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4.

2 cenozoico:
La Era Cenozoica comienza hace 65 millones de años a finales del periodo Cretácico (fin de la era
Mesozoica) y dura hasta el día de hoy. Es la tercera y última era del Eón Fanerozoico y sigue a la Era
Mesozoica. Su nombre procede del idioma griego y significa “animales nuevos” de kainos (“nuevo”)
y zoe (“animal o vida”).

La Era Cenozoica es conocida como “Era de los Mamíferos” debido a la gran expansión que tuvieron
en esta época, ya que al extinguirse los dinosaurios a finales del cretácico sufrieron una
extraordinaria radiación adaptativa (proceso por medio del cual una especie animal o vegetal
evoluciona en diversos tipos, con características físicas y hábitos adaptados a otros ambientes,
desarrollando modos de vida más especializados) y pasaron a ser la fauna característica.

Durante la Era Cenozoica, la India colisionó con Asia hace 55-45 millones de años, y Arabia colisionó
con Eurasia, cerrando el mar de Tetis, hace unos 35 millones de años. Como consecuencia de ello,
se produce el gran plegamiento alpino que formó las principales cordilleras del Sur de Europa y Asia,
como los Pirineos, Alpes e Himalaya.

Etapas Cenozoico:

El Cenozoico se divide en tres periodos:

2.4.1 Paleógeno:

Es la primera etapa del Cenozoico, y comprende las épocas:

2.4.1.1 Paleoceno: (inicio hace 65 millones de años).

Esta época se ubica después del famoso proceso de extinción masiva de los dinosaurios, por lo que
en sus inicios las condiciones del planeta eran un poco hostiles. Sin embargo, poco a poco se fueron
estabilizando, hasta convertir al planeta en el sitio perfecto para el establecimiento y supervivencia
de numerosas plantas y animales.

Duración:

Esta época tuvo una duración de 10 millones de años, iniciándose hace unos 66 millones de años y
culminando hace unos 56 millones de años.

Intensa actividad geológica:

En esta época el planeta estuvo bastante activo desde el punto de vista geológico. Las placas
tectónicas continuaron su movimiento y la separación de Pangea continuó, con los continentes
desplazándose hacia la ubicación que tienen en la actualidad.

Orogenia laramide:

Durante esta época continuó la Orogenia Laramide, un proceso muy importante desde el punto de
vista de la geología, ya que trajo como consecuencia la formación de varias cadenas montañosas en
Norteamérica y México, siendo las más reconocidas las Montañas Rocosas y la Sierra Madre
Oriental.

Deriva continental:

En el Paleoceno continuó la separación del supercontinente Pangea.

Gondwana, que antiguamente fue el supercontinente más grande (exceptuando, por supuesto a
Pangea), se siguió fraccionando. Los continentes que formaban parte de esta gran masa de tierra
eran África, Sudamérica, Australia y la Antártida.

Estos cuatro fragmentos de tierra se disgregaron y comenzaron a desplazarse debido a la deriva


continental hacia diferentes direcciones. Por ejemplo, la Antártida se desplazó hacia el polo sur del
planeta, en donde acabaría cubierta totalmente de hielo.

África se movilizó hacia el norte, llegando incluso a colisionar más adelante con Eurasia. Australia se
movió un poco hacia el noreste, aunque siempre manteniéndose en el hemisferio sur del planeta.

Así mismo, el fragmento que correspondía a lo que hoy en día es Sudamérica se desplazó hacia el
noroeste, hasta encontrarse muy cerca de Norteamérica. Sin embargo, no se encontraban unidos,
sino que entre ellos había un fragmento de agua conocido como mares continentales. Ambos
continentes se unirían en el siguiente período (Neógeno), específicamente durante la época del
Plioceno, con el surgimiento del itsmo de Panamá.

De igual forma, entre el extremo oriental de Asia y el extremo occidental de Norteamérica se hizo
evidente la aparición de un puente de tierra que mantuvo conectados a ambos continentes durante
miles de años. Hoy en día ese espacio se encuentra ocupado por una parte del océano Pacífico; el
mar de Bering.

Asimismo, el extremo oeste de Eurasia se encontraba unido con otro gran trozo de tierra; el que
hoy corresponde a Groenlandia. Durante esta época comenzó la ruptura de este supercontinente,
por lo que Groenlandia comenzó a desplazarse lentamente hacia el norte, donde al igual que la
Antártida, acabaría cubierto de hielo en un gran porcentaje de su superficie.
Clima:

En los tiempos iniciales de esta época el clima del planeta era bastante frío y árido. Sin embargo,
conforme fue avanzando el tiempo, se transformó en húmedo y cálido.

Asimismo, en esta época ocurrió un suceso que ocasionó que las temperaturas se incrementaran en
un pequeño porcentaje; se conoció como “Máximo térmico de Paleoceno – Eoceno”.

Máximo térmico del Paleoceno – Eoceno:

Fue un fenómeno climático durante el cual las temperaturas del planeta ascendieron un promedio
de 6°C.

Causas

Los especialistas han propuesto diversas causas para este suceso, estando entre las más aceptadas
la intensa actividad volcánica, el impacto abrupto de un cometa sobre la superficie terrestre, o la
liberación de grandes cantidades de gas metano a la atmósfera.

Flora:

Durante este período se originaron muchas de las plantas que aún persisten actualmente, como las
palmeras, coníferas y cactus. De acuerdo a los registros fósiles recabados por los especialistas, hubo
sitios en los que hubo abundancia de helechos.

El clima que prevaleció durante este período fue bastante cálido y húmedo, lo cual favoreció que
grandes extensiones de terreno se cubrieran con plantas frondosas y verdes, originando lo que se
conocerían como las primeras selvas y bosques.

Asimismo, las coníferas dominaron aquellos ambientes en los que las temperaturas eran más bajas
del promedio, especialmente las regiones cercanas a los polos. Otras de las plantas que continuaron
su diversificación en este período fueron las angiospermas, muchas de las cuales se han mantenido
hasta la actualidad.

Fauna:

Una vez superado el evento de extinción masiva de finales del Cretácico, los animales que
sobrevivieron tuvieron la oportunidad de diversificarse y expandirse por la Tierra. Especialmente
ahora que ya no estaban los dinosaurios, los cuales eran depredadores de muchos animales y
competían por los recursos ambientales.

Entre los grupos de animales que se expandieron y desarrollaron durante el Paleoceno se pueden
mencionar los mamíferos, las aves, reptiles y peces.

Reptiles

Los reptiles que lograron sobrevivir al período de extinción, salieron favorecidos con las condiciones
climáticas que predominaron en este período. Esas condiciones ambientales les permitió expandirse
por extensiones más amplias de terreno.
Entre los reptiles, predominaron los campsosaurios, propios de hábitats acuáticos. Tenían un cuerpo
similar al de los grandes lagartos, con una cola larga y cuatro extremidades pequeñas. Podían medir
hasta 2 metros. Su dentadura estaba capacitada para capturar y retener a sus presas.

Asimismo, hubo serpientes y tortugas.

Aves

Durante este período habitaron las aves del género Gastornis, también llamadas “aves del terror”,
las cuales eran de gran tamaño y no tenían la capacidad de volar. Su característica principal era su
gran pico, de contextura muy fuerte. Tenían hábitos carnívoros, siendo conocidos depredadores de
muchos animales.

De igual forma, durante este período surgieron muchas de las especies de aves que aún persisten
en la actualidad, como las gaviotas, búhos, patos y palomas, entre otras.

Mamíferos

Los mamíferos fueron quizás el grupo más exitoso dentro de la fauna del Paleoceno. Hubo una
amplia gama de grupos, entre los que destacaron los placentarios, los monotremas y los
marsupiales.

Placentarios

Son un grupo de mamíferos que se caracterizan porque el desarrollo del feto ocurre en el interior
del cuerpo de la madre, y entre ambos se establece una comunicación a través de estructuras muy
importantes como el cordón umbilical y la placenta. Los placentarios fueron el grupo más diverso y
extendido durante el Paleoceno.

En este grupo se incluyen los lémures, los roedores y los primates, entre otros.

Marsupiales

En esta infraclase de mamíferos la hembra presenta una especie de bolsa, conocida como marsupio,
en la que la cría termina su desarrollo después de nacer.

Monotremas

El ornitorrinco y el equidna.

2.4.1.2 Eoceno (inicio hace 56 millones de años).

Fue una época de grandes cambios desde el punto de vista geológico y biológico; se formaron
grandes cordilleras producto de la colisión de las grandes masas continentales, las cuales se
desplazaban gracias a la deriva continental.

Así mismo y de manera contradictoria, fue una época de separación, ya que el supercontinente
Pangea, que hasta hacía poco había sido una única masa terrestre, se separó casi en su totalidad.

Desde el punto de vista biológico, fueron varios los grupos de animales que evolucionaron y se
diversificaron en esta época, entre los que se cuentan las aves y algunos mamíferos marinos.
Duración:

La época del Eoceno tuvo una duración aproximada de 23 millones de años, distribuidos en cuatro
edades.

Época de cambios:

El Eoceno fue una época en la que el planeta experimentó una gran cantidad de cambios desde el
punto de vista geológico, siendo el más significativo la ruptura del supercontinente Pangea para
originar los continentes tal como se conocen hoy en día.

Eventos climáticos

En esta época tuvieron lugar dos eventos climáticos de gran trascendencia: el Máximo Térmico del
Paleoceno – Eoceno y el evento Azolla. Ambos fueron opuestos, ya que uno significó un aumento
de la temperatura ambiental, en tanto que el otro consistió en un descenso de la misma. Ambos
trajeron consecuencias para los seres vivos que poblaban el planeta en esa época.

Geología

Durante la época del Eoceno la Tierra experimentó una intensa actividad geológica que tuvo como
consecuencia la fragmentación total del supercontinente Pangea.

