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PARROQUIA NUESTRA

SEÑORA DE SAN JUAN DE


LOS LAGOS

MISAL DE
CONFIRMACIONES

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Monición inicial
Queridos hermanos, nos hemos reunido con gran alegría para
celebrar el sacramento de la confirmación de estos jóvenes. El
Espíritu Santo confirmara en el corazón de estos muchachos su
compromiso bautismal y les infundirá cada uno de sus dones.
Renovemos junto a ellos nuestros pentecostés. Nos ponemos de
pie y recibamos a nuestro Párroco con el canto de entrada.

RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 26,7.9

C y A: El amor de Dios ha sido infundido en nuestros corazones


por medio del Espíritu Santo que habita en nosotros.

SALUDO

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.


R. Amén

La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la


comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes.
R. Y con tu espíritu.

ACTO PENITENCIAL

Hermanos:
Para celebrar dignamente estos sagrados misterios,
Reconozcamos nuestros pecados.
Se hace una breve pausa de silencio
Yo confieso...

El celebrante concluye con la siguiente plegaria:


Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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SEÑOR TEN PIEDAD

GLORIA

Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama


el Señor. Por tu inmensa gloria, te alabamos, te bendecimos, te
adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios Rey
Celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios cordero de Dios, Hijo del Padre;
tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros,
tu que quitas el pecado del mundo, atiende a nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros;
porque solo tú eres santo, sólo tú Señor, sólo tu altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.

ORACIÓN COLECTA

Envía Señor sobre nosotros a tu Santo Espíritu, para que


caminemos todos en la unidad de la fe y, sostenidos por
a fuerza de su amor, podamos llegar a la madurez de la
vida en Cristo. Él que vive y reina contigo por los siglos de
los siglos.
R. Amén.

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LITURGIA DE LA PALABRA
Monición: La primera Lectura del profeta Isaías nos narra la
historia del siervo de Yahvé, en quien Dios ha depositado su
Espíritu. Escuchemos con atención.

PRIMERA LECTURA

Miren a mi siervo, en quien tengo mis complacencias.

Lectura del libro del profeta Isaías


42, 1-3

Esto dice el Señor:


“Miren a mi siervo, a quien sostengo,
a mi elegido, en quien tengo mis complacencias.
En él he puesto mi espíritu
para que haga brillar la justicia sobre las naciones
No gritará, no clamará, no hará oír su voz por las calles;
no romperá la caña resquebrajada,
ni apagará la mecha que aún humea.
Promoverá con firmeza la justicia.

Palabra de Dios.
Te Alabamos Señor

SALMO RESPONSORIAL Del Salmo 21

R. Alaben al Señor los que lo buscan.

Le cumpliré mis promesas al Señor


delante de sus fieles.
Los pobres comerán hasta saciarse
y alabarán al Señor los que lo buscan:
su corazón ha de vivir para siempre. R.

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Recordarán al Señor y volverán a él
desde los últimos lugares del mundo;
en su presencia se postrarán
todas las familias de los pueblos.
Sólo ante él se postrarán todos los que mueren. R.

Mi descendencia lo servirá
y le contará a la siguiente generación,
al pueblo que ha de nacer,
la justicia del Señor
y todo lo que él ha hecho. R.

Monición: En la segunda lectura de la carta de San Pablo a los


Romanos, el apóstol nos manifiesta que el mayor don que otorga
el Espíritu Santo es el amor de Dios. Escuchemos
SEGUNDA LECTURA

Dios ha infundido su amor en nuestros corazones por medio del


Espíritu Santo.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos


5, 1-2. 5-9

Hermanos: Ya que hemos sido justificados por la fe,


mantengámonos en paz con Dios, por mediación de nuestro
Señor Jesucristo. Por él hemos obtenido, con la fe, la entrada al
mundo de la gracia, en el cual nos encontramos; por él, podemos
gloriarnos de tener la esperanza de participar en la gloria de Dios.

La esperanza no defrauda, porque Dios ha infundido su amor en


nuestros corazones por medio del Espíritu Santo, que él mismo nos
ha dado. En efecto, cuando todavía no teníamos fuerzas para
salir del pecado, Cristo murió por los pecadores en el tiempo
señalado.

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Difícilmente habrá alguien que quiera morir por un justo, aunque
puede haber alguno que esté dispuesto a morir por una persona
sumamente buena. Y la prueba de que Dios nos ama está en
que Cristo murió por nosotros, cuando aún éramos pecadores.
Con mayor razón, ahora que ya hemos sido justificados por su
sangre, seremos salvados por él del castigo final.
Palabra de Dios.
Te alabamos Señor

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO

R. Aleluya, aleluya.
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en
ellos el fuego de tu amor.
R. Aleluya, aleluya.

EVANGELIO

El Espíritu del Señor está sobre mí

Lectura del santo Evangelio según san Lucas


4, 14-22

En aquel tiempo, con la fuerza del Espíritu, Jesús volvió a Galilea.


Iba enseñando en las sinagogas; todos lo alababan y su fama se
extendió por toda la región.

