una poderosa herramienta
para controlar y fiscalizar a los funcionarios públicos;
– Permitirá que la ciudadanía realice un seguimiento y
evaluación con relación a las decisiones políticas que se
toman;
– Garantizará una sociedad más plural y participativa en
función de intereses y objetivos concretos;
– Acabará con la cultura de secreto imperante en el país, a
la vez, que se constituirá en un poderoso instrumento para
luchar contra la corrupción.
________________________________________________________
_______________________
Fórmula Legal
Texto del Proyecto
Ley de Regulación del Lobby.
Los señores Congresistas de la República que suscriben,
RAFAEL VALENCIA – DONGO CÁRDENAS y
FABIOLA MORALES CASTILLO, ejerciendo el
derecho a iniciativa en la formación de leyes que les
confiere el Artículo 107° de la Constitución Política del
Perú y el Artículo 22° del Texto Único Ordenado del
Reglamento del Congreso, presentan la siguiente
proposición de ley:

PROPOSICIÓN DE LEY

La presente proposición de ley propone la regulación del


Lobbyng, razón por la que consideramos pertinente glosar
a continuación las disposiciones constitucionales y legales
vinculadas al objeto de la propuesta:

Disposiciones Constitucionales:
La Constitución Política de 1993, en su Artículo 2°
establece:
“Artículo 2°.- Toda persona tiene derecho:
4) A las libertades de información, opinión, expresión y
difusión del pensamiento mediante la palabra oral o
escrita o la imagen, por cualquier medio de comunicación
social, sin previa autorización ni censura ni impedimento
algunos, bajo las responsabilidades de ley”.
5) A solicitar sin expresión de causa la información que
requiera y a recibirla de cualquier entidad pública, en el
plazo legal, con el costo que suponga el pedido. Se
exceptúan las informaciones que afectan la intimidad
personal y las que expresamente se excluyan por ley o por
razones de seguridad nacional”.
20) A formular peticiones, individual o colectivamente,
por escrito ante la autoridad competente, la que está
obligada a dar al interesado una respuesta también por
escrito dentro del plazo legal, bajo responsabilidad”.

“Artículo 96°.- Cualquier representante a Congreso


puede pedir a los Ministros de Estado, al Jurado Nacional
de Elecciones, al Contralor General, al Banco Central de
Reserva, a la Superintendencia de Banca y Seguros, a los
gobiernos locales y a las instituciones que señala la ley,
los informes que estime necesarios.
El pedido se hace por escrito y de acuerdo con el
Reglamento del Congreso. La falta de respuesta da lugar
a las responsabilidades de ley”.

Tratados Internacionales:
La Declaración Universal de los Derechos Humanos,
adoptada y proclamada por la Asamblea General mediante
Resolución N° 217 –A (III), del 10 de diciembre de 1948,
en su Artículo 19° establece:
“Artículo 19°.- Todo individuo tiene derecho a la libertad
de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser
molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y
recibir informaciones y opiniones; y el de fortalecer, sin
limitación de fronteras, por cualquier medio de
expresión”.
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
adoptado, ratificado y adherido por la Asamblea General
mediante Resolución N° 2200-A (XXI), del 16 de
noviembre de 1996, en su Artículo 19° establece:
“Artículo 19°.-

2) Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión,


este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y
difundir informes e ideas de toda índole, sin consideración
de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o e forma
impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de
su elección”.
La Convención Americana sobre Derechos Humanos,
suscrita el 22 de noviembre de 1969, durante la
Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos
Humanos, en su Artículo 13° establece:
“Artículo 13°.- Libertad de Pensamiento y Expresión
1) Toda persona tiene derecho a la libertad de
pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la
libertad de buscar, recibir y difundir informes e ideas de
toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea
oralmente, o por escrito o en forma impresa o artística, o
por cualquier otro procedimiento de su elección”.
La Declaración de Chapultepec, redactada, aprobada y
adoptada por la Conferencia Hemisférica sobre Libertad
de Expresión celebrada el 11 de marzo de 1994, en su
Principio N° 03 establece:
“Principio N° 03.- Las actividades deben estar legalmente
obligadas a poner a disposición de los ciudadanos, en
forma oportuna y equitativa, la información generada por
el sector público (...)”.
Disposiciones Legales:

El Texto Único Ordenado del Reglamento del


Congreso, en sus Artículos 22° y 69° establece:
“Artículo 22°.- Derechos Funcionales
Los Congresistas tienen derecho:
b) A pedir los informes que estimen necesarios a los
órganos del Gobierno y de la Administración en general y
obtener respuesta oportuna de ellos, en ejercicio de la
facultad que les concede el artículo 96° de la Constitución
Política.
“Artículo 69°.- Pedidos de Información
Los pedidos son proposiciones mediante los cuales los
Congresistas ejercen su derecho de pedir la información
que consideren necesaria a los Ministros y otras
autoridades y órganos de la administración, a efecto de
lograr el esclarecimiento de hechos o tener elementos de
juicio para tomar decisiones adecuadas en el ejercicio de
sus funciones”.
La Ley N° 27658 “Ley Marco de Modernización de la
Gestión del Estado”, del 17 de enero del 2002, en su
Artículo 15° establece:
“Artículo 15°.- Elaboración de Convenios de Gestión
Los Convenios de Gestión se elaboran teniendo en cuenta
lo siguiente:
d) El establecimiento de mecanismos de transparencia que
permitan a la ciudadanía medir el desempeño
institucional y la obtención de metas y objetivos”.
La Ley N° 27806 “Ley de Transparencia y Acceso a la
Información Pública”, del 13 de julio del 2002, en su
Artículo 1° establece:
“Artículo 1°.- La presente ley tiene por finalidad
promover la transparencia de los actos del Estado y
regular el derecho fundamental de acceso a la
información pública consagrada en el numeral 5) del
Artículo 2° de la Constitución Política del Perú.
El derecho de acceso a la información de los Congresistas
de la República se rige conforme a lo dispuesto por la
Constitución Política y el Reglamento del Congreso”.
Mediante Decreto de Urgencia N° 035-2001, del 16 de
marzo de 2001, se reguló el acceso ciudadano a
información sobre finanzas públicas.
Mediante Decreto de Urgencia N° 077-2001, del 06 de
julio de 2001, se creó el Portal de Transparencia
Económica como plataforma informativa del Ministerio de
Economía y Finanzas, con el objeto de que los ciudadanos
obtengan información actualizada respecto de aspectos
vinculados con el manejo de las finanzas públicas.
Mediante Decreto Supremo N° 018-2001-PCM, del 26
de febrero de 2001, se dispuso que las entidades
conformantes del sector público incorporen en su Texto
Único de Procedimientos Administrativos – TUPA, un
mecanismo para facilitar el acceso a la información que
posean o produzcan.

EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA
HA DADO LA LEY SIGUIENTE:

LEY DE REGULACIÓN DEL LOBBY

CAPÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 1°.- La presente Ley tiene por objeto regular las
actividades de personas o grupos organizados para influir
en el ámbito de la administración pública, con la finalidad
de plasmar sus intereses y objetivos en la formación de las
decisiones públicas.

Artículo 2°.- Para los fines de la presente Ley, se entiende


por:
Actividades de Lobby:
Aquellos actos de preparación y planificación dirigidos a
crear y mantener contactos de lobby. Serán consideradas
como actividades de lobby, las estrategias, investigaciones
y trabajos que se efectúen y formulen con la finalidad de
establecer o mantener contactos de lobby.
Administración Pública:
Los poderes del Estado, los Gobiernos Regionales y los
Gobiernos Locales, los organismos constitucionales
autónomos, los organismos reguladores, las entidades
administrativas autónomas, las empresas comprendidas en
la gestión empresarial del Estado y los organismos
públicos descentralizados.
No comprende las funciones jurisdiccionales del Poder
Judicial, ni tampoco regula el ejercicio de la defensa legal,
las cuales están sujetas a sus normas pertinentes. Se
aplicará la misma exclusión a las funciones
jurisdiccionales de los organismos constitucionales
autónomos y de los tribunales administrativos creados por
ley.

