FONOAUDIOLÓGICA
PARA LOS
TRASTORNOS
FONOLÓGICOS
TERAPIA FONOAUDIOLÓGICA PARA LOS
TRASTORNOS FONOLÓGICOS.
INDICE
Capitulo 1
Los Trastornos Fonológicos………………………………………………………… 1
Capitulo 2
Evaluación y descripción de los trastornos fonológicos……………………………. 17
Capitulo 3
Terapia de trastornos fonológicos…………………………………………………... 25
Capitulo 4
Modelos de terapia fonológica……………………………………………………… 41
Capitulo 5
Consideraciones Finales…………………………………………………………….. 99
HISTORIA
Parte de la tarea de adquirir una lengua envuelve lo aprendido de cuales son los
sonidos usados y de cómo esos sonidos son organizados. La mayoría de niños
ejecuta esa tarea sin dificultades y por alrededor de los 5 años ya producen los
sonidos de la lengua materna adecuadamente y sólo las secuencias permitidas. Sin
embargo hay una significante mayoría de niños para los cuales adquirir el sistema de
sonidos de una lengua es un gran obstáculo a vencer.
Existen diferentes grupos de niños que presentan dificultades en los sonidos del habla.
Entre ellos niños con deficiencia mental, con deficiencia auditiva, con lesiones focales
en el cerebro, con autismo, con lesiones orgánicas en los órganos fono articulatorio.
Sin embargo hay también niños cuyos problemas del habla no están asociados a
ninguna de estas condiciones. Estos niños tienen resultados de acuerdo con la edad
en pruebas de inteligencia no verbal, exhiben audición normal y no presentan
problemas neurológicos o de autismo. Esos niños constituyen el objetivo central de
este libro.
Los primeros estudios sobre los niños con dificultades de habla emplean el termino
“desorden articulatorio funcional” para referirse a los problemas de esos niños. No se
uso mas restringido, ese termino se refería sólo le hecho de que la causa de dificultad
del habla era desconocida. Entre tanto muchos de los estudios iníciales suponían que
los déficit era debido a un aprendizaje defectuosa de los gastos articulatorios. Esos
estudios consideraban las limitaciones motoras y perceptuales como causas iníciales
de l problema. Pero, suponían que una vez que el niño llegar a el punto de
maduración, en el cual los sonidos podían ser producidos en su forma adulta, los
errores persistían en razón de los hábitos que el niño había formado.
Compton (1970) y Oller (1973) fueron los primeros en demostrar que los niños que
presentan un habla altamente ininteligible muchas veces poseen sistemas fonológicos
tan estructurados y regulares en cuanto a los niños cuyo habla se esta desenvolviendo
normalmente. El repertorio de los sonidos de cada uno de estos niños, aunque menor,
representa una adquisición ordenada y basada en alteraciones sistemáticas del
sistema adulto. Para cada niño la estructura silábica y la ocurrencia de sonidos en
diferentes posiciones y ambiente fonéticos son sistemáticas.
Las producciones en (1) revelan que el niño tiene dificultas de usas [s] en saia. Sin
embargo, la producción incorrecta de [save] para llave sugiere que el niño es capaz
de producir el sonido [s]. El hecho de que este sonido haya sido usado en llave más no
en saia indica que la organización de sonidos del niño no es la apropiada.
Leonard (1995) resalta le hecho de que, en el lenguaje de niños con dificultades de
habla los errores de omisión o sustitución son mucho mas frecuentes que los errores
que constituyen distorsiones intrafonemas. Si las dificultades del habla fuesen
derivadas principalmente de errores articulatorias, las distorsiones (que parecen ser
errores más próximos de los alvos articulatorios) deberían de representar un
porcentaje mucho más alto de errores observados.
Para describir la naturaleza de los trastornos del habla es necesario que se haga una
distinción teórica fundamental entre análisis fonético y análisis fonológico. A través del
análisis fonético se llega a una descripción detallada de las características auditivas,
acústicas ya articulatorias del habla por una perspectiva física y fisiológica. Tal
descripción proporciona informaciones importantes sobre las habilidades, o potencial y
las restricciones de de mecanismo de producción del habla del niño. Pero, este tipo de
descripción no trae ninguna información de “como” esos recursos fonéticos están
siendo utilizados en la comunicación atreves del lenguaje hablado. La fonología
describe la organización de las funciones de los recursos fonéticos del habla. Un
análisis fonológico del habla de un niño con desorden es aquella que proporciona, por
tanto, los patrones de pronunciación usados en el lenguaje se identifica las
implicaciones comunicativas del desorden. Así, el análisis fonológico describe las
características funcionales de los patrones de pronunciación con trastornos que se
manifiestan por fallas en la marcación de las diferencias de sonidos necesarios para
comunicar diferentes significados.
Para Hewlett (1985), sin embargo una distinción binaria entre fonética y fonología es
muy simplista y no sirve como modelo de producción del habla, ni como base para
identificar los componentes involucrados en el desarrollo y los desvíos de
pronunciación. El autor propone un modelo compuesto de tres componentes:
La fonología, que es la más alto etapa en relación a las funciones corticales, en la cual
las palabras a ser dichas son seleccionadas junto a su representación fonológica en
términos de una imagen almacenada de sus constituyentes fonológicos – es el nivel
cognitivo.
La fonética, que es la etapa intermediario en el cual los constituyentes fonológicos son
convertidos en secuencias de movimientos para la pronunciación. Esta etapa envuelve
por lo tanto selección, ordenamiento y secuencia de patrones motores almacenados –
ese nivel organizacional de control y condenación motores.
La articulación, que es la etapa periférica de producción del habla cuando las
articulaciones producen los movimientos que resultan de los sonidos del habla – es el
nivel observable de producción del habla.
Conforme Stoel – Gammon & Dunn (1985), “articulación” se refiere a los movimientos
físicos envueltos en la producción del habla en cuanto que la “fonología” tiene dos
significados. En un sentido más estricto, se refiere a la organización y calcificación de
sonidos del habla que se comportan como unidades contrastivas dentro de una
determinada lengua. En un sentido más amplio, es usado como un término general
refiriéndose a todos los aspectos de estudio de los sonidos del habla, incluyendo la
percepción y la producción del habla, así como los aspectos cognitivos y motores de la
misma. La mayoría de los trabajos sobre el desarrollo fonológico de los niños adopta la
definición más amplia de fonología de esta forma, se entiende la adquisición
articulatoria como parte del desarrollo fonológico – la parte que envuelve el dominio de
la habilidad motora para producir correctamente los sonidos y secuencias de sonidos
del lenguaje adulto. Al adquirir los patrones articulatorios del adulto el niño debe de
aprender a controlar la corriente de aire proveniente de los pulmones al pasar a través
de la laringe para producir sonidos sonoros y mudos; la abertura y el cierre del velo
faringe para producir sonidos orales y nasales, y los movimientos dela lengua, labios y
mandíbula para producir las diferentes consonantes y vocales de la lengua.
Además de los sonidos físicos que entran en la producción del habla, los aspectos
organizacionales (o estructurales) del sistema de sonidos de la lengua también
precisan ser aprendidos. El niño debe saber, por ejemplo, cual de la diferencia de
sonidos que son contrastivos y cuales no son; que tipo de restricciones posicionales y
secuencias son colocadas en varios sonidos del habla; que reglas o procesos están
envueltos con las alternancias morfofonémicas del habla.
Fue sólo en la segunda mitad de la década del 70 que los principios lingüísticos
comenzaron a ser usados con mas frecuencia en le evaluación de los llamados
“desordenes articulatorios funcionales”. Hasta entonces con énfasis en la articulación,
los métodos de evaluación y tratamiento se centraban en los aspectos mecánicos de
pronunciación de los sonidos del habla. El nuevo enfoque, basado en un modelo
lingüístico, llevo, inevitablemente, a reconsideraciones sobre esos desordenes. El
análisis lingüístico del habla de un niño con “desorden de articulación severa” revela
patrones fonológicos diferentes de aquellos encontrados en hablantes normales de la
lengua. El desorden, por tanto, parece estar en la organización del nivel fonológico,
tratándose de una patología del lenguaje, y seria más correcto designarla por
desorden fonológico y no sólo como disturbio articulatorio.
Así, se considera que los niños con trastornos fonológicos son aquellos cuyo dominio
general de dificultad es la fonología. Sin embargo, se debe recordar que el término
permite la posibilidad de imprecisiones articulatorias, así como problemas en la
organización del sistema de sonidos.
En Brasil, los estudios referentes a la fonología con trastornos fueron introducidos por
los trabajos de Teixeira (1985), Lamprecht (1986) y Hernandorena (1988), siendo
identificados con la creación del Centro de Estudios sobre Adquisición y Aprendizaje
del Lenguaje (CEAAL) en la Pontificia Universidad Católica de Rio Grande do Soul.
Nuevos trabajos sobre adquisición normal y desviada del sistema fonológico surgieron
con base en la fonología generativa clásica y en la fonología natural, consolidando
análisis como el de rasgos distintivos y el de procesos fonológicos como excelentes
métodos de descripción del habla del niño, como es visto en el trabajo de Yavas,
Hernandorena y Lamprecht (1991).
Pb t g
m n
1. Los patrones fonotáticos del niño tienden a ser menos complejos que el del
adulto.
2. Las producciones del niño envuelven simplificaciones sistemáticas complejas
del adulto. Por ejemplo lprl →[p], como en “plato” →[patu].
3. Las simplificaciones de las estructuras complejas del adulto llevan a la pérdida
de contraste fonológico y conjuntamente con otras realizaciones como pueden
llevar a pérdidas múltiples de contrastes fonológicos. por ejemplo lprl →[p],
como en “plato” y “pato” que son producidas como ejemplo [patu], y también
posiblemente “pato” y “vato” producidas como ejemplo [patu].
Sobre una perspectiva evolutiva, los trastornos fonológicos pueden ser clasificados en
tres categorías generales:
Desarrollo variable: los niños usan patrones de dos (o más) etapas diferentes del
desarrollo fonológico. Algunos patrones pueden estar apropiados para la edad otros
pueden estar atrasados o avanzados (desencuentro cronológico).
