Causas
Las amígdalas es el tejido linfático que se encarga de eliminar las bacterias
o microorganismos que pueden entrar en el cuerpo y causar infecciones. Se
encuentran en la parte posterior de la boca y en la región superior de la
garganta.
La causa más común de la amigdalitis no sólo es el contacto con las
secreciones de una persona infectada, sino también compartir el vaso, el
plato o los cubiertos, además del contacto con las llagas de las
infecciones estreptocócicas del grupo A en la piel.
Las formas de amigdalitis bacterianas ocurren con menor
frecuencia que las virales, pero si no se recibe el tratamiento adecuado
pueden ser graves.
Síntomas
Los síntomas más comunes de esta afección son:
Inflamación en las amígdalas.
Ulceración.
Congestiones nasales.
Aparición de zonas blancas o amarillas en las amígdalas.
Dolor de garganta que suele durar más de 48 horas.
Dificultad a la hora de tragar, también denominada disfagia.
Tos.
Dolor de cabeza, de oídos y en los ojos.
Fiebre y escalofríos.
Sensibilidad de la mandíbula y la garganta.
Una de las complicaciones que se pueden producir si las amígdalas son muy
grandes son posibles problemas respiratorios, aunque no resultan
demasiado frecuentes.
Prevención
Para prevenir la amigdalitis se deben tener en cuenta las siguientes
recomendaciones:
Lavarse las manos con frecuencia, sobre todo después de ir al baño y antes
de comer.
Evitar compartir alimentos, vasos y utensilios.
Mantenerse alejado de personas que puedan estar infectadas, sobre todo
cuando estornuden o tosan.
Tipos
Los tipos de infecciones de amígdalas se clasifican según cual sea la fuente
causante: virus o bacterias.
Amigdalitis causadas por virus: Como el Epstein Barr, que provoca la
mayoría de los casos de esta enfermedad.
La infección se diagnosticará a través de un análisis de sangre que
determinará si el recuento de glóbulos blancos en sangre es alto o las células
son anormales.
Diagnóstico
En primer lugar, el especialista realiza una exploración de la boca y la
garganta del paciente para observar el estado de las amígdalas. Éste
concluirá que el paciente sufre de amigdalitis si las amígdalas se encuentran
enrojecidas o presentan manchas blancas.
Otra prueba que puede confirmar el diagnóstico es que los ganglios
linfáticos en la mandíbula y el cuello se encuentran hinchados y son
sensibles al tacto.
El especialista también puede decidir llevar a cabo una prueba rápida para
estreptococos, pero no resulta del todo fiable debido a su extrema
inmediatez. Otra opción es enviar una muestra faríngea a un laboratorio
para que realizar un cultivo de estreptococos.
Los resultados de los cultivos pueden retrasarse unos días.