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UNIVERSIDAD ANDINA DEL CUSCO

Asignatura:
FISIOLOGÍA II

Docente: Medina Rosado ,Eduardo Ulises


Alumnos:
Vargas Pfuyo ,Yammely
Huillca Mamani ,Edwar
Velez Huallpa ,Gabriela
Cusco – Perú
2019
INTRODUCCION

El hipotálamo es una parte del diencéfalo situado debajo del tálamo y formado
por varios núcleos de neuronas, muchas de ellas de naturaleza neurosecretora.
De todos los núcleos hipotalámicos conviene señalar: Núcleo supraóptico,
núcleo paraventricular, núcleos tuberales.
La hipófisis es una pequeña glándula alojada en la silla turca del esfenoides, está
unida al hipotálamo a través del tallo pituitario. En ella se diferencian dos lóbulos
o regiones, diferentes tanto estructural como funcionalmente. El lóbulo anterior
constituye la mayor parte de la glándula (85%) es también
denominado adenohipófisis y deriva del ectodermo embrionario de una
evaginación de la faringe. El lóbulo posterior o neurohipófisis es más pequeño
(15%) y su origen es nervioso, ya que procede de una evaginación hacia abajo
del encéfalo. Su estructura histológica es también muy distinta, mientras que la
adenohipófisis son células endocrinas formando cordones, la neurohipófisis son
terminaciones de axones amielínicos.
La vascularización de la adenohipófisis procede del sistema porta hipotálamo-
hipofisario. Los vasos porta procedentes del hipotálamo, conteniendo las
neurohormonas hipotalámicas descienden por el tallo hipofisario irrigando la
adenohipófisis.
FUNCIONES DEL HIPOTÁLAMO

1. Control endocrino

 Lóbulo anterior o adenohipófisis:procede embriológicamente de un


esbozo faríngeo (bolsa de Rathke) y es responsable de la secreción de
numerosas hormonas

 Lóbulo posterior o neurohipófisis:procedente de la evaginación del piso


del tercer ventrículo del diencéfalo, al cual se le conoce con el nombre de
infundíbulo, queda unido a través del tallo hipofisario; almacena a las
hormonas ADH y oxitocina secretadas por las fibras amielínicas de los
núcleos supraópticos y paraventriculares de las neuronas del hipotálamo.

Adenohipófisis

La adenohipófisis segrega muchas hormonas de las cuales seis son relevantes


para la función fisiológica adecuada del organismo, las cuales son segregadas
por cinco tipos de células diferentes. Estas células son de origen epitelial y como
muchas glándulas endocrinas, están organizadas en lagunas rodeadas de
capilares sinusoides a los cuales se vierte su secreción hormonal. Los tipos de
células se clasificaban antes de acuerdo a su tinción, y eran acidófilas, basófilas
y cromófobas (o que no se tiñen), sin embargo, esta clasificación no aportaba
información significativa sobre su actividad secretora, por lo que en la actualidad
se usa una clasificación de acuerdo con técnicas de inmunohistoquímica para
sus productos de secreción, y se han podido identificar 5 tipos celulares:

 Células somatótropas que segregan GH (acidófila).


 Células lactotropas, o mamótropas que segregan PRL (acidófila).
 Células corticotropas que segregan ACTH (basófila).
 Células gonadotropas que segregan las gonadotropinas LH,
y FSH (basófila).
 Células tirotropas que secretan la TSH (basófila).

Las células cromófobas son en realidad células desgastadas y pueden haber


sido cualquiera de las cinco anteriores.

Hormonas de la adenohipófisis

 Hormona del crecimiento o somatotropina (GH). Estimula la síntesis


proteica, e induce la captación de glucosa por parte del músculo y
los adipocitos, además induce la gluconeogénesis por lo que aumenta
la glucemia; su efecto más importante es quizás que promueve
el crecimiento de todos los tejidos y los huesos en conjunto con
las somatomedinas. Por lo que un déficit de
esta hormona causa enanismoy un aumento (ocasionado por
un tumor acidófilo) ocasiona gigantismoen niños, y acromegalia en
adultos, (consecuencia del previo cierre de los discos epifisiarios).
 Prolactina (PRL) u hormona luteotrópica. Estimula el desarrollo de
los acinos mamarios y estimula la traducción de los genes para
las proteínas de la leche.