Uso de variables de procesos: mas que una realización es utilizada para una
consonante alvo por ejemplo, la consonante │s│ producid→[x]. Como [s] y como [t]. –
“ sapo” →[sapu], [tapu].
Investigadores como Ingram (1976, 1981, 1987) y Grunwell (1981, 1982) mostraron
que las diferencias entre niños con desordenes fonológicos y los normales no están en
los tipos de procesos evidenciados, pero, si, en el uso de esos mismos procesos. Los
niños con trastornos fonológicos pueden presentar procesos en edad en que esos ya
deberían haber desaparecido, pueden presentar un desarrollo irregular en hacer uso
de procesos incomunes. Para Leonard (1992) estos niños no son radicalmente
diferentes de niños con desarrollo normal, a no ser de lo que dice respecto a dos
aspectos: tener sistemas mas limitados de lo que esperaría en relación al tamaño de
sus vocabularios y hacen uso mas frecuente, pero menos sistemático, de patrones
incomunes.
Las principales semejanzas entre niños con trastornos fonológicos y niños con
desarrollo fonológico normal son:
Procesos fonológicos: los procesos que son más comunes en el habla de niños
con pequeños con desarrollo fonológico normal son los más frecuentes en el
habla de niños con trastornos fonológicos. Por ejemplo, reducción del
encuentro consonántico, semi vocalización, supresión de la consonante final, y
supresión de la silaba átona ocurre en porcentajes relativamente altos en el
habla de niños con desarrollo fonológico normal aproximadamente con 24
meses de edad, siendo que los dos primeros procesos persisten por más
tiempo. Esos mismos procesos están entre los más frecuentes en el habla de
niños con trastornos fonológicos.
Siguiendo a Leonard (1995), los niños con trastornos fonológicos difieren de los
niños normales en los aspectos siguientes:
Al evaluar y analizar las características de los trastornos del habla, el terapeuta debe
tener un conocimiento detallado de los patrones de pronunciación normal de su
comunidad de habla, bien como conocer los patrones normales de desarrollo del
lenguaje.
La recopilación de datos del habla para un análisis fonológico puede ser hecho a
través de la conversación espontanea o a través de un procedimiento especialmente
construido para la obtención de datos que se constituyen en pruebas de nombramiento
de figuras o de repetición de palabras. Cada uno de esos métodos tiene sus ventajas y
desventajas.
La conversación del habla espontánea es el método más natural y, en general, resulta
en una muestra más típica del habla del niño. A través de ese procedimiento de
recolección, el terapeuta tiene posibilidades de observar el habla encadenada y los
posibles procesos fonológicos que ocurren entre palabras, tiene oportunidad de
observar ocurrencias repetidas de las mimas palabras en diferentes contextos
fonológicos y gramaticales que pueden demostrar la variabilidad de producción del
niño y puede constatar la selección léxica hecha por el niño y la presencia de
estrategias de evitarlo. Las desventajas presentadas por este método de recolección
de datos incluyen el hecho de que los niños con dificultades del habla pueden resultar
en participar en conversaciones, volviéndose difícil la obtención de una muestra
significativa. Además de eso, por ser un método mas espontaneo, no es posible un
control del hable, lo que hace que no todos los sonidos de le lengua aparecen en una
muestra y eso es acentuado por la estrategia de evitar hecha por niños con trastornos
del habla que tienden a evitar palabras que contengan sonidos mas difíciles para ella.
Añade que, todavía, como una desventaja del habla espontanea, el hecho de esta ser
de difícil comprensión en los casos de alteraciones mas severos, quedándose el
terapeuta sin una referencia para reconocer la palabra – alvo que fue intentada por el
niño.
La solución ideal para que se obtenga una buena muestra del habla es que la
recolección de datos del habla espontanea, de repetición y de nombramiento y se
compare los resultados lo que, muchas veces, es difícil en el contexto clínico. Un
procedimiento útil es las utilización del llamado “nombramiento espontaneo”, que tiene
por objetivo la obtención de un conjunto representativo y previamente determinado de
palabras, pero no se restringe las producciones de una sola palabra, posibilitando,
también, al niño, producciones del habla espontanea. En Brasil, la prueba “evaluación
fonológica del niño – EFC” de Yavas, Hernandorena y Lamprecht (1991) es un
procedimiento de recolección de datos del habla que se vale del nombramiento
espontaneo.
Una vez que los datos fueron recolectados, registrados y transcritos fonéticamente,
ellos deben ser analizados. Ahí se encuentra una de las mayores contribuciones de la
fonología clínica: la aplicación de los principios de análisis fonológico. Usando un
modelo de análisis fonológico, en la evaluación de los trastornos fonológicos, el
terapeuta es capaz de descubrir regularidades en los datos y percibir la sistematicidad
de las fonologías con desordenes, llegando, así, a un diagnostico mas preciso. Una
vez que se obtenga un diagnostico correcto, es posible planear un tratamiento mas
efectivo.
De acuerdo con Grunwell (1985) los procedimientos de evaluación y análisis del habla
del niño deben ser capaces de atender las siguientes exigencias:
1. Proporcionar una descripción de los patrones del habla del niño pues este es el
objetivo básico de cualquier análisis fonológico.
2. Identificar las diferencias entre patrones normales de pronunciación y los
patrones del habla del niño, mostrando cuales son los aspectos específicos del
habla del niño que no están en conformidad con su comunidad lingüística.
3. Indicar las implicaciones comunicativas de los patrones del niño. Este es el
elemento esencialmente fonológico de análisis, pues examina las
consecuencias de los patrones de pronunciación del niño, como, por ejemplo,
la falta de contrastes fonológicos adquiridos.
4. Proporcionar una indicación sobre la etapa de desarrollo en que se encuentran
los patrones del habla del niño, debiendo ser construida con base a las
informaciones sobre el desarrollo normal del habla.
5. Proporcionar un modelo que identifique los diferentes tipos de pronunciación
con trastornos llevando a un diagnostico.
6. Facilitar la definición de los objetivos del tratamiento, identificando
precisamente que patrones deben ser modificados a fin de que el niño adquiera
una pronunciación más adecuada o más aceptable.
7. Identificar y evaluar los cambios de los patrones del habla del niño cuando un
segundo análisis fuera realizado después de un periodo de tratamiento,
evaluando, así mismo, los hechos y la eficacia de la intervención.
Grunwell (1982) propuso el análisis contrastivo, que tiene como principio básico la
comparación del sistema fonológico del niño con el sistema fonológico patrón,
analizando la distribución de los fones en las distintas posiciones de la palabra y el
inventario fonético hasta llegar al sistema de fones contrastivos. En Brasil, un modelo
adaptado al portugués, fue desarrollado por Hernandorena (1990).
La mayor crítica al análisis por procesos fonológicos es el hecho de que este modelo
supone que las representaciones fonológicas subyacentes del niño sean idénticas a
las representaciones de superficie del adulto. El niño tendría una representación
correcta de la palabra, sin embargo, los procesos que operan en su sistema, se
aplicarían sobre esta representación correcta, haciendo que la forma de salida sea
incorrecta. En este caso, seria necesario admitir que niños muy pequeños, al inicio de
la adquisición fonológica, aplican mucho mas reglas que los niños mayores que ya no
presentan tantos procesos operativos en su sistema. Tal propuesta ha sido muy
cuestionada en la medida en que se encuentran evidencias, en los datos de los niños,
de que, muchas veces, ellos no poseen la misma representación de superficie del
adulto. Por ejemplo, las variaciones [ti´ko] y [ci´ko] para el alvo “eléctrico”, que pueden
ser encontradas en la adquisición del portugués de Rio Grande do Sul, realizadas por
niños distintos o por el mismo niño en épocas diferentes, evidencian una diferencia de
representación subyacente. En la segunda forma, el niño, al aplicar la regla de
palatización de [t]delante de la vocal [i], demuestra no representar el encuentro
consonántico. Por otro lado, al realizar [ti´ko], habiendo realizaciones como [cia] y
[ci´mi] en su habla, evidencia haber adquirido la representación del encuentro
consonántico. Para la teoría de la fonología natural, no esta clara esa distinción, pues
los ajustes, en cada caso, serian:
[ci´ko] l tr l →l t l →l c l / l i l
[ti´ko] l tr l → l t l
En este ejemplo, el niño con representación menos evolucionada aplica mas reglas y
a mas evolucionadas menos reglas. Por tanto, no es explícita la distinción de
conocimiento entre los dos niños, por el contrario, esta escondido. Queda claro aquí
que la formalización de tal teoría es incoherente.
σ σ σ σ
tier
Prosodico C V C V C C V C V
c i k o t i k o
Las nociones teóricas que subyacen a esos principios terapéuticos dicen respecto a la
naturaleza de la fonología y del desenvolvimiento fonológico del niño:
El proceso terapéutico de los trastornos del habla se basa, antes de los abordajes
lingüísticos actuales, primordialmente en la producción fonética. Los fonemas eran
tratados aisladamente, después en silabas, palabras y frases, finalizando con el habla
espontanea. El cambio para el nuevo alvo solo se daba después de la automatización
de los primeros. Los tratamientos eran, en consecuencia, más largos.
Edwards & Shriberg (1983) relatan una serie de estudios que utilizaron análisis
fonéticos funcionales y contrastivos con el objetivo de encontrar patrones desviantes y
proporcionar un plano terapéutico adecuado. Sin embargo, a pesar de la importancia
de tales estudios, en las décadas del 70 – 80, todavía había resistencia de los
terapeutas en si aprovechan los mismos. Shelton & McReynolds (1979), por ejemplo,
recalcan su preferencia por “desorden de articulación” en vez de desorden fonológico,
argumentando que los terapeutas del habla se ocupan solamente con una parte de la
fonología, argumentando que los terapeutas del habla se ocupan solamente con una
parte de la fonología, la que dice respecto al desarrollo de un inventario fonético.
También, creían que la fonología no proporcionaba mucho subsidio en relación a
mayor necesidad terapéutica, en su opinión, la imposición fonética (colocación
articulatoria adecuada de los fonos.
Mota (1990), por otro lado, recalca que este tipo de terapia tradicional, con enfoque
predominantemente articulatorio, puede no conducir a los resultados deseados.