Fragmentación total de Pangea

Pangea

Antes de iniciarse esta época, el supercontinente Pangea ya había comenzado a fragmentarse. En la


parte norte, conocida como Laurasia, se fragmentó ampliamente, dando lugar a la separación de lo
que hoy se conoce como Groenlandia, Europa y Norteamérica.

Cada uno comenzó a desplazarse, gracias a la deriva continental, hacia las posiciones que ocupan
actualmente. De manera tal que Groenlandia se desplazó hacia el norte, Norteamérica hacia el
oeste, y Europa hacia el este.

Así mismo, un fragmento de África, conocido como subcontinente índico (lo que hoy es la India),
colisionó con el continente asiático. De igual forma, lo que actualmente es la península arábiga,
colisionó también con Eurasia.

Es importante recordar que, al inicio de esta época, había algunos fragmentos de Pangea que aún
se encontraban unidos, como por ejemplo Australia y la Antártida. Sin embargo, llegó un momento
en que, debido a la deriva continental, ambos trozos se fueron separando. La Antártida se desplazó
hacia el sur, a la posición que ocupa hoy en día, y Australia se desplazó un poco hacia el norte.

Cambios en los cuerpos de agua:

El movimiento de las grandes masas de tierra trajo como consecuencia un reordenamiento de los
océanos y mares que existían en aquel momento. El mar de Tetis terminó desapareciendo, gracias
al acercamiento entre el continente africano y Eurasia.
Al contrario, pasó con el océano Atlántico, el cual se fue ensanchando y ganando cada vez más
terreno con el desplazamiento de Norteamérica hacia el oeste. El océano Pacífico se mantuvo como
el océano más grande y profundo del planeta, como lo es en la actualidad.

Orogenia:

Durante esta época la actividad orogénica fue bastante intensa, producto del desplazamiento y la
colisión de los diferentes fragmentos que conformaban Pangea.

El Eoceno fue una época geológica en la que se formaron una gran cantidad de las cadenas
montañosas que se observan hoy en día. La colisión de lo que actualmente es India con el continente
asiático originó la formación de la cadena montañosa que ostenta los picos más altos del mundo, la
cordillera del Himalaya.

Orogenia Alpina

Tuvo lugar en el territorio del continente europeo. Originó la formación de varias cadenas
montañosas en tres continentes actuales: Europa, Asia y África.

En el continente africano se formó la cordillera Atlas, en tanto que en Europa se formaron los Alpes,
los Pirineos, los montes Balcanes y el Cáucaso. Por último, las cadenas montañosas que se formaron
en Asia fueron los montes Elburz, la cadena montañosa del Himalaya, Karakórum y Pamir, entre
otros.

Esta orogenia fue consecuencia principal de la colisión de la placa tectónica Eurasia con las placas
de África, el continente Subindio y Cimmeria.

Este proceso orogénico fue potente y, tomando en cuenta que la deriva continental no se ha
detenido y que por ende las masas continentales continúan en movimiento, aún se mantiene activo.

Clima:

Aparentemente las condiciones climáticas durante la época del Eoceno fueron bastante estables.
Sin embargo, al inicio de esta época, la temperatura ambiental experimentó un aumento súbito de
aproximadamente 7 – 8 grados.

Esto se conoció con el nombre de Máximo Térmico del Paleoceno – Eoceno. Así mismo, al final del
Eoceno sucedió otro evento que modificó en gran medida las condiciones ambientales reinantes; el
evento Azolla.

Máximo Térmico del Paleoceno – Eoceno

Según la opinión de los especialistas, este evento tuvo lugar hace 55 millones de años. Durante este
proceso en el planeta prácticamente no había hielo. En los polos, que son los sitios congelados por
naturaleza, se apreciaba un ecosistema de bosque templado.

Se cree que la causa principal de este aumento abrupto de la temperatura ambiental, fue la emisión
de enormes cantidades de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera. El porqué de esto aún no está
esclarecido.
Ahora bien, a parte del aumento del dióxido de carbono ambiental, algunos científicos coinciden en
afirmar que también hubo una elevación exagerada de metano (CH4). De forma natural, en el fondo
marino existe una gran cantidad de metano almacenado en forma de hidratos de metano bajo
estrictas condiciones de presión y temperatura.

Los especialistas suponen que, de alguna u otra manera, la temperatura de los océanos aumentó, y
por ende estos reservorios de metano se vieron perturbados, ocasionando que los hidratos de
metano fueran liberados a la atmósfera.

Es bien conocido que tanto el metano como el dióxido de carbono son dos gases de efecto
invernadero, por lo que su liberación en la atmósfera es una causa más que probable de la elevación
de la temperatura ambiental.

Todos estos cambios ocasionaron que, al menos al principio, el clima del planeta fuese caluroso, de
pocas precipitaciones. Sin embargo, conforme fue avanzando el tiempo, esas condiciones
parecieron estabilizarse y comenzaron a abundar las precipitaciones.

Gracias al aumento de las precipitaciones, el clima del planeta se volvió húmedo y cálido,
manteniéndose así durante gran parte del Eoceno.

Evento Azolla

A mediados del Eoceno tuvo lugar otro evento climático conocido con el nombre de evento Azolla,
que trajo como consecuencia una disminución en las concentraciones atmosféricas de dióxido de
carbono y la consiguiente disminución de la temperatura ambiental.

La causa de este evento fue la proliferación descontrolada de una especie de helechos, Azolla
filiculoides. Este crecimiento tuvo lugar sobre la superficie del océano Ártico.

En aquellos tiempos este océano se encontraba totalmente cercado por los continentes que apenas
estaba separándose. Debido a esto, sus aguas no fluían con regularidad.

Así mismo, es pertinente recordar que en aquel momento había una gran cantidad de
precipitaciones, lo que ocasionó que grandes cantidades de agua dulce cayeran en el océano ártico.

De igual forma, gracias a las elevadas temperaturas ambientales, la superficie del océano se evaporó
rápidamente, aumentando su salinidad y por supuesto su densidad.

Todo esto trajo como consecuencia que en la superficie del océano Ártico se formara una capa de
agua dulce, originando las condiciones ambientales favorables para que se desarrollara y esparciera
el helecho Azolla.

Conjuntamente con esto, en el fondo del océano fue disminuyendo la cantidad de oxígeno, lo cual
dificultó la actividad de los organismos descomponedores de materia orgánica. Por ende, cuando
las plantas de helecho morían y descendían al lecho marino no eran descompuestas, sino que
experimentaban un proceso de fosilización.

Todo esto ocasionó una reducción considerable de dióxido de carbono atmosférico y por supuesto,
una disminución de la temperatura ambiental. Existen registros que indican que las temperaturas
en el ártico descendieron desde 13°C a -9°C (actual). Esto se mantuvo así por aproximadamente un
millón de años.

Finalmente, con el continuo movimiento de los continentes, se ampliaron canales que permitieron
la comunicación del océano Ártico con otros océanos, con lo que fue posible la entrada de agua
salobre, incrementando la salinidad de las aguas de sus aguas. Con esto, las condiciones ideales para
la proliferación del helecho Azolla se terminaron, ocasionando la muerte de este.

Vida:

Durante la época del Eoceno, las condiciones ambientales del planeta permitieron el desarrollo de
diversas especies, tanto de plantas como de animales. En general fue una época en la que hubo
abundancia y diversidad de seres vivientes, gracias al clima húmedo y cálido.

Flora:

Desde el punto de vista de la flora, el cambio experimentado durante el Eoceno fue bastante
notorio, lo cual tuvo que ver con el cambio en las condiciones climáticas del planeta.

En los inicios, cuando las temperaturas eran cálidas y húmedas, en el planeta había abundancia de
junglas y bosques. Incluso hay evidencias de que en los polos hubo bosques en esta época. Los
únicos sitios que se mantuvieron con escasez de plantas fueron aquellos ecosistemas desérticos en
el interior de los continentes.

Entre las plantas que dominaban el planeta en aquella época, se pueden mencionar:

Metasequoia

Es un género de plantas que se caracterizan por ser caducifolias, es decir, pierden sus hojas en
ciertas épocas del año. Sus hojas son verde brillante, excepto en la época en que se caen, que
pierden esa coloración a un color marrón.

Pertenecen al grupo de las gimnospermas (plantas con semilla desnuda).

Estas plantas se encontraban en el hemisferio norte del planeta, distribuidas en toda su extensión,
incluso en la zona del Ártico. Determinar esto ha sido posible gracias a los registros fósiles que se
han recuperado, principalmente de territorio canadiense cercano e incluso dentro del círculo polar
ártico.

Cupresáceas

son plantas que pertenecen al grupo de las gimnospermas, específicamente las coníferas. Este grupo
de plantas es bastante versátil, ya que pueden ser tan pequeñas como arbustos o grandes árboles.
Además, sus hojas son similares a escamas, dispuestas muy juntas unas con otras. En ocasiones
liberan ciertos aromas agradables.

Fauna:

Durante esta época la fauna se diversificó ampliamente, siendo los grupos de las aves y los
mamíferos los que dominaron el escenario.

Invertebrados
Este grupo se mantuvo diversificándose en esta época, especialmente en el ambiente marino. Aquí,
de acuerdo a los científicos y a los registros recabados, había esencialmente moluscos, entre los que
destacaban los gasterópodos, bivalvos, equinodermos y cnidarios (corales).

De igual forma, los artrópodos también evolucionaron durante esta época, siendo las hormigas el
grupo más representativo.

Aves

En el Eoceno y gracias a las condiciones ambientales favorables, las aves fueron un grupo que se
diversificó bastante. Incluso algunas especies constituyeron fieros depredadores de otros grupos de
seres vivos.

Entre las especies de aves que existían en la tierra en aquel tiempo, se pueden mencionar:
Phorusrhacidae, Gastornis y los pingüinos, entre otras.

Phorusrhacidae

Este es un grupo de aves que se caracterizaron por su gran tamaño (llegaron a medir hasta 3 metros
de altura), lo cual ha podido comprobarse gracias a los registros fósiles. Por ejemplo, en la región
de la Patagonia, hace poco se encontró un cráneo de un ejemplar que tenía una medida de 71
centímetros, desde la cresta occipital hasta el pico.

