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Viltipoco fue un líder indígena del pueblo omaguaca, que fue curaca de Humahuaca y

Purmamarca, en el norte del actual territorio de Argentina y que comandó una guerra de
resistencia contra la invasión de sus tierras por parte del Imperio Español, en 1594. El
levantamiento de Viltipoco integra las Guerras calchaquíes, una sucesión de enfrentamientos
indígenas contra el Imperio Español, entre 1560-1667. Viltipoco unió varios señoríos indígenas
contra los españoles, que le permitió formar un ejército de hasta 10 000 guerreros, con el que
sitió la ciudad de San Salvador de Jujuy fundada un año antes. Apresado por los españoles,
murió en prisión en fecha indefinida.

Independencia representa a Viltipoco.

La obra del escultor argentino Ernesto Soto Avendaño (1886-1969) de 70 toneladas, representa a
las razas nativas y europeas que conforman la identidad argentina. Se eligió la ciudad de
Humahuaca por ser el lugar donde más batallas hubo (14) en la Guerra de la Independencia.
Erigido en la colina de Santa Bárbara, frente a la Plaza Principal, se accede luego de 103
escalones. Ampliá la imagen para ver este impresionante monumento inaugurado el 23 de
Agosto de 1950. Ultipoco, Viltipoco o Piltipoco, fueron los tres nombres que usaron los
españoles para citar al curaca de Purmamarca.

La dominación española de los nativos en el noroeste argentino, fue facilitada por sus creencias
de una instancia superior para las buenas personas que ayudó a los evangelizadores cristianos.
También fue providencial para los encomenderos que considerasen natural pagar tributo, ya que
venían haciéndolo con los Incas.

Pero la dominación española era despiadada, herido el orgullo indígena, se produjeron


sublevaciones, la primera masiva, en 1560, tuvo como caudillo a Juan Calchaquí, cacique de
Tolombón.

La situación de los conquistadores intrusos llegó a ser muy comprometida frente a esos
enemigos, ahora hostiles, que se desplazaban con astucia y que los atacaban con sus flechas
terminadas en agudas puntas de cobre, atrincherados en sus "pucarás" de piedra.

La superioridad en armamento y en estrategia darán el triunfo a los blancos y a sus indios


sumisos.

Pero la región se mantendrá en latente estado de rebelión haciendo que en 1588 el gobernador
Ramírez de Velasco recorra los valles calchaquíes con un poderoso ejército en una cruenta
campaña de "persuasión".

Ello no impedirá que poco después, estallara otra revuelta aún más vigorosa que las anteriores.
Su jefe fue Viltipoco.

No se sabe a ciencia cierta si Viltipoco estuvo como cacique de los omaguacas en la destrucción
de San Francisco de Álava el 25 de mayo de 1576 pero sí que en 1589 ya era cacique de los
omaguacas, así se desprende de esta carta de Alonso Gómez de los Ríos "yo entré el año de
ochenta y seis (1586) en esta provincia juntamente con Ramírez de Velazco, gobernador que fue
de ella, a servir a su Majestad, como lo he hecho en todas las ocasiones que se han ofrecido del
real servicio y en la conquista de los naturales, con mucho lustre de mi persona, sin haber
recibido ayuda de la real caja, ni de otras cosas que las ciudades dan; y el año de ochenta y
nueve (1589) volví a esta ciudad (Salta) con el gobernador Ramírez de Velazco, el cual teniendo
noticia de que en el Valle de Omaguaca había cantidad de indios con el curaca Viltipoco que
impedían el paso haciendo daño a los pasajeros con robos y hurtos y muertes, y habían
despoblado Jujuy (Álava) con muerte de muchos españoles, pareciendo muy conveniente para la
seguridad de esta ciudad enviar como envió al coronel Gonzalo Duarte con doce hombres, y a mí
entre ellos y llegamos a Omaguaca donde estuvimos algunos días sin que pudiésemos ver al
curaca del valle, y tomamos por medio buscarlo y hallado el curaca Viltipoco, tratamos con él
cosas de importancia de que resultó el dar la paz, mediante la cual se pobló Jujuy". Desde
Purmamarca su pueblo, Viltipoco dirigió las operaciones. Los omaguacas, si bien formaban una
etnia culturalmente homogénea, respondían a jefes locales. No existía una autoridad superior
que unificase jefaturas tales como las de los Tumbayas, los Tilcaras, los Uquías, etc. Pero
Viltipoco tuvo aparentemente el poder de reunirlas, para responder a un fin común: la guerra
contra el invasor español. No solo logró tratos con los pequeños jefes, sino que también se alió a
los diaguitas, a los chichas, a los apatamas y a los churumatos.