Muchas veces, los niños, después de un largo tiempo de tratamiento, saben producir
aisladamente los fones - alvos pero no consiguen incorporarlos al habla espontanea.
Por lo tanto además de técnicas fonéticas que pueden o no ser necesarias, llevar en
cuenta principios jerárquicos de la lengua que son fundamentos en la elaboración en
el plano terapéutico.
Además de eso, Grunwell (1997) apunta algunos aspectos importantes que también
deben de ser tomados en cuenta en la elaboración de un plano de terapia con base
fonológica:
Existen cuatro mecanismos básicos de cambios fonológicos que pueden ser inducidos
para la terapia fonológica. El primero de ellos es el mecanismo de estabilización por el
cual un patrón de pronunciación variable se vuelve estable. Se Busca estabilización en
sistemas en los cuales hay inestabilidad o variabilidad. El segundo mecanismo de
cambio fonológico es la desestabilización, que envuelve la pausa de un patrón estable
para promover variabilidad. Es indicado cuando hay patrones estables inadecuados.
La desestabilización lleva a un cambio que resulta en variabilidad el cual será resuelta
por la estabilización del patrón correcto. El tercer mecanismo es el de innovación, que
se refiere a la introducción de un nuevo patrón el cual llevara a un cambio progresivo
por la desestabilización de patrones existentes y/o por la estabilización del nuevo
patrón. El cuarto mecanismo de cambio fonológico que puede ocurrir con la terapia es
el de generalización, que envuelve la transferencia de un patrón del habla de un
contexto para otro. Este mecanismo es indicado cuando un alvo es realizado
correctamente en un contexto que debería estar ocurriendo a otro contexto como, por
ejemplo, en otra posición de estructura.
Los procedimientos de una terapia con base fonológica tienen muchas cosas en
común como aquellas utilizadas en modelos tradicionales de terapia articulatoria.
Básicamente, dos aspectos son esenciales en esos tratamientos, a saber:
Una terapia basada en procesos fonológicos tiene como objetivo facilitar el desarrollo
de un sistema fonológico inteligible, en vez de perfeccionar fonemas aislados, uno a la
vez. El sistema fonológico de un niño con problemas de pronunciación comienza a
asemejarce al sistema – alvo del adulto a través de la supresión de procesos
fonológicos durante el tratamiento. A medida que un proceso fonológico va siendo
gradualmente suprimido, su frecuencia de aplicación decrece. Por ejemplo, a medida
que el proceso de oclusivacion de fricativas es suprimido, la frecuencia con la cual las
fricativas son sustituidas por oclusivas disminuye y consecuentemente aumenta le
numero de producciones correctas de fricativas. Sin embargo, la disminución de
frecuencia de aplicación de un proceso puede ocurrir sin que haya producción
correcta, o sea, los sonidos pueden ser sustituidos por otros que compartan los
patrones alvo, por ejemplo “fricción” (las fricativas l S, Z l son sustituidas por l s, Z l y
no mas por oclusivas). Este tipo de cambios representa una mejora gradual en el
sistema fonológico del niño.
Una vez que una terapia basada en procesos fonológicos tiene por objetivo la
supresión de los procesos presentes en el habla de los niños, es preciso que existan
algunos principios rectores que auxilien en la selección y orden de los procesos que
serán tratados. Esos criterios se refieren a aspectos emocionales, cognitivos y
linguisticos. Los aspectos linguisticos toman en cuenta, sobre todo, las posibilidades
de generalización que posibilitan la mayor eficacia del tratamiento. No son absolutos,
pero posibilitan la orientación del plano terapéutico.
Siguiendo a Hodson & Paden (1983), para que un proceso escogido como alvo de
tratamiento, este debe ocurrir en, no mínimo, 40% de las posibilidades de los
contextos probados. Los autores agrupan los patrones de trastornos dentro de 4
niveles que reflejan la ininteligibilidad:
Para los autores, los alvos de terapia deben ser seleccionados en consonancia con los
niveles mencionados anteriormente, o sea, primero deben ser seleccionados los
procesos del nivel 0, y por ultimo los del nivel 3. Ese orden es mantenido, no
importando el porcentaje de ocurrencia, desde que sea arriba de 40%.
SELECCIÓN DE SONIDOS ALVO
Edwars (1983) sugiere los siguientes criterios para la escuela de los sonidos que serán
alvo de tratamiento:
1. Escoger sonidos alvo que forman parte del repertorio fonético del niño.
2. Escoger sonidos para los cuales el niño es “estimulable”.
3. Escoger sonidos que puedan mejoras la ininteligibilidad.
4. Escoger sonidos que ocurran con frecuencia.
5. Escoger sonidos que son adquiridos principalmente.
6. Escoger sonidos importantes para el niño: por ejemplo, sonidos que
puedan causar restricción en caso que los utilice incorrectamente.
7. Escoger sonidos que sean relativos que sean fáciles de producir en la
pronunciación en cuestión.
Elbert & Gierut (1986), a su vez, sugiere criterios basados en leyes implicacionales,
por las cuales seria posible prever que los sonidos se irán a desarrollar si otros
sonidos fueron enseñados (generalización). Algunas previsiones hechas por los
autores son las siguientes:
Previsión: un niño no produce con precisión las fricativas [f, v, s] y las oclusivas [d, k,
g].
Tratamiento: enseñar la producción de [f, v, s].
Previsión: la producción de oclusivas [d, k , g] también mejorará.
Las palabras seleccionadas deben, todavía, ser significativas para el niño, pues esta
comprobado que, cuanto mas desconocido el significado, mayores son las
oportunidades de error. Palabras emocionalmente significativas para el niño como, por
ejemplo, su nombre, los amigos, de animales de estimación, de actividades preferidas
pueden ser útiles para facilitar el trabajo terapéutico.
Además de eso, las palabras alvo deben tener potencia comunicativa, o sea, cuanto
mas funcional sea la palabra posibilita la generalización. Asi mismo, verbos y
conjunciones deben formar parte del inventario de palabras seleccionadas, además de
los tradicionales sustantivos conocidos por el niño, pues son más funcionales en
términos de comunicación, presentando alta frecuencia de ocurrencia.
Los principios aquí presentados permiten abordar el sistema fonético y no fones
aislados, pues, al trabajar, por ejemplo, una fricativa, se espera que una clase de
fricativas emerja. Sin embargo, es importante reforzar algunos aspectos que viabilicen
una intervención basada en el lenguaje y permitan un cambio en el habla espontanea
con mayor seguridad.
GENERALIZACION
Para Elbert & Gierut (1986) uno de los aspectos fundamentales en la selección de
fones alvo es la posibilidad de generalización que se caracteriza por la ampliación de
producción y el uso correcto de fones alvo capacitados en otros contextos o ambientes
no capacitados. La generalización será por tanto, el criterio importante al medir la
eficacia terapéutica. Para el clínico, la ocurrencia de generalización lleva a una terapia
más eficiente, una vez que elimina la difícil tarea de si enseñar todos los sonidos
incorrectos en todas las palabras, contextos y ambientes.
Cuando el niño es capaz de usar el patrón aprendido en otras palabras que no son
trabajadas en sesión terapéutica. En este tipo de generalización, los niños no
producen los sonidos alvo sólo las palabras en que estas fueron capacitadas, pero
también usan esos sonidos en otras palabras no tratadas. Ese tipo de generalización
indica que son necesarias pocas palabras para enseñar un determinado sonido, pues
su uso puede ser transferido para muchas otras palabras.
Este es un tipo de generalización mas complejo que ocurre cuando el niño, al aprender
un sonido, se extiende ese aprendizaje a otros fones que no pertenecen a la misma
clase de sonido trabajado. Por ejemplo, en un trabajo de Gierut (1985), la estimulación
de la fricativa [s] resulto en la producción correcta de la liquida [l].
Uno de los estudios que destaca, en ese sentido, es el de Tyler, Edward & Saxman
(1990). En este trabajo, los autores buscaran, a través análisis acústicos, subsidios
para levantar el conocimiento fonológico de los niños y tales resultados con la
evolución de la misma terapia fonológica. Observaron que los datos provenientes del
análisis acústico viabilizaron el encuentro de diferencias, en nivel de conocimiento
fonológico en los sujetos, que el análisis fonológico basado puramente en el
juzgamiento auditivo no permitía detectar. Por ejemplo, el análisis acústico permite
detectar el alojamiento sutil de una vocal procedente de una consonante sonora en el
intento de realizar tal consonante. Asi mismo, es posible saber qué consonante que el
niño esta intentando y se puede estimularla para su realización. No considerar tal
información es un desperdicio del conocimiento productivo del niño en su motivación,
pudiendo llevar a mayores dificultades la generalización. Los autores, con todo,
resaltan que, en los casos en que el tratamiento puede ser largo, los niños se
benefician del tratamiento de los sonidos meno conocidos fonológicamente. Por tanto,
comprobaron algunas previsiones de otros autores de que el trabajo con fones
desconocidos, pasa a ser mas largo, lleva una mayor generalización en función a las
leyes implicacionales anteriormente citadas.
Otra habilidad estudiada en los niños con trastornos fonológicos que presenta interés
terapéutico es la capacidad de analizar unidades lingüísticas en especial la conciencia
fonológica. Entre las habilidades citadas está la sensibilidad los pedidos de reparación
o fallas en la comunicación, la comprensión y producción del lenguaje figurativo y la
realización de ajustamientos en función del oyente.
Magnusson (1991) critica tal estudio por pedir la definición de algunos segmentos
además de la habilidad de segmentar, pues coloca al niño con trastorno en
desventaja, llegando a la conclusión general de que, entre niños normales y con
trastornos lingüísticos, la tarea de segmentar era más fácil para la más antiguas en
ambos grupos. Específicamente en relación a la segmentación de silabas en fones, los
niños educados sairam se mejor, demostrando que este es un aspecto funcional
importante para la generalización. El autor resalta la posibilidad de abordar este tipo
de conocimiento con los niños antes de iniciar el trabajo de producción en el
tratamiento.