Fue también a Nazaret, donde se había criado. Entró en la


sinagoga, como era su costumbre hacerlo los sábados, y se
levantó para hacer la lectura. Se le dio el volumen del profeta
Isaías, lo desenrolló y encontró el pasaje en que estaba escrito: El
espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar
a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación a los
cautivos y la curación a los ciegos, para dar libertad a los
oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor.

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Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó. Los ojos
de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en él. Entonces
comenzó a hablar, diciendo: “Hoy mismo se ha cumplido este
pasaje de la Escritura que acaban de oír”.

Todos le daban su aprobación y admiraban la sabiduría de las


palabras que salían de sus labios.
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti Señor Jesús.

PRESENTACIÓN DE LOS CONFIRMANDOS

Monitor:
De pie todos los que se disponen a recibir el sacramento de la
Confirmación:

El sacerdote el catequista responsable puede decir estas o palabras


semejantes:

Estos jóvenes fueron bautizados con la promesa de que serían


“educados en la fe”, y de que “un día recibirían por la
Confirmación la plenitud del Espíritu Santo”. Ese fue el compromiso
que sus papás y padrinos adquirieron en el Bautismo. Como
responsable de la instrucción Catequética, tengo la satisfacción
de poder decir a toda la comunidad aquí presente y también a
su pastor, nuestro padre y obispo que estos niños han recibido la
catequesis conveniente a su edad.

Homilía

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Liturgia del Sacramento

El Sr. Vicario General


Ahora, antes de recibir el don del Espíritu Santo conviene
que renueven personalmente la profesión de fe, que sus
papás o sus padrinos hicieron, en unión con toda la
Iglesia, el día de su Bautismo, y renuncien a todo lo que
aparta del Reino de Dios, prometiendo seguir a Jesucristo
con la fidelidad de los Apóstoles y los mártires.

RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS DEL BAUTISMO


El Sr. Vicario General pregunta a los confirmandos:
¿Renuncian ustedes al pecado para vivir en la libertad
de los hijos de Dios?
R. Si, renuncio.
¿Renuncian ustedes a todas las seducciones del mal
para que el pecado no los esclavice?
R. Si renuncio.
¿Renuncian ustedes a Satanás, padre y autor de todo
pecado?
R. Si, renuncio.

¿Creen ustedes en Dios, Padre todopoderoso, creador


del cielo y de la tierra?
R. Sí, creo.
¿Creen ustedes en Jesucristo, su Hijo único y Señor
nuestro, que nació de la Virgen María, padeció y murió
por nosotros, resucitó y está sentado a la derecha del
Padre?
R. Si, creo.

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¿Creen ustedes en el Espíritu Santo, Señor y dador de
vida, que hoy por el sacramento de la confirmación, se
les da de manera excelente, como a los apóstoles en el
día de Pentecostés?
R. Si, creo.
¿Creen ustedes en la Santa Iglesia Católica, en la
comunión de los santos, en el perdón de los pecados,
en la resurrección de los muertos y en la vida eterna?
R. Si, creo.
Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia, que nos
gloriamos de profesar, en Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
IMPOSICIÓN DE LAS MANOS

El monitor dice:

El día de Pentecostés, los apóstoles recibieron una presencia


muy especial del Espíritu Santo. Los obispos, sus continuadores,
transmiten desde entonces el Espíritu Santo como un dos
personal por medio del sacramento de la Confirmación, que
ahora se va a comenzar con la imposición de manos del
Obispo. La imposición de manos es uno de los gestos que
aparecen habitualmente en la historia de la salvación y en la
liturgia para indicar la transmisión de un poder, o de una fuerza,
o de unos derechos.
El Sr. Vicario General invita a la Asamblea a la oración:

Oremos, hermanos, a Dios, Padre todopoderoso,


por estos hijos suyos,
que renacieron ya a la vida eterna en el Bautismo,
para que envíe abundantemente sobre ellos
al Espíritu Santo, a fin de que este mismo Espíritu los
fortalezca con la abundancia de sus dones, los consagre
con su unción espiritual y haga de ellos imagen fiel de
Jesucristo

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Todos oran en silencio unos instantes.
Luego el Sr. Vicario General extendiendo sus manos sobre los confirmandos dice:

Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo,


que has hecho nacer de nuevo a estos hijos tuyos por
medio del agua y del Espíritu Santo, librándolos del
pecado, escucha nuestra oración y envía sobre ellos al
Espíritu Santo consolador:
espíritu de sabiduría y de inteligencia,
espíritu de consejo y de fortaleza,
espíritu de ciencia, de piedad
y de tu santo temor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén
CRISMACION

El monitor dice:

Hemos llegado al momento culminante de la celebración.


Nuestro Párroco les impondrá la mano y los marcará con la cruz
gloriosa de Cristo para significar que son propiedad del Señor.
Los ungirá con óleo perfumado. Ser crismado es lo mismo que
ser Cristo, ser Mesías, ser ungido. Y ser Mesías y cristo comporta
la misma misión que el Señor: dar testimonio de la verdad y ser,
por el buen olor de las buenas obras, fermento de santidad en
el mundo.

N. Recibe por esta señal + el don del Espíritu Santo.


R. Amén.

La paz este contigo.