Otra de sus características distintivas era la incapacidad de volar y su rapidez. Se cree que podían
alcanzar una velocidad de 50 Km/h. En lo referente a sus preferencias alimenticias, esta ave era una
ágil depredadora de pequeños animales, incluidos algunos mamíferos.

Gastornis

Los especialistas la han bautizado como el “ave del terror”, por el aspecto que debieron haber
tenido.

Entre sus características más notables se pueden mencionar su tamaño (hasta los 2 metros y más
de 100 Kg) y su gran cabeza. Su cuerpo era corto y robusto. Su pico era muy similar al de los loros,
con una fuerza impresionante, lo cual le servía para capturar a sus presas.

Se ha planteado que era muy rápida y además no volaba.

Pingüinos

Este es un grupo de aves no voladoras que incluso han sobrevivido hasta la actualidad. Hoy en día
se ubican en la Antártida en el polo sur. Sin embargo, en esta época se cree que habitaron el
continente sudamericano, tomando en cuenta algunos fósiles recuperados de este sitio.

En lo referente a su tamaño, los registros recuperados permiten inferir que hubo ejemplares de
hasta 1,5 metros, así como también otras más pequeños.

Reptiles

En lo que se refiere al grupo de los reptiles, se tiene conocimiento de que en esta época existieron
serpientes de gran tamaño (más de 10 metros de longitud).
Mamíferos

Este grupo continuó diversificándose, especialmente los ungulados, los cetáceos (mamíferos
marinos) y algunos carnívoros de gran tamaño.

Ungulados

Son animales que se caracterizan por desplazarse apoyados sobre el extremo de sus dedos, los
cuales en ocasiones se encuentran recubiertos por una pezuña. Durante el Eoceno tuvieron su
origen los subórdenes que se encuentran representados por los cerdos y camellos, así como
también vacas, ovejas y cabras.

Cetáceos

El Eoceno fue la época de oro en lo que se refiere a evolución de este grupo de mamíferos. Los
primeros cetáceos que existieron fueron los arqueocetos, los primeros en comenzar a desarrollar
características que les permitieron irse adaptando poco a poco a la vida acuática. Algunos
exponentes de este grupo fueron los ambulocétidos, los protocétidos y los remingtonocétidos.

Ambulocétidos

Son conocidos como las primeras ballenas existentes. Este cetáceo era de gran tamaño en longitud
(más de tres metros), aunque no en altura (Aproximadamente 50 centímetros). Su peso podía
rondar los 120 kilogramos.

Físicamente tenía cierto parecido con los cocodrilos, con extremidades largas, las cuales podían
funcionar como aletas para desplazarse en el mar. Eran carnívoros. Sus fósiles se han encontrado
en la India.

Protocétidos

Eran similares a los delfines actuales, con un hocico alargado y ojos grandes. Presentaba unas
extremidades cortas que tenían la función de aletas. Los especialistas creen que vivieron en mares
de temperaturas cálidas.

Remingtonocétidos

Eran de gran tamaño. También se asemejaban a un cocodrilo o lagarto, con un hocico alargado y
extremidades largas que terminaban en dedos. Sus ojos eran pequeños y sus fosas nasales se
localizaban en el área de la frente.

2.4.1.3 Oligoceno (inicio hace 34 millones de años).

El Oligoceno fue la tercera y última de las épocas que conformaron al período Paleógeno de la Era
Cenozoica. Se extendió desde hace unos 33,9 millones de años hasta hace unos 23 millones de años,
periodo durante el cual el planeta experimentó notorios cambios.

Esos cambios del planeta ocasionaron una redistribución de los seres vivos, tanto plantas como
animales. El clima jugó un papel fundamental en este proceso, ya que generó las condiciones ideales
para que un animal o planta pudiera prosperar o no en una región específica.
Duración:

El Oligoceno tuvo una duración de 11 millones de años, iniciando hace unos 33,9 millones de años
y extendiéndose hasta hace unos 23 millones de años.

Reordenación de los continentes

Durante esta época continuó el movimiento de las placas continentales, redistribuyéndose y


llegando a ocupar posiciones similares a las que ocupan en la actualidad.

“La era de los mamíferos”

El grupo de los mamíferos fue el que experimentó la mayor diversificación y variedad durante esta
época. Aparecieron una gran cantidad de subdivisiones como roedores o cánidos.

Geología:

El Oligoceno fue una época de mucha actividad orogénica y geológica. Durante esta época continuó
la fragmentación del supercontinente Pangea, cuyos fragmentos comenzaron su desplazamiento
para posicionarse en los lugares que ocupan en la actualidad.

Asimismo, en la época del Oligoceno, tuvieron lugar dos procesos orogénicos: la Orogenia Laramide
(que se inició en el Cretácico) y la Orogenia Alpina.

Orogenia Laramide

Fue un proceso orogénico bastante violento que originó una gran deformación. Tuvo como
consecuencia la formación de varias cadenas montañosas que se extienden por todo el extremo
occidental de Norteamérica, desde Alaska hasta México.

Las cadenas montañosas más reconocidas que se formaron durante la orogenia Laramide son las
Montañas Rocosas en Estados Unidos y la Sierra Madre Oriental de México.

Asimismo, tuvo como consecuencia la aparición de varios volcanes, de manera tal que en ciertos
lugares hubo un esparcimiento de una gran cantidad de material procedente de la actividad
volcánica.

Orogenia Alpina

Fue un proceso orogénico que tuvo su origen en el movimiento y colisión de algunas placas
tectónicas. Es importante recordar que esta época fue de gran actividad en lo referente al
movimiento de los continentes. En este sentido, se produjo la colisión de tres fragmentos de tierra
(África, Cimmeria y el correspondiente a la India), con el supercontinente Eurasia.

Como en todo proceso geológico, la colisión de estas grandes masas de tierra trajo como
consecuencia la elevación de ciertas partes de terreno, formando diversas cadenas montañosas, las
cuales se encuentran ubicadas en el sur de los continentes europeo y asiático, y al norte de África.

La única cordillera que pertenece al continente africano y que se formó gracias a la Orogenia Alpina
es la cordillera del Atlas. En tanto que en el continente europeo se formaron los Apeninos, los Alpes,
los Balcanes y el Caúcaso, entre otras. Y en Asia, las cordilleras que deben su origen a este proceso
geológico son el Himalaya, Hindú Kush y Karakórum.
Movimiento de las placas tectónicas:

La fragmentación del supercontinente Pangea se hizo más evidente con la separación del fragmento
que corresponde a Sudamérica, el cual comenzó su lento desplazamiento hacia el oeste, para
encontrarse con Norteamérica y formar el continente americano como se conoce en la actualidad.

Asimismo, la Antártida continuó su separación del resto de los continentes y profundizando la


cobertura de hielo.

De igual forma, de acuerdo a las conclusiones a las que han llegado los diversos especialistas,
durante esta época la placa correspondiente al continente africano colisionó con Eurasia, así como
también lo hizo el fragmento que actualmente corresponde a la India.

Al final de esta época, las masas terrestres se encontraban dispuestas de forma muy similar a la que
tienen en la actualidad. Igualmente ocurre con los océanos, ya que ya se encontraban formados
varios de los océanos que separan los continentes hoy en día. Entre estos se pueden mencionar el
océano Pacífico, el océano Atlántico y el océano Índico.

Clima:

Las condiciones climáticas durante el Oligoceno fueron bastante extremas, caracterizadas por
temperaturas muy bajas.

Durante esta época, tanto la Antártida como Groenlandia se mantuvieron cubiertas de hielo, tal
como ocurre en la actualidad. Asimismo, cuando la Antártida se separó completamente de
Sudamérica, ocasionó que a su alrededor circularan completamente diversas corrientes marítimas,
siendo la Circumpolar Antártica una de las más importantes, ya que fue la responsable del
cubrimiento de hielo de la Antártida, así como también de la formación de glaciares.

Esta disminución progresiva de la temperatura de la Tierra trajo como consecuencia una


modificación de algunos ecosistemas. Predominaron los bosques de coníferas y los caducifolios, los
cuales son aptos para sobrevivir a las bajas temperaturas.

Vida:

Durante el Oligoceno continuó la diversificación de la vida, tanto de plantas como de animales. A


pesar de que las condiciones climáticas fueron un poco difíciles, los organismos supieron adaptarse
a ellas y de esta manera subsistir.

Flora:

En el Oligoceno, las angiospermas (plantas con semilla cubierta) comenzaron a diseminarse por una
gran cantidad de hábitats, llegando incluso a alcanzar el dominio que tienen hoy en día.

En esta época se observó una disminución o regresión de los bosques tropicales, los cuales fueron
sustituidos por plantas de tipo herbáceo y pastizales. Estos últimos se extendieron por todos los
continentes: América, Asia, Europa y África.

Las plantas herbáceas tuvieron un gran éxito evolutivo y se adaptación gracias a sus características
propias de crecimiento. Las herbáceas tienen un ritmo continuo de crecimiento, el cual nunca se
detiene.
Asimismo, este tipo de plantas tuvo que enfrentarse a la acción de los animales pacedores, los cuales
se alimentaban de ellas. Sin embargo, fueron capaces de sobrevivir a estos e incluso establecer una
especie de relación simbiótica, ya que este tipo de animales colaboraba con el esparcimiento de las
semillas mediante excrementos.

En este mismo orden de ideas, también se desarrollaron durante esta época plantas de tipo
leguminosa, como los frijoles.

Fauna:

En la época del Oligoceno fueron muchos los grupos de animales que se diversificaron y prosperaron
a pesar de las condiciones climáticas. Entre los grupos de animales que se ampliaron durante esta
época se encuentran las aves, reptiles y mamíferos.

Durante esta época había una gran variedad de aves, así como también de reptiles. Sin embargo, el
grupo que adquirió mayor notoriedad fueron los mamíferos. Es importante destacar que el
Cenozoico, al cual pertenece esta época, fue conocido como “la era de los mamíferos”.