 Hormona estimulante del tiroides (TSH) o tirotropina. Estimula la


producción de hormonas por parte del tiroides.
 Hormona estimulante de la corteza suprarrenal (ACTH) o
corticotropina. Estimula la producción de hormonas por parte de
las glándulas suprarrenales.
 Hormona luteinizante (LH). Estimulan la producción de hormonas por
parte de las gónadas y la ovulación.
 Hormona estimulante del folículo (FSH). Complementa la función
estimulante de las gónadas provocada por la (LH).

Neurohipófisis

La neurohipófisis tiene un origen embriológico diferente al del resto de la


hipófisis, mediante un crecimiento hacia abajo del hipotálamo, por lo que tiene
funciones diferentes. Se suele dividir a su vez en tres partes: eminencia
media, infundibulo y pars nervosa, de las cuales la última es la más funcional.
Las células de la neurohipófisis se conocen como pituicitos y no son más
que células gliales de sostén. Por tanto, la neurohipófisis no es en realidad una
glándula secretora ya que se limita a almacenar los productos de secreción
del hipotálamo. En efecto, los axoplasmas de las neuronas de los núcleos
hipotalamicos supraóptico y paraventricular secretan la ADH y
la oxitocina respectivamente, que se almacenan en las vesículas de los axones
que de él llegan a la neurohipófisis; dichas vesículas se liberan cerca del plexo
primario hipofisiario en respuesta a impulsos eléctricos por parte del hipotálamo.

 Hormona antidiurética (ADH) o vasopresina. Se secreta en estímulo a una


disminución del volumen plasmático y como consecuencia de la
disminución en la presión arterial que esto ocasiona, y su secreción
aumenta la reabsorción de agua desde los túbulos colectores renales por
medio de la translocación a la membrana de la acuaporina II; también
provoca una fuerte vasoconstricción por lo que también es llamada
vasopresina.

 Oxitocina. Estimula la contracción de las células mioepiteliales de


las glándulas mamarias lo que causa la eyección de leche por parte de la
mama, y se estimula por la succión, transmitiendo señales al hipotálamo
(retroalimentación) para que secrete más oxitocina. Causa contracciones
del músculo liso del útero en el orgasmo y también los típicos espasmos
de la etapa final del parto.

2. Control autónomo
El hipotálamo asume el control del sistema nervioso autónomo y parece
integrar la función del sistema autónomo y del sistema neuroendocrino
para, de este modo, preservar la homeostasia corporal. En esencia, el
hipotálamo debe considerarse como el centro nervioso superior para el
control de los centros autónomos de un orden inferior situados en el tallo
cerebral y en la médula espinal (fig. 13-8). La estimulación eléctrica del
hipotálamo en experimentos con animales muestra que el área
hipotalámica anterior y el área preóptica influyen en las respuestas
parasimpáticas. Éstas incluyen el descenso de la presión arterial, la
reducción de la frecuencia cardíaca, la contracción de la vejiga, el
aumento de la motilidad del tubo gastrointestinal y el aumento 654 de la
acidez del jugo gástrico, de la salivación y de la constricción pupilar. 655
Figura 13-8 Diagrama que representa el hipotálamo como centro cerebral
principal en el control del medio interno corporal.
La estimulación de los núcleos posteriores y laterales ocasiona
respuestas simpáticas, 656 que incluyen: elevación de la presión arterial,
aceleración del ritmo cardíaco, cese del peristaltismo en el tubo
gastrointestinal, dilatación pupilar e hiperglucemia. Estas respuestas
conducirían a pensar que en el hipotálamo deben existir áreas que pueden
denominarse centros parasimpáticos y simpáticos. Sin embargo, se ha
observado que existe una considerable superposición de funciones en
estas áreas

3. Regulación de la temperatura
La porción anterior del hipotálamo controla los mecanismos que disipan
el calor corporal. La estimulación experimental de esta área ocasiona la
dilatación de los vasos sanguíneos cutáneos y la sudoración, lo cual
disminuye la temperatura corporal. La estimulación de la porción posterior
del hipotálamo da lugar a vasoconstricción de los vasos sanguíneos de la
piel y a la inhibición de la sudoración.
También pueden producirse escalofríos, mediante lo cual el músculo
esquelético produce calor. Habitualmente, el hipotálamo fija la
temperatura corporal de 36,6 °C a 37 °C cuando ésta se mide en la
cavidad bucal, y 1° más alta cuando se mide en el recto. La regulación de
la temperatura puede modificarse como respuesta a situaciones
extremas, como la temperatura ambiental o en casos de infección.
4. Control emocional
Región responsable del control de la expresión fisiológica de la emoción.
Para ejercer este control, regula la actividad del sistema nervioso
autónomo a través de su influencia sobre el tronco del encéfalo.
En la glándula del hipotálamo se reúnen un conjunto de sustancias
químicas responsables de determinadas emociones que experimenta el
ser humano.
Conducta de alimentación liquidos, sed, sueño vigilia y ritmo circadiano

