Resumen. Este trabajo socio jurídico tiene como eje principal describir la concepción
de territorio que maneja el Estado, el pensamiento occidental y los pueblos indígenas,
específicamente el Resguardo indígena de San Lorenzo del municipio de Riosucio
Caldas, abordado como un estudio de caso sobre su problemática territorial que
permite dimensionar como las normas, las políticas Estatales y la jurisprudencia esta
transversalizadas desde su creación e interpretación por una visión occidentalizada del
mundo, considerada hegemónica o única donde no cabe la sabiduría indígena y
termina siendo el foco principal de todas las vulneraciones de los derechos de los
pueblos indígenas en Colombia.
Abstrac:
1
Indígena de la Etnia Embera Chamí del departamento de Caldas, municipio de Riosucio, resguardo Nuestra
Señora Candelaria de la Montaña.
Palabras Claves: Tierra, Territorio Indígena, Derecho Mayor, Ley de Origen, Derecho
Propio, Saber Ancestral, indígena, pensamiento occidental.
1. INTRODUCCIÓN.
Teniendo elementos para juzgar la concepción del mundo occidental sobre el territorio
se pasa a abordar un asunto central del artículo, relacionado con la concepción de
territorio para el resguardo indígena de San Lorenzo y su problemática territorial; el
primero abordado desde la cosmovisión y cosmogonía de la comunidad representada
en sus mayores y médicos tradicionales y la segunda desde el contexto histórico para
dimensionar que la lucha y resistencia de los pueblos indígenas no es del nuevo siglo y
que para esta comunidad viene siendo un ataque sistemático desde las normas y
decisiones políticas en contra del territorio y por consiguiente sobre su existencia como
pueblo indígena.
Uno de las factores más influyentes en la determinación del territorio ha sido el discurso
de desarrollo, considerándolo como “crecimiento, evolución, maduración” (Antonie
Libert Amico, 2011) y este a su vez tiene un origen en el “darwinismo social, cuyas
ideas clasifican los pueblos en una secuencia evolucionista de salvajes a barbaros a
civilizados” (Ferguson, 1997)3, considerando así que las aspiraciones humanas tiene
que dirigirse bajos esos postulados, ideales que se relacionan con los objetivos
normativos de la ley 89 de 1890, denominado, Por la cual se determina la manera
como deben ser gobernados los salvajes que vayan reduciéndose a la vida civilizada
(declarado inconstitucional), ley que fue creada por el Estado “para promover dos
cosas, primero, la Civilización (entendida como la enseñanza de la moral cristiana y la
occidentalización de su cultura) de los indios” (Camacho, 2002)4 y la segunda, como
consecuencia de que ya no eran indios por la civilidad, consistió en lograr la división de
los resguardos, legalizando su venta en subasta pública por medio de la ley 5 de 1905
(Camacho 2002). Redacción propia.
2
En Dialógicas del Territorio: Un marco conceptual hacia la construcción del posdesarrollo, tesis de maestría,
Universidad de Chapingo, México 2011:53.
3
Enhttps://books.google.com.co/books?id=NueOngvzwK0C&pg=PA150&lpg=PA150&dq=test:+anthropology+and+i
ts+evil+twin+development+in+the+constitution+of+a+discipline&source=bl&ots=bQff3vx0q&sig=0tMWq_EHMNyp
145Kj6Ayrycco4&hl=es&sa=X&ei=_Pz6VIvCAaBsQSCpYCwAQ&ved=0CBsQ6AEwAA#v=onepage&q&f=false.
4
Estado y Pueblos Indígenas en el siglo XX, la política indigenista entre 1886 y 1991, Revista Credencial Historia,
Edición 146, Bogotá Febrero de 2002; tomado de
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/revistas/credencial/febrero2002/estado.htm
Durante el siglo XX, se genera una política económica que busca introducir el “discurso
de desarrollo como parámetro universal para medir el relativo atraso o progreso de los
demás pueblos del planeta” (Viola, 2000)5, así lo expresó el “presidente de Estado
Unidos, Harry Truman, en su discurso en 1949 sobre la necesidad del desarrollo,
convirtiendo repentinamente a dos millones de personas en subdesarrollados” (Antonie,
2011), esta concepción del mundo se apegó o asemejó conceptualmente a crecimiento
económico (Ferguson, 1997), por lo tanto todas las medidas estatales estaban
encaminadas bajo esa lógica y toda política que se implementará debía satisfacer las
necesidades del mercado; Porto Goncalves6 (2009), “argumenta que no fue el
colonialismo simplemente que devasto los pueblos y las culturas en todo el globo, sino
la imposición del Estado, que ya había destruido los pueblos dentro de Europa,
aduciendo así que el Estado era necesario para la expansión del Mercantilismo”,
garantizando que “la política estatal se fuera concentrando de manera creciente en
generar capital y condiciones para que las empresas públicas se privatizarán y el
Estado se enfocara en producir un estado de confianza para la inversión privada”
(Antoine, 2011).
5
La crisis del desarrollo y el surgimiento de la antropología del desarrollo, en Antropología del desarrollo: Teoría y
estudios etnográficos en América Latina, Universidad de Barcelona, Paidós 2000, pp 9 – 53.
6
Porto Goncalves, Carlos Walter, del Desarrollo a la Autonomia: La Reinvención de los Territorios; en América en
Movimiento, 445, Agencia Latinoamericana de Información, Junio de 2009 pp 10-13. Tomado de:
http://alainet.org/images/alai445w.pdf.
7
Wilson, Japhy (2009) Abstract space and the plan puebla Panama: A Lefebvrean critique of regional development
in southern in Mexico University of Manchester: unpublished PhD Thesis.
nueva Geografía Económica”, donde se define una “visión del desarrollo territorial que
se enfoca en el impulso prioritario de ciertos polos de desarrollo, espacios de interés
particular para el interés global” (Antonie , 2011), dichas concepciones del mundo y del
territorio son las que finalmente están direccionando los fines de los Estados, es la
mano invisible de la economía o del mercado la que determina como y para que se
implementa una norma o un proyecto, comprendiendo el territorio como un objeto o
instrumento netamente económico desprovisto de concepciones comunitarias y alejado
de la cosmovisión de los pueblos indígenas.
Otra forma de entender la concepción de territorio adoptada por el Estado, bajo la línea
de análisis que se viene desarrollando, es la que plantea Adriana Cubillos García8
(2011), quien define al territorio como un “espacio de reserva”, ligado a la economía
política del espacio, puntualmente considera que “las necesidades y transformaciones
inducidas por la reestructuración capitalista de los últimos años del siglo XX, ocasionan
una diferenciación y refuncionalización de los territorios. Dichos acontecimientos
impulsan a partir de la década de los setenta, una reorganización espacial en la que
territorios olvidados y poco importantes, pasan a ser considerados estratégicos dentro
de los nuevos esquemas de promoción del desarrollo. Así es posible identificar un tipo
de espacio denominado Espacio de Reserva, que experimenta una serie de
transformaciones relacionadas con un proceso de incorporación a las dinámicas
internacionales de acumulación”; aquí se plantea al territorio como un lugar que debe
estar a disposición del capital, estratégico para implementar proyectos de comercio y
de expansión “que permitan la explotación de recursos antes ignorados”, de igual forma
se considera que los espacios de reserva son caracterizados porque son territorios
marginados, con pocas oportunidades laborales, con conflictos sociales graves, con
baja competitiva y fundamentalmente “con alta disponibilidad de uno o varios recursos
naturales” (Cubillos, 2011); dichas características en mucho son observadas en los
pueblos indígenas, dado que su ubicación dentro del territorio nacional en zonas
geoestratégicas para el mercado los pone en la mira de todos los actores económicos y
8
Cubillos García, Adriana, Los Espacios de Reserva en la Nueva Fase Capitalista: Reflexiones Teóricas. En Planes
Geoestratégicos, desplazamientos y migraciones forzadas en el área del proyecto de desarrollo e integración de
Mesoamérica, SPECHF México, Universidad de los Andes, Venezuela, Universidad de Antioquia, 2011, pp 93 – 107.
bélicos, quienes ven allí el fortín más importante para sus aspiraciones expansionistas
y de poder; Cubillos (2011) afirma que el continente Americano es un espacio de
reserva donde ya se está implementando todo lo necesario para su intervención a
través del Plan Puebla Panama, la interconexión económica de todo el continente, el
impulso de megaproyectos de infraestructura y tratados de libre comercio; por su parte
la “Consultoría para los derechos humanos y el desplazamiento (CODHES) en su
informe del año 2002 señaló que los mapas de los territorios indígenas y de las
comunidad negras desplazadas durante la década de los años noventa en Colombia
coinciden en gran parte, con aquellos trazados por los grandes proyectos de
infraestructura y que comprometen gran parte de la biodiversidad y riquezas del suelo,
y coinciden también con los cultivos ilícitos y de la lucha armada”(Zapata, 2011)9; Este
informe actualmente marcaría iguales o peores resultados, con lo que queda
comprobado que la visión de territorio que está implementando el Estado Colombiano
hace parte de las dinámicas internacionales del desarrollo económico y no le interesa,
ni el interesará las visiones de los pueblos indígenas, que como se expondrá más
adelante riñe o choca con la instrumentalización que la economía le ha dado al
espacio (territorio).
Martínez (2010)10 plantea una serie de elementos que permiten concretar la concepción
que el Estado tiene del territorio; afirma “que para la sociedad mayoritaria,
representada en el Estado, el territorio tiene fundamentalmente un carácter material y
es comprendido como aquel espacio físico que le pertenece”, aduce que bajo esta
visión el Estado divide lo espacial de lo espiritual, o sea que “habla de los recursos del
territorio y del territorio mismo como un recurso, entendido fundamentalmente en
términos económicos” (ibídem), contrario a los pueblos indígenas donde es indivisible
el territorio de su forma de vida y el valor más importante se da en términos de la
espiritualidad; los otros criterios que manifiesta el Estado para desconocer la
concepción de los pueblos indígenas sobre su territorio se evidencian en su discurso
donde aduce que las características de vida de los pueblos indígenas representan un
9
Zapata Jiménez, Myriam, Planes geoestratégicos, desplazamiento y representaciones sociales del desplazamiento
forzado en Colombia, 2011, pp 329-335.
10
Martinez, Zamora, luisz olmedo, Visiones con-partidas del territorio en un mundo dividido, el caso de la visión
indígena y la del Estado, Universidad Nacional de Colombia, 2010.
atraso para el país y no están en la lógica de desarrollo que plantea el Estado,
(ibídem), redacción propia.
Puntualmente, Martinez (2010), evidencia una serie de situaciones donde deja claro
que el Estado Colombiano ha asumido una visión económica del territorio desprovista
de cualquier concepción social, apegada al discurso de desarrollo y a las medidas
normativas y políticas que se han implementado a nivel mundial, las cuales se
expresan en:
La planificación del territorio bajo una dimensión temporal, donde sea más veloz la
producción, acumulación y el tiempo necesario para desplazarse.
El territorio asumido como suelo, art 6 ley 388 de 1997, donde el ordenamiento
territorial parte de la función uso, ocupación y manejo del suelo, definiendo el territorio
como un objeto del cual se puede disponer en función de algo o de alguien.
Las teorías analizadas permiten extraer una serie de conclusiones sobre cuál es la
visión o concepción que el Estado colombiano ha adoptado del territorio; dichas
construcciones se pueden expresar de la siguiente forma:
El Estado – Nación es una construcción de pensamiento occidental que se rige por las
dinámicas mundiales de la economía en especial por el modelo de desarrollo, discurso
que determina el crecimiento de un Estado y muy especialmente el pensamiento que
se debe implementar en la población como hegemónico o único; así el territorio es
considerado como objeto o instrumento para lograr la acumulación y expansión de
riquezas y bienes.
Finalmente se recalca que las decisiones de los Estado están determinados por
economías de otros Estados que los han denominado potencias o desarrollados; estos
son los que determinan como se debe observar el territorio, que función se le debe dar
y a qué proyectos se debe adherir una nación para lograr el desarrollo, así en el caso
del Estado Colombiano, le ha correspondido adaptarse a normas internacionales como
los tratados de libre comercio, el Plan Puebla Panama, el Proyecto de integración de
Mesoamérica y otros que buscan intervenir los espacios más alejados de la geografía
en el entendido de que son lugares que tienen una gran riqueza natural y mineral que
permite que el país y todos los Estados aliados puedan emerger económicamente
como países desarrollados; dichos proyectos solo observan al territorio como un
recurso para explotar sin importar que en su mayoría son espacios habitados por
poblaciones que comprenden al territorio como un todo, sin el cual no se podrán
garantizar otros derechos que atienden a la dignidad de hombre, en el caso de análisis,
a la dignidad de los pueblos indígenas.
Por su parte el territorio según Herreño, representa una “relación estrecha con las
formas culturales de apropiación material y simbólica de las tierras que pueblos
originarios han habitado históricamente”, esto afirma que es un espacio que tiene
mucho significado, por una parte por que brinda los medios de subsistencia y de forma
concomitante genera los soportes para que los pueblos indígenas desarrollen su
identidad y su visión del mundo; además de permitir que puedan lograr el ejercicio de
su autonomía que se materializa con la delimitación de su territorio para permitir su
defensa frente al Estado, a otras instituciones y el alcance de los planes de vida de
cada comunidad. (Redacción propia).
Esta breve exposición concluye porque las comunidades indígenas hablan de derecho
al territorio y no del derecho a la tierra, visión occidental que separa el suelo de los
11
Herreño Hernandez, Angel Libardo, Evolución Política y legal del concepto de territorio ancestral indígena en
Colombia, Revista el Otro Derecho, numero 313-32, Bogota, Agosto 2004.
recursos que existen allí y de cualquier concepción simbólica o espiritual que le den los
pueblos indígenas12 (Martinez, 2010), por lo tanto, lo pertinente tratándose de
indígenas es referirse al termino territorio.
“no solo se vive en el territorio y del territorio, se vive sobre el territorio… hoy
puedo existir como indígena en este mundo y pararme a hablar ante ustedes,
gracias a que mis abuelos pensaron en mi aún sin saber que yo existiría, se
preocuparon de donde comería y como viviría yo, por eso conservaron los
bosques, los peces, los espíritus, los ríos; para que yo y mi familia pudiéramos
existir, por eso es mi obligación cuidar nuestro territorio, para que las nuevas
generaciones tengan un lugar en el cual puedan vivir al igual que yo y mi familia”
12
Martinez Zamora, luisz Olmedo, Visiones Con-partidas del territorio en un mundo dividido, El caso de la Visión
indígena y la del Estado, Universidad Nacional, Bogota 2010. PP 52.
13
Aylwin O, José, Coordinador del programa de derechos indígenas del instituto de estudios indígenas de la
universidad de la frontera, Temuco, Chile, en el derecho de los pueblos indígenas a la tierra y al territorio en
América Latina: Antecedentes Históricos y tendencias actuales, octubre de 2002.
14
Palabra Dulce, Aire de Vida”, Forjando caminos para la pervivencia de los pueblos indígenas en Riesgo de
Extinción en Colombia, Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC, Bogotá, 2010-2011. Pp 44.
Esta concepción propia de la mujer indígena permite entrelazar los conceptos y darle
contexto a lo pretendido que radica en dar puntos claves para reconocer la diferente
concepción que tiene la sociedad occidentalizada y los pueblos indígenas del territorio.
Houghton15 por su parte argumenta que “el territorio no se limita únicamente a una
ocupación y apropiación del bosque y sus recursos, pues la trama de las relaciones
sociales trasciende el nivel empírico y lleva a que las técnicas y estrategias de manejo
del medio ambiente no se puedan entender sin los aspectos simbólicos a los que están
asociadas y que se articulan con otras dimensiones que la ciencia occidental no
reconoce”; Martínez16 (2010) asevera que el “territorio está constituido por un todo,
único indisoluble, entrelazados por la sociedad, la naturaleza y el mundo espiritual,
lugar de los ancestros y hogar de los espíritus, amos de lo existe, que a su vez son la
naturaleza espiritualizada” y por ultimo Duque17 (2012) afirma que el “comportamiento
social y territorial de los pueblos indígenas se sustenta en complejas creencias,
configuradas por un fuerte nexo establecido entre su devenir personal y la entidad
saprahumana, de carácter simbólico-ritual que existe en todo lo que nos rodea”. Estos
autores terminan de configurar lo que es el territorio para un pueblo indígena dejando
claro que no se trata simplemente de que un espacio sea ocupado y definido por quien
lo habita, dado que si la comunidad indígena lo define como madre tierra, quiere decir
que es el territorio quien define a sus ocupantes, por ello la comunidad no puede
disponer de la madre tierra, es ésta la que pone a disposición del indígena todo lo
15
Houghton, Juan, Estado del derecho a la tierra y al territorio de los pueblos indígenas en Colombia, Observatorio
Indígena de seguimiento a políticas públicas y derechos étnicos, CECOIN. PP 178.
16
Martínez Zamora, luisz Olmedo, Visiones Con-partidas del territorio en un mundo dividido, El caso de la Visión
indígena y la del Estado, Universidad Nacional, Bogotá 2010. PP 52.
17
Duque Cañas, Juan Pablo, Territorios indígenas y Estado, a propósito de la Sierra Nevada de Santa Martha,
Universidad Nacional, Bogotá, 2012.
necesario pasando por lo espiritual a lo físico y convirtiéndose en una unidad de tal
forma que cuando se habla del territorio esta inserto el indígena y por ende no es
posible concebir indígena sin territorio o territorio sin indígena.
Dando un poco de claridad sobre las distintas visiones del territorio en lo que concierne
a la sociología o antropología necesaria para el texto, se pasara a articular estos
conceptos con la parte jurídica, especialmente con la concepción o visión de territorio
indígena que ha desarrollado la Corte constitucional en su jurisprudencia, en aras de
determinar si materialmente ha primado la visión del territorio de los pueblos indígena o
por el contrario mantienen una concepción orientada por las creencias del mundo
occidental.
Cabe resaltar que antes de entrar el nuevo siglo, se generó un espacio trascendental
para los pueblos indígenas en Colombia, tiene que ver con la participación de líderes
indígenas en la constituyente, hecho que precedió a la promulgación de la constitución
de 1991 y con ella artículos que concretaron nuevos espacios y derechos para la lucha
de los pueblos indígenas; es así como los constituyentes indígenas lograron que la
carta magna se cimentara sobre principios que enaltecen y promueven las garantías
para la diversidad étnica y cultural, con ello reconocieron que el Estado Colombiano
está conformado por diversos pueblos y culturas, asunto que le permitió a los pueblos
indígenas promover su concepción de territorio y exigir que sea respetado y valorado
como riqueza cultural del pueblo Colombiano.
Esta interpretación de la necesidad del territorio para los pueblos indígenas permitió
conceder el derecho a la comunidad accionante y abrir el espacio para una realidad
jurídica dentro del derecho Colombiano que era desconocida e irracional dentro de la
doctrina y la dogmática jurídica claramente marcada por el positivismo y las leyes
civiles.
“Los bienes del mundo físico han sido creados por un ser supremo (Sira-
Dios) que es su verdadero dueño. Por lo tanto, estos no pertenecen a
ningún hombre y deben ser conservados y administrados según las leyes de
la naturaleza, conforme a los mandatos de Dios-Sira; Los "U'wa" son los
guardianes del ecosistema cuya conservación es de interés de la
comunidad, sin que interese el provecho personal; Queremos que se tenga
en cuenta nuestra forma de concebir el mundo y que se respeten los
preceptos normativos nacionales e internacionales que tutelan los derechos
de los pueblos indígenas”.
Con esta breve pero trasncendal cita queda claro cómo se considera que el territorio no
es para disposición del indígena, que su obligación es ser guardianes de él; sin
embargo la Corte Constitucional en su decisión no considera que se vulnere el derecho
al territorio, simplemente que se está vulnerando el derecho a la participación de la
comunidad por medio de la consulta previa y que posterior a dicho trámite se podrá
determinar que elementos de la comunidad pueden salir afectados, sometiendo a la
comunidad a una negociación bajo las premisas de las empresas y de funcionarios que
no dimensionan el pensar del indígena y el contexto de cada pueblo.
Este concepto es similar a las largas citas que realiza la Corte Constitucional en esta
sentencia; sin embargo su decisión final frente a un asunto como la fumigación de la
coca, planta sagrada para estos pueblos, en nada recoge tan largos y profundos
conceptos, ya que termina reiterando que se ha vulnerado el derecho a la consulta
previa y por ende ordena dicho procedimiento “con la finalidad de llegar a un
acuerdo o lograr el consentimiento acerca de las medidas propuestas”, con plena
observancia de los principios y reglas contenidos en el Convenio 169 de la OIT,
aprobado por la Ley 21 de 1991.
18
Juan Alvaro Echeverri, Reflexiones sobre el concepto de territorio y ordenamiento territorial indígena, en
Territorialidad indígena, obra citada página 175.
ser garante de la consulta previa; igual situación ocurrió en la sentencia T 601 donde el
territorio fue definido como entidad territorial y se refirió a los derechos consagrados por
tal calidad en el artículo 330 de la Constitución.
“[…] La estrecha relación que los indígenas mantienen con la tierra debe ser
reconocida y comprendida como la base fundamental de sus culturas, su vida
espiritual, su integridad y su supervivencia económica. Para las comunidades
indígenas la relación con la tierra no es meramente una cuestión de posesión y
producción sino un elemento material y espiritual del que deben gozar
plenamente, inclusive para preservar su legado cultural y transmitirlo a las
generaciones futuras”.
visión que según la Corte Constitucional contrasta con la de la cultura occidental, para
la que el territorio es un concepto que gira en torno al espacio físico poblado en el que
la sociedad se relaciona, coopera y compite entre sí, y sobre el que se ejerce dominio.
19
Dijo la Corte en la sentencia SU-510 de 1998: “La propiedad colectiva que las comunidades indígenas ejercen
sobre sus resguardos y territorios tiene el carácter de derecho fundamental, no sólo porque tales territorios
constituyen su principal medio de subsistencia sino, también, porque forman parte de su cosmovisión y
religiosidad”.
20
Como se expondrá a continuación, el carácter fundamental del derecho al territorio colectivo fue reconocido a
través de la Sentencia T-188 de 1993. La Corte solo le reconoció ese carácter a la consulta previa en 1997, a través
de la Sentencia SU-039 de ese año.
funcionamiento de una ante de COMCEL que estaba dentro del territorio ancestral en
un predio privado hasta tanto no se agotara el proceso de consulta previa.
En el plan de vida está consagrado que la población indígena salió “del Valle de
Aburra, para continuar por las orillas del río Magdalena hasta la desembocadura del río
Guarinó y de allí hasta Sonsón (Antioquia), hasta llegar a Arma en Aguadas, de este
lugar se desplazaron por el río Cauca hasta encontrar la desembocadura del río Supía,
por cuya orilla subieron hasta el sitio de Murillo (Supía), desde allí se posesionaron de
los territorios que hoy constituyen el Resguardo Indígena de San Lorenzo”.
Dentro del plan de vida de este resguardo se encuentran elementos importantes que
permiten ir aproximando su concepción de territorio; afirman que “el territorio es la
“pacha mama” que dio origen a la existencia de nuestros ancestros, conservación de
nuestra cultura e identidad propia”, consideran que “las montañas y demás elementos
al interior del territorio permiten la existencia de sus ancestros, son bienes colectivos,
heredados a las presentes y futuras generaciones, por lo tanto es considerado un
lugar sagrado y gozan de respeto como fuentes de visión milenaria y fortalecimiento
espiritual”, estableciendo con ello que son herederos de ese espacio y sabiduría con la
obligación de ser guardianes de esos mandatos superiores de protección del territorio y
determinando bajo esta visión que el territorio es anterior a los ancestros, a la
existencia del indígena y ya tiene consagrada sus propias leyes.
Los ancestros cuentan a través del Mayor Mauricio que para el Embera Chami de este
Resguardo al principio toda era oscuridad y agua, ya había vida, existían seres que
pensaban y soñaban y a través de ese pensar y ese soñar se encontraron, vieron que
sus pensamientos eran iguales, esos seres eran femenino y masculino, llamados Dachi
Nabe y Dachi Ankore, ese sueño que consistía en crear un mundo duro nueve mil
millones de siglos para que amaneciera, para que naciera la tierra, en ese nacimiento
llegaron tres hijos, llamados Karagabi, a quien se le dio la tarea de construir el mundo
de arriba, o sea del suelo hacia arriba, el sistema solar, la vía láctea, las
constelaciones, el cosmos, todo; otro hijo fue Karagabi, a quien se le dio la
responsabilidad de crear y cuidar el mundo de abajo, el mundo que hay debajo de las
lagunas, de los ríos, debajo de las cuevas, de las piedras, de los volcanes, todo lo que
hay debajo del suelo; luego nace una niña, mujer, Phaphkore, ella por ser mujer, le
entregaron la misión de construir todos los seres que hay sobre la tierra, las montañas,
cerros, lagunas, pasando muchos años. Los seres espirituales o creadores
consideraron que les hacía falta mucho para ver terminada la obra, pero como ya eran
ancianos, le dejaron la tarea a los tres hijos, que terminaran ellos, entonces los dos
anciano caminaron, caminaron hasta llegar al cerro más alto y se convirtieron, Dachi
Nabe en la luna, llamada Edeco y Dachi Ankore en el sol llamado Umatau, con ello
apareció el tiempo, la noche con Edeco y el día con Umatau, desde allí ellos dijeron
que iban a guiar, por ello se dice que el embera Chami es la memoria de la madre y el
pensamiento del padre; ellos observaron que hacía falta la creación del ser humano,
del Embera, por ello de uno árbol llamado el Okendo o el Genene, del corazón de ese
árbol, Karagabi dibujo la figura del Embera, Tutruika deposito allí una bola de barro
para que los cubriera y Ankore que es mujer sabia, hecho aire y agua en la coronilla, en
las articulaciones y ahí fue cuando se volvió gente, siendo el Embera Gente del Árbol
de Agua, traducción del árbol Oquendo.
Así quedaron distribuidos los tres mundos para el embera, o sea el territorio, mundo de
arriba que se relaciona con lo celeste, mundo de abajo que se relaciona con el
inframundo y el mundo del medio que se relaciona con el Embera, todos son
importantes, no hay ni bueno ni malo, cada uno tiene su función, siendo tarea del
Embera preservar cada mundo y cada elemento que lo constituye, preservar los
animales, las plantas, el territorio, todo lo que existe en su espacio, si él abusa en el
uso o desperdicio de los elementos de la naturaleza, genera desequilibrio.
Cada mundo tiene su función, el mundo de abajo sostiene a los demás mundos, da
vida y energía, el mundo del medio le proporciona todo al embera siendo su casa, su
hogar, su madre ya que todo lo que necesita está allí, si quiere aprender de la medicina
tiene las plantas, los animales, los árboles, los ríos, las piedras, las cuevas, las
montañas; si es alimentación, le da la yuca, el plátano, el maíz, los animales, el agua; si
es la identidad, también la entrega y dependiendo del uso que se le dé permite la
autonomía, allí están representados todos los principios para el Embera, Unidad,
Territorio, Cultura y Autonomía; el mundo de arriba, le da al embera el pensamiento, el
aire, lo espiritual, la sabiduría, la energía, es el espacio que se observa para la siembra,
para la educación, para el vivir, para las ceremonias, por ello están las fases de la luna,
las direcciones del sol, las constelaciones, el tiempo, determina el actuar del indígena,
la hora de dormir, de trabajar, de cortar los árboles, de coger los frutos, de recibir
medicina, genera la lluvia, el aire, la luz, los truenos y la sombra, es quien determina el
diario vivir del indígena.
Se considera que al embera desde su creación se le entregó una tarea de cuidar de los
tres mundos y usar solo el que se le concedió, o sea el mundo del medio, espacio
sagrado que lo pario y que le da todo para su vida, su compromiso es cuidar y
preservar cada mundo de acuerdo a su función, cuidar los animales, las plantas, los
ríos, toda la naturaleza, preservar el aire, promover la sabiduría de sus padres, educar
de acuerdo a esos principios y no generar desequilibrio en ningún mundo; se considera
que no tiene permiso para intervenir en el mundo de arriba, ni el mundo de abajo y su
desobediencia, descuido o desprotección le traerá graves consecuencias en su vida,
por ello su oposición a que el mundo occidental quiera intervenir esos espacios
sagrados, en especial con la minería, considerando que con ello están deteriorando las
bases de la existencia humana.
En el mundo de abajo también existen otros seres que se comunican con el mundo del
medio a través de los remolinos de los ríos, estos llevan oxígeno y alimento a esos
seres, que a su vez están siendo contaminados cuando se arroja basura, las aguas
negras, la sangre de aborto y los químicos, afectándolos gravemente ya que también
son gentes, tienen ojos y empiezan a nacer ciegos y ya no pueden hacer su tarea de
mantener el equilibrio, empezando la tierra a tambalear, por eso al embera se le
entregó su casa y nunca se le indicó que empezaran a cavar para subsistir, dado que
su mundo tenía toda para la vida y no necesita nada de abajo ni de arriba, si es para
generar combustible hay otras formas como la solar, la que da el viento, la que da el
agua, pero sin represar dado que los mayores dicen que los ríos son como las
serpientes, nacen en las montañas, atraviesan el territorio hasta llegar al mar y por
donde ella pasa, el agua refresca esas tierras para que haya vida en las plantas, en los
animales y en la gente, por ello cuando se corta por represa genera muerte y
enfermedad como el conflicto social y cuando muere la tierra es porque se vuelve
estéril, ya no produce, finalmente se presenta la des-humanización del ser humano,
girando únicamente entorno a una actividad económica mediante la extracción y
solamente se encierra en ese mundo, se vuelve un ser que ya no siente esa relación
con el territorio, con la vida, deja de ser persona, sus valores ya no están ahí.
El mundo de Karagabi enseña la vital relación que hay entre los tres mundos,
(territorio) y el Embera, indicando que la estructura del ser humano y del territorio es
una espiral, por ello, el ser humano tiene coronilla en forma de espiral que permite
comunicación con el mundo de arriba, con los seres espirituales, es el pensamiento y a
través de las plantas de los pies, del coxis y las palmas de la manos en otra espiral se
comunican con el mundo de abajo, y el centro del cuerpo donde está el corazón y el
ombligo es la relación vital con el mundo del medio, con la función de generar el
balance entre ambos mundos energéticos o espirituales; en el territorio también existen
esos tres espacios representados en las montañas, cuyo pico tiene la relación con el
mundo de arriba, los valles o mesetas son los que mantiene la armonía con todos los
seres de este espacio, mundo del medio, y lo que hay en las lagunas, en las cuevas es
lo que nos relaciona con el mundo de abajo.
Un cerro es un abuelo, es una casa de los ancestros, de los grandes espiritus y así se
construyeron las primeras casas el embera, cuya estructura constaba de un techo en
forma de pico de cerro, un espacio medio sin divisiones que era donde el indígena
dormía, enseñaba, curaba, practicaba su cultura, tejía y tenía a su familia y un espacio
inferior compuesto por cuatro pilares, palos o cimientos que soportan toda la estructura,
los cuales representaban los cuatro elementales, tierra, aire, fuego y agua; esta
construcción dentro de la cosmovisión del pueblo Embera representa los tres mundos,
representa su territorio y por ser hijos de los espíritus el cuerpo del Embera también
lleva consigo esta estructura recordando así que el indígena Chamí es uno con el
territorio, que es representación de su territorio y que su composición y existencia tiene
un vínculo directo, inseparable y vital con sus mundos.
Para el Embera el mundo de arriba de Karagabi ha sido perturbado, por ello exigen sus
derechos como guardianes de sus mundos, dicen los ancestros que este espacio es de
los espíritus, de las aves y cuando en los cerros entierran antenas de energía o de
comunicaciones para traer el progreso (visión occidental) esto es molestar la casa de
los abuelos, es como si al Embera le taladraran la cabeza, eso es lo que le hacen al
territorio, generando enfermedad espiritual, entonces con esas antenas y satélites que
el hombre pone en el espacio generan un corto circuito porque empieza a bloquear el
movimiento armonioso de la energía, del espacio espiritual y por ende el Embera ya no
reciben esas vibraciones del mundo espiritual, sino que ya es lo que el ser humano
manipula, inventa, alejando al indígena del espíritu, ya no se hace el ejercicio de mirar
los tiempos de la luna, de mirar las constelaciones, de las estrellas por que el Embera
está mirando otra energía, el televisor, escuchando la radio y el celular, todo porque los
estados y la economía creersen dueños del espacio, pero ello no crearon el espacio,
solamente lo están invadiendo y después le hacen pensar al Embera que tiene que
pagar por utilizarlo.
El pensamiento occidental lo que hace es destruir y cuando la madre tierra empiece a
tambalear porque han acabado con el soporte, con los cimientos, con el mundo de
abajo, entenderán que con los millones de dólares que han adquirido no podrán
solucionar el mal que han ocasionado a su casa, a su vida, a su existencia; dicen los
ancestros que todavía se sostiene por la existencia, lucha y resistencia del embera que
encarna esa tarea de cuidar el territorio y de los no indígenas que han dimensionado la
necesidad de proteger la madre tierra, de lo contrario ya hubieran acabado con todo.
Finalmente el mayor Mauricio trasmite el mensaje de los padres, de los espíritus sobre
la ley origen afirmando que está escrita en la madre tierra, que se refiere a los
mandatos que desde la creación se le dio al Embera de proteger, que es la función que
se le ha dado a cada mundo, que está en cada ser vivo al otorgándole un fin para su
existencia y cada uno entrega sus códigos, su función, su uso, su muerte; es ley
porque es un mandato de los ancestros, de los padres dándole a cada cosa un uso y
un fin, sin que le sea posible al Embera modificar esas leyes, situación que se
materializa en los usos y costumbres de cada pueblo, está escrita en cada indígena
siempre que conserve su identidad y la trasformación o abuso de esta ley trae
consecuencias para el pueblo. Por su parte el derecho mayor es el derecho a la vida
indígena, es el derecho al territorio, son los derechos que han dado los ancestros al
indígena y actualmente están representados en los mayores de la comunidad, en los
médicos, en los abuelos, quienes trasmiten esa sabiduría a través de los
conversatorios y encuentros comunitarios para que las nuevas generaciones conozcan
la ley de origen, la identidad, los usos y costumbres, la relación con el territorio, la vida,
la creación y la obligación de cada uno de luchar y resistir para que esa sabiduría
ancestral y derecho mayor por ser hijos de los espíritus, ser hijos del árbol de agua no
se pierda jamás.
El derecho propio se dice que es la lucha de los pueblos indígenas por materializar en
la actualidad a través de las normas inventados por los Estados, la ley de origen y el
derecho mayor, las cuales se pueden consultar en las normas nacionales e
internacionales que se han acercado a reconocer y proteger este pensamiento y forma
de vida, y al interior del resguardo, corresponde a aquellas normas creadas por la
comunidad para regular el uso del mundo que se le ha concedido al indígena y orientar
los principios y mandatos para evitar que el Embera rompa la ley de origen y pretenda
causar daño a los mundo prohibidos por el ser humano.
21
Tapasco, Jose Silvio, reseña histórica de mi pueblo, resguardo indígena de San Lorenzo, Riosucio Caldas, 2000. Pp
25.
El hecho de haber plasmado lo que significa el territorio para esta comunidad, permite
evidenciar cual es la problemática de este resguardo, teniendo como referencia esa
relación intrínseca e indisoluble del indígena con su entorno; específicamente se
abordará lo que se puede considerar el problema mayor para este resguardo indígena
que consiste en la existencia de propiedad privada dentro del territorio y la omisión del
Estado de Sanear y entregar lo que la comunidad considera ancestral; finalmente se
expondrá las amenazas actuales que se mantienen sobre los derechos del territorio y al
territorio.
Esta comunidad perdió sus títulos o documento que acreditaba la entrega que hizó
Lesmes de Espinoza en 1627, por ello los líderes de este cabildo con la ayuda de Luis
Javier Caicedo23 realizaron la búsqueda de esos archivos, encontrando la escritura
093 del 12 de agosto de 1889, donde se reconocen las delimitaciones del territorio que
Lesmes de Espinoza realizara en 1627, también se encontró el documento
reconstructivo del título original de 1836, el cual fue elevado a escritura pública No 506
22
Tapasco, José Silvio, Reseña histórica de mi pueblo, Resguardo Indígena de San Lorenzo, Riosucio Caldas, 2010.
Pp 23.
23
Caicedo, Luis Javier, Abogado, asesor de este resguardo para la recopilación de los títulos del territorio.
de 1920 y por ultimo evidencian el hallazgo de la escritura 600 de 1990 que se refiere
al título original de 1627,24 documentos que tienen su importancia para la comunidad
dado que reconoce la existencia de su pueblo como indígena y determina el territorio
que les fue entregado; títulos que la comunidad exige sean reconocidos por el Estado,
dado que como se expondrá, fueron desconocidos en 1943, al declarar inexistente esta
comunidad y por ende su territorio, fuente de la problemática mayor del resguardo.
24
Tapasco, José Silvio, Reseña histórica de mi pueblo, Resguardo Indígena de San Lorenzo, Riosucio Caldas, 2010.
25
Luis Javier Caicedo, Los Títulos de San Lorenzo, Recopilación y estudio de los títulos de propiedad del resguardo
indígena de San Lorenzo, Riosucio y Supia Caldas, con miras al saneamiento integral del territorio, Cabildo indígena
de San Lorenzo, Riosucio Caldas 2011.
26
Ibídem, pp 22.
27
Ibidem. Pp 22.
28
Ibidem. Pp 23.
De acuerdo al mayor Silvio Tapasco, antes de la declaratoria de inexistencia de
indígenas en el territorio, los políticos realizaron todo tipo de actividades donde
buscaban convencer a la comunidad que lo mejor para el progreso era que el
resguardo se dividiera, que no hubiera más propiedad colectiva, dado que traía atraso y
por lo tanto era necesario que cada uno tuviera su propiedad individual, así logran que
por “medio del decreto No 61 de Enero de 1940 se ordenara la resolución N 1 del 20
de Mayo de 1943, que define la partición del territorio, trabajado entre los comuneros
elevados a la vida civil a partir de la fecha, procediendo a hacer los estudios pertinentes
para entregarle a cada familia su parcela con su respectivo documento de propiedad 29”
individual.
Esta resolución fue un logro para la comunidad, sin embargo, el Estado no reconoció la
totalidad del territorio que había delimitado Lesmes de Espinosa en el año de 1627 y
que posteriormente fuera protocolizada por las escrituras públicas referenciadas,
además, lo que hicieron con la resolución fue englobar varios predios del territorio pero
de forma discontinua, o sea un resguardo constituido por globos a los que tampoco se
29
Tapasco, José Silvio, Reseña histórica de mi pueblo, Resguardo Indígena de San Lorenzo, Riosucio Caldas, 2010.
Pp 44.
30
Sentencia de la Corte Constitucional -------------------------
les canceló la matricula inmobiliaria individual y por lo tanto no existe un certificado de
tradición único del resguardo, existen varios predios con la descripción de haber sido
titulados al resguardo; anterior a esta resolución del INCORA, la comunidad venia
protegiendo sus derechos territoriales por medio del decreto 1130 del 05 de Mayo de
1960 emitido por el Ministerio de Agricultura, que establece que el territorio ancestral de
San Lorenzo quedaba considerado como reserva indígena por ser terreno baldío
susceptible de ser parcelado entre los miembros del resguardo.
Advierte el mayor Silvio que bajo la realidad de que la comunidad pretendía tener
propiedad colectiva se procedió a tramitar la escritura por la Notaria para que el predio
quedara a nombre del Resguardo indígena, encontrando que el funcionario asevero
que no era posible, “porque no era permitido en Colombia que la persona se quedara
sin ninguna propiedad que garantizara su subsistencia”, interpretación errada a pesar
de que los lideres le explicaron que no se trataba de que el resguardo se quedara con
la parcela, pues el comunero seguía siendo su “dueño” bajo la figura de propiedad
colectiva.
Bajo esta realidad los líderes indígenas han tenido un sinnúmero de dificultades entre
ellas que jurídicamente la propiedad privada limita el ejercicio de autonomía o de
gobierno propio, no permite el desarrollo del plan de vida, no permite la protección del
territorio dado que los foráneos aprovechan que el predio no esté sometido a las reglas
indígenas para la extracción de minerales, para la ejecución de proyectos o
monocultivos a gran escala, se fracciona la ley de origen, el derecho mayor, rompe el
espiral de vida de la comunidad, no fluye la energía de la madre tierra lo que
desemboca en conflictos intra comunitarios, violencia, perdida de la cultura,
enfermedad, pleitos jurídicos con el sistema jurídico ordinario, manipulación de los
politiqueros en aras de generar división, promover la propiedad privada y generar un
escenario de inseguridad jurídica territorial, ocasionando en muchos caso que los
líderes indígenas tengan que acudir a las vías de hechos para la defensa de su
territorio y asumir la posibilidad de que sean criminalizados, estigmatizados y juzgados
por el derecho ordinario al estar reclamando un derecho fundamental para su
comunidad.
Aunado a todo lo anterior aparece el Estado con sus normas y sus instituciones a
generar más afectaciones a la comunidad, estableciendo sitios en la parte alta del
resguardo susceptibles de ser entregados en concesión a través de títulos mineros a
particulares; dice Nora Patricia, coordinadora del área de Territorio del resguardo que
actualmente hay cinco títulos mineros dentro de lo que corresponde al territorio
ancestral del resguardo indígena de San Lorenzo, aunque no los han empezado a
explotar, afirma la líder que se genera temor por el eventual inicio de actividades
mineras y que dicha zona es donde está la reserva natural más importante para la
comunidad, donde nace el agua que alimenta a la población, donde está la flora y
fauna, las montañas y por ende, donde está la vida y subsistencia de este resguardo
indígena.
Esta realidad que enfrenta el resguardo indígena de San Lorenzo reitera la difícil
confrontación con el Estado donde ha primado su visión de la tierra y el deseo de
políticos miembros de altos cargos de disolver los resguardos indígenas en Colombia,
empezando por este cabildo que era el fortín hasta la entrada del nuevo siglo de los
partidos políticos tradicionales, quienes abusaban de la humildad de esta población y
les inculcaban que la existencia de resguardos indígenas era un atraso para sus
familias; además se debe resaltar que durante 40 años, desde la declaratoria de
inexistencia de este resguardo lograron modificar las costumbres, su cosmovisión y
cosmogonía, le inculcaron a las nuevas generaciones que era vergonzoso ser indígena,
por ello hoy el problema de identidad, dado que los que hoy son adultos fueron
formados bajo la figura de campesinos y no de indígenas, situación que en materia de
territorio represento identificar su parcela como propia o privada y no como un bien
colectivo y lo más grave perder la concepción de territorio, esa relación con la madre
tierra que es retomada después del año 2000 con la ayuda de los mayores y médicos
tradicionales, quienes a través de las ceremonias y conversatorios, o sea la oralidad
fueron entregando la sabiduría a los jóvenes para que reviviera el amor por lo propio y
el apego al territorio.
El mayor Silvio termina su aporte a esta parte del documento afirmando que:
“Nuestra lucha a puesto muertes, sin embargo es lo mínimo, hay cosas más duras que
hemos tenido que enfrentar y solo espero que antes de mi muerte se cumpla el sueño
con el que iniciamos, de ver saneado y reconocido el territorio ancestral de San
Lorenzo”.
En la constitución, articulo 246, 286, siguientes y 330, y en las normas, ley 388,
aparece mencionado el término “territorio” pero no en función de reconocer el sentido
que tiene el concepto para los pueblos indígenas, sino en referencia a la constitución
de entidades territoriales indígenas, o sea a su división político administrativa y de
ordenamiento del territorio o del suelo bajo la concepción del Estado, por ello estas
disposiciones están ubicadas en la Constitución en el titulo XI “de la organización
territorial”; allí el artículo 286 dice “son entidades territoriales los departamentos, los
distritos y los territorios indígenas”, de igual forma el 246 dice que los pueblos
indígenas podrán aplicar justicia “dentro de su ámbito territorial”, lo que indica que son
disposiciones que se refieren a los limites, a la división de competencias y políticas,
pero no a la concepción de territorio para la comunidad donde es el indígena quien
puede disponer de acuerdo a la ley de origen y el derecho mayor, de su entorno, de
sus mundos y de su vida cultural, situación que también se evidencia en la resolución
010 del 2000 del INCORA por la cual se da el carácter de legal al resguardo indígena
de San Lorenzo determinando en el artículo 7 que “los terrenos que por esta resolución
se conviertan en resguardos indígenas , no incluyen las aguas que por él corren, que
según el código civil son de uso público, las cuales continúan teniendo el mimo
carácter, de conformidad con las normas legales vigentes” y agrega “el resguardo
indígena que se constituye, queda sujeto a todas las disposiciones legales sobre
protección y manejo de recursos naturales renovables” o sea bajo los mandatos legales
que están establecidos sobre dichos recursos, que para la comunidad son sagrados.
Esta exposición de normas constitucionales permite dar claridad sobre la función que
le otorga el Estado al término territorio y tierra, concluyendo que el primero lo utiliza en
términos políticos para referirse a entidades territoriales, a Colombia con sus límites y
composición y no a la concepción de la comunidad indígena y el segundo al espacio
que es susceptible de repartir, entregar u ordenar; de allí la dificultad jurídica para la
defensa del territorio, quedando el articulo 7 como aquella disposición con más
amplitud interpretativa y el escenario de la Corte Constitucional que si puede armonizar
las normas con los principios constitucionales y las realidades de los pueblos
indígenas.
Este último decreto se denomina “Por el cual se establecen los mecanismos para la
efectiva protección y seguridad jurídica de las tierras y territorios ocupados o poseídos
ancestralmente y/o tradicionalmente por los pueblos indígenas acorde con lo dispuesto
en los artículos 13 y 14 del Convenio número 169 de la OIT, y se adicionan los
artículos 13, 16 y 19 del Decreto número 2664 de 1994”; el enfoque diferencial y
posible garantía del respeto de la visión indígena de su territorio se encuentra en sus
principios que consagran celeridad en los procesos de protección de la posesión de las
tierras y territorios ancestrales y o tradicionales, reconocimiento, respeto y protección
por parte del Estado sobre la relación especial de los pueblos indígenas con su
territorio, respeto a la ley de origen, ley natural, derecho mayor o derecho propio de los
pueblos indígenas y protección de la identidad territorial o ancestral; estos elementos
vinculantes dentro de la norma dan dos pasos importantes a nivel nacional, uno es
proteger la relación vital entre el indígena y su territorio y el segundo es respetar los
principales principios de un pueblo indígena como lo son la ley de origen y el derecho
mayor, o sea reconocer y ofrecer garantías para la cosmovisión del indígena, aspectos
que dan instrumentos para la defensa jurídica o como lo dice la norma, para la
protección jurídica de las tierras y territorios
Este decreto en el marco del problema territorial que enfrente el resguardo indígena de
San Lorenzo, permite avanzar transitoriamente en medidas de seguridad jurídica del
territorio mientras se le da tramite al proceso de saneamiento ya solicitado.
Las normas referidas dan luces frente a cómo abordar el derecho del territorio y al
territorio de los pueblos indígenas, siendo necesario que se activen las vías jurídicas y
la fortaleza comunitaria en aras de generar un real impacto en el sistema jurídico
nacional y al no encontrar respuesta, acudir a los mecanismos internacionales que den
cabida al pensamiento de los pueblos indígenas.
Como apuntes finales sobre los aspectos normativos se resalta que las normas
internacionales y la jurisprudencia de la Corte Constitucional se debe articular a los
mandatos constitucionales y a las leyes nacionales para poder generar la defensa
jurídica, de otra forma como se advirtió, la Constitución maneja un enfoque político del
territorio y entra a definir el espacio que ocupa los pueblos indígenas como tierras,
situación que desconoce de gran forma la diversidad étnica y la concepción del pueblo
indígena y por ello el termino territorio se lo reserva el Estado para cuando está
hablando de soberanía, de los recursos que le pertenecen a la nación o los de uso
público.
Las normas internacionales han venido aliviando las luchas de los pueblos indígenas
con sus disposiciones que al ser ratificadas por Colombia terminan siendo vinculantes
para el ordenamiento jurídico, siendo necesario que se ahonde en ellas, dado que allí
hay parámetros interpretativos de la visión indígena y han comprendido mejor lo que
representa el territorio para el pueblo indígena.
Finalmente se resalta las virtudes del decreto 2333 de 2014 que se ha alejado de la
línea constitucional en cuanto a lo político y se ha acercado al principio del artículo 7, al
reconocer y proteger la diversidad étnica, emitiendo una norma de seguridad jurídica de
las tierras y territorios indígenas con una visión que por primera vez tiene en cuenta la
concepción del pueblo indígena o por lo menos propone como parámetros
interpretativos la ley de origen y el derecho mayor, elementos que dan amplitud a
cualquier argumento jurídico y dan vida legal a la sabiduría de los mayores de los
pueblos indígenas.
8. CONCLUSIONES.
El recorrido que se ha expuesto permite abordar asuntos generales que dejan abierta la
discusión de si el Estado Colombiano realmente es garante del reconocimiento de la
diversidad étnica o como se evidencio, sus leyes y políticas están transversalizadas por
la economía mundial y el discurso de desarrollo que desconoce la concepción de
territorio de los pueblos indígenas.
De gran modo el Estado desde su conformación ha tenido una visión tecnocrática del
mundo y con ella ha querido exterminar cualquier otra forma de pensamiento que sea
opuesta al capital y al dominio territorial, asunto que soportan los pueblos indígenas al
querer ejercer su autonomía que representa poder auto determinar su propio desarrollo
y forma de vida, considerado dañino para la Nación y un obstáculo para el crecimiento
económico; esta visión del territorio del pensamiento occidentalizado donde es
considerado un simple instrumento, medio u objeto de libre disposición es claramente
vulnerante de los derechos de los pueblos indígenas y cada día avanza como una
imposición para las comunidades, llevándolas a pensar que su sabiduría es
vergonzosa frente al discurso de desarrollo, promoviendo la pérdida de identidad y la
relación que se tienen con el territorio, en palabras de los mayores, llevando al indígena
a dejar de ser persona y a des-humanizar su existencia, convirtiéndolos en objetos de
un pensamiento que es ajeno a sus raíces, a sus espíritus y al mundo que se les fue
concedido.
Por su parte la Corte Constitucional ha dado elementos importantes para la defensa del
derecho al territorio, ha conceptualizado la concepción o importancia que reviste para
los pueblos indígenas, decisiones que la comunidad resalta en sus apreciaciones dado
que es el alto tribunal que más avanzado en la interpretación de los derechos
colectivos, sin embargo al dimensionar lo que representa el territorio para cada
comunidad se considera que es necesario que este tribunal de un paso soñado por el
indígena, consistente en reconocer que el territorio tiene derechos y que para la
comunidad es fundamental su protección, tomando decisiones que contemplen la
prohibición de ejecutar proyectos extractivistas y de explotación de recursos naturales
dentro de resguardos indígenas sin más trámites que el hecho de conocer la
concepción del pueblo afectado, motivación que se da desde que la comunidad activa
las acciones constitucionales y no como lo ha postulado la Corte, que solo se conoce
con posterioridad de una Consulta previa, cuando la oportunidad de defensa ha
perecido.
Bajo una crítica propia, la Consulta previa puede estar sometida a modificaciones por
intereses políticos y por lo tanto en el futuro no es garante de la defensa territorial,
además por que actualmente es un mecanismo transitorio de protección que ha puesto
al Estado a adelantar procesos con los distintos pueblos y ha paralizado la intervención
dentro de los territorios, colocando a la comunidad a negociar sus propios derechos sin
una debida preparación y sin la capacidad de concertación o negociación que si tienen
las instituciones y las empresas a través de unas personas que terminan convenciendo
al indígena bajo los argumentos del desarrollo de la comunidad y la conveniencia de su
intervención para solucionar las necesidades de la población.
Bajo este análisis una determinación jurídica y política que si garantiza los derechos de
los pueblos consiste en darle el estatus de derecho fundamental al territorio y proceder
como lo han hecho otros Estados al promulgar los derechos de la madre tierra,
entendiendo así que para el indígena, su territorio está vivo, es su madre y de él
depende la existencia de la humanidad; sería un alcance jurídico que tendría protección
inmediata y definitiva y no podría someterse a los procesos de consulta previa como si
actuara por conexidad.
Por último se resalta la importancia jurídica del dialogo con los mayores del resguardo
indígena de San Lorenzo dado que su sabiduría y mensajes de los padres permitieron
comprender y plasmar su pensamiento en este artículo, con el objetivo de servir de
interpretación y sustento jurídico al momento de iniciar acciones jurídicas por parte del
pueblo indígena, considerando que ley no es únicamente la construcción de una
institución creada por los Estados para esos fines, sino que también lo es los mandatos
que desde sus orígenes ha establecido el territorio, como dicen los mayores, la ley está
escrita en la madre, asunto que no se comprende sino logramos desaprender todas
aquellas lógicas enseñadas desde el pensamiento occidental, donde solo existe lo que
se puede percibir, medir o cuantificar y el conocimiento proviene de los libros, de los
títulos, de los grandes señores y no de los mayores que para la comunidad no se trata
de que sean inteligentes, sino de su sabiduría que consiste en enseñar el buen vivir
con su territorio, saber que lo adquirieron de sus ancestros con la obligación de
protegerlo y entregarlo a las nuevas generaciones de este mundo.
La sabiduría fue entregada con el permiso de la madre tierra, de los grandes espíritus y
con la guía de la medicina propia, adquiriendo una gran responsabilidad que consiste
en darle un buen manejo y corresponder con esa posibilidad de acceder a un saber que
es anterior al hombre y del cual depende la existencia de un pueblo indígena.
9. BIBLIOGRAFIA.
Otro referente.