Mamíferos

Fue uno de los grupos de animales más exitosos en esta época. Aparecieron una gran cantidad de
nuevas especies de mamíferos: roedores, cánidos, primates y cetáceos.

Roedores

El orden de los roedores (rodentia) es el más abundante dentro del grupo de los mamíferos. Su
característica distintiva son unos dientes incisivos muy afilados que tienen múltiples usos, como por
ejemplo morder a los depredadores o roer madera (de ahí viene su nombre).

Una de las familias más reconocidas de roedores del Oligoceno fue la Eomyidae. Estos eran similares
a las actuales ardillas, con un cuerpo de tamaño pequeño y hábitos arbóreos. Asimismo, algunos
eran capaces de planear de un árbol al otro.

Primates

Los primates son un grupo de mamíferos que se caracterizan por presentar cinco dedos en las
extremidades, un dedo pulgar oponible, pies plantígrados (se apoyan en toda la planta del pie para
desplazarse), además de un patrón dental general, en el que sus dientes se encuentran muy poco
especializados.

De acuerdo a los especialistas en el área, los primates que se pudieron observar en esta época son
el lémur y el tarsero.

El tarsero es un primate de reducido tamaño, de aproximadamente unos 10 cm. Su elemento


anatómico característico son sus grandes ojos, los cuales le permiten adaptar su visión en la
oscuridad. Son de hábitos arbóreos, lo que quiere decir que pasan gran parte de su vida suspendidos
en las ramas de los árboles.
El lémur es un primate que, dependiendo de la subespecie, puede tener tamaños variados. Una de
sus características más destacadas es su larga cola, a menudo más larga que el cuerpo. Tienen
grandes ojos, que les permiten ver en la oscuridad. No distinguen los colores, aunque si pueden
distinguir las formas. Son animales muy sociables.

Cánidos

A este grupo pertenecen los animales como los lobos y perros. Se caracterizan por tener un cuerpo
de tamaño mediano y caminan apoyados sobre las puntas de sus dedos. Son de alimentación
carnívora. Los primeros ejemplares de este grupo aparecieron en el Eoceno y en épocas posteriores
se diversificaron, habiendo logrado mantenerse hasta la actualidad.

Cetáceos

Es un grupo de mamíferos que ha logrado adaptarse a la vida marina. Se caracterizan porque sus
extremidades anteriores han sido modificadas para convertirse en aletas, en tanto que las
posteriores han desaparecido. Tienen respiración pulmonar, por lo que deben subir periódicamente
a la superficie a tomar aire.

Entre los cetáceos que habitaron los mares durante el Oligoceno se pueden mencionar el Aeticetus
y el kentriodon, entre otros.

El mamífero terrestre más grande

Durante el Oligoceno habitó el mamífero terrestre más grande de todos los tiempos, el
Paraceratherium. Tenían unas medidas aproximadas de casi ocho metros de altura y unos 7 metros
de longitud.

Eran animales herbívoros, con el olfato muy bien desarrollado. De acuerdo a los estudios realizados,
no era un animal sociable, sino con un estilo de vida solitario. Se cree que los machos tendían a
combatir entre ellos por la atención de las hembras durante el apareamiento.

Al parecer luchaban entre ellos chocando sus cabezas, encontrándose esta debidamente
resguardada por los huesos del cráneo, que era mucho más grueso.

2.4.2 Neógeno:

Segunda etapa del Cenozoico, y comprende las épocas:

2.4.2.1 Mioceno (inicio hace 23 millones de años).

El Mioceno fue una de las dos épocas que integraron al período Neógeno. Alcanzó una duración de
8 millones de años, durante los cuales se dieron una gran cantidad de sucesos a nivel climático,
biológico y orogénico.

Durante el Mioceno el clima experimentó ciertas fluctuaciones, iniciándose con bajas temperaturas,
para luego ascender lentamente. Durante la mitad de la época se alcanzaron temperaturas óptimas
cálidas, lo cual propició el desarrollo exitoso de ciertos animales y plantas.

Duración:
El Mioceno fue una época que se inició hace 23 millones de años y culminó hace 5 millones de años,
para una duración aproximada de 8 millones de años.

Cambios a nivel orogénico:

Durante el Mioceno, la actividad orogénica fue bastante intensa, ya que se dio el crecimiento de
diversas cordilleras montañosas. En algunos sitios muy específicos el surgimiento de nuevas
montañas trajo consecuencias importantes, como la crisis salina del Messiniense (periodo en la
historia geológica del Mediterráneo caracterizado por una acumulación masiva de sal en su fondo y
que probablemente incluyó un periodo de desecación casi completa).

La era de los mamíferos:

Se tienen registros fósiles de que en esta era existió una gran variedad de mamíferos, de todos los
tamaños y predilecciones alimentarias. Es el grupo de animales que experimentó un mayor
desarrollo y diversificación.

Divisiones:

El Mioceno se dividió en seis edades de duración variable pero que en su conjunto abarcaron 18
años de la historia geológica del planeta.

Geología:

Durante la época del Mioceno se observó una intensa actividad desde el punto de vista geológico,
ya que los continentes continuaron su movimiento indetenible, gracias a la deriva continental, casi
para ocupar el lugar que tienen en la actualidad.

Así mismo, durante esta época ocurrió la colisión del norte del continente africano con la zona
donde actualmente se asientan Turquía y la península arábiga. Este fue un hecho trascendental, ya
que tuvo como consecuencia la clausura de uno de los mares que habían existido hasta la época, el
Paratetis.

Anteriormente ya se había producido la colisión de lo que hoy en día es la India con Eurasia, proceso
que originó la formación de la cordillera del Himalaya. Sin embargo, durante el Mioceno el
movimiento de India no había cesado, sino que se mantuvo, presionando contra la región asiática.
Esto ocasionó que las montañas del Himalaya continuaran creciendo y formándose.

Específicamente en el área geográfica del Mediterráneo, hubo una gran actividad orogénica,
demostrando los registros recabados que allí se levantaron montañas importantes durante esta
época.

Este levantamiento de grandes montañas originó un suceso conocido como la crisis salina del
Messiniense.

Crisis salina del Messiniense


Como su nombre lo indica, ocurrió al final del Messiniense, última edad de la época del Mioceno.
Consistió en el aislamiento sistemático y progresivo del mar Mediterráneo del océano Atlántico.
Esto se produjo gracias a la gran actividad orogénica acaecida en esa zona geográfica.

Dicha actividad trajo como consecuencia la formación de dos cadenas montañosas importantes: las
cordilleras Béticas, en la península ibérica y la cordillera del Rif, en el norte de Marruecos.

Si se observa un mapa de la zona, se podrá apreciar que, entre la península ibérica y el norte de
África, especialmente Marruecos, el espacio es realmente estrecho. Esto es conocido como el
estrecho de Gibraltar, que tiene una longitud de apenas 14 kilómetros.

Pues bien, durante el Messiniense, el estrecho de Gibraltar se vio cerrado, con lo cual el mar
Mediterráneo fue perdiendo volumen hasta finalmente secarse, dejando como residuo una extensa
salina.

Como prueba fehaciente de lo relatado, está un hallazgo realizado hace unos años, que consistió en
una gruesa capa (2 km de grosor) de sal en el fondo del lecho marino.

Causas

De acuerdo a quienes han estudiado este fenómeno, la principal causa fue la actividad tectónica en
el área, la cual ocasionó el levantamiento de una especie de barrera natural que impidió el flujo de
agua desde el océano Atlántico.

Así mismo, también se ha estimado que en esta época el nivel del mar disminuyó, lo que trajo como
consecuencia que entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico se formara una especie de
barrera, como un itsmo, lo cual contribuyó al aislamiento físico del espacio ocupado por el mar
Mediterráneo.

Esto se mantuvo así hasta la siguiente época (Plioceno).

Cuerpos de agua existentes durante el Mioceno

Durante esta época existían prácticamente todos los océanos que existen hoy en día. Entre estos se
pueden mencionar:

Océano Pacífico: al igual que en la actualidad, era el océano más grande y profundo. Se localizaba
entre el extremo este de Asia y el extremo oeste de América. Algunas de las islas que contiene hoy
en día ya había emergido, otras no.

Océano Atlántico: se encontraba entre los continentes de América y África y Europa. Se formó
durante la fragmentación de Pangea, específicamente de las tierras que corresponden a los
continentes Africa y América del Sur. Conforme se fueron alejando, el espacio entre ambos se llenó
de agua, dando origen a este océano.

Océano Índico: tenía la misma posición actual. desde la costa este de África hasta Australia. Cubría
todo ese vasto espacio.

Clima:
El clima durante los inicios del Mioceno se caracterizó por temperaturas bajas. Esto fue
consecuencia de la amplia expansión de hielo en ambos polos, lo cual se inició en la época anterior,
el Eoceno. Esto trajo como consecuencia que algunos ambientes adquirieran condiciones de aridez,
ya que no eran capaces de retener la humedad.

Sin embargo, esto no se mantuvo así durante mucho tiempo, ya que hacia la mitad del Mioceno
hubo un aumento considerable y significativo de la temperatura ambiental. Este fenómeno fue
bautizado por los especialistas como Óptimo climático del Mioceno.

Durante el Óptimo climático del Mioceno, las temperaturas ambientales subieron de forma gradual,
se cree que incluso hasta unos 5°C por encima de las temperaturas actuales. Gracias a esto, se
desarrolló un clima de tipo templado en casi todo el planeta.

Así mismo, es importante recordar que durante esta época se desarrollaron cadenas montañosas
de gran importancia, con montañas y picos de gran altura. Esto jugó un papel muy importante en el
clima posterior al Óptimo climático del Mioceno, ya que gracias a esto disminuyeron en gran medida
las precipitaciones.

Conforme avanzó el Mioceno, un gran porcentaje del planeta adquirió un clima seco. Por
consiguiente, la extensión de los bosques se vio disminuida, en tanto que las tundras y desiertos se
extendieron.