R. Y con tu Espíritu.

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ORACIÓN DE LOS FIELES

Queridos hermanos, oremos a Dios Padre todopoderoso, unidos


en la misma fe, en la misma esperanza, en la misma caridad,
que proceden del Espíritu Santo.
R. Te rogamos, Señor.

 Por estos hijos de Dios, que han sido confirmados por el


Espíritu Santo, para que, arraigados en la fe y
fundamentados en la caridad, den testimonio de Cristo
roguemos al Señor. R.
 Por sus papas y padrinos, responsables de su fe, para que,
con su palabra y ejemplo, los ayuden a seguir fielmente a
Cristo, roguemos al Señor. R.
 Por la Santa Iglesia de Dios, congregadas por el Espíritu
Santo en la comunidad de la fe y de la caridad, para que,
en comunión con nuestro Santo Padre el Papa Francisco y
nuestro Obispo Eugenio Andrés Lira Rugarcía, y con todos
los obispos del mundo, crezca y se difunda entre todos los
pueblos, roguemos al Señor. R.
 Por los hombres del mundo entero, que tiene un solo
Creador y Padre, para que se reconozcan como hermanos
y, sin discriminación de raza o de nación, busquen, con
sincero corazón, el reino de Dios, que es paz y gozo en el
Espíritu Santo, roguemos al Señor. R.

Dios y Padre Nuestro, que enviaste el Espíritu Santo a los apóstoles


y estableciste que, por medio de ellos y de sus sucesores, ese
mismo Espíritu se trasmitiera a todos los fieles, escucha benévolo
nuestra oración y concede a estos hijos tuyos que han sido
confirmados, participar, también ahora, de los dones que te
dignaste distribuir al inicio de la predicación del Evangelio.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.

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Liturgia de la Eucaristía
Oración sobre las ofrendas
Acepta Señor, en unión con el sacrificio de Cristo, a estos hijos
tuyos que han sido macados con el signo de la Cruz y con la
unción de Espíritu Santo, para que, ofreciéndose con Cristo,
reciban con mayor abundancia los dones de tu Espíritu.
Por Jesucristo Nuestro Señor.

RITO DE LA COMUNION
PADRE NUESTO

Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina


enseñanza, nos atrevemos a decir:

Padre nuestro...

EMBOLISMO

Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos


la paz en nuestros días, para que,
ayudados por tu misericordia, vivamos siempre
libres de pecado y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro
Salvador Jesucristo.

R. Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria por siempre, Señor.

RITO DE PAZ

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:


“La paz les dejo, mi paz les doy”
no tengas en cuenta nuestro pecados,

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sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R. Amén.

La paz del Señor esté siempre con ustedes.


R. Y con tú Espíritu.

El sacerdote desde el ambón dice:


Como hijos de Dios, dense ahora un signo de comunión fraterna.

CORDERO DE DIOS

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,


Ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
Danos la paz.

Mientras la asamblea canta el Cordero de Dios, el sacerdote con las manos juntas
y en secreto dice:
Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo,
Que por voluntad del Padre,
Cooperando el Espíritu Santo,
Diste con tu muerte la vida al mundo,
Líbrame, por la recepción de tu Cuerpo y
De tu Sangre, de todas mis culpas y de todo mal.
Concédeme cumplir siempre tus mandamientos y
Jamás permitas que me separe de ti.

El que preside hace genuflexión, toma el pan consagrado y sosteniéndolo un


poco elevado sobre la patena, lo muestra al pueblo, diciendo:

Este es el Cordero de Dios


Que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a la cena del Señor.

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R. Señor, no soy digno de
Que entres en mi casa
Pero una palabra tuya
Bastará para sanarme.

El sacerdote dice en secreto al comulgar:

El Cuerpo de Cristo me guarde para la vida eterna


La Sangre de Cristo me guarde para la vida eterna

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Heb 6,4

Alegraos en el Señor todos los que habéis sido iluminados, los


que habéis gustado del don celestial, los que habéis sido
partícipes del Espíritu Santo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNION

Señor, a estos hijos tuyos, recién confirmados, a quienes


has colmado con los dones de tu Espíritu y alimentados
con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédeles vivir en
el amor la plenitud de la Ley, para que manifiesten al
mundo la libertad que les da ser hijos tuyos y muestren,
con la santidad de su vida, el carisma profético de tu
pueblo santo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
R. Amén.

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RITOS CONCLUSIVOS
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
El Diácono puede invitar al pueblo a recibir la bendición con estas palabras.
Inclínense para recibir la bendición.

Después el Sr. Administrador Diocesano, con las manos extendidas hacia el


pueblo, dice:

Confirma, Señor, lo que has realizado en nosotros y conserva en


el corazón de tus fieles los dones del Espíritu Santo, para que
nunca se avergüencen de dar testimonio de Jesucristo y
cumplan siempre con amor tu voluntad.
R. Amén.
Y que todos ustedes aquí presentes los bendiga Dios
todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo.
R. Amén.

El diácono dice:
A dar testimonio del amor de Dios
Nos podemos ir en paz.
R. Demos gracias a Dios.

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