Contactos de Lobby:
Toda comunicación – oral o escrita – que se curse a un
funcionario de la administración pública con la finalidad
de favorecer a un cliente respecto de:
a) La formulación, aprobación, modificación o derogación
de dispositivos legales;
b) La formulación, modificación o adopción de un
programa, de una determinada política o posición del
Poder Ejecutivo;
c) La administración o ejecución de un programa o
política;
d) La nominación o confirmación de una persona sujeta a
nombramiento o confirmación por parte del Poder
Legislativo;
No se encuentran comprendidas dentro del término
“contacto de lobby”, las siguientes comunicaciones:
a) Las realizadas por funcionarios públicos en
cumplimiento de un acto oficial público y que sean de su
exclusiva competencia;
b) Las realizadas por cualquier representante de medios de
comunicación, cuando la finalidad de la misma sea
recolectar y difundir información a la opinión pública;
c) Las realizadas mediante artículos, discursos,
publicaciones o cualquier otro material que sea distribuido
a la opinión pública por cualquier medio de comunicación
masivo: escrito, radial o televisivo;
d) Las realizadas a favor de un gobierno extranjero;
e) Las peticiones para concertar una reunión o cualquier
solicitud de índole administrativa, siempre que no se
intente influenciar a un funcionario de la administración
pública;
f) Las realizadas por una asesoría especializada;
g) Las informaciones testimoniales rendidas ante una
Comisión Ordinaria o de Investigación conformadas al
interior del Poder Legislativo;
h) Las realizadas en cualquier medio de comunicación
masivo: escrito, radial y televisivo; que solicite opiniones
de la ciudadanía con relación al desempeño de cualquier
funcionario público;
i) Las opiniones propaladas en el curso de cualquier
procedimiento público;
j) Las realizadas a favor de un individuo con relación a los
beneficios derivados de su relación laboral u otros asuntos
de naturaleza personal que atañen únicamente a dicho
individuo. Esta cláusula no se aplicará a los funcionarios
de la administración pública comprendidos dentro de la
presente ley, con excepción de los servidores que laboren
bajo la supervisión directa de dicho funcionario, respecto a
la adopción, formulación o modificación de legislación
privada destinada a la satisfacción de dicho individuo.
Cliente:
Cualquier persona o entidad que emplea o contrata a un
lobbysta o a una empresa de lobby, a cambio de una
contraprestación económica para realizar actividades de
lobby a favor de esa persona o entidad.
La persona cuyos empleados actuén como lobbystas a su
favor; y que a su vez, es cliente y empleador de los
mismos. Las coaliciones o asociaciones que emplean o
contratan otras personas para conducir actividades de
lobby; y en las cuales, el cliente es la coalición o
asociación y no sus miembros individuales.
Empresa de Lobby:
Cualquier persona o entidad que tiene una o más personas,
bajo relación de dependencia laboral, que son lobbystas y
que actúan a favor de un cliente distinto de su empleador.
El término también incluye a un individuo independiente
que es lobbysta.
Lobbysta:
Cualquier individuo que es empleado o contratado por un
cliente a cambio de una contraprestación económica a
efectos de que se le brinden servicios de lobby.
Entidad Extranjera:
Serán considerados como entidades extranjeras para los
fines de la presente Ley:
a) Gobiernos extranjeros;
b) Agrupaciones, alianzas, movimientos o partidos
políticos;
c) Las personas naturales que se encuentren domiciliadas
fuera del país;
d) Las personas jurídicas constituidas bajo las leyes
extranjeras y cuyo domicilio se encuentre en el exterior.
Artículo 3°.- Los funcionarios o servidores de la
administración pública pasibles de incurrir en actividades
de lobby son los siguientes:
a) El Presidente de la República;
b) Los Vicepresidentes de la República, cuando se
encuentren encargados del Despacho Presidencial;
c) Los representantes al Congreso, actuando
individualmente o como miembros de los órganos
integrantes de la organización parlamentaria;
d) Los Ministros de Estado, Viceministros, Directores
Generales, Directores Ejecutivos, Consejeros y Asesores;
e) El Presidente del Tribunal Constitucional;
f) El Presidente del Consejo Nacional de la Magistratura;
g) El Presidente y los miembros del Consejo Ejecutivo del
Poder Judicial;
h) Los Presidentes Regionales;
i) Los Jefes, Titulares, Presidentes y miembros de los
Consejos, en su caso, de los organismos reguladores, de
las entidades administrativas autónomas y de los
organismos públicos descentralizados;
j) Los Presidentes y miembros del Directorio de las
empresas que conforman la gestión empresarial del
Estado;
k) Los Alcaldes y Regidores;
l) Los funcionarios o servidores de confianza que tengan
capacidad para tomar decisiones públicas.