Estos son sólo algunos aspectos de origen lingüístico importantes a ser considerados
en generalizaciones sobre el punto de vista estructural y funcional. En términos
funcionales, el nivel de inteligencia del niño y aspectos motivacionales que presentan
correlación cerrada con condiciones emocionales son extremadamente relevantes
durante la evolución de la terapia. No serán abordados aquí pues precisan de un
capitulo a parte, con contribuciones de otras ciencias que no sea Lingüística.
CAPITULO 4
MODELOS DE TERAPIA FONOLOGICA
MODELO DE CICLOS
El modelo de ciclos fue inicialmente propuesto por Hodson y Paden (1983), mas tarde
modificado por Tyler, Edwards & Saxman (1987). En Brasil, este modelo fue aplicado
por Mota (1990), y Ramos (1991).
Una abordaje fonemico tradicional, en el cual los fonemas son enseñados como
unidades aisladas, generalmente en secuencias no relacionadas y, a veces, sin tomar
en cuenta el ambiente fonético, en general requiere años de formación para niños con
habla ininteligible y resulta en un aprendizaje fragmentado de las formas superficiales.
Un abordaje fonológico, por otro lado busca enseñar los patrones alvo, utilizándose las
formas superficiales (fonemas y secuencias específicas) como ejemplo, capacitando al
niño a incorporar, mas tarde nuevos fonemas y secuencias de fonemas de estos
patrones a través de generalización.
PROCEDIMIENTOS BASICOS DEL MODELO DE CICLOS
Desde los primeros intentos de tratar problemas del habla, los terapeutas utilizan dos
procedimientos básicos de terapia: concientizar al paciente de las características del
sonido alvo o combinación de sonidos y llevar al niño de producir correctamente el
sonido un numero suficiente de veces hasta que se vuelve capaz de utilizarlo en le
habla espontanea. Por tanto el tratamiento se centra en la estimulación y producción.
El modelo de ciclos también utiliza este enfoque básico por eso utiliza algunas
técnicas diferentes para lograr los objetivos esperados.
ESTIMULACION.
Para Hodson & Paden (1983) es importante que el niño use auriculares que
proporcionen una pequeña amplificación de sonido, durante el bombardeo auditivo,
pues estudios como los de Clifton & Elliott (1982) demostraron que los niños con
desordenes fonológicos pueden tener gran dificultad en percibir los sonidos sin alguna
amplificación. La amplificación sonora, usada de manera adecuada, es un medio
eficiente para ayudar al niño a concentrarse en el patrón del sonido deseado. Los
auriculares eliminan los otros ruidos del ambiente que podrían distraerlo y la
amplificación recalca las características del sonido alvo, facilitando el establecimiento
de los contrastes.
Además de la estimulación auditiva, que debe ser el medio mas enfatizado para que
se desarrolle la conciencia del sonido, algunos niños necesitan de otro tipo de
estimulación para que eso suceda. La estimulación táctil es uno de ellos; se utilizan
pistas táctiles cuando nuevos sonidos alvo son presentados por primera vez al niño.
Esas pistan van siendo retiradas en la medida que se vuelve mas fácil para el niño la
producción del sonido. Por la estimulación táctil, el niño obtiene informaciones
adicionales sobre la imagen del sonido alvo a través de la sensación del tacto y de
gestos.
La estimulación visual también puede ser un auxilio bastante útil para algunos niños
que necesiten de ella. Instrucciones del tipo: “mire para mi” o “vea lo que mis labios
están haciendo”, o “mire al espejo y ponga su lengua en la mismo posición en que esta
la mía” son algunas instrucciones dadas al niño al enseñarle un nuevo sonido.
Producción
Programa terapéutico
La terapia tradicional de trastornos del habla tiene por objetivo capacitar al niño para
que sea capaz de producir correctamente cada uno de los sonidos en los que presenta
problemas. En general los sonidos a ser capacitados siguen el orden de adquisición
normal y son trabajados uno a la vez, hasta que el niño consiga producirlos
adecuadamente y estabilizarlos en su lenguaje espontaneo.
El abordaje terapéutico propuesto por Hodson & Paden (1983) difiere del tradicional en
dos aspectos principales:
Ciclos son periodos de tiempo durante los cuales todos los patrones fonológicos
que necesitan de tratamiento son estimulados en un orden determinado. Para que
esos patrones emerjan, son estimulados algunos fonemas de estos patrones. Al
término de un ciclo, se inicia otro con un grado de complejidad mayor.
Se recomienda que cada fonema, dentro de un patrón, sea estimulado durante una
sesión entera antes de pasar para el próximo fonema en aquel patrón o para otros
patrones fonológicos. Se aconseja trabajar dos sonidos alvo dentro de un patrón
antes de pasar para el patrón siguiente. Generalmente, sólo un patrón fonológico
debe ser presentado durante cada sesión.
Los sonidos alvo, en los ciclos, sirven como “medios para lograr un fin” y no como
un fin en si mismo.
Las palabras para la práctica de producción, conteniendo los sonidos alvo de cada
sesión, son escogidas cuidadosamente y son utilizadas para ayudar al niño a
desarrollar nuevas imágenes auditivas y kinestésica y volverlo capaz de
autocorregir y controlar su propio habla.
Conforme Hodson & Paden (1983) la mayor parte de niños con habla ininteligible
demuestra habilidades auditivas elativamente escasas, especialmente de su propia
habla. “ellos parecen confiar únicamente en sus propias imágenes kinestésicas
incorrectas, las cuales parecen ciertas en aquel momento, y tienden a ignorar o
negar el feedback auditivo de sus producciones inadecuadas.”
a) El niño revisa los cartones con las palabras practicadas en la sesión anterior.
En el caso del sonido alvo de la sesión actual pertenecer al mismo patrón alvo
de la sesión anterior, pueden ser trabajados ambos conjuntos de cartones en
algunas actividades de práctica de producción.
g) Los padres participan del programa, diariamente, en casa. Deben leer la lista
de formación auditiva y llevar al niño a nombrar las tarjetas con las palabras de
la practica de la producción por lo menos una vez por día.
El modelo de ciclos modificado fue propuesto por Tyler, Edwards & Saxman (1987) se
basa en el abordaje de Hodson & Paden (1983). Este enfoque, llamado de Modified
Cycles Procedure cada ciclo tiene la duración de 3 semanas, siendo que en cada
semana se focaliza un proceso fonológico. Las sesiones de terapia tienen duración de
50 minutos y ocurren 2 veces por semana. Para la eliminación de cada proceso
fonológico son escogidos dos sonidos alvo que sufren el proceso y cada uno de ellos
es trabajado durante una sesión de terapia. Durante un ciclo son enfocados tres
procesos fonológicos diferentes y dentro de cada proceso, dos sonidos alvo. De esta
forma, cada proceso es trabajado durante una semana, consiguiendo el ciclo completo
en tres semanas.
PROCESO 2
(Nivel de palabra)
↓
Sonido – alvo 1 - 1 sesión
PROCESO 3
(Nivel de palabra)
↓
Sonido – alvo 1 - 1 sesión
ENCUESTA
↓
_________________________________
↓ ↓
Sonidos > 50% correctas Sonidos < correctos
Fig. 4-1 Esquema de modelo de ciclos modificado
Al final de las tres semanas, después de que hayan sido enfocados tres patrones
fonológicos diferentes, se hace un sondaje usando los mismos sonidos estimulados en
el ciclo, con el fin de verificar el aprovechamiento de los niños en el primer ciclo. Si
mas de 50% de los sonidos trabajados fueran producidos correctamente en este
sondaje, se repite entonces el ciclo, utilizándose los mismos procesos fonológicos, los
mismos sonidos – alvo y las mismas palabras – estimulo, pueden, ahora, no más del
nivel de palabras aisladas, pero no el nivel de frases. Si, sin embargo, el sondaje
indicó que un sonido alvo tiene menos de 50% de corrección, los sonidos alvo (o
procesos) serán cambiados cuando el ciclo fuera repetido.
Cada sesión incluye una forma modificada del “bombardeo auditivo” de Hodson &
Paden; la lista de palabras es leída sin amplificación al inicio y al final de la sesión.
El énfasis principal de cada sesión es hacer que el niño establece el mayor número
posible de producciones correctas del sonido estimulado en 5 a 10 palabras –
estimulo, seleccionadas cuidadosamente. Se observa principalmente, la estructura
silábica de esas palabras. Ellas deben proporcionar un ambiente fonético que facilite la
producción correcta del sonido alvo, no deben contener sonidos que favorezcan los
efectos de asimilación en el sentido de una producción incorrecta y no deben poseer
sonidos con los cuales el niño también presente problemas de pronunciación.
El terapeuta puede dar al niño las pistas auditivas, táctiles y visuales que fueran
necesarias; entretanto, una vez que este obtenga éxito en producciones por imitación,
las pistas son retiradas para que las palabras – estimulo sean producidos
independientemente.
En este modelo es muy importante la participación de los padres, que son orientados a
colaborar estimulando al niño en casa. Al final de todas las sesiones se entrega al
responsable del niño la lista de palabras del bombardeo auditivo y las figuras
representativas de las palabras – estimulo, instruyéndolo a practicarlas con su hijo, al
nivel apropiado, una vez al día, hasta la próxima sesión.
Los sondajes para verificarse los progresos del niño son hechas sobre la forma de
tareas de nombramiento de figuras aisladas, sin el uso de la repetición.
Recomendándose seis palabras del sondaje para cada sonido – alvo estimulado
durante el ciclo. Esas palabras deben ser diferentes de las palabras – estimulo
utilizadas en la terapia.
A medida que los conocimientos sobre el desarrollo fonológico normal son ampliados,
también son obtenidas nuevas informaciones en el sentido de facilitar el tratamiento de
niños con trastornos fonológicos. Esas informaciones nuevas, conjuntamente con los
principios ya conocidos, forman los conceptos subyacentes a ese modelo terapéutico.
La evaluación del sistema fonológico de F, fue hecha por el análisis de los datos
obtenidos a través de la aplicación del instrumento de recolección para la evaluación
fonológica del niño – AFC (Yavas, Hernandorena y Lamprecht, 1991).
Para analizar los datos recolectados se utilizó el análisis contrastivo y el análisis por
procesos fonológicos.
