Introducción
Existen diversas formas en las que los miembros de una comunidad política
pueden participar en la esfera pública. Como en todas las democracias
representativas, en México las leyes permiten que los ciudadanos
participen mediante el sufragio activo (elijan a un candidato o partido) o el
sufragio pasivo (se postulen a un cargo de elección popular). Asimismo, la
legislación mexicana prevé la posibilidad de que los ciudadanos inicien
leyes mediante la figura de la iniciativa ciudadana o que se manifiesten
sobre asuntos públicos mediante la consulta popular a nivel federal. En
algunos casos existen otros mecanismos de participación en los ámbitos
locales, como el referéndum o el plebiscito, aunque estos no serán
estudiados en este curso por ser un catálogo muy amplio, ya que las leyes
de cada entidad federativa los configuran con sus propias particularidades.
Partidos políticos
Los partidos políticos son asociaciones de ciudadanos cuyos fines son ejercer el
poder político y canalizar intereses específicos de los ciudadanos. En la legislación
mexicana, los partidos políticos se entienden como entidades de interés público con
el propósito de promover la participación del pueblo en la vida democrática y
contribuir a la integración de la representación nacional (CPEUM, artículo 41, base I).
En ese sentido, los partidos buscan hacer posible el acceso de los ciudadanos al
ejercicio del poder público mediante la postulación de candidaturas, y también se
erigen como plataformas para canalizar los intereses y demandas de los ciudadanos.
En México existen partidos políticos nacionales con registro ante el Instituto Nacional
Electoral (INE) y partidos políticos locales con registro ante los organismos públicos
locales (Ople) de cada entidad federativa (LGPP, artículo 10.1). En la Unidad 3 se
describirán estas autoridades con mayor detalle.
En la primera fila, los nueve partidos con registro nacional, y en la segunda fila,
nueve partidos con registro local de Coahuila, Morelos, Oaxaca, Puebla, Sinaloa,
Tlaxcala y Veracruz
El proceso para la obtención del registro como partido político empieza en enero
del año siguiente al de la elección de presidente de los Estados Unidos Mexicanos,
en el caso del registro nacional, o bien de gobernador o jefe de gobierno del Distrito
Federal, tratándose de registro local (LGPP, artículo 11.1). Esto implica que
únicamente se pueden registrar nuevos partidos políticos cada seis años.
Para conocer más sobre el proceso de registro de un partido político nuevo, observa
el siguiente video:
Esta forma de organización también puede perder su registro si deja de cumplir con
los requisitos necesarios para obtener el registro, por no presentar su informe anual
de origen y aplicación de recursos —aun cuando no reciben financiamiento
público— o por incumplir gravemente la legislación, entre otros (LGPP, artículo 22.9).
Para poder registrar a sus candidatos, los partidos políticos deben —entre otros
requisitos— presentar y obtener el registro de la plataforma electoral que sus
candidatos sostendrán a lo largo de las campañas políticas y capturar la información
de sus candidatos en el Sistema Nacional de Registro de Precandidatos y Candidatos
(SNR) del INE (LEGIPE, artículo 236.2; RE, artículo 267.2). Además, los candidatos
deben ser seleccionados de conformidad con las normas del partido
correspondiente —lo cual puede incluir un proceso interno de selección— y cumplir
con los requisitos establecidos en la legislación para el cargo correspondiente
(LEGIPE, artículo 238.3).
Los candidatos que obtienen el registro correspondiente del INE o del Ople, según
sea el caso, se convierten en titulares de derechos y obligaciones específicas. Como
parte de sus derechos tienen —por conducto de su partido político— acceso a:
Candidaturas independientes
Los candidatos independientes son personas que compiten en las elecciones sin ser
postuladas por un partido político, pero que requieren de determinado apoyo de la
ciudadanía para registrar su candidatura. La legislación actual —producto de la
reforma electoral de 2014— permite a los ciudadanos contender como candidatos
independientes para ocupar el cargo de presidente de la República, diputado federal
y senador, aunque solo por el principio de mayoría relativa (LEGIPE, artículo 362).
Además, pueden contender a nivel local de acuerdo con las legislaciones de las
entidades federativas (CPEUM, artículo 116, base IV, inciso k). Un criterio importante
emitido por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) fue
determinar que en el ámbito municipal los candidatos independientes tienen
derecho a participar en la asignación correspondiente a regidurías por el principio
de representación proporcional (Jurisprudencia 4/2016 CANDIDATURAS
INDEPENDIENTES. LAS RELACIONADAS CON LA INTEGRACIÓN DE
AYUNTAMIENTOS, TIENEN DERECHO A QUE SE LES ASIGNEN REGIDURÍAS POR EL
PRINCIPIO DE REPRESENTACIÓN PROPORCIONAL).