CAPÍTULO II
DEL REGISTRO PÚBLICO DE LOBBY
Artículo 4°.- Toda persona natural o jurídica que realice
actividades de lobby deberá previamente inscribirse en el
Registro Público de Lobby, como obligación
indispensable para desempeñar tal actividad.
En cualquier eventualidad se podrá regularizar está
obligación dentro de los sesenta (60) días siguientes, desde
el momento en que se efectúo el contacto inicial.
Las personas que realicen actividades de lobby sin haberse
registrado previamente, incurrirán en las responsabilidades
penales a que hacen referencia los artículos 398°, 398- A°,
398-B°, 399° y 400° del Código Penal.
Artículo 5°.-
El Registro Público de Lobby deberá contener la siguiente
información:
a) Datos de la persona o personas a favor de las cuales se
realiza el contacto de lobby;
b) Datos de la persona o personas que actúan como
lobbystas;
c) Información sobre la naturaleza jurídica de existir está,
que vincula al lobbysta con la persona a favor de la cual se
realiza el contacto de lobby;
d) Período dentro del cual el lobbysta ha ejercido o ejerce
su actividad;
e) El monto de los honorarios, gastos autorizados y otros
emolumentos que recibirá el lobbysta para realizar su
actividad;
f) Descripción general del objetivo de la actividad de
lobby;
g) Descripción general de las actividades que el gestor de
intereses y su cliente han realizado o intentan realizar;
h) El nombre y cargo de los funcionarios de la
administración pública con los que se ha realizado el
contacto o se intenta realizar el contacto de lobby;
i) No tener incompatibilidad alguna para el desempeño de
la función de lobbysta.
La información proporcionada al Registro Público de
Lobby tendrá carácter de declaración jurada.
Artículo 6°.- Se encuentra exceptuados de la aplicación
del artículo precedente, las siguientes personas:
a) Las personas cuyos ingresos por actividades de lobby,
durante un semestre, no excedan las cinco (05) UIT;
b) Las personas cuyos ingresos totales relacionados a las
actividades de lobby durante un semestre, no excedan las
diez (10) UIT.
Artículo 7°.- La dependencia de la administración pública
encargada de llevar y mantener el Registro Público de
Lobby se encuentra obligada a:
a) Elaborar los formatos del Registro Público de Lobby;
b) Elaborar los formatos que todo funcionario público se
encuentra obligado a llenar cuando realice un contacto de
lobby;
c) Mantener un archivo de los formatos de contactos de
lobby realizados dentro de su repartición, así como de la
documentación que se hubiera proporcionado en el marco
de la gestión;
d) Poner a disposición del público el contenido del registro
y del archivo de contactos;
e) Formular denuncia ante el Ministerio Público respecto
de las infracciones a la presente Ley.

CAPÍTULO III
OBLIGACIONES DE LOS LOBBYSTAS

Artículo 8°.- Los Lobbystas se encuentran obligados a:

a) Observar las normas de ética que se aprueben para el


desempeño de sus actividades;
b) Formular denuncia ante el Ministerio Público respecto
de las infracciones a la presente Ley,
c) Guardar estricta reserva con relación a las
informaciones confidenciales a las que acceda por motivos
de las actividades de lobby que desarrolla;
d) Rendir informes semestrales y en períodos que se
inician en los meses de enero y junio, con relación a las
actividades de lobby realizadas durante dicho período,
incluyendo honorario y gastos.
Artículo 9°.- El informe emitido semestralmente tendrá
carácter de declaración jurada y deberá contener como
mínimo:
a) El nombre del registrado;
b) Cualquier cambio o modificación que se hubiere
producido respecto de la información contenida en el
Registro respectivo;
c) Los medios empleados y los funcionarios de la
administración pública contactados;
d) Un resumen no confidencial del objeto, funcionarios
públicos contactados y contenido de su gestión, según el
formato correspondiente;
e) Los honorarios y gastos incurridos en la gestión de
lobby.
Artículo 10°.- No podrán ejercer actividades de lobby:
a) Los sentenciados por la comisión de delito doloso a
pena privativa de libertad e inhabilitación, durante el
período que dure la condena;
b) Los inhabilitados para el ejercicio de la función pública;
c) Los funcionarios y servidores de la administración
pública durante el ejercicio de sus funciones y hasta 02
años después de haberlas concluido, en las materias en las
que hubieran tenido competencia funcional directa;
d) Los parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad y
segundo de afinidad.

CAPÍTULO IV
OBLIGACIONES DE LOS FUNCIONARIOS
PÚBLICOS

Artículo 11°.- Los funcionarios y servidores de la


administración pública se encuentran obligados a:
a) Remitir al Registro Público de Lobby una síntesis de la
documentación que les haya sido proporcionada durante
las actividades de lobby;
b) Completar y remitir el formato que para los casos de
contacto personal, haya elaborado el Registro Público de
Lobby.