El hipotálamo aloja los centros del hambre y de la saciedad. Varios centros


neuronales del hipotálamo participan en el control de la ingestión de alimentos.
Los núcleos laterales del hipotálamo actúan como centro de la alimentación,
porque cuando se estimulan excitan un apetito voraz (hiperfagia). Por el
contrario, la destrucción del hipotálamo lateral anula el deseo de alimento y
propicia una inanición progresiva,estado caracterizado por un adelgazamiento
notable, debilidad muscular y metabolismo reducido. El centro hipotalámico
lateral de la alimentación emite los impulsos motores para la búsqueda de
alimento. Los núcleos ventromediales del hipotálamo sirven, en cambio, como
un importante centro de la saciedad y se cree que confieren una sensación de
placer nutricional que inhibe el centro de la alimentación. La estimulación
eléctrica de esta región puede inducir una saciedad completa y, de hecho,
cuando se ofrecen alimentos muy apetitosos, el animal los rechaza (afagia). Al
contrario, la destrucción de los núcleos ventromediales motiva una alimentación
voraz y continua hasta que el animal alcanza una obesidad extrema,
cuadruplicando en ocasiones su peso.

Se cree, asimismo, que los núcleos paraventriculares, dorsomediales y


arqueados del hipotálamo también contribuyen decisivamente a regular la
ingestión de los alimentos. Por ejemplo, las lesiones de los núcleos
paraventriculares suelen determinar una alimentación exagerada, mientras que
las de los núcleos dorsomediales merman, por lo general, la conducta
alimentaria. Como se menciona más adelante, los núcleos arqueados son los
centros del hipotálamo donde convergen numerosas hormonas liberadas desde
el tubo digestivo y el tejido adiposo para regular la ingestión de alimentos y el
consumo energético. Existe una gran comunicación química entre las neuronas
del hipotálamo; estos centros coordinan, en conjunto, los procesos que regulan
el comportamiento alimentario y la percepción de la saciedad. Estos núcleos del
hipotálamo también influyen en la secreción de algunas hormonas, de
importancia para el equilibrio y el metabolismo energéticos, entre otras las
hormonas tiroideas y suprarrenales, así como las de las células de los islotes
pancreáticos.

El hipotálamo recibe:

1. Señales nerviosas del tubo digestivo que portan información sensitiva


acerca del llenado gástrico;
2. Señales químicas de los nutrientes de la sangre (glucosa, aminoácidos y
ácidos grasos) que indican la saciedad;
3. Señales de las hormonas gastrointestinales;
4. Señales de las hormonas liberadas por el tejido adiposo,
5. Señales de la corteza cerebral (visión, olfato y gusto) que modifican la
conducta alimentaria..

Los centros hipotalámicos de la alimentación y de la saciedad contienen muchos


receptores para los neurotransmisores y las hormonas que modulan la conducta
alimentaria. Mientras que la tabla enumera algunas de las numerosas sustancias
que modificaron el apetito y la conducta alimentaria en los estudios de
experimentación y que suelen catalogarse como:
1) orexígenas, si estimulan el apetito,2) anorexígenas, si lo inhiben.