Análisis contrastivo
Inventario fonético
ISIP
p b t d K g
p b t D k g
f v s z S z
x x x X x x
(s)
m n
m n R
l l x
(g)
ISDP
p b t d K g
p b t D k g
f v s z s z
x v ~x s X x x
(x) (s) (z)
m n ñ
m n ñ
l g λ gy
(r,l) (λ,g)
r g ( r, Ø ) R
x
FSDP FSFP
s s S x
(x) (s)
r r R r
(g)
Con relación a los sistemas de fones contrastivos, las oclusivas y las nasales ya
estaban establecidas contrastivamente tanto en la posición de ISIP como en la
posición de ISDP, en cuanto que las fricativas y las liquidas todavía no. Un
aspecto interesante en el sistema fonológico de F se relaciona a la liquida no
lateral lRl. En portugués de Brasil, ese fonema es relacionado fonéticamente con
una fricativa velar, cuyo símbolo es [x](ejm: Rato [xato], Rua [xua]). Pero, siendo
fonéticamente una fricativa, lRl funciona, fonológicamente, en el sistema del
portugués y en el proceso de adquisición, como una liquida una vez que sufren
los mismos procesos que se aplican a las liquidas, como la eliminación de la
liquida inicial, la eliminación de la liquida intervocálica, la semivocalizacion y la
substitución de liquidas. En el sistema de F, pero, eso parece no ocurrir. O lRl no
se comporta como las demás liquidas de su sistema, no sufriendo ninguno de los
procesos que alcanzaron a esa liquida, como la oclusivizacion velar y la
substitución de liquidas o la eliminación de la liquida intervocálica. Con base en
eso, sumado el hecho de que el sonido [X] sustituye todas las fricativas de su
sistema, se acredita que esta fricativa tenia asumido un valor fonológico diferente
en el sistema de F. Así mismo, para F., │X│ era parte de su fonología como la
única fricativa presente.
Dentro de los seis procesos operantes en el habla de F., tres de ellos son procesos
comúnmente encontrados en la adquisición fonológica normal del portugués – la
reducción del encuentro consonántico, la supresión de la liquida intervocálica no lateral
y la substitución de liquida lateral. Los otros tres procesos – preferencia sistemática
por [x], oclusivacion velar de liquidas laterales y oclusivacion velar de liquida no lateral
– son incomunes, en general, no ocurren en el desarrollo fonológico normal, siendo
indicativos de trastornos fonológicos.
La substitución de todas las fricativas por la fricativa velar [x] fue considerada como
una preferencia sistemática por [x], porque F. usó ese único sonido en lugar de varios
alvos diferentes, participando la substitución de las fricativas labiodentales, alveolares
y palatino alveolares por una única fricativa velar, la que llevo a una perdida
importante de contraste, como se puede observar en los siguientes ejemplos: fuego
→[xogu], avión →[axion], saia →[xaya], zebra →[xebra], chaminé →[xamine] y janela
→[xanera].
Los procesos de oclusivacion velar de liquidas laterales y de las liquidas no laterales
se caracterizan por la concurrencia de dos procesos simultáneamente, o sea, la
oclusivacion – por la cual las liquidas son substituidas por una oclusiva – y la
velarización – ya que la oclusiva que substituye a las liquidas es siempre la velar [g].
como ejemplo de ese proceso en el sistema de F., tenemos: lápiz →[gapis],salada
→[sagada], placa →[pgaka], banheiro →[bañegu], verde - [xegde] y piedra →[pegda].
Cuando se trataba de la liquida palatina │ʎ│, la substitución era por [gy],
permaneciendo la característica palatina de la liquida, por ejemplo trilho →[trigyu] y
espelho →[ispegyu]. Como se puede observar en los ejemplos, la oclusivacion velar
de liquidas ocurre también en las liquidas de los encuentros consonánticos.
Diagnostico
Planeamiento terapéutico
Con base en los resultados de los análisis de los datos de F., se delineo un plano
terapéutico de acuerdo con el modelo de ciclos modificado. Se establecieron para el
primer ciclo, los procesos a ser trabajados y los sonidos alvo que serían capacitados
dentro de cada patrón. Se planeó trabajar dos ciclos con F., cada uno de ellos con
duración de tres semanas. Los tres procesos escogidos para ser trabajados fueron:
preferencia sistemática por [x], oclusivacion velar de liquidas laterales y reducción del
encuentro consonántico. La escuela de esos procesos fue hecha en base a los
porcentajes de ocurrencia de los mismos. La preferencia sistemática por [x] y la
oclusivacion velar de liquidas laterales fueron los procesos mas frecuentes y, siendo
procesos no comunes, eran los que mas afectaban la ininteligibilidad del habla de F.,
especialmente por la perdida de consonantes que estos procesos ocasionaban. Se
opto por trabajar la oclusivacion velar de liquidas sólo con las liquidas laterales por ser
estas fonéticamente mas fáciles para F., que se mostro mas estimulable a esa clase
de sonidos que la liquida no lateral, la cual exigía un tratamiento fonético mayor. El
tercer proceso escogido fue la reducción del encuentro consonántico, con la finalidad
de consolidar la producción de la estructura silábica CCV.
La selección de los sonidos alvo a ser trabajados dentro de cada proceso se dio, sin
embargo, por criterios que tienen como base la adquisición normal, la estimulabilidad,
el beneficio para la ininteligibilidad, la presencia o ausencia en el inventario fonético.
Para el proceso de preferencia sistemática por [x], se escoge como sonido alvo 1 la
fricativa palatina alveolar │S│, por ser un sonido presente en el inventario fonético de
F. y por haber sido la fricativa que F., demostró mayor habilidad en producir (mas
estimulable). Las palabras – estimulo para el trabajo con este sonido alvo fueron: cha,
sombrero, pez, caja. Como sonido alvo 2, se escogió la fricativa labial │v│, pues ese
sonido también era parte del inventario fonético de F. además de eso, las fricativas
labiales son las primeras fricativas a ser adquiridas en la adquisición normal y, como el
sonido alvo 1 seria un sonido [- sonoro], como el │v│el rasgo [+ sonoro] seria
estimulado. Las palabras – estimulo utilizadas fueron: vento, vaca, avión, huevo.
Ambos sonidos alvo fueron capacitado en las posiciones de ISIP y ISDP.
La fig. 4-2 muestra el esquema del plano terapéutico de F., de acuerdo con el modelo
de ciclos; que está representado en el 1º ciclo.
PROCESO 1
↓
Preferencia sistemática por lxl
PROCESO 2
↓
Oclusivacion velar de liquida lateral
3ª sesión: sonido – alvo 1 : lll
4ª sesión: sonido – alvo 2 : lλl
PROCESO 3
↓
Reducción del encuentro consonántico
5ª sesión: sonido – alvo 1 : lll
6ª sesión: sonido – alvo 2 : lrl
│
__________________________________
↓ ↓
ENCUESTA REALIZACION
ENCUESTA DE GENERALIZACION
Después de tres semanas de terapia (6 sesiones), se completo el primer ciclo. Fue,
entonces realizado una encuestas para verificar el rendimiento alcanzado en el primer
ciclo. Esa encuesta fue hecha escogiéndose 6 palabras conteniendo cada una dos
sonidos alvo trabajados en cada una de las posiciones. Esas palabras fueron
diferentes de las palabras estimulo usadas para la practica de producción durante la
terapia. La encuesta fue realizada a través de la elicitación de las mismas, que fueron
presentadas en fichas con figuras. F. alcanzó más del 50% de corrección en todos los
patrones que fueron probados. Con ese resultado, fue posible pasar al segundo ciclo.
Primera Re evaluación
Además de esa encuesta, al final del primer ciclo se aplico nuevamente el instrumento
inicial de evaluación, a fin de observar los progresos observados por F. Después de un
ciclo de tratamiento y de verificar si hubo generalización para los sonidos no tratados,
más allá de comparar los resultados de las aplicaciones.
Inventario Fonético
Análisis Contrastivo
Después de esa primera re evaluación fue posible constatar resultados que confirman
algunas previsiones hechas por Elbert & Gierut (1986) sobre mediciones que pueden
ocurrir en la fonología del niño con el trabajo en determinados sonidos alvo. Una de
esas previsiones explica que la enseñanza de un miembro de un par afín (dos sonidos
que compartían los mismos rasgos del punto y modelo de articulación y difieren sólo
por el rasgo de sonoridad, ejemplo: p/b, t/d, k/g, f/b, s/z, S/Z) resultaron en el uso
correcto de otro miembro del par. En el caso de F. que no producía correctamente [f, v,
S y Z], se estimuló la [v] y la [S] y esa formación resultó en la producción de [f] y [v], [S]
y [Z].
Otra previsión de los autores, que también se confirmó en este caso, fue que,
enseñándose obstruyentes sonoras, resultará una mejor producción de obstruyentes
mudas. En el caso de F. que no producía en [f] ni [v], y la producción de [f]también
mejorara.
El análisis por procesos fonológicos también revelo los progresos alcanzados por F.
después del primer ciclo de terapia. En los procesos capacitados, la preferencia
sistemática por [x]como sustituto de las fricativas fue totalmente suprimida; la
oclusivizacion velar de liquidas laterales y la reducción de encuentros consonánticos
tuvieron sus porcentajes de ocurrencia disminuidas para 16,6% y 16,2%
respectivamente.
Segundo ciclo.
Este ciclo tiene la misma estructura del anterior. De acuerdo con el modelo de ciclos,
una vez que se obtiene el suceso del primer ciclo, el segundo es una repetición del
primero, siendo enfocado los mismos procesos, capacitándose los mismos sonidos
alvo con las mismas palabras – estimulo. El cambio principal que ocurre es que en el
segundo ciclo la práctica de producción es en el nivel de frases.
Después de más de tres semanas de terapia, se hizo nuevamente una encuesta de
generalización en una segunda reevaluación a fin de verificar los resultados finales de
la terapia.
Inventario fonético
Análisis contrastivo
Los procesos de oclusivación velar de liquida lateral y no lateral tuvieron sólo una
ocurrencia cada una, siendo ambas en la palabra floresta producida como [fgogesta].