Para que un ciudadano pueda contender como candidato independiente, debe pasar
por un proceso que se integra por cuatro etapas.
Ilustración 1. Etapas del proceso de registro
Fuente: Elaboración propia con base en LEGIPE, artículos 367 al 369 y 383
Iniciativa ciudadana
La iniciativa ciudadana es un mecanismo que permite que un tema de interés entre
los electores sea discutido en el Congreso de la Unión. Debe ser presentada por un
conjunto de ciudadanos que al menos represente el 0.13% de la lista nominal de
electores (LOCG, artículo 130.1); puede versar sobre cualquier materia y referirse a
uno o más ordenamientos cuando exista conexidad en los temas (LOCG, artículo
130.2). Asimismo, debe presentarse por escrito ante el presidente de la Cámara de
Diputados o de Senadores, dependiendo del tema, acompañada de los nombres y
claves de credencial de elector de los participantes, además de la información
necesaria para mantener el contacto con el representante (LOCG, artículo 131.1).
Dado que las restricciones a los temas que pueden ser sometidos a consulta están
contenidas en el texto constitucional, la Suprema Corte de Justicia de la Nación
(SCJN) es la autoridad encargada de resolver sobre la constitucionalidad de la
materia de consulta, previo a la convocatoria que realice el Congreso de la Unión
(CPEUM, artículo 35, base VIII, numeral 3).
En 2014, el PAN reunió firmas para solicitar una consulta popular sobre el salario
mínimo. Sin embargo, la SCJN declaró inconstitucional este tema por considerar
que se relacionaba con el tema de ingresos y gastos del Estado.
Los actores facultados para promover una consulta son los legisladores, el presidente
de la República o los ciudadanos (LFCP, artículo 12), en atención a las siguientes
reglas:
• Ciudadanos. Los ciudadanos deben presentar un escrito de intención ante el
Congreso de la Unión, y una vez acreditado el inicio del trámite pueden proceder a
recolectar la firma del 2% de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores
(LFCP, artículos 12, fracción III, y 14). Si las firmas son autentificadas por el INE y
el tema es permitido, el Congreso deberá emitir la convocatoria para la consulta
popular (LFCP, artículo 28).
• Presidente. El presidente presenta la solicitud de consulta ante el Congreso de la
Unión y, si el tema es permitido y ambas Cámaras aprueban la solicitud, se debe
expedir la convocatoria correspondiente (LFCP, artículo 26). El presidente puede
someter solamente una petición por cada jornada de consulta, es decir, una cada tres
años (LFCP, artículo 16).
• Cámara de Diputados o de Senadores. La petición de consulta puede provenir de
alguna de las dos Cámaras del Congreso de la Unión, siempre que sea apoyada por al
menos el 33% de sus integrantes, en cuyo caso requiere ser aprobada por ambas
cámaras. Si el tema es permitido, el Congreso mismo deberá emitir la convocatoria
correspondiente (LFCP, artículos 12, fracción II, y 27).
[1] La Sala Superior del TEPJF ha establecido la convencionalidad del requisito de nacionalidad
mexicana para ser diputado federal o senador, ello debido a que los Estados pueden regular el
derecho a la participación en los asuntos de la vida pública atendiendo a sus circunstancias
políticas, históricas, jurídicas y culturales, siempre y cuando se lleve a cabo con parámetros
objetivos (SUP-JDC-1171/2017).
[2] Los precandidatos también tienen que cumplir con esta obligación para los ingresos y gastos
de sus precampañas.
[4] El apoyo ciudadano se refiere a un número de firmas que deben obtener los aspirantes y que
justificarían su postulación, en el sentido de demostrar que existe un mínimo número de
personas que eventualmente apoyarían esa candidatura, lo cual tiene sentido en una democracia
representativa.
[5] A nivel local el porcentaje de firmas requerido depende de la legislación de cada entidad
federativa.
[6] Los partidos políticos tienen la misma obligación de devolver el financiamiento público para
campañas que no utilizaron. Esto no se mencionó entre las obligaciones de los candidatos de
partido ya que no es su obligación, sino de sus partidos.
Los esfuerzos para garantizar la participación de las mujeres también incluyen los
siguientes mecanismos con el fin de hacerla efectiva.
Fuente: Elaboración propia con base en LEGIPE, artículos 14.4 y 234 y LGPP, artículo
3.5
Asimismo, cabe señalar que los partidos deben asegurar la participación efectiva de
ambos géneros en la integración de sus órganos de dirección (LGPP, artículos 3.3) y
que cada año deben destinar el 3% de su financiamiento público ordinario para
actividades que fortalezcan la capacitación, promoción y desarrollo del liderazgo
político de las mujeres (LGPP, artículo 51.1, inciso a, fracción V).