 Hambre: Cuando nuestro cuerpo detecta que no tenemos reservas de


energía suficientes y que, por tanto, necesitamos ingerir alimentos, envía
Ghrelina (una hormona) al hipotálamo, indicando que tenemos que comer.
De este modo, el hipotálamo libera el Neuropéptido Y, que es la hormona
que produce esa sensación de hambre. En el ejemplo del principio, nuestro
hipotálamo estaba liberando grandes cantidades de Neuropéptido Y, por lo
que nuestra sensación de hambre se había disparado.
 Saciedad: Por el contrario, cuando hemos comido lo suficiente, nuestro
cuerpo debe decir a nuestro cerebro que no necesitamos más alimentos y
que tenemos que parar de comer. Conforme vamos comiendo, nuestro
cuerpo produce insulina, que incrementa la producción de una hormona
llamada “leptina”. La leptina viaja por la sangre hasta el núcleo ventromedial
del hipotálamo y, cuando llega a su receptor, inhibe la producción de
Neuropéptido Y. Al dejar de producir Neuropéptido Y, dejamos de tener
hambre o, dicho de otra forma, sentimos saciedad.
 Sed: De una manera semejante a la del hambre, cuando el cuerpo necesita
más agua, el hipotálamo libera la hormona antidiurética (o vasopresina), que
actúan para impedir la pérdida de agua y favorecer la ingesta de líquidos.
 Temperatura: La temperatura a la que la sangre llega al hipotálamo
determinará si necesitamos reducir o aumentar la temperatura corporal. Si
la temperatura es demasiado alta, necesitamos perder calor, lo que hará
que la porción anterior del hipotálamo (Hipotálamo anterior) inhiba a la
posterior, provocando una serie de consecuencias dirigidas a la reducción
del calor (como la sudoración). En cambio, si la temperatura es demasiado
baja, necesitamos producir calor, lo que hará que la porción posterior del
hipotálamo (Hipotálamo posterior) inhiba a la anterior. Así, mediante el eje
hipotálamo-hipofisiario, se liberará la hormona estimulante de la tiroides
(TSH) y la hormona adrenocorticotropa (ACTH), favoreciendo la
conservación del calor.
 Sueño: La razón por la que nos cuesta dormir con la luz encendida se
encuentra en el hipotálamo. El ciclo de sueño-vigilia está regulado por el
ciclo circadiano. La estructura que se encarga de la regulación del ciclo
circadiano es un conjunto de neuronas del hipotálamo medial llamado
núcleo supraquiasmático. El núcleo supraquiasmático recibe información de
las células ganglionares de la retina mediante el tracto retinohipotalámico.
De este modo, la retina detecta los cambios de luz en el exterior y envía
esta información al núcleo supraquiasmático. Este conjunto de neuronas
procesan la información, que es enviada a la glándula pineal (o epífisis
cerebral). Si la retina detecta que no hay luz, la glándula pineal secreta
melatonina, que favorece el sueño. Si la retina detecta que hay luz, la
glándula pineal reduce los niveles de melatonina, lo que propicia la vigilia.
 Apareamiento y agresividad: Estas conductas (tan dispares en los
humanos, pero muy relacionadas en el mundo animal) son reguladas por la
misma porción del hipotálamo (núcleo ventromedial). Hay neuronas que
sólo se excitan durante la conducta de apareamiento, mientras que hay
otras que se activan en las conductas agresivas. No obstante, hay un
conjunto de neuronas que responden durante ambas conductas. En este
caso, la amígdala cerebral es la encargada de enviar información
relacionada con la agresividad al área preóptica del hipotálamo para que
éste libere las hormonas pertinentes para adecuarse a la situación en la que
nos encontramos.
 Emociones: Cuando experimentamos una emoción, a ésta le acompañan
unos cambios fisiológicos. Si caminamos solos por la noche y tenemos que
atravesar una calle oscura donde escuchas ruidos extraños, nuestra
reacción más probable es sentir miedo. El cuerpo necesita estar preparado
para cualquier circunstancia y por eso nuestro hipotálamo manda
información a las distintas partes de nuestro cuerpo (aumenta la respiración,
el ritmo cardíaco, contrae los vasos sanguíneos, dilata las pupilas y tensa
los músculos). De este modo, nos permite detectar cualquier amenaza y
correr o defendernos si es preciso. Por tanto, el hipotálamo se encarga de
los cambios fisiológicos relacionados con cada emoción.

EXCITACION SEXUAL

Durante la excitación sexual, los nervios de los genitales envían información al


cerebro a través de la médula espinal. Las células del cerebro
producen dopamina, activando los centros del hipotálamo que estimulan la
liberación de oxitocina, incitan a las glándulas suprarrenales a producir
adrenalina, y se produce un decapéptido, la GRH (Hormona liberadora de
gonadotropinas), que actúa sobre la hipófisis anterior controlando la secreción
de LH (hormona luteinizante) y FSH (hormona estimuladora de los folículos) que
estimulan la secreción de las hormonas esteroideas gonadales (testosterona,
estrógenos y progesterona). El hipotálamo (células nerviosas en el núcleo para-
ventricular) estimulado por las hormonas esteroideas libera más oxitocina
(retroalimentación positiva).
BIBLIOGRAFÍA

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Panamericana. Madrid (2009).
 Iversen, S.; Iversen, L. y Saper, C.B. Sistema nervioso autónomo e
hipotálamo. (2001).
 En E.R. Kandel; J.H. Schwartz y T.M. Jessel. (Eds.). Principios de
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 Sánchez-Sánchez, C. Trastornos del sistema nervioso autónomo.
Medicine. (2008).

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