A nivel del polo sur, hubo muchos glaciares al inicio de la época, sin embargo, con el transcurrir del
tiempo la capa de hielo sobre el continente antártico aumentó hasta cubrirlo totalmente.

Flora:

Muchas de las formas de vida, tanto de plantas como de animales que estuvieron presentes en el
Mioceno, se conservan en la actualidad formando parte importante de la gran diversidad de
ecosistemas que hay en el planeta.

Durante el Mioceno, se observó un descenso significativo en la extensión de bosques y selvas,


debido a los cambios climáticos suscitados. Debido a que en cierto momento de la época las
precipitaciones se hicieron escasas, las plantas debieron adaptarse también a estos cambios.

Es así como comienzan a dominar las plantas de tipo herbáceas y otras también de pequeño tamaño
y resistentes a largos períodos de sequía, como los chaparrales. Así mismo, durante esta época
prosperaron las angiospermas, que son plantas con semilla cubierta.

Herbáceas

Las plantas herbáceas son plantas cuyos tallos no son leñosos, sino flexibles y de color verde. Sus
hojas también son verdes. Generalmente son de pequeño tamaño y algunas alcanzan una altura
mediana.

Si presentan flores, se encuentran en posición terminal, generalmente en grupos o racimos. Son


plantas muy versátiles, ya que pueden adaptarse a las condiciones ambientales, a pesar de que sean
hostiles. En lo referente a el tiempo de vida, el de ellas es de un año, aunque por supuesto, existen
excepciones.
Chaparrales

En realidad, el chaparral es un tipo de bioma en el que se encuentra un tipo particular de vegetación


conocida como chaparros. Estos son arbustos de tallo leñoso que son capaces de sobrevivir a
condiciones ambientales extremas. Así mismo, en los chaparrales también hay otros tipos de
plantas, como por ejemplo cactus y matorrales.

Fauna:

El grupo dominante durante la época del Mioceno fueron los mamíferos, los cuales se diversificaron
en gran medida. Desde mamíferos pequeños como el grupo de los roedores, hasta mamíferos de
gran tamaño como algunos marinos.

Así mismo, el grupo de las aves también experimentó una gran ampliación, pudiéndose encontrar
fósiles de ejemplares en todo el planeta.

Mamíferos terrestres

Fueron muchos los mamíferos terrestres que caminaron en la Tierra durante la época del Mioceno.
Entre estos se pueden mencionar:

Gomphotherium (extinto)

Fue un mamífero de gran tamaño (3 metros) que habitó principalmente los territorios de Eurasia.
Pertenecía al grupo de los proboscídeos. Entre sus rasgos característicos se pueden mencionar dos
pares de colmillos bastante largos y resistentes, los cuales le servían para buscar su alimento que
estaba constituido por tubérculos y raíces.

Amphicyon

También se encuentra extinto. Tenía el aspecto de un animal intermedio entre el perro y el oso. Su
cuerpo era compacto, presentando cuatro extremidades gruesas y una larga cola que también era
bastante fuerte.

Presentaba dientes especializados para la dieta carnívora que tenía. Era bastante grande, podía
llegar a medir hasta 1 metro de altura, dos metros de largo y tener un peso aproximado de más de
200 Kg. Su hábitat principal fue en Norteamérica.

Merychippus

Este animal también se encuentra extinto. Perteneció a la familia equidae. Era relativamente
pequeño (89 cm). Se caracterizaba por tener tres dedos en cada extremidad, de los cuales uno se
encontraba cubierto con pezuña.

Además, de acuerdo a los especialistas se agrupaba en manadas, las cuales se desplazaban por el
terreno, pastando. Era muy similar a los caballos y cebras actuales.

Astrapotherium

Se encuentra extinto. Fue un animal bastante grande, pues podía llegar a medir hasta 3 metros y
pesar 1 tonelada. Las características de su dentadura permiten inferir que era herbívoro.
Sus extremidades eran de tamaño promedio y le permitían desplazar por terrenos pantanosos y
secos. De acuerdo a los registros fósiles, habitó en Sudamérica, principalmente en las cercanías del
río Orinoco.

Megapedetese

Pertenecía al orden de los roedores. Era de pequeño tamaño, alcanzaba un peso de 3 kg y podía
medir hasta 14 cm de altura. Su cuerpo se asemejaba al de una liebre. Tenía unas extremidades
traseras muy potentes y desarrolladas, en tanto que las delanteras eran muy pequeñas. Era de dieta
herbívora.

Mamíferos acuáticos

En los mares la fauna también se diversificó, siendo el grupo de los mamíferos uno de los principales.
Aquí tuvieron su origen los ancestros de las actuales ballenas.

Brygmophyseter

Pertenecía al grupo de los cetáceos, específicamente a los odontocetos (dentados). Se cree que los
ejemplares alcanzaban una longitud de hasta 14 metros. Era de hábitos carnívoros, siendo sus
alimentos predilectos peces, calamares e incluso otros cetáceos.

Cetotherium

Desde el punto de vista físico, este mamífero era bastante similar a las ballenas que surcan los mares
hoy en día. Eran animales bastantes grandes. De acuerdo a registros fósiles, podían alcanzar
longitudes de entre 12 y 14 metros. No poseían barbas, por lo que no se alimentaban a través de la
filtración de agua.

Aves

Dentro del grupo de las aves, hubo ejemplares de gran tamaño que alcanzaron un gran desarrollo
durante el Mioceno.

Andalgalornis

Habitó principalmente en el continente sudamericano. Podía llegar a medir hasta 1,5 metros.
Anatómicamente, su característica más fuerte eran sus patas, las cuales le permitían desplazarse
con gran rapidez. Así mismo tenía un pico bastante resistente con el que podía capturar de manera
eficaz a sus presas.

Kelenken

Formaba parte de las llamadas “aves del terror” que habitaron durante el Mioceno. Se estima que
podía medir hasta 4 metros y tener un peso aproximado de 400 Kg. Su pico tenía una longitud
promedio de 55 cm. Contaba con unas extremidades fuertes que le permitían perseguir y capturar
a sus presas.
Reptiles

En el Mioceno hubo también una gran gama de reptiles:

Stupendemys

Se cree que habitó en el norte de Sudamérica, ya que sus fósiles solo se han encontrado allí. Ha sido
la tortuga de agua dulce más grande hasta ahora. Medía aproximadamente 2 metros de largo. Era
carnívora, siendo sus presas predilectas anfibios y peces.

Purussaurus

Era similar a los cocodrilos de la actualidad. De gran tamaño (hasta 15 metros de longitud), podía
pesar incluso varias toneladas. Su cuerpo se encontraba recubierto con una especie de coraza que
era impenetrable.

Era carnívoro, con dientes de más de 20 cm de largo, ideales para capturar a sus presas y no
perderlas. Su hábitat era principalmente acuático, ya que, por su gran tamaño, para desplazarse en
la tierra era bastante lento.

2.4.2.2 Plioceno (inicio hace 5 millones de años).

El Plioceno fue la última época del período Neógeno de la Era Cenozoica. Inició hace
aproximadamente 5,5 millones de años y culminó hace 2,6 millones de años. Fue una época
importante desde el punto de vista de la antropología, ya que de esta época datan los primeros
fósiles descubiertos del Australopithecus, el primer homínido que habitó en el continente africano.

Esta fue una época de cambios significativos en lo referente a la biodiversidad, tanto a nivel botánico
como zoológico, ya que las plantas y animales comenzaron a ubicarse en las diversas regiones,
limitados por las condiciones climáticas. Esta ubicación, en muchos casos, se ha mantenido hasta la
actualidad.

Duración:

Tuvo una duración de casi 3 millones de años aproximadamente.

Cambios a nivel de los océanos

Durante esta época hubo cambios profundos y significativos en los cuerpos de agua. Uno de los
conocidos fue la ruptura de la comunicación entre el océano Atlántico y Pacífico, consecuencia del
surgimiento del istmo de Panamá.

Igualmente, la cuenca del mar Mediterráneo volvió a llenarse con agua procedente del océano
Atlántico, dando fin a la llamada Crisis salina del Mesiniense.

Aparición del primer homínido bípedo:


De acuerdo a los fósiles recolectados, durante la época del Plioceno apareció el primer homínido, al
cual nombraron Australopithecus. Este homínido fue trascendental en el origen de la especie
humana, ya que originó a los primeros especímenes del género homo.

Geología:

Durante la época del Plioceno no hubo gran actividad orogénica, mientras que continuó la deriva
continental. Los continentes siguieron en su lento desplazamiento por los mares, llegando incluso a
encontrarse a tan solo kilómetros de la ubicación que tienen en la actualidad.

Uno de los hitos más importantes de esta época es la formación del itsmo de Panamá, el cual
mantiene unidos a América del Norte con Sudamérica. Este fue un fenómeno trascendental,
geológicamente hablando, ya que tuvo influencia en el clima de todo el planeta.

El cierre de la comunicación entre los océanos Pacífico y Atlántico trajo como consecuencia un
cambio significativo en las corrientes marinas, ocasionando un enfriamiento de ambos océanos,
pero muy especialmente del Atlántico.

A nivel de los polos, las aguas antárticas y árticas experimentaron un descenso abrupto de sus
temperaturas, transformándose en las más frías del planeta, título que ostentan hasta el día de hoy.

Así mismo, de acuerdo a información recabada por los especialistas, durante esta época hubo un
descenso notorio en el nivel del mar. Esto trajo como consecuencia que emergieran trozos de tierra
que en la actualidad se encuentran sumergidos.

Tal es el caso del puente de tierra que comunica Rusia con el continente americano. Actualmente
este se encuentra sumergido, ocupado por la zona conocida como Estrecho de Bering, tan
importante en las teorías de poblamiento del continente americano.

Inundación Zancliense:

Es importante destacar que al final de la época anterior (Mioceno), se produjo un fenómeno


conocido como la crisis salina del Messiniense, durante la cual el mar Mediterráneo se vio cerrado
debido al surgimiento de unas formaciones montañosas en lo que hoy se conoce como el estrecho
de Gibraltar. Como consecuencia de esto, se formó una extensa salina en el espacio ocupado por
dicho cuerpo de agua.