Los porcentajes de ocurrencia de esos procesos fueron de 3,2% y 2%,
respectivamente, pudiendo ser consideras irrelevantes.
El cuadro 4-3 muestra los resultados de los análisis por los procesos fonológicos de
evaluación inicial 1ª reevaluación 2ª revaluación de F.
Pares mínimos son palabras que difieren en sólo un fonema, el cual a su vez, puede
diferir en pocos o varios rasgos distintivos. Las oposiciones mínimas son pares
mínimos en los cuales los segmentos contrastantes defieren solamente en uno o dos
rasgos. Por ejemplo, las palabras “bato” y “gato” forman un par mínimo, pues defieren
una de la otra tan solo por un fonema, y esos difieren entre si solamente en cuanto al
punto de articulación, constituyendo, asimismo una oposición mínima.
Los enfoques terapéuticos que utilizan pares mínimos enfatizan la función de los
fonemas en la lengua. El contraste de oposiciones mínimas, el niño es colocado en
una situación en la cual la producción del fonema sustituido resulta en una estancia de
comunicación. Eso llama la atención para la función contrastiva de los fonemas,
haciendo que el sienta la necesidad de corregir su error. Tratando el fonema alvo. El
tratamiento fonológico con base de pares mínimos es indicado para los casos en que
el niño posee pocos procesos activos en su habla.
Este procedimiento utiliza palabras que varían en un fonema que se puede diferenciar
por pocos o por un rasgo distintivo. Hay varias versiones de tal modelo, todas tienen
en común el hecho de colocar para el niño el reto de, si la producción es incorrecta,
hay una estancia en la comunicación, este modelo, además de identificar
substituciones atreves de la utilización de palabras conocidas conteniendo el
contraste hacer trabajado, la percepción puede ser trabajada en la medida que el
terapeuta solicita que el niño que alcance las figuras que vincules a los pares mínimos.
Otro modelo es la producción, que puede ser trabajada solo con el fone – alvo
necesario el niño. Por ejemplo, si un niño no hace la distinción entre |s| y |S|, algo
común en portugués, se puede trabajar con pares mínimos la diferenciación entre
ambos en el nivel perceptivo y, si su problema fonético es mayor es el |s|, la
producción de este fonema alvo.
Saben & Ingham (1991) consideran que este modelo necesita de técnicas de
tratamiento adicionales al investigar sus efectos en los tratamientos. Entre las
técnicas destacan las motoras, o sea, de posicionamiento de los órganos orofacial
para la realización de los fones.
↓
PRODUCCION – IMITACION DE PALABRAS
↓
PRODUCCION – NUMERACION INDEPENDIENTE
↓
PRODUCCION - PARES MINIMOS
↓
ENCUESTA _____
_____
↓ ↓
La formación avanza para el nivel de producción de frases para todos los sonidos que
tuvieron por lo menos 50% de corrección durante la encuesta, no practicados. Por
ejemplo, si el niño produce correctamente los sonidos – alvo en cualquier otro
miembro de la misma clase de sonidos en por lo menos 3 de 6 palabras de la
encuesta, la formación avanza para el nivel de frase para aquellos sonidos. Sin
embargo la encuesta indica que hubo generalización de patrones – alvo pero no hubo
producción correcta (esto es, los sonidos mejoraron), la formación comienza en el
primer nivel (precepción) para aquellos sonidos.
Gierut (1992) cita cuatro estudios cuyos resultados confirman que estas tres
dimensiones son relevantes en las condiciones de cambio fonológico. Los resultados
de esos estudios demostraron que:
Enseñar pares mínimos difiriendo por muchos rasgos es tan o mas efectivo que
enseñar pares difiriendo por pocos rasgos (Gierut, 1989, 1990).
MAS
2 fonemas nuevos
Distinciones de clases principales
Distinciones máximas de rasgos
1 fonema nuevo
Distinciones de clases no
principales
Distinciones máximas de rasgos
MENOS
Fig. 4-4 jerarquía de formatos de tratamiento de pares mínimos previendo grados
relativos de medición fonológica en los inventarios fonéticos de sistemas con
trastornos.
Relato de un caso
los resultados del análisis contrastivo (cuadro 4-4) muestran que en ISIP ocurrían las
oclusivas (p), (b),(d),(k), las fricativas (f),(v),(s),las nasales (m),(n), y las liquidas (l),(R).
la oclusiva (t), el 50% de las ocurrencias, era sustituida por (k) y la oclusiva (g) por (k).
Las fricativas (S), (Z) eran sustituidas por (s) y (z) respectivamente.
ISIP
p b t d k G
g~
p b t~k d k k
f v s z s z
f v s s z
m n
m n R
l R
l
ISDP
p b t d k g
p b t(k) d k g
f v s z s z
f v s z s z
m n ñ
m n ñ
l λ
l l~y
r R
l R
FSDP FSFP
s s s
s r
Ø ٧
Cuadro 4-5 sistema fonológico general de S, en las posiciones de ISIP e ISDP, en la
recolección inicial de los datos.
b p (t) d k (g)
f v s Ø Ø Ø
m n ñ
l Ø
Ø R
De acuerdo con el modelo propuesto por Gierut (1992), la combinación de los formatos
escogidos para S. fue:
Los pares de fonemas │ʎ│,│S│ y │r│ x │p│ difieren por los rasgos de clase principal
[sonante] y [aproximadamente].
Para el contraste:
│ʎ│ x │S│
[+Sonante] [-sonante]
[+ Aproximadamente]. [ - aproximadamente].
Para el contraste:
│r│x│S│
[+Sonante] [-sonante]
[+ Aproximadamente]. [ - aproximadamente].
Desarrollo de la terapia.
Con el análisis contrastivo, fue obtenido el sistema fonológico general de S., el cual fue
presentado en el cuadro 4-5. Con base en este sistema, fue elaborada una línea de
base para el control de producción de los sonidos. Para esta niña, la línea de base
múltiple fue compuesta por los cinco sonidos ausentes (│z│ ,│S│ , │Z│,│ʎ│ y │r│ y
por los dos que estaban parcialmente adquiridos (│t│y│g│) en su sistema fonológico.
La evaluación de producción correcta de estos sonidos que estaban ausentes o
parcialmente adquiridos fue hecha a través de una prueba de generalización, que
totalizo 42 palabras.
Después del establecimiento de la línea de base múltiple se inicio la terapia con los
pares mínimos seleccionados de los formatos de tratamiento escogidos para S.
La │ʎ│ que contrastó como │S│ en la primera, segunda y tercera prueba fue
producida con 66,66%, 83,33% y 100% de corrección, respectivamente. En la cuarta
prueba hubo una disminución de producción correcta para 83,33%.
El fonema │r│, que fue alvo de tratamiento para el formato de pares mínimos
alternado de este sujeto, en la primera y en la segunda prueba, fue producido
correctamente en 33,33% y 66,66% de las veces, en la tercera y la cuarta prueba
alcanzó el 100% de producción correcta.
El fonema │z│ siempre fue producido de manera correcta 100% de la primera línea de
base múltiple a la cuarta prueba.
Con la nueva muestra del habla de S. fue realizado en análisis contrastivo (cuadro 4-
6).
Se observo que tanto en ISIP y ISDP, todas las oclusivas, fricativas, nasales y liquidas
se encuentran adquiridas con excepción de │Z│ que en ambas posiciones estaba
parcialmente adquiridos, siendo substituidas por │s│.
ISDP
P b t d k g
p b t d k g
F v s z S z
f v s z S Z(z)
m n ñ
m n ñ
l λ
l
λ
r R
r R
b p t d k g
f v s z S (Z)
m n ñ
l λ
r R
Cinco tipos de inventarios fueron identificados por los autores, a partir de un conjunto
relativamente pequeño de distinciones fonológicas, usando con base de análisis el
sistema de rasgos distintivos de Chomsky y Hallen (1978). Los inventarios aumentan
en complicidad del nivel A hasta el nivel B por la acción acumulativa de rasgos
distintivos y sonidos asociados a estas distinciones. (1990) basada en la
caracterización de los inventarios fonéticos de los niños en estudio son presentados en
la figura 4-5.
NIVEL A [SILABICO]
[CONSONANTAL]
[SOANTE]
[CORONAL]
NIVEL B [SONORO]
NIVEL C [CONTINUO]
[MET. RETARDADA]
↑
NIVEL D [NASAL]
NIVEL E [ESTRIDENTE]
[LATERAL]
Existen dos enfoques terapéuticos con base en rasgos distintivos. Una de ellas es de
la selección de los sonidos alvo de tratamiento de acuerdo con los patrones de
aprendizaje de la lengua, esto es, partiendo de las propiedades más simples, las
cuales son adquiridas principalmente, en dirección a las propiedades más complejas,
más difíciles, que serian adquiridas mas tarde en el desenvolvimiento lingüístico. El
otro enfoque terapéutico con rasgos distintivos considera que la selección de los
sonidos alvo de tratamiento deben basarse en el que es lingüísticamente mas
complejo. El trabajo para la adquisición de propiedades difíciles o complejas acarrea la
adquisición de todas las propiedades más simples o menos complejas.
Tyler & Figursky (1994), aplicaron la jerarquía implicacional propuesta por Dinnsen y
otros (1990) en el tratamiento de niños con 2:8 a 2:10. Los resultados confirmaron las
hipótesis sobre los diferentes enfoques con rasgos distintivos, pues el tratamiento de
los sonidos más difíciles, que representaban los rasgos distintivos más complejos en la
jerarquía, facilitó un amplio cambio en los sistemas fonológicos de los niños.
Por otro lado, el tratamiento de los sonidos más fáciles, representando rasgos
distintivos menos complejos en la jerarquía implicacional, llevo a un menor cambio
fonológico.
La jerarquía de los rasgos distintivos y su implicación para el estudio del habla de los
niños con trastornos fonológicos puede ser bastante productivo en el planeamiento y
aplicación de una terapia fonoaudiologica, se considera el proceso de
generalacizacion y la rapidez en el establecimiento de los patrones fonológicos, bien
como la determinación de un nuevo raciocinio para la selección de los sonidos alvo en
la terapia. Sin embargo, el estudio de la jerarquía de los rasgos distintivos puede
facilitar el establecimiento del pronóstico de cambios fonéticos y fonológicos que
favorecieron la inteligibilidad del habla de niños con trastornos fonológicos.