• Integrar sus listas de RP alternando las fórmulas de distinto género para garantizar el
principio de paridad hasta agotar cada lista.
• Tratándose de senadurías por el principio de RP, la lista debe estar encabezada por una
fórmula de mujeres.
• Respecto de diputaciones federales por el principio de RP, de las cinco listas por
circunscripción electoral, al menos dos deben estar encabezadas por fórmulas de un
mismo género.
• Tratándose de senadurías por el principio de MR, debe observarse el principio de paridad
vertical y horizontal. Es decir que la lista que los partidos políticos y coaliciones
registren en cada entidad federativa debe integrarse por una fórmula de mujeres y otra
de hombres (paridad vertical), y debe exigirse que en la mitad de las entidades
federativas se registre en primer lugar fórmulas integradas por mujeres y en la otra mitad
se postulen en primer lugar fórmulas compuestas por hombres.
Lo anterior debido a que “la experiencia muestra que el género que encabeza la lista
de representación proporcional y, en el caso del Senado, la lista de mayoría relativa,
repercute en los números de la integración final del órgano. Es decir que, al estar
casi la totalidad de las listas encabezadas por personas del género masculino, los
ejercicios de asignación han dado como resultado que si a algún partido político se
le asigna un número non de diputaciones o senadurías de representación
proporcional o se le asigna una senaduría de primera minoría, la mayoría de las
personas asignadas será del género de la persona con la que empiece la lista.
Incrementando con ello, la presencia de hombres” (INE/CG508/2017).
La Sala Superior también afirmó que los partidos políticos tienen entre sus
obligaciones el cumplimiento de los principios de igualdad y no discriminación, por
lo que no deben preservar o reforzar los estereotipos de género que impidan o
dificulten el desarrollo pleno de los derechos político-electorales de las mujeres en
el ámbito político (SUP-REP-623/2018). En este sentido, señaló que el requisito de
elegibilidad de tener un modo honesto de vivir para contender por un cargo de
elección popular (por primera vez o de forma consecutiva) puede no acreditarse
cuando la o el aspirante ha cometido actos de violencia política por razones de
género, ya que ello contraviene los principios del sistema democrático mexicano
(SUP-REC-531/2018).
Por otra parte, los distritos indígenas dan la posibilidad de reconocer como
distritos uninominales secciones territoriales que concentran población indígena
para garantizar su representación (CPEUM 2001, artículo transitorio tercero). En la
redistritación de 2005, el Instituto Federal Electoral (IFE) conformó distritos indígenas
cuando el 40% de la población o más se auto-adscribió como tal; con la colaboración
de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, se identificaron
650 municipios del país con miembros de pueblos o comunidades indígenas y se
conformaron 28 distritos indígenas federales (IFE s/a, 34). En 2017 se mantuvo este
número de distritos, aunque hubo una variación en la conformación, como se señala
a continuación (INE/CG59/2017; INE/CG508/2017):
Tabla 2. Comparativo de distritos federales indígenas 2005 y 2017
Como medida para asegurar la representación indígena, la Sala Superior del TEPJF
determinó que, para el proceso electoral 2017-2018, en los 13 distritos electorales
con más del 60% de población indígena los partidos políticos deben postular
únicamente fórmulas de ciudadanos que se autoadscriban como tal. Para garantizar
la eficacia de esta medida, los partidos políticos deben acreditar de forma objetiva
la autoadscripción de sus candidatos para que no quede duda de que la
autoconciencia está justificada y de que existe un vínculo con la comunidad, lo cual
se podría comprobar con la prestación de servicios comunitarios, la participación en
reuniones de trabajo para resolver los problemas de la comunidad y siendo
representante de alguna comunidad o asociación indígena que tenga el propósito
de mejorar o conservar sus instituciones (SUP-RAP-726/2017).
La reforma constitucional de 2001 reconoció a los pueblos y comunidades indígenas
el derecho de regirse por sus propios sistemas normativos en cuestiones políticas,
económicas, sociales y culturales. Pero también pueden participar en la toma de
decisiones colectivas a través de los distritos electorales federales indígenas, que
tienen como propósito fortalecer su representación en la Cámara de Diputados.
Guerrero y Zacatecas son los únicos estados donde existen escaños exclusivos para
diputados migrantes. A nivel federal no existe tal figura.
[7] También había un diputado migrante en Chiapas hasta que se eliminó por la Reforma Integral
a la Constitución Política de Chiapas del 29 de diciembre de 2016.