Su ejército llegó a contar con diez mil combatientes. Viltipoco y los suyos llegaron a dominar
gran parte del Tucumán, aislándolo del resto del virreynato del Perú.

El padre Gaspar Monroy hizo esfuerzos para incorporarlo a la fe cristiana. Pedro Lozano, en su
"Descripción Corográfica" narra un episodio entre el Padre Monroy y Viltipoco: "El cacique le
ofrece un vaso de chicha al sacerdote y éste intenta rechazarlo por la (suciedad) que implicaba
su fabricación, pero luego al ver que el indígena se ofendería, tomó el brebaje. Fue tal la alegría
que sintió Viltipoco que a partir de aquí trocóse en otro hombre y se mostró más benigno".
La cristianización de Viltipoco (con el nombre de Diego) es un hecho que permanece incierto, al
menos para los períodos anteriores a su contacto con el grupo de Francisco de Argañarás y
Murguía. El Padre Monroy no habría logrado su total sumisión al nuevo orden creado. Todo lo
contrario, sus acciones con otros caciques se veían perturbadas por la poderosa influencia de
Viltipoco. Debe entenderse que era un cacique hábil y con capacidad de adaptación a las nuevas
circunstancias y por ello, no dispuesto a ceder su territorio y gente a los españoles.En la
probanza de méritos y servicios del fundador de Jujuy don Francisco de Argañarás, declara como
testigo, el vecino y conquistador Pedro Díaz de Herrera y al referirse a Viltipoco a quien nombra
Diego Viltipoco dice que este curaca preparaba un alzamiento de más de diez mil indios de
guerra entre los cuales se contaban: diaguitas, chichas, omaguacas, churumatas, lules y
apatamas, para asolar Jujuy, Salta, la villa de Nueva Madrid y La Rioja porque era "carnicero e
cruel e que por su horden e yndustria auían acaescido las muertes que subcedieron en el dicho
valle e provincia de Jujui y Salta e la Rioja... y hera tanta la fama del dicho capitán Viltipoco que
hasta los yndios de chile respetauan y le embiauan presentes". Sin embargo, se sabe que para
1593 Viltipoco mantenía relaciones con la Audiencia de Charcas, ofreciendo pagar su tributo en
maíz.

La tercera fundación de Jujuy "San Salvador de Velasco en el Valle de Jujuy", y la vida de su


fundador, el Teniente de Gobernador Francisco de Argañarás y Murguía, están estrechamente
ligadas al dominio en la Quebrada de Humahuaca. La instalación estratégica de la ciudad de
españoles en la boca de la Quebrada sirvió de base de operaciones militares primero, civiles y
religiosas después. Desde allí salió Argañarás el 22 de marzo de 1594 con una columna de 25
hombres y en una noche de abril cayó sobre Purmamarca y capturó a Viltipoco.

Una vez más, las traiciones de algunos capitanejos influenciables y el poderío de los
conquistadores lograron imponerse. El jefe rebelde fue apresado, estuvo algún tiempo en su
prisión de Jujuy y fue llevado después a Santiago del Estero para que lo juzgase el gobernador
donde falleció en su húmeda cárcel.

En un escrito a la Audiencia de Charcas, Argañaraz afirmo: “Prendí a Biltipoco, principal tirano de


los naturales y a todos sus capitanes, con cuya prisión y muerte está llana (la tierra) y los
caminos seguros, porque los dichos yndios rresiven el sancto baptismo y doctrina xptiana y
obedecen los mandamientos de buestra rreal justicia”.
Viltipoco - Algarrobo Ampliar imagenEste algarrobo tiene más de
quinientos años de vida, se encuentra en la localidad de Purmamarca, Quebrada de Humahuaca,
provincia argentina de Jujuy. Bajo sus ramas, en el siglo XVl, el cacique Viltipoco y otros jefes se
conjuraron para resistir al español, conformando un ejército de 10000 guerreros. Una de las
estrategias urdidas por el cacique fue simular una conversión al cristianismo para acercarse al
enemigo y estudiarlo antes de atacar. Y fue también allí, bajo el árbol, que Viltipoco fue
sorprendido mientras dormía, víctima de una traición. Así lo recordaba una placa hoy faltante. A
su derecha se encuentra el cerro de los siete colores. (Fotografía de Agosto 2.010).

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