Modelos “ABAB – RETIRADA” propuesta por Tyler & Figursky (1994) y aplicado en
Brasil por Keske – Soares (1996) se basa en la jerarquía implicacional de Dinnsen y
otros (1990) para la escuela de los sonidos alvo de tratamiento.
La aplicación del modelo tiene inicio con la recolección inicial de los datos (A1) que
debe ser hecha a través del habla y de numeración espontanea. Esos datos son
analizados a través del análisis contrastivo y análisis de rasgos distintivos con el objeto
de determinar el nivel de jerarquía de rasgos distintivos en que se encuentra el
sistema del niño y escoger los sonidos alvo de tratamiento.
La intervención terapéutica tiene inicio en el primer ciclo de tratamiento (B1) que tiene
la duración de aproximadamente cinco semanas (9 sesiones), siendo realizadas las
sesiones semanales de terapia, con duración de 45 minutos cada una.
Al final del tratamiento, se hace una reevaluación de los datos del habla, con nueva
recolección del habla y de numeración espontanea y de aplicación de re evaluadores
de generalización, cuyo objetivo es verificar los cambios ocurridos en el sistema
fonológico de niño con el tratamiento.
El modelo “Abad – retirada” incluye las llamadas pruebas múltiples, que son dos
medidas separadas de desempeño: una prueba de generalización, realizada durante
los periodos de retirada, y una prueba alvo básica, realizada en los ciclos de
tratamiento.
La prueba alvo básica (PAB) es aplicada con el objetivo de evaluar el progreso del
sonido alvo durante la intervención terapéutica. Esta evaluación es realizada al inicio,
al medio y al final de cada ciclo de tratamiento.
Fig. 4-6 Modelo “ABAB- Retirada” propuesto por Tyler & Figursky (1994)
La forma de “imitación retardada”; al final del ciclo deben prevalecer las producciones
espontaneas de las palabras por medio de actividades lúdicas como juegos, juguetes,
libros infantiles, etc.
La sesión de terapia del modelo “Abad – retirada” utiliza los mimos procedimientos del
modelo de ciclos de Hodson & Paden (1983). Al inicio y al final de cada sesión es
hecho “el bombardeo auditivo”, que consiste en la estimulación auditiva de la
producción correcta del sonido alvo, a través de la lectura de una lista de
aproximadamente 15 palabras hecha por el terapeuta. El niño sólo escucha y observa
las producciones del terapeuta, no habiendo necesidad de producción por parte del
niño.
Durante los ciclos de tratamiento el trabajo con el niño es realizado a partir de pistas
auditivas, táctiles y visuales para la producción correcta del sonido alvo. A medida que
el niño comienza a adquirir el sonido alvo, las producciones por imitación van siendo
retiradas, propiciando la independencia de las producciones del niño. Las palabras
seleccionadas para la práctica de producción son trabajadas en sesiones a través de
actividades de pintura, recorte
Fig. 4-7 Detalle del modelo “ABAB – espera “propuesto por Tyler (1994)
La evaluación de los progresos del niño en relación a la producción del sonido alvo es
realizado a través de la prueba alvo básica. Se considera que, habiendo una
producción correcta de más del 50% de las palabras alvo trabajadas en el ciclo, un
nuevo sonido alvo puede ser introducido en el próximo ciclo. En este caso ocurre un
porcentaje inferior al 50 %, el ciclo siguiente debe enfocar el mismo sonido alvo con
palabras – estimulo diferentes.
Asi mismo como el modelo de ciclos, en este enfoque los padres también son
orientados a trabajar diariamente con el niño, en cada, con las palabras alvo y leer la
lista de palabras del bombardeo auditivo.
La recolección de datos del habla de este sujeto fue realizada a través de numeración
espontanea, con palabras aisladas y frases se sumaron a esas situaciones del habla
espontanea obtenidas a tra ves de juegos o conversaciones con el terapeuta, también
computadas y analizadas.
Análisis contrastivo
En ISIPla │f│ y │v│ estaban establecidas [t], [d], [c] y [n] substituían a las demás
fricativas. Las liquidas │l│ y │R│ eran completamente apagadas en esta posición. En
ISDP también ocurrían │f│ y │v│, entre tanto [v] parecía en substitución de │f│,
algunas veces. Se observaba [t], [d] y [c], [j] en substitución a otras fricativas. Las
liquidas │l│ , │ʎ│ , │R│ y │r│ eran omitidas en la mayoría de las veces y, en algunos
casos , substituidos por “glides” [y]. En FSDP eran omitidas completamente la │s│ y
│r│, y en FSFP ocurría la │s│, por eso el │r│ parecía como [y]. Encuentros
consonánticos eran todos reducidos , debido a la n producción sistemática de las
liquidas.
ISIP
p b t d k g
p b t d k g
(m)
f v s z S z
t~
f v t d c d
(
c) (n)
m n
m n R
l Ø
Ø
ISDP
p b t d k g
p b t d k g
f v s z s z
f v s d t d
(
(v) (j) c) (j)
m n ñ
m n ñ
l Ø λ y
(٧) Ø
r Ø (٧) R Ø
(٧)
FSDP FSFP
s s
Ø s
r Ø r y
La no producción sistemática de │S│ y │Z│, substituidos por [t] y [d], mostraban las
dificultades de este sujeto con la concurrencia de los rasgos [+ continuo - anterior], la
substitución de │z│ por [t]reforzara la dificultad con un rasgo [+ continuo]. Aunque │s│
estuviese establecido contrastivamente en FSFP, en ISIP y ISDP eran substituidas por
[t] o [c] y, algunas veces , omitido, principalmente en FSDP.
Las substituciones │l│ y │ʎ│ por “glide” [y] mostraban la preferencia del sujeto por la
concurrencia de rasgos [- consonántico - lateral], en cuanto que las substituciones por
│r│ y por [y] concurrían los rasgos [- consonántico – anterior, + alto], asimismo, se
puede determinar las dificultades de estos sujetos con la concurrencia de lso rasgos
distintivos [+ consonántico + lateral], para
El fonema │l│ contiene el rasgo [+ lateral], con base en la ley implicacional propuesta,
la adquisición del rasgo con valor marcado, o sea, (+) propicia la adquisición de un
rasgo no marcado (-). Se supone entonces que el tratamiento con el valor marcado (+)
del rasgo [lateral] predispondrá la adquisición del rasgo con valor (-), no marcado, para
la distinción del nivel E.
En este primer ciclo fueron hechas las tres pruebas alvo básicas (PAB 1,2 y ·)
previstas en el modelo. Luego el siguiente paso fue el periodo de retirada (A2), en el
cual se realizaron las pruebas de generalización (PG 1 y 2) y nueva recolección de
datos del habla espontanea. Se observo después del primer ciclo, que P. establece en
su sistema el sonido alvo │l│, relacionado directamente con el rasgo [lateral], ocurre
generalización para los sonidos no capacitados mejorando la producción de los
sonidos │z│, │S│y │Z│, fue establecida la distinción [nasal], de nivel D.
En el segundo ciclo de tratamiento (B2) el sonido alvo seleccionado fue la │R│, que
presentaba las siguientes características:
En este ciclo nuevamente fueron realizados las tres pruebas alvo básicas (PAB 4, 5 y
6) previstas en el modelo y luego, después se establece mas un periodo de retirada
(A3), en el cual, mas de una vez fueron hechas las pruebas de generalización (PG 3 y
4) y la nueva recolección del habla espontanea.
Después del segundo ciclo de tratamiento, se observo una mayor evolución en los
sistemas fonético y fonológico de P. pues hubo la introducción de [ R], en su inventario
fonético y una consolidación en la producción de las fricativas que presentan
problemas. Con eso se puede inferir que hubo un completo establecimiento de rasgo [
continuo].
Esta jerarquía fue presentada en le trabajo de Mota (1996) que obtuvo la construcción
de un modelo capaz de dar cuenta de la adquisición segmental del portugués teniendo
como base la geometría de rasgos de Clements y Hume (1995) y el modelo de
marcación basado en restricciones de Calabrese (1995).
ISIP
p b t d k g
p b t d k g
f v s z s z
f v s z s z
m n
m n R
l R (Ø)
l
ISDP
p b t d k g
p b t d k g
f v s z s z
f v s z
(z) s z
m n ñ
m n ñ
l λ Ø
l
(Ø,y) (λ,y,ly)
r Ø (y,l,R) R
R
FSDP FSFP
s s
s s
s Ø r y
(Ø)
Geometría, comenzando por los rasgos de raíz en dirección a los rasgos terminales,
como proponen algunos autores, pero la geometría básica ya viene en listas GU con
todos los ya establecidos, pues la producción de cualquier consonante, por mas
simples que sean, exige la presencia de un nudo de Raíz, de un nudo de laringe, de
un nudo de CO y de un nudo del punto, sin embargo, tiene sólo rasgos no marcados.
El MICR debe ser interpretado de forma semejante, esto es, hay un estado cero de
complejidad, de donde parten caminos que llevan a los rasgos marcados y a sus
combinaciones. Cuanto mas distante del punto cero estas estuvieren, mas complejos
ellas son. Si en un mismo camino existen dos o mas rasgos o combinaciones de
rasgos, significa que entre ellas hay una relación de implicación. En este caso, para
que un rasgo que esta mas abajo, en el camino, sea especificado en el sistema es
preciso que los rasgos que están mas arriba también sean especificados. Si un rasgo
o combinación de rasgos es alvo de dos o mas caminos convergentes, eso querer
decir que, para que este rasgo sea especificado, es necesario que el conjunto de
rasgos correspondientes a los caminos convergentes ya hayan sido especificados.