Durante la época del Plioceno, ocurrió la denominada inundación zancliense, que consistió en el
paso de agua nuevamente desde el océano Atlántico hacia el sitio que ocupaba el mar
Mediterráneo.

La forma en que ocurrió este evento no está del todo clara aún, ya que los especialistas tienen
diversas teorías. Unos afirman que ocurrió de manera abrupta, violenta e imprevista, mientras que
otros sostienen que en la barrera que separaba al mar Mediterráneo con el océano se formó una
pequeña brecha, la cual permitió el paso de cierta cantidad de agua de forma gradual.

Posteriormente, la acción del agua que fluía a través de esa brecha fue erosionándola hasta formar
un pequeño canal. El flujo de agua se mantuvo hasta que los niveles de agua se estabilizaron y
volvieron a la normalidad en el mar Mediterráneo.
Clima:

El clima durante todo el tiempo que duró esta época fue bastante diverso y fluctuante. Según los
registros recolectados por los especialistas en el área, hubo momentos en los que la temperatura
aumentó considerablemente, así como hubo ciertos períodos, especialmente al final de la época,
en los que las temperaturas disminuyeron significativamente.

Una de las características del clima de esta época es que era estacional. Esto quiere decir que
presentaba estaciones, estando dos muy bien marcadas; una de invierno, en la que el hielo se
extendía notablemente, y una de verano en la que el hielo se derretía y daba paso a paisajes áridos.

De forma general se puede afirmar que el clima al final del Plioceno fue bastante árido y seco,
ocasionando que el ambiente se modificara, transformando bosques en sabanas.

Vida:

Durante esta época la fauna se diversificó ampliamente, pudiendo colonizar varios ambientes, en
tanto que la flora sufrió una especie de regresión y estancamiento, debido a las condiciones
climáticas que imperaron.

Flora:

En la época del Plioceno, las plantas que más proliferaron fueron los pastizales. Esto se debió a que
fácilmente pueden adaptarse a las bajas temperaturas, y ese fue el clima que predominó en el
Plioceno.

Asimismo, existió un poco de vegetación tropical, representada por selvas y bosques que se
limitaron a la región ecuatorial, ya que allí si existían las condiciones climáticas para que
prosperaran.

De igual forma, gracias a los cambios climáticos de esta época, hicieron su aparición grandes
extensiones de tierra árida que se convirtieron en desiertos, algunos de los cuales prevalecen en la
actualidad.

En las zonas cercanas a los polos, se estableció el mismo tipo de flora que abunda hoy en día; las
coníferas. Estas tienen la capacidad de resistir y desarrollarse en ambientes en los que las
temperaturas son bastante bajas.

En este mismo orden de ideas, el bioma tundra también se extendió por las regiones polares del
norte. Esta distribución se ha mantenido así hasta la actualidad, ya que la tundra se extiende en los
terrenos limítrofes con el polo norte.

Fauna:

Uno de los mayores hitos en lo referente al desarrollo del ser humano sucedió en el Plioceno: el
surgimiento del primer homínido, el Australopithecus. Asimismo, los mamíferos experimentaron
una gran radiación evolutiva, encontrándose en una gran cantidad de ambientes.

Otros grupos de animales experimentaron ciertos cambios. Sin embargo, definitivamente, los
mamíferos fueron los que destacaron.
Mamíferos

Durante el Plioceno, los mamíferos comenzaron a ubicarse en los sitios en los que habitan en la
actualidad.

Ungulados

Son un antiguo clado de mamíferos que tienen como característica principal que caminan apoyados
en las puntas de los dedos, los cuales se encuentran cubiertos por pezuñas.

Hubo especies pertenecientes a los ungulados que comenzaron a perder miembros y terreno, tales
como los camellos o los caballos. Sin embargo, en ciertas regiones lograron adaptarse y prosperar.

Proboscídeos

Este es un grupo de animales que se caracterizan por presentar prolongación en sus rostros, que
recibe el nombre de probóscide. Durante el Plioceno, hubo varios ejemplares de este grupo, como
los elefantes y los stegodontes. De estos, solo los primeros lograron sobrevivir y persistir hasta la
actualidad.

Roedores

Son un grupo de mamíferos que se caracterizan porque sus dientes incisivos se encuentran muy
desarrollados y son ideales para roer madera u otros materiales. Asimismo, son cuadrúpedos y de
tamaño variado. Se distribuyeron ampliamente por el continente europeo.

Primates: el Australopithecus

El Australopithecus fue un primate homínido que se caracterizaba por desplazarse de manera


bípeda (en las dos extremidades posteriores). Eran de estatura pequeña, de unos 1,30 metros, y de
contextura delgada.

Eran de hábitos omnívoros, lo que quiere decir que se alimentaban tanto de plantas como de
animales. Prosperaron principalmente en el continente africano, donde se han encontrado la
mayoría de los fósiles.

Reptiles

La evolución de algunos reptiles, como las serpientes, estuvo ligada a la de otros grupos de animales
que constituían su fuente de alimentación. Asimismo, se han encontrado fósiles de caimanes y
cocodrilos en varias regiones del planeta, lo que parece indicar que se encontraban ampliamente
distribuidos.

Sin embargo, los especialistas han establecido que en el continente europeo se habían extinguido,
como producto del cambio climático que atravesó dicho continente.

Aves

Entre las aves quedaban algunos especímenes de las llamadas “aves del terror”, que habitaron en
el continente americano y que fueron depredadoras de un gran número de animales.
Sin embargo, durante esta época ya se encontraban en declive. Otros tipos de aves también
habitaron durante el Plioceno, como por ejemplo las anseriformes, grupo al que pertenecen los
patos y cisnes, entre otros.

2.4.3 Cuaternario:

Última etapa del Cenozoico y en la que nos encontramos actualmente, y comprende las
épocas:

2.4.3.1 Pleistoceno (2.5 millones de años).

El Pleistoceno es la primera división geológica del período Cuaternario. Se caracterizó por las bajas
temperaturas que cubrieron al planeta y por la aparición de mamíferos de gran tamaño, como el
mamut. Así mismo, esta época es de referencia obligada cuando se estudia la evolución de la especie
humana, ya que fue durante el Pleistoceno cuando aparecieron los antepasados del hombre
moderno.

Duración:

El Pleistoceno tuvo su inicio hace aproximadamente 2,6 millones de años y finalizó al término de la
última glaciación aproximadamente en el 10.000 a.C.

Poco desplazamiento de los continentes:

Durante esta época, la deriva continental fue muy poca y se ha mantenido así desde entonces. Ya
para ese momento, los continentes ocupaban las posiciones que tienen en la actualidad, de manera
tal que la distribución de la Tierra no sufrió mayores modificaciones.

Predominio de temperaturas bajas:

El clima del Pleistoceno fue una sucesión de ciclos glaciares, lo que quiere decir que había períodos
de glaciaciones, seguidos por otros en los que las temperaturas aumentaban, conocidos como
períodos interglaciares. Así se mantuvo durante todo el Pleistoceno, hasta que terminó la última
glaciación, conocida como Würn.

Gran parte del planeta estaba cubierto de hielo:

Según la información recabada por los especialistas, aproximadamente el 30% del planeta se
encontró cubierto de hielo de manera perenne durante esta época. Las zonas que se mantuvieron
así fueron principalmente los polos.

En el Polo Sur, la Antártida estuvo totalmente cubierta de hielo, tal cual como lo está en la
actualidad, y en el Polo Norte, las tierras del Círculo Polar Ártico también lo estuvieron.

Megafauna:

Durante la época del Pleistoceno, vivieron su máximo esplendor los grandes mamíferos como el
mamut, los mastodontes y el megatherium, los cuales prácticamente dominaron los paisajes del
planeta. Su característica principal era su gran tamaño.

Desarrollo humano:
En el Pleistoceno se desarrollaron los antepasados del hombre actual (Homo sapiens), tales como
el Homo erectus, Homo habilis y el Homo neanderthalensis.

Geología:

Durante la época del Pleistoceno no hubo mucha actividad desde el punto de vista geológico. La
deriva continental parece haberse ralentizado en comparación con épocas anteriores. Según los
especialistas, las placas tectónicas sobre las que se asientan los continentes no se han desplazado
más de 100Km entre sí.

Los continentes prácticamente ya se encontraban en las posiciones que ocupan en la actualidad.


Incluso, zonas que hoy se encuentran sumergidas bajo el mar, se encontraban en la superficie,
formando puentes entre continentes.

Tal es el caso de la zona que hoy en día se conoce como Estrecho de Bering. Hoy es un canal de agua
que comunica al océano Pacífico con el océano Ártico. Sin embargo, durante el Pleistoceno era una
franja de tierra que comunicaba el extremo más occidental de América del Norte con el extremo
más oriental de Asia.

El Pleistoceno se caracterizó también por la abundancia del fenómeno conocido como glaciaciones,
a través de las cuales disminuyó notablemente la temperatura del planeta y gran parte de los
territorios de los continentes se vieron cubiertos de hielo.

Los especialistas han comprobado que durante esta época la Antártida se encontraba totalmente
cubierta por un casquete polar, tal como ocurre en la actualidad.

Así mismo, se sabe que la capa de hielo que se formaba sobre ciertas zonas de los continentes podía
alcanzar un espesor de varios kilómetros, entre 3 y 4 Km.

Efectos geológicos de las glaciaciones

Como producto de las muchas glaciaciones que experimentó el planeta durante esta época, la
superficie de los continentes se vio afectada por un proceso erosivo. Así mismo, los cuerpos de agua
existentes en el interior de los continentes se vieron modificados, surgiendo incluso algunos nuevos
con el fin de cada glaciación.

Disminución del nivel del mar

En el Pleistoceno, el nivel del mar disminuyó notoriamente (aproximadamente unos 100 metros).
La causa principal de esto fue la formación de glaciares.