Por su parte, la credencial para votar con fotografía es el documento, expedido por
el INE, indispensable para que los ciudadanos puedan ejercer su derecho al voto
(LEGIPE, artículo 131.2). Entre la información mínima que debe contener se
encuentran: el nombre completo del ciudadano, su entidad federativa, municipio,
localidad, sección electoral, domicilio, firma, huella digital, así como los años de
emisión y expiración (LEGIPE, artículo 156).
Para solicitarla y obtenerla, los ciudadanos deben acudir a las oficinas o módulos del
INE, su vigencia es de 10 años (LEGIPE, artículo 136.1). Las personas que no cuenten
con la credencial para votar solo pueden votar el día de la jornada electoral con una
resolución del TEPJF que indique su derecho a votar sin contar con la credencial,
producto de la tramitación de un Juicio para la protección de los Derechos político-
electorales del Ciudadano (JDC), que estudiarás en la Unidad 5.
Anverso y reverso de la nueva credencial para votar y lista nominal del INE
El padrón electoral contiene los nombres de los mexicanos que cumplen con los
requisitos formales para votar y que tienen derecho a que les sea expedida la
credencial para votar, en tanto la lista nominal contiene la relación del nombre y
fotografía de los ciudadanos que cuentan con su credencial para votar vigente –la
identificación única que expide el INE–, ordenados alfabéticamente.
Mexicanos en el extranjero
Los ciudadanos mexicanos que residan en el extranjero tienen el derecho a votar
para la elección de presidente y senadores y, si así lo determina la legislación local
correspondiente, para gobernador o jefe de gobierno de su entidad de origen
(LEGIPE, artículo 329.1).
Para ejercer este derecho, los mexicanos en el exterior deben solicitar su inscripción
en el padrón electoral y en la lista nominal de los ciudadanos residentes en el
extranjero, así como manifestar su domicilio en el exterior al que se le harán llegar la
o las boletas electorales (LEGIPE, artículo 330.1). En razón de lo anterior, la ley
determina que el INE pondrá a disposición de los interesados los formatos de
solicitud de inscripción en el padrón electoral y en la lista nominal a partir del 1 de
septiembre y hasta al 15 de diciembre del año previo al de la elección (LEGIPE,
artículo 334.1). Sin embargo, los lineamientos emitidos por el INE para el proceso
electoral de 2017-2018 extienden el plazo de solicitud de inscripción hasta el 31 de
marzo (INE 2017a, 14).
Los ciudadanos mexicanos que cumplan con los requisitos deben entregar su
solicitud de inscripción a más tardar el 15 de diciembre del año previo a la elección
correspondiente (LEGIPE, artículo 331.1). Es obligación del INE permitir que los
mexicanos en el extranjero se inscriban en el padrón electoral, por lo que tiene que
facilitar la recepción de esta solicitud desde el extranjero (LEGIPE, artículo 133.3).
Los mexicanos que viven en otro país tienen el derecho de votar en algunas
elecciones federales y locales. Para poder ejercer este derecho deben
inscribirse en el padrón electoral y en la lista nominal para residentes en el
extranjero.
La ubicación de las casillas debe garantizar los principios rectores de las elecciones
y del voto, por lo que el INE es quien evalúa los lugares y los elige con base en el
siguiente orden de prioridad: escuelas, oficinas públicas, lugares públicos y
domicilios particulares (CPEUM, artículo 41, base V, apartado B; LEGIPE, artículos
255.2 y 256; RE, artículo 230.1). Además, las casillas deben instalarse por lo menos a
50 metros de distancia de oficinas de órganos de partidos políticos, agrupaciones
políticas o casas de campaña de los candidatos, así como de los límites de la sección
electoral en que estén instaladas (LEGIPE, artículo 255.3; RE, artículo 230.3).
Con el propósito de que la votación pueda iniciar puntualmente a las 8:00 horas, la
instalación de la casilla el día de la jornada electoral comienza a las 7:30 horas, pero
en ningún caso está permitido recibir la votación antes de las 8:00 horas (LEGIPE,
artículos 208.2, 273.2 y 273.6).
Una vez iniciada la votación no puede suspenderse, sino por causa de fuerza mayor,
hasta el cierre de la casilla, lo cual debe suceder a las 18:00 horas. Pero si a esa hora
todavía hay electores formados para votar afuera de la casilla, la ley determina que
esta se debe cerrar una vez que quienes estuvieran formados a las 18:00 horas hayan
votado. La única razón por la que podría cerrar antes la casilla es en el caso de que
todos los electores que aparecen en la lista nominal ya hubiesen votado (LEGIPE,
artículos 277.2 y 285).