[+- sonante]
[- voz]
[+ voz]
[+ voz]/( [+ sonante])
[ - continua]
[cor, + ant]
[lab]
( N = Nivel de complejidad)
N= 1 A1 B1 C1
A2 B2 C2
B3 C3
N= 4 [dors]/ (+voz)(g)
N=5 [+cont]/(+-)(f,v,s,z)
N=6 B4
N=7 A3 B7 B5 [+ aprox](l)
[cor,ant]/(+cont)(S,Z) B6
N=9 [+aprox,+cont,dors](R)
De acuerdo con el MICR, los primeros rasgos marcados a ser especificados serian
[- ant], que es con que se establece la representación de │ñ│, o [+voz], llevando las
representaciones de│b│ y/o │d│ y o [dorsal], llevando la representación de │k│. La
especificación de esos rasgos no se da simultáneamente. Uno de ellos será
especificado primero. Es como si el niño tuviese, en esta fase, dificultad en lidiar con
dos rasgos marcados al mismo tiempo y, por tanto, escogiese un camino u otro. El
sistema es expandido a través de una distinción del punto o de una distinción de
voceamiento. Una vez especificado el rasgo [dorsal], por ejemplo, le niño puede
especificar el rasgo [+ voz] en la representación básica, llevando la producción de
│b│ y/o │d│. La combinación de esos dos rasgos marcados [dorsal + voz] solo va a
ocurrir después de que ambos ya hayan sido especificados individualmente en las
estructuras menos complejas, esto es, │g│ va a surgir en el sistema si este ya fue una
│k│ y una │b│ y/o │d│, representando un grado a mas de complejidad en el sistema.
La relación con el rasgo [+ voz] es, por eso, un poco mas débil, siendo posible una
│g│ sin que en el sistema ya exista una │b│ y/o │d│. La línea señalada, en la
representación del modelo, significa esa relación más débil. Una vez especificado, en
el sistema, el rasgo [+ voz], el niño puede especificar el rasgo [+ cont] llevando la
representación de las fricativas labiales y coronales [+ ant] (│f│y/o │v│ y/o │s│ y/o
│z│) y/o el rasgo [+ aprox] llevando la representación de │l│. La especificación de
esos dos rasgos no mantiene relación de implicación con el rasgo [dorsal].
Continuando el proceso, después de especificar el rasgo [+ cont] y ya teniendo
especificado el rasgo [- ant] para las nasales, el niño puede combinar esos dos rasgos
llevando la representación de │S│ y/o │Z│. La combinación de rasgos [+ apox + cont]
para la representación de │r│ depende de la especificación de [+ cont] en el sistema y,
generalmente, de la presencia de [+ aprox], aunque esa ultima relación implicacional
también sea mas débil. La combinación de rasgos [+ aprox, - ant] necesaria para la
representación de │ʎ│ mantiene relación implicacional con el rasgo [+ aprox] con el
rasgo [- ant], esto es, el sistema será │ʎ│ si ya tiene │l│ y │ñ│. Finalmente, la
combinación de rasgos [+ aproz, + cont, dorsal] que compone la representación de
│R│ mantiene relación de implicación con la combinación de rasgos [dors, + voz], con
el rasgo [+ cont] e, en la mayor parte de las veces, con el rasgo [+ aprox], aunque esta
sea una relación implicacional mas débil. Eso significa que un sistema terá │R│ si ya
tuviera │g│(y, consecuentemente, │K│), por lo menos una fricativa labial o coronal y,
en general, la liquida │l│.
Haciéndose una generalización, se podría decir que los rasgos marcados ligados a un
articulador ([dorsal] y [- anterior]) o el nodo de laringe ([+ voz]) serian menos complejos
y, por tanto, especificados antes que los rasgos marcados libres de articulador ([+
continuo] y [+ aproximante]) que serian mas complejos. Esa generalización se
fundamenta en el hecho de que hay dos tipos de rasgos en la geometría: aquellos que
pueden ser localizados en un determinado articulador (articulator – bound features) y
aquellos que combinan mas libremente y que no son ligados a ningún articulador
específico (articulator – free features). Los rasgos ligados a un articulador son los
rasgos mas terminales y serian especificados primero porque hay una correlación
directa e invariable en la producción de esos rasgos, por ejemplo, el rasgo [dorsal] es
siempre producido con el dorso de la lengua. Aunque la laringe no sea considerada un
articulador, se puede decir que la relación entre el rasgo [+ voz] y la configuración de
las cuerdas vocales, en su producción, también es una relación directa y constante. Ya
los rasgos libres de articulador tienen un comportamiento diferente, pues no tienen
correlatos fonéticos precisos, pudiendo ser realizados en varios puntos de articulación.
El rasgo [+ continuo], por ejemplo, puede ser realizado en el punto [labial], en el punto
[coronal] o en le punto [dorsal], siendo su realización, en cada uno de esos puntos,
diferente. El mismo es valido para el rasgo [+ aprox]. Por tanto, los rasgos marcados
libres de articulador, los cuales en general son localizados mas arriba en la geometría,
serian especificados mas tarde.
Una de esas implicaciones es el hecho de que el modelo tiene implícito como modelo
representacional, la geometría de rasgos y, por tanto, admitir una organización
jerárquica de los rasgos y de todas las estructuras fonológicas, bien como los
principios que rigen el funcionamiento de esas jerarquías. La implicación de eso para
la clínica es principalmente teórica, en el sentido de un cambio de enfoque del
segmento como un conjunto desordenado de rasgos y también del segmento como
una unidad ligada a otras estructuras jerárquicas mayores (como la silaba, o por, la
palabra fonológica, etc.).
Tomando como base el principio general de tratamiento propuesto por Elbert & Gierut
(1986) y por Gierut (1992), de que enseñar sonidos fonológicamente “desconocidos”
resultara en mayores cambios en el sistema fonológico, es posible proyectar esa idea
para la jerarquía de complejidad de rasgos distintivos, en e sentido de que enseñar
sonidos mas complejos resultaría en mayores cambios en el sistema de sonidos. Así,
la estimulación de sonidos más complejos, compuestos por rasgos que están en
niveles mas altos de jerarquía, puede facilitar la adquisición no solo de estos sonidos,
sino también de los sonidos menos complejos que mantienen relaciones
implicacionales con lo primeros, sin la necesidad de un tratamiento directo de los
segundos.
CONCIENCIA FONOLÓGICA
METAPHON (Dean & Howell, 1986) es un procedimiento terapéutico que tiene por
objetivo cambios en el sistema fonológico por el desarrollo y utilización de la
conciencia metafonologica. Este modelo surgió en la mitad de los años 80, inspirado
por los trabajos de Ingram (1976) y de Grunwell (1985, 1987). Desde el principio el
METAPHON viene desarrollando en concordancia con ideas teóricas sobre la
naturaleza de los disturbios fonológicos y la manera como los niños aprenden. Son
principios centrales del METAPHON:
CONCIENCIA METALINGUISTICA
SITUACON DE APRENDIZAJE
La situación de aprendizaje del lenguaje puede ser facilitada cuando se controla otros
aspectos relacionados a ese proceso. La idea subyacente al modelo Metaphon es la
de que la capacidad de procesamiento para el aprendizaje de la lengua puede ser
maximizada si los otros componentes de la situación de aprendizaje fueran
minimizados. Constable (1986) ilustra como esta noción puede ser aplicada a un
programa de intervención para desordenes del lenguaje en niños. Si el contexto de la
terapia es familiar la capacidad de procesamiento del niño, toda la atención puede ser
dirigida para el desafío ofrecido por los aspectos lingüísticos de la terapia.
TERAPIA METAPHON: APLICACIÓN PRÁCTICA
Fase I
“ah, usted tomo una foto de un hombre alto ¿no? Me pareció escuchar un sonido
corto. Nosotros precisábamos de un sonido alto como │f│ o │s│, ¿no?
Fase II
En la etapa final de la Fase II, esto es, el nivel de frase, proporciona la oportunidad
para el contraste alvo de ser mantenido en el contexto de la frase. Para eso, los pares
mínimos (el mismo utilizado en el nivel anterior) son colocados en una frase, por
ejemplo: “hoy el día está…” (Completar con “caliente” o “peine”).
INTRODUCCION
El objetivo de este libro fue el de presentar un enfoque de terapia con base fonológica
para los trastornos fonológicos, dando énfasis a los principales modelos de tratamiento
que utiliza este enfoque.
El enfoque lingüístico de las alteraciones del habla es una área relativamente nuevo
para Brasil, no habiendo muchas publicaciones sobre el asunto, porque el número de
investigaciones en esa área todavía es pequeño.
Buscamos, con este libro, hacer un resumen general de aquello que existe en la
literatura sobre los trastornos fonológicos y su rehabilitación. Como la mayoría del
material disponible sobre el asunto es compuesto por trabajos publicados en inglés o
tesis de maestría y tesis del doctorado, pensamos que seria interesante y útil
compilarlo en una única obra, la cual fuese accesible a alumnos y profesionales de
fonoaudiología. La verdad este libro es resultado de mas de diez años de estudios en
este campo, desarrollando maestría, doctorado, docencia e investigación.
Como es posible observar en la lectura, no pretendemos lograr el asunto en cuestión.
Muy por el contrario nuestra intención fue la de introducir determinados conceptos e
información para que los mismos vengan a dar soporte para una implementación
mayor de ese enfoque terapéutico en la practica clínica de los fonoaudiologicos que
trabaja con las alteraciones del habla y del lenguaje y vengan a servir de base para
nuevas investigaciones en el área, siendo de gran interés para profesores y alumnos
de fonoaudiología.
Cada modelo fue ejemplificado con un caso clínico en su mayoría de niños que
participan de investigaciones envolviendo la aplicación de tales modelos, como el fin
de volver mas claro para el lector, los procedimientos adoptados y demostrar y los
resultados obtenidos.
Decir cual de los modelos es mas eficaz es muy difícil o imposible, pues determinados
modelos se pueden adoptar mejor a determinados pacientes. Por eso la escuela de un
abordaje de tratamiento dependerá de un conocimiento que el terapeuta deberá tener
del propio modelo en sí y de sus conceptos subyacentes ven como del niño a ser
tratado y eso solo será posible por medio de una buena evaluación y análisis previos.
Creemos que los objetivos, propuestos por nosotros al iniciar esta obra, fueron
logrados, o sea, abrir nuevas posibilidades de atención y de investigación para los
fonoaudiologicos que actúan con los problemas del habla de orden lingüístico.