DETERGENTES: Los detergentes son sustancias químicas que tienen la capacidad de deshacer o separar la suciedad que
está en la superficie de un objeto sin corroerlo ni dañarlo y se les conoce como agentes limpiadores. Para que se les
considere detergentes, deben eliminar tanto la grasa como la suciedad sin afectar a los tejidos. A diferencia de los jabones,
los detergentes mantienen su capacidad limpiadora incluso en aguas duras.
La estructura de los detergentes se compone de dos partes: una llamada lipofílica y la otra, hidrofílica.
- Parte lipofílica: tiene afinidad con grasas y aceites y se encarga de ubicarlos cuando se aplica un detergente.
- Parte hidrofílica: tiene afinidad con el agua y le da a los detergentes la característica de mantener sus capacidades
limpiadoras en el agua.
Por lo general se les atribuye a los detergentes la capacidad de modificar la tensión superficial del agua para llevar a cabo
el proceso limpiador. Los detergentes tienen la capacidad de contener ácidos, fosfatos o álcalis y pueden llegar a utilizarse
como elementos antisépticos
DESINFECTANTE: Un desinfectante es un producto que permite eliminar las bacterias, los virus o los microorganismos.
La utilización de un desinfectante permite limitar o, incluso, hacer desaparecer completamente, los riesgos de
contaminación de una enfermedad. A la hora de aplicar un desinfectante es imprescindible controlar las siguientes variables
para obtener un resultado óptimo:
Tiempo de contacto: el desinfectante y las superficies o utensilios deben estar en contacto por un tiempo especí-fico para
asegurar la eliminación de microorganismos.
Temperatura de la solución: Debe ser uniforme, se recomienda un rango de temperatura que va de 20°C a 49°C.
Concentración de la solución: Varía de acuerdo al tipo de desinfectante, por lo que se debe seguir la recomendación del
fabricante.