Es importante mencionar que durante esta época, hubo una gran cantidad de glaciaciones, por lo
que la formación de glaciares fue bastante común. Estos glaciares ocasionaron esa disminución del
nivel del mar, lo cual se revertiría durante los períodos interglaciares.

Como es de esperarse, cuando había una glaciación, el nivel del mar descendía. Cuando esta remitía
y se estaba en presencia de un período interglaciar, el nivel del mar se incrementaba.

Esto trajo como consecuencia la formación de unas estructuras denominadas por los especialistas
como terrazas marinas, las cuales tienen apariencia de escalones en las costas.
El estudio de estas terrazas marinas ha sido de gran importancia dentro del campo de la geología,
ya que le ha permitido a los especialistas deducir, entre otras cosas, la cantidad de glaciaciones que
ha habido.

Cuerpos de agua durante el Pleistoceno

La configuración del planeta Tierra era muy similar a la que tiene hoy en día. De manera tal que los
océanos y mares eran prácticamente los mismos.

Es así como el océano Pacífico era y sigue siendo el cuerpo de agua más grande del planeta,
ocupando el espacio entre el continente americano y Asia y Oceanía. El océano Atlántico era el
segundo océano más grande, ubicándose entre América y los continentes africano y europeo.

Hacia el polo sur se encuentra el océano Antártico y en el polo norte el océano Ártico. En ambos las
temperaturas son muy bajas y además se caracterizan por la presencia de glaciares e icebergs.

El océano Índico se ubica en el espacio entre la costa este de África y la península malaya y Australia.
Al sur conecta con el océano Antártico.

Los cuerpos de agua que sí sufrieron ciertas modificaciones durante el Pleistoceno fueron los que
se encontraban en el interior de los continentes, ya que, gracias a las glaciaciones y al derretimiento
de las capas de hielo que cubrían ciertas zonas de los continentes, los lagos y ríos se pudieron ver
seriamente modificados. Todo esto de acuerdo a las evidencias recabadas por los especialistas en
el tema.

Clima:

El Pleistoceno fue una época geológica que, para algunos especialistas, debe ser conocido como la
Era del Hielo. Para otros, esta denominación es errónea, ya que en el Pleistoceno se sucedieron una
serie de glaciaciones, entre las cuales hubo períodos en los que las temperaturas ambientales
subían, conocidos como interglaciares.

En este sentido, el clima y las temperaturas ambientales estuvieron fluctuando durante toda la
época, aunque las temperaturas no se elevaron tanto como en otros períodos de la historia
geológica terrestre.

Las condiciones climáticas observadas en el Pleistoceno son una continuación del clima de la época
anterior, el Plioceno, al final del cual las temperaturas del planeta descendieron considerablemente.

En este sentido, la característica principal del clima del Pleistoceno fueron las glaciaciones que se
produjeron, así como también la formación de gruesas capas de hielo en la superficie de los
continentes.

Esto último se observó principalmente en las franjas de tierra más cercanas a los polos. La Antártida
se mantuvo casi la totalidad del tiempo cubierta de hielo, en tanto que los extremos norte de los
continentes americano y europeo estuvieron cubiertos de hielo durante las glaciaciones.

Durante el Pleistoceno se produjeron cuatro glaciaciones, separadas unas de otras por períodos
interglaciares. Las glaciaciones reciben un nombre distinto en el continente europeo y en el
continente americano.
Estas fueron las siguientes:

Günz: conocida con este nombre en Europa, en América se conoce con el nombre de glaciación de
Nebraska. Fue la primera glaciación que se registró en el Pleistoceno. Terminó hace 600.000 años.

Mindel: conocida en el continente americano como glaciación de Kansas. Ocurrió tras un período
interglaciar de 20.000 años. Tuvo una duración de 190.000 años.

Riss: tercera glaciación de esta época. Se conoce en América con el nombre de glaciación de Illinois.
Tuvo su final hace 140.000 años.

Würm: es conocida como la Edad del Hielo. En el continente americano se denomina glaciación de
Wisconsin. Tuvo su inicio hace 110.000 años y finalizó aproximadamente en el año 10.000 a.C.

Al finalizar la última glaciación, se inició un período posglacial que se ha extendido hasta la


actualidad. Muchos científicos consideran que el planeta actualmente se encuentra en un período
interglaciar y que es probable que en algunos millones de años se desencadene otra glaciación.

Flora:

La vida durante esta época fue bastante diversa, a pesar de las limitaciones climáticas que se
observaron con las glaciaciones.

Durante el Pleistoceno en el planeta hubo varios tipos de biomas, restringidos a ciertas áreas. De
manera tal que las plantas que se desarrollaron fueron las propias de cada bioma. Es importante
destacar que muchas de esas especies de plantas han perdurado hasta la actualidad.

Hacia el hemisferio norte del planeta, dentro del círculo polar ártico se desarrolló el bioma de la
tundra, que caracteriza porque las plantas que crecen en él son de reducido tamaño. No existen los
grandes y frondosos árboles. Un tipo característico de vegetación de este tipo de bioma son los
líquenes.

Otro bioma que se observó en el Pleistoceno y que aún persiste es la taiga, cuya forma vegetal
predominante son los árboles de coníferas, que en ocasiones alcanzan grandes alturas. De acuerdo
a registros fósiles, también se apreció la presencia de líquenes, musgos y algunos helechos.

De igual forma, apareció el bioma prados templados, en los cuales se observaron plantas como las
gramíneas.

En el interior de los continentes, en los sitios en los que las temperaturas no eran tan bajas,
prosperaron formas vegetales como los grandes árboles, que posteriormente conformaron grandes
bosques.

Es de hacer notar el surgimiento de plantas de tipo termófilo. Estas no son más que plantas que
presentan las adaptaciones necesarias para soportar niveles extremos de temperatura. Como es de
esperar, las temperaturas a las cuales tuvieron que adaptarse fue a las frías, muy por debajo de
cero.

En este mismo orden de ideas, durante esta época también surgieron los árboles de hojas caducas,
los cuales perdían sus hojas en determinados períodos de tiempo, especialmente durante las épocas
de mayor frío.
Es importante destacar que con cada glaciación que ocurrió, el paisaje se modificó un poco y durante
los períodos interglaciares surgían nuevas formas vegetales.

Fauna:

Durante el Pleistoceno, los mamíferos continuaron siendo el grupo dominante, manteniendo de


esta manera la hegemonía iniciada en épocas anteriores. Uno de los aspectos más destacados de la
fauna en el Pleistoceno fue el surgimiento de la llamada megafauna. Estos no eran más que animales
de gran tamaño, que además se encontraban capacitados para resistir las bajas temperaturas
imperantes en esta época.

Así mismo, otros grupos que continuaron su diversificación durante esta época fueron las aves, los
anfibios y los reptiles, muchos de los cuales se han mantenido hasta la actualidad. Sin embargo,
como se ha descrito anteriormente, los mamíferos fueron los reyes de esta época.

Megafauna:

Estuvo conformada por anímales de gran tamaño. Entre los representantes más conocidos de este
grupo se pueden mencionar el mamut, el megatherium, el smilodon y el elasmotherium, entre
otros.

Mammut

Pertenecían al género Mammuthus. En aspecto eran muy similares a los elefantes que hay en la
actualidad. Al pertenecer al orden Proboscidea, su característica más representativa era la gran
prolongación nasal, que se denomina coloquialmente como trompa, cuyo nombre adecuado es
probóscide. Así mismo, los mamuts poseían unos largos colmillos filosos que tenían una
característica curvatura que los orientaba hacia arriba.

Dependiendo de si se encontraban cerca o lejos de las zonas con más bajas temperaturas, su cuerpo
se encontraba recubierto de grueso pelaje. Sus hábitos alimenticios eran herbívoros.

Los mamuts se extinguieron en la época siguiente, el Holoceno. Sin embargo, los abundantes
registros fósiles han permitido conocer bastante sobre esta especie.

Megatherium

Pertenecientes al orden Pilosa, el Megatherium estaba emparentado con los actuales perezosos.

Fue de los animales de mayor tamaño que poblaron la tierra. Tenían un peso promedio de 2,5 – 3
toneladas y medían aproximadamente unos 6 metros de largo. Los fósiles recolectados permiten
afirmar que sus huesos eran bastante robustos.

Al igual que los perezosos actuales, presentaban garras muy largas, con las cuales podían escarbar
en busca de alimento. Eran herbívoros y se cree que de hábitos solitarios.

Su cuerpo se encontraba cubierto por un grueso pelaje que le protegía del frío intenso. Habitó en
América del Sur.

Smilodon
Pertenecían a la familia Felidae, por lo que se considera que eran parientes de los actuales felinos.
Su característica más destacada, a parte de su gran tamaño, eran los dos largos colmillos que
descendían de su maxilar superior. Gracias a estos, el smilodon ha sido mundialmente conocido
como “tigre dientes de sable”.

De acuerdo a los fósiles recolectados, se cree que los machos de esta especie podían alcanzar hasta
los 300Kg de peso. En lo referente a su hábitat, vivieron principalmente en Norteamérica y
Sudamérica. El sitio en el que se ha recuperado la mayor cantidad de fósiles de smilodon es en
Rancho La Brea en California, Estados Unidos.

Elasmotherium

Fue un gran mamífero, perteneciente a la familia Rhinocerotidae, emparentado con los actuales
rinocerontes. Su elemento característico era un gran cuerno que sobresalía de su cráneo y que en
ocasiones podía llegar a medir hasta más de 2 metros.

Era de hábitos herbívoros y se alimentaba de pasto principalmente. Al igual que los otros mamíferos
de la época, su enorme cuerpo se encontraba recubierto por espeso pelaje. Habitaba la zona de Asia
Central y las estepas rusas.

Evolución del ser humano:

Durante el Pleistoceno la especie humana comenzó a desarrollarse hasta convertirse en el hombre


moderno. Los antepasados directos del ser humano fueron el Homo habilis, Homo erectus y Homo
neanderthalensis.

