DERECHO PENAL DE AUTOR

El Derecho penal de autor se desanuda una regulación legal, en tanto que la

punibilidad se desvincula de una acción concreta descrita típicamente y, la
sanción ya no representa una respuesta meramente al hecho individual, sino a
toda la conducción de la vida del autor o a los peligros que en el futuro se
esperan del mismo. Por lo tanto, el Derecho penal de autor crea un vínculo
entre la pena y la personalidad del autor.
Lo que hace culpable al autor no es que haya cometido un hecho delictivo, sino
que el autor sea determinado bajo este título con el argumento de ser un
peligro potencial para la sociedad, entonces se convierte en el objeto de la
censura legal; es en este punto donde entre los presupuestos de la
conminación penal se incluye un elemento distinto de naturaleza individual,
“este elemento debe buscarse entre la peculiaridad humana del autor, por lo
tanto, estamos ante un sistema en que la pena se dirige al autor como tal” 1.
Por su parte, las fuertes tendencias preventivo-especiales, existentes desde la
época de Liszt en el Derecho penal alemán, impulsa un encausamiento del
Derecho penal de autor; pues la cuestión es saber qué tipo de intervención
debe existir sobre el delincuente, de modo que esta sea precisa y así evitar
futuros delitos; dependiendo más de la personalidad del autor que del mismo
hecho concreto individual.
Según la concepción de esta corriente, es consecuente atender a la actitud
interna del sujeto y no tener que aguardar hasta la comisión del hecho, sin
embargo por razones de salvaguarde de libertad, la concreción de esta postura
no fue consumada. Empero, se requiere para los tipos legales de lege ferenda
tomar en cuenta la máxima diferenciación posible según la personalidad del
autor o los grados de intensidad de su actitud criminal, desplazando así el peso
de la descripción del hecho hacia los motivos del autor.
Por lo tanto, según el pensamiento en desarrollo; se exigía la introducción de
sentencias penales indeterminadas, las cuales determinan que la duración de
su cumplimiento dependería en alcanzar el fin de la pena; y respecto a este
punto, la personalidad del autor obtendría una relevancia importante y esencial
para la determinación y para el juicio sobre si se ha alcanzado el fin de la pena.
Sin embargo, la época posterior no ha traído la existencia de una sentencia
penal indeterminada, sino las medidas de seguridad; y entre ellas se preveía la
custodia de seguridad que supone una privación de libertad orientada hacia el
autor y la duración indeterminada, de modo general, las medidas de seguridad
son hasta la fecha las sanciones con mayor referencia al autor en nuestro
Derecho penal.

1 Claus Roxin. (1997). Derecho Penal, Parte General (T. I). Fundamentos: La estructura de la Teoría del Delito.
Alemania: Civitas ediciones. pp 177.