Aunque las actividades tectónicas y volcánicas son las causas principales por las que se
generan los terremotos hay otros factores que pueden originarlos:
Generalmente estos solo causan temblores de baja magnitud que solo pueden ser
detectados por un sismógrafo.
También puede ser ocasionado por las fuerzas externas provocadas por el hombre,
como los experimentos nucleares o el poder que ejercen los millones de toneladas de
agua acumuladas en represas y lagos artificiales.
Formación
Bibliografía