El Homo habilis se caracterizó por comenzar a fabricar y utilizar herramientas sencillas,


probablemente hechas de piedra y metal. Así mismo, construyó cabañas y formó asentamientos.
Sus hábitos eran sedentarios.

Posteriormente surgió el Homo erectus. Este tuvo una distribución más amplia que la del Homo
habilis. Se han encontrado fósiles no solo en África, sino también en Europa, Oceanía y Asia. Ellos
fueron los primeros en desarrollar algún sentido de convivencia social. Establecieron grupos para
vivir en sociedad.

El Homo neanderthalensis tenían un cerebro un poco más grande que el del ser humano actual. Su
cuerpo desarrolló ciertas adaptaciones al frío. Sin embargo, este recurrió a su ingenio para
protegerse, fabricando trajes con pieles de animales. De acuerdo a lo que se sabe, el Homo
neanderthalensis presentaba cierta organización social, así como también una comunicación verbal
rudimentaria.

Finalmente hizo su aparición el hombre moderno, el Homo sapiens. Su característica principal es el


amplio desarrollo que alcanzó su cerebro. Esto le ha permitido desarrollar actividades como la
pintura y la escultura. Así mismo, estableció una sociedad en la que existe una marcada jerarquía
social.

2.4.3.2 Holoceno (inicio hace 11.000 años y dura hasta la actualidad).


El Holoceno es la última época de las que conforman a la era Cenozoica y en la que se encuentra
actualmente el planeta. Se inició aproximadamente en el año 10.000 a.C y se extiende hasta la
actualidad.

Este período abarca la mayor parte del desarrollo de la humanidad, incluso desde que el Homo
Sapiens tenía costumbres nómadas y aún no había descubierto la utilidad de los metales en la
fabricación de utensilios.

En este período, en el que el planeta cambió muy poco, si se ha visto afectada en gran medida la
biodiversidad, ya que por acción del hombre muchas especies de plantas y animales se han
extinguido. El hombre se ha convertido en la especie dominante del planeta, con el coste de haberle
causado mucho daño.

Duración:

El período del Holoceno se extiende desde aproximadamente el 10.000 a.C hasta la actualidad.

Desarrollo del ser humano:

Este período abarca todo el desarrollo de la humanidad. Incluye todos los hitos como el
establecimiento de los primeros grupos sociales y las civilizaciones, la escritura, los viajes de
exploración y los grandes avances culturales e intelectuales, entre otros.

Extinción masiva de especies:

En el Holoceno se ha observado un proceso continuado y permanente de extinción de especies de


animales y plantas, ocasionado por la acción del ser humano. Esto ha sido catalogado por los
especialistas como el proceso de extinción más grave, ya que la causa no son factores ambientales,
sino una de las especies que habita el planeta.

Época interglacial:

Los especialistas consideran al Holoceno como una época interglacial, ya que inició al finalizar un
período de enfriamiento intenso y se espera que en un futuro no muy lejano se produzca otra
glaciación, de acuerdo a las proyecciones realizadas.

Geología:

Esta época ha sido de poca trascendencia desde el punto de vista geológico, ya que no ha habido
grandes movimientos orogénicos ni un cambio importante en la configuración de los continentes.

Durante la época del Holoceno, los diferentes fragmentos que antaño pertenecieron a Pangea han
continuado movilizándose, pero lo han hecho con mayor lentitud que en la antigüedad.

Hablando en cifras, la distancia que han recorrido los diferentes continentes desde el inicio de esta
época hasta la actualidad ha sido de 1 kilómetro. Bastante poco, en realidad.

Sin embargo, es importante destacar que las masas continentales nunca van a dejar de desplazarse
y es de esperar que, dentro de unos millones de años, vuelvan a colisionar.

Cambios en el nivel del mar:


Al iniciar esta época, muchas de las tierras que en la actualidad se encuentran sumergidas bajo el
agua se encontraban formando puentes entre algunas regiones.

Un ejemplo de esto es en la zona del estrecho de Bering, entre Alaska y Rusia. Hoy en día se
encuentra ocupado por un canal de agua que comunica al océano Pacífico y al océano Ártico, pero
durante esta época formaba un puente entre ambos continentes.

Otro ejemplo muy representativo son Nueva Guinea y Australia, que se encontraban conectadas a
través de un puente de tierra, el cual ahora se encuentra sumergido bajo las aguas del océano
Pacífico en un lugar conocido como el Estrecho de Torres.

Lo que si ha variado de manera significativa desde que inició el Holoceno ha sido el nivel del mar.
Durante esta época se ha registrado un incremento importante en su nivel, siendo la causa principal
el deshielo del casquete polar y de algunos glaciares.

En este sentido, el descongelamiento no fue un proceso paulatino, sino que hubo períodos en los
que el deshielo alcanzó ciertos picos, ocasionando que se incrementara abruptamente el nivel del
mar.

Tomando en cuenta esto, se concluye que el nivel del mar ha aumentado un total de 35 metros
desde que inició esta época. Desde hace aproximadamente unos 3500 años este ritmo se ralentizó.
Sin embargo, en los últimos 25 años ha vuelto a incrementarse a aproximadamente 3mm por año.

Este reciente incremento se debe a lo que se conoce como efecto invernadero, el cual ha ocasionado
que por la acción de algunos gases se incremente la temperatura del planeta.

Clima:

Las temperaturas durante el Holoceno son bastante más suaves que las de épocas anteriores.
Muchos especialistas en el área coinciden en afirmar que se trata de una época interglaciar, ya que
inició al finalizar un evento de enfriamiento significativo. No descartan la posibilidad de que en unos
millones de años se desencadene otra glaciación.

Durante esta época se produjo un evento climático conocido como “óptimo climático del
Holoceno”.

Óptimo climático del Holoceno

Se trata de un período en el que las temperaturas del planeta fueron bastante cálidas. El promedio
de aumento de la temperatura fue de entre 4°C y 9 °C aproximadamente. Según los especialistas,
este período de tiempo tuvo sus inicios en el 6000 a.C. y se extendió hasta el 2500 a.C.

Durante este proceso, el calentamiento del planeta no fue uniforme, ya que mientras que algunas
regiones experimentaron un incremento en sus temperaturas medias, otras experimentaron una
disminución de las mismas. Las tierras que sufrieron un enfriamiento fueron las que se encontraban
localizadas más hacia el sur.

Asimismo, en ciertas regiones que habían sido desérticas desde siempre, comenzaron a aumentar
las precipitaciones. Un ejemplo muy representativo de esto es la parte oeste del continente
africano.
Enfriamiento posterior

Una vez culminado el óptimo climático del Holoceno, las temperaturas ambientales comenzaron a
descender paulatinamente, aunque ha habido períodos en los que pareció haber una recuperación
de las temperaturas, tal como ocurrió durante la Edad Media.

Pequeña Edad de Hielo

Fue un período que se extendió desde el siglo XIV hasta el siglo XIX. Consistió en una época en la
que las temperaturas ambientales descendieron significativamente, afectando principalmente al
hemisferio norte del planeta.

Sus causas aún no se encuentran esclarecidas del todo, sin embargo, las que han cobrado mayor
fuerza son dos:

En primer lugar, se habla de un descenso de la actividad solar, así como también un incremento de
la actividad volcánica a nivel ecuatorial. Esto último trajo como consecuencia una emisión de gases
que ocasionaron un oscurecimiento de la atmósfera con las cenizas, imposibilitando el paso de los
rayos solares.

Finalmente, al finalizar el siglo XIX comenzó a remitir esta pequeña edad de hielo. Muchos creen
que es debido a la Revolución Industrial, gracias a la cual se instauraron una gran cantidad de
industrias que comenzaron a emitir gases hacia la atmósfera. Estos gases pudieron intervenir en el
aumento paulatino de las temperaturas, lo cual se ha mantenido hasta la actualidad.

Flora:

El desarrollo de la vida durante la época del Holoceno no ha sufrido muchas modificaciones desde
el punto de vista evolutivo. Uno de los aspectos que ha llamado más la atención de los especialistas
es la marcada tendencia a desaparecer de especies de animales y vegetales.

La época del Holoceno se extiende hasta la actualidad, de manera que las plantas que han existido
durante este tiempo son bastante conocidas.

Las plantas con mayor distribución en el planeta son las angiospermas, mejor conocidas como
plantas con semilla protegida. Asimismo, en las regiones del trópico, cercanas al ecuador, se aprecia
la prevalencia de selvas húmedas, con abundantes plantas y una gran biodiversidad. La selva más
importante del planeta es la amazónica, ya que provee una gran cantidad del oxígeno que se respira
en todo el planeta.

Asimismo, en las áreas cercanas a los polos la vegetación cambia. Las plantas frondosas y húmedas
de la selva quedan atrás para dar paso a otro tipo de árboles. como los bosques de pinos, adaptados
a las bajas temperaturas. En los polos, lo más cercano que hay a plantas son pequeños líquenes.

Asimismo, hay plantas que se han especializado para soportar ambientes de elevadas temperaturas
y poca disponibilidad de agua, que se ubican en regiones desérticas como el Sahara en África,
Atacama en Chile o El Gobi en Mongolia.
Es importante destacar que, por acción de la actividad humana, los bosques y selvas se han visto
afectados, principalmente por la industrialización y la expansión de comunidades, lo cual ha ido
restando terreno a las áreas verdes, tan importantes para el mantenimiento de la vida en el planeta.

Fauna:

Los animales tampoco han variado mucho durante el Holoceno. Los que han logrado mantenerse a
lo largo del tiempo no han experimentado cambio o evolución alguna.

Lo que se ha acentuado y prolongado en el tiempo es la extinción de especies de animales, tanto


terrestres como marítimos. Por supuesto, esto ha sucedido por la acción del ser humano, el cual en
su afán de conquistar el planeta ha puesto en peligro tanto a plantas como animales.

Entre los animales que existieron en los inicios del Holoceno y que lamentablemente se
extinguieron, se pueden mencionar: Mamuts, Dodo, Moa

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