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TRABAJO DE RELIGION

VIDA DE ISAAC

PRESENTADO POR:

MARIA FERNANDA CADAVID PAYARES

MELISSA CARABALLO CAREY

MARIANA RAMIREZ GARCIA

DAILY GISSELA VANEGAS MENDOZA

MARIANA TORRE RICAUTE

PRESENTADO A:

LIC. EDWIN TRES PALACIOS

GRADO:

7-01

INSTITUCION EDUCATIVA SAN MATEO

MAGANGUE – BOLIVAR

2019
TABLA DE CONTENIDO

Pag.

INTRODUCCION-------------------------------------------------------------------------- 1

OBJETIVO GENERAL------------------------------------------------------------------- 2

OBJETIVOS ESPECIFICOS----------------------------------------------------------- 2

VIDA DE ISAAC--------------------------------------------------------------------------- 3

CLONCLUSION--------------------------------------------------------------------------- 9

BIBLIOGRAFIA---------------------------------------------------------------------------- 10

ANEXOS----------------------------------------------------------------------------------- 11
INTRODUCCION

La Biblia relata la historia de los israelitas como un ejemplo para que nosotros seamos
edificados. Dios escogió a los israelitas para que fueran Su pueblo, y también escogió
un pueblo de entre los gentiles con el mismo propósito. La Biblia dice que nosotros
somos conciudadanos y miembros de la familia de Dios y que somos los verdaderos
judíos. Por lo tanto, la historia de los israelitas es un modelo para nosotros.

La Biblia nos muestra que el pueblo de Dios tuvo dos comienzos. En primer lugar,
comenzó con Abraham porque la elección y el llamamiento de Dios se iniciaron con él,
y comenzó también como la nación de Israel. Dios les dijo a los israelitas que serían Su
pueblo de entre todas las naciones. Ellos llegarían a ser un reino de sacerdotes y una
nación santa.

De manera que Abraham fue un comienzo específico del pueblo de Dios, e igualmente
lo fue la nación de Israel. En medio de estos dos comienzos, Dios obtuvo tres personas:
Abraham, Isaac y Jacob. Primero Abraham, luego Isaac y luego Jacob, y más adelante,
Israel como nación. Desde entonces, la nación de Israel se convirtió en el pueblo de
Dios, y Dios tenía un pueblo que le pertenecía. Podemos, entonces, decir que
Abraham, Isaac y Jacob son los cimientos de la nación de Israel. Sin Abraham, Isaac y
Jacob no existiría la nación de Israel y, por ende, tampoco existiría el pueblo de Dios,
pues éste es formado mediante las experiencias de Abraham, Isaac y Jacob.

Es interesante notar que Dios dijo: “Yo soy el... Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios
de Jacob” El dijo esto en el Antiguo Testamento, y el Señor Jesús se refirió a esta cita
en el Nuevo. El título “el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob” se cita
en los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. Además, el Señor Jesús dijo que veremos
a Abraham, a Isaac y a Jacob en el reino de Dios y que “vendrán muchos del oriente y
del occidente, y se reclinarán a la mesa con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los
cielos

Patriarca bíblico, hijo de Abraham y de Sara. Nació hacia el año 1896 a.C., cuando su
padre contaba cien años y su madre noventa. