El trabajo con estos pacientes suele ser complejo, pero un éxito logrado, por
pequeño que sea, es muy confortante, lo que se debe asumir como una labor
asistencial, y social a la vez.
Este
enfermero forma parte de todo un equipo multidisciplinario donde se encuentran
trabajadores sociales, psiquiatras, psicólogos y terapeutas ocupacionales;
orientados a asistir, educar y rehabilitar a los enfermos mentales.
Enfermería en salud mental trabajan con una amplia gama de casos psiquiátricos.
Por cuanto abarca personas con demencia, con problemas de conducta alimentaria,
pacientes con trastorno de la personalidad, depresión, ansiedad, abuso
y dependencia del alcohol y las drogas, con trastornos psicóticos, neuróticos, etc.
1
Por ello, estos enfermeros especialista en salud mental han de estar preparados
para atender a un paciente con esquizofrenia, pero de igual forma a un anciano con
alzheimer, a un niño que sufre acoso escolar a una adolescente con anorexia.
Por supuesto, para atender estas patologías, el enfermero especialista debe estar calificado
para valorar y diagnosticar a los pacientes; administrar y controlar tratamientos; instruir al
paciente en una técnica de autoadministración; ser un soporte terapéutico para el enfermo
y sus familiares; abordar y dominar todo tipo de crisis; tomar parte en el desarrollo personal
del paciente así como orientarle en su rehabilitación.
Para la Edad Media se pensaba que los enfermos mentales eran seres poseídos
por los demonios y que debían exorcizarse a través de flagelos, y dejarlos sin
alimentación.
Cuando la Iglesia desistió de atender a los insanos durante el siglo XVI se les
internó en hospicios (combinación entre cárcel y asilo).
Dorothea Lynde Dix, profesora estadounidense que acudió como voluntaria para
cuidar a individuos de cárceles y casas de beneficencia, se aterrorizó por las
condiciones que tenían estos alojamientos, en su país natal y en Canadá.
Fue defensora de los enfermos mentales, persuadió a las legislaturas estatales de
que se necesitaban hospitales apropiados, no cárceles, para las personas que
padecían enfermedades mentales.
colaboradores.
Sin embargo, en vista de que los asilos no podían contratar suficientes
enfermeras para mejorar la atención al enfermo, se constituyeron escuelas de
enfermería en los propios asilos. La primera estas escuelas de se fundó en
1882, en el asilo McLean en Massachusetts.
El tratamiento para el siglo XX aún se circunscribía a regímenes dietéticos,
aislamiento, baños de agua fría, inmovilizaciones, y en ocasiones,
administración temprana de medicamentos sedantes y tratamiento de choque.
La enfermería psiquiátricatuvo un salto muy significativo cuando se publicó
“interpersonal relations in nursing” o “relaciones interpersonales en
enfermería” de Hildegard Peplau en 1952, donde se describe la importancia de
la relación entre paciente y enfermera, como modalidad de tratamiento.
Peplau es considerada“La Madre de la Enfermería Moderna en Psiquiatría”
Los especialistas graduados en enfermería clínica en atención psiquiátrica,
tomaron con rapidez puestos de liderazgo en enfermería organizada, y
motivaron el reconocimiento de su trabajo como dispensadoras autónomas de
atención de la salud mental, específicamente en psicoterapia.
En 1953 la Nation Leage for Nursing (Liga Nacional de Enfermería), requirió
que se incorporara la práctica en todos los programas de estudio básico, y que
estas áreas fueran impartidos por docentes que fueran enfermeras.
A finales de 1950 se revolucionó la atención a personas con enfermedad
mental, cuando se propagó por primera vez el uso del
medicamento clorpromazina (sedante, antipsicótico, antiemético y
tranquilizante).
Pero no es sino hasta 1926 cuando se crea una Escuela de Psiquiatría, como una
respuesta apropiada a la atención este tipo de enfermos. Esta Escuela se ocupó de
realizar numerosas investigaciones en torno al enfermo mental, su tratamiento y
curación.
Los especialistas de
Enfermería en salud mental tienen un importante papel en el fomento de la salud de
los pacientes, y en el rescate del control de sus vidas.
Empoderamiento
Los pacientes con trastorno mental que han tomado parte en actividades de
promoción a la salud centrada en el paciente, han vivido experiencias positivas en
salud en relación con el empoderamiento.
De acuerdo a profesionales de salud mental, los procedimientos de
empoderamiento en servicios y atención en salud mental están supeditados a
prioridades de la financiación, y a la promoción y la distribución de
responsabilidades a nivel organizativo.
Emancipación
La emancipación del paciente reside en que tiene libertad frente al control que
ejercen enfermeros, doctores, y otras autoridades. Para un paciente con una
enfermedad mental, conocer y entender mejor la enfermedad, y la realidad en la
que se encuentra puede favorecer su emancipación y a una mejoría en la
administración de la patología.
Autoconfianza
Individuos con autoestima alta se trazan tareas más rigurosas como un desafío y no
como una amenaza a la que se debe impedir, y se sobreponen más rápidamente de
errores cometidos o de fracasos.
Se ha comprobado que el estímulo de la autoconfianza en personas con alguna
enfermedad mental disminuye el estrés y la debilidad para presentar una depresión.
Es frecuente que las personas con trastornos mentales experimenten angustia y se
sientan poco capaces de influir en sus vidas.
Autogestión
Es una clave para facilitar a las personas con alguna enfermedad mental, de larga
duración, ser capaces de encargarse de sí mismos y ser independientes en el
ámbito de la atención y del tratamiento que suele ser totalmente controlado por los
médicos.
Diagnóstico de Enfermería
Identificación de Resultados
Planificación (Formulación de Un Plan de Asistencia de Enfermería)
Ejecución de Acciones o Intervenciones de Enfermería
Valoración de La Respuesta del Paciente a las Intervenciones
Diagnósticos de enfermería en Salud Mental
Confusión aguda
Duelo anticipado
Ansiedad
Déficit de limpieza e higiene personal
Conflicto de decisiones
Actividad de diversión deficiente
Déficit de conocimientos
Trastornos del crecimiento y desarrollo
Alteración de la imagen corporal
Alteración del patrón de sueño
Déficit de vestido y aseo personal
Duelo disfuncional
Miedo
Déficit de autocuidado alimentario
Desesperanza
Nutrición desequilibrada: inferior a las necesidades corporales
Adaptación alterada
Memoria alterada
Capacidad parental alterada
Interacción social alterada
Comunicación verbal alterada
Afrontamiento ineficaz
Mantenimiento de la salud ineficaz
Patrones de sexualidad ineficaces
Riesgo de violencia dirigido contra sí mismo
Aislamiento social
Angustia espiritual
Déficit de autocuidado en la eliminación
Ejemplo de Diagnóstico
Establecimiento de prioridades:
Considerar la urgencia
Gravedad del problema
La necesidad
Impacto en el paciente
Redacción del Plan de Asistencia
Posibles resultados
1. El paciente se manifiesta de la forma prevista a las intervenciones de
enfermería
2. Se efectúan los objetivos a corto plazo, no así los a largo plazo
3. El paciente es incapaz de conseguir resultado alguno
4. Se determinan nuevas dificultades o necesidades que obligan a la enfermera a
revisar el Plan de Asistencia.
Intervención de enfermería en salud mental
Para la atención de los pacientes en enfermería en salud mental en los centros de
salud conforman dos grupos: Un primer equipo de enfermeras que conformarán el
grupo de intervención, y un segundo grupo llamado decontrol.
Intervenciones generales
Formación y sensibilización
Intervenciones en los dispositivos
Recursos materiales necesarios
Conexión con otras redes y recursos
Intervenciones sanitarias sobre la salud física
Intervenciones más comunes de enfermería en salud mental
Debe ser una persona que emplee todos sus conocimientos como especialista de la
mente y de las emociones, para apoyar y acompañar terapéuticamente a los
pacientes a desarrollar sus capacidades, a reconocerse a sí mismos, a solucionar
sus propias crisis en las etapas de desarrollo y a instruirles sobre mecanismos y
estrategias de adaptación, para vigilar su salud y afrontar el estrés; además, debe
actualizarse permanentemente en su área.
Es una técnica para controlar las funciones fisiológicas del organismo humano, a
través de la utilización de un sistema de realimentación que notifica a la persona
sobre la situación de la función que se desea controlar, de manera voluntaria.
Fundamentos Filosóficos
Se parte de la base filosófica, en salud mental comunitaria, que los servicios que se
ofrecen para atender esa patología deben estar y permanecer al alcance de todo el
que lo necesiten, independientemente de sus características personales.
Se ha reformado la oferta de los servicios a los pacientes para excluir los cuidados
con régimen de ingreso a largo plazo, e investigar nuevas vías de tratamiento. Los
enfermeros y otros trabajadores de la salud mental se han aplicado cada vez más
en la evaluación y el tratamiento de la patología social.
Historias e Influencias
Planificación
Intervención
Vemos que los valores, en muchas ocasiones se contraponen a los hechos, por
cuanto se trata de significados que una persona concede al objeto, como
consecuencia de un proceso valorativo o de evaluación subjetivo. Incluso, el mismo
conocimiento biomédico asume esta hipótesis de supresión de los valores, y busca
precisar la patología como una disfunción, o una desviación del funcionamiento
normal de una determinada estructura u órgano.
Sin embargo, la
enfermedad mental se presenta como una manifestación de la totalidad del sujeto,
de su comportamiento como persona. Por ello el profesional en Enfermería en salud
mental requiere –incluso para diagnosticar- apoyarse no sólo en los hechos
observables (la conducta), sino en la interpretación que hace el paciente de su
entorno, en sus evaluaciones, en cómo le ha afectado la patología su
funcionamiento social.
Para los trastornos mentales graves, por afectar el cerebro, que no puede elegir y
que es el responsable de la globalidad de la persona, habitualmente comportan
situaciones donde la autonomía está reducida.
Esto implica un riesgo para los mismos derechos del paciente, ya que en dichos
casos, por lo general, son los médicos (y en parte, los familiares) los que disponen
en su nombre.
Los valores se pueden abordar desde tres ópticas: los derechos de los pacientes, la
hospitalidad, y la importancia de los profesionales y la institución. Si se pretende
que estos ejes no se conciban como simples valores de aceptación, sino que
efectivamente apoyen a regular nuestras decisiones y conductas, se debe tomar de
manera dialéctica las contradicciones y conflictos entre ellos.