CAPÍTULO V
PROHIBICIONES A LOS FUNCIONARIOS
PÚBLICOS
Artículo 12°.- Los funcionarios y servidores de la
administración pública comprendidos dentro de los
alcances de la presente Ley, se encuentran prohibidos de
aceptar donaciones, regalos o cualquier liberalidad.
El término incluye servicios gratuitos, alimentación,
capacitación, hospedaje y movilidad que sea otorgada en
especie, adelantos o a través del reembolso de los gastos
incurridos.
Artículo 13°.- Para los fines de la presente ley, se
considera donación o liberalidad a todo acto realizado por
un familiar a favor de un funcionario o servidores de la
administración pública y la realizada a una persona
vinculada con un funcionario o servidor comprendido
dentro de la presente Ley, siempre que exista motivo
suficiente para pensar que la donación o liberalidad haya
sido realizada por razones del cargo o posición que ocupa
el funcionario o servidor.
Artículo 14°.- No serán considerados actos de liberalidad:
a) Legados y herencias;
b) Las donaciones o liberalidades otorgadas por un
pariente;
c) Los aportes y contribuciones realizadas a favor de una
campaña electoral, que hayan sido debidamente
declarados y especificados;
d) Cualquier bien por el que los funcionarios o servidores
de la administración pública abonen el valor del mercado
o que sin ser utilizados, sean devueltos inmediatamente al
donante;
e) Cualquier bien otorgado por un individuo en atención a
una relación amical, salvo cuando el funcionario o
servidor tenga suficientes razones para pensar que se trata
de una donación o liberalidad que fue otorgada debido a la
posición o cargo que ocupa;
f) Materiales de información remitidos a la oficinas de los
funcionarios o servidores públicos, ya sea que se trate de
artículos, cintas de audio y video, documentos escritos,
libros, periódicos, revistas u otras formas de
comunicación;
g) Los beneficios que son accesibles al público en general
o a todos los funcionarios o servidores de un determinado
nivel;
h) Los beneficios ofrecidos a los miembros de un grupo o
clase, en la cual la membresía no tiene relación con la
posición o el cargo que desempeña el funcionario o
servidor público;
i) Los préstamos o financiamientos provenientes de las
entidades del sistema financiero nacional que son
asequibles normalmente al público;
j) Los reconocimientos o premios conferidos en concursos
o eventos abiertos públicos, así como trofeos, placas
recordatorias u otros artículos que tengan valor
conmemorativo;
k) Muestras distribuidas con fines promocionales que
posean un valor mínimo

CAPÍTULO VI
INFRACCIONES Y SANCIONES
Artículo 15°.- Sin perjuicio de lo dispuesto en los
artículos 399° y 400° del Código Penal, el lobbysta que
incumpla lo dispuesto en la presente Ley, será pasible de
las siguientes sanciones:
a) Amonestación;
b) Multa;
c) Inhabilitación parcial para desempeñar actividades de
lobby;
d) Inhabilitación permanente;
Las sanciones establecidas en el presente artículo serán
aplicadas por el registrador encargado de llevar el Registro
Público de Lobby.
El Reglamento de la presente Ley establecerá el
procedimiento que corresponda para la aplicación de las
sanciones.
Artículo 16°.- Sin perjuicio de lo dispuesto en los
artículos 393°, 394°, 397° y 401° del Código Penal, los
funcionarios y servidores públicos que incumplan las
obligaciones contenidas en las presente Ley serán pasibles
de las sanciones que para tal efecto imponga la Contraloría
General de la República.

DISPOSICIONES FINALES Y TRANSITORIAS


Primera.- Creáse en un plano no mayor de noventa (90)
días, el Registro Público de Lobby de conformidad con las
disposiciones contendidas en la Ley del Sistema Nacional
de Registros Públicos y la Superintendencia Nacional de
Registros Públicos.
Segunda.- Dentro de un plazo de sesenta (60) días, el
Poder Ejecutivo mediante Decreto Supremo refrendado
por el Presidente del Consejo de Ministros y el Ministro de
Justicia, dictará las disposiciones reglamentarias de la
presente Ley.
Tercera.- Derogánse, modificáse o dejáse sin efecto las
normas que se opongan a la presente Ley.

Lima, 11 de marzo de 2003.

RAFAEL VALENCIA – DONGO CÁRDENAS


Congresista de la República
FABIOLA MORALES CASTILLO
Congresista de la República

Anda mungkin juga menyukai