Las mesas directivas de casilla (MDC) se integran por ciudadanos nombrados por el
INE, que están facultados para recibir la votación y realizar el escrutinio y cómputo.
También pueden estar presentes los representantes de los partidos políticos y los
candidatos independientes. El día de la elección la votación inicia a partir de las 8:00
horas, en cuanto esté instalada la casilla correspondiente, y cierra a las 18:00 horas,
o bien, cuando hayan votado todos los ciudadanos que estén formados a esa hora.
Voto en casillas especiales
Los ciudadanos debidamente registrados que no se encuentren en su domicilio el
día de la elección pueden votar en casillas especiales, aunque, dependiendo de su
ubicación, no siempre tienen derecho a participar en la totalidad de las elecciones.
Es decir, entre más lejos se encuentren del domicilio que registraron ante el INE,
menos posibilidades tendrán de participar en todas las elecciones que se estén
llevando a cabo. Los consejos distritales del INE pueden determinar la instalación de
hasta diez casillas especiales en cada distrito electoral donde la MDC dispondrá de
750 boletas para los electores —más las correspondientes para los miembros de la
mesa directiva de casilla y los representantes de los partidos y candidatos
independientes— y de medios informáticos para verificar que el ciudadano se
encuentra en la lista nominal de electores (LEGIPE, artículo 258.1, 258.3; RE, artículos
247 y 248).
El elector que quiere votar en una casilla especial, además de exhibir su credencial
para votar, debe mostrar el pulgar derecho para constatar que no ha votado en otra
casilla (LEGIPE, artículo 284.1, inciso a). Los supuestos en los que el elector podrá
votar en estas casillas, se muestran en las siguientes ilustraciones:
Cada ciudadano debidamente registrado debe recibir del INE, por medio postal, la
boleta electoral, la documentación y demás material necesarios para el ejercicio de
su voto. El envío de estos materiales debe terminar a más tardar el 20 de abril del
año de la elección de acuerdo con la ley, pero en el proceso de 2017-2018 el INE
determinó que concluya hasta el 21 de mayo de 2018 (LEGIPE, artículos 340.3 y
340.4; INE 2017b, 12).
Los mexicanos que viven en el extranjero pueden votar por correo mediante la
entrega de la boleta en forma personal en los módulos que se instalen en las
embajadas y consulados, o bien por correo postal. Para considerarse válidos, estos
votos deben ser recibidos por el INE al menos 24 horas antes del inicio de la jornada
electoral. Asimismo, la ley prevé que se implemente el voto electrónico, aunque el
sistema aún está en desarrollo por parte del INE.
Si bien la ley es clara al señalar cuándo un voto es válido o nulo, en los ejemplos que
acabas de observar pareciera que hay casos en que no es fácil advertir esta distinción.
Al respecto conviene mencionar que el TEPJF ha colaborado a acotar este criterio de
identificación mediante sus resoluciones. Solo por citar algunas, puedes consultar
los siguientes incidentes de calificación de votos reservados: SUP-JIN-
207/2006, SUP-JIN-11/2012 y la Tesis XXV/2008 VALIDEZ DEL SUFRAGIO. NO SE
DESVIRTÚA CUANDO EN LA BOLETA ELECTORAL ES OBJETIVA LA INTENCIÓN DEL
ELECTOR (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA).
• Que existan errores o inconsistencias evidentes en los distintos elementos de las actas
que no puedan corregirse o ser aclaradas con otros elementos.
• Que el número de votos nulos sea mayor a la diferencia entre el primero y el segundo
lugar.
• Que todos los votos se hayan emitido a favor de un mismo candidato.
[8] En el caso de las elecciones legislativas, el voto que emita el ciudadano por un partido político
cuenta tanto para la elección de mayoría relativa, como para la asignación de escaños por
representación proporcional.
Cuando hay una coalición, en la boleta electoral aparecen de manera separada los emblemas de
los partidos coaligados, por lo que el elector tiene dos opciones: puede marcar todos los
recuadros de los partidos en coalición, o bien, elegir solo algunos recuadros de los partidos que
la integran. Por cualquiera de las dos opciones, el voto contará como uno en favor del candidato
coaligado bajo el sistema de mayoría relativa (LGPP, artículo 87.13).
Sin embargo, en el caso del sistema de representación proporcional, si el elector marca solo uno
de los recuadros de la coalición, contará como un voto para ese partido, mientras que si marca
más de un emblema, el voto se distribuirá igualitariamente entre los partidos marcados (LEGIPE,
artículo 311.1, inciso c).
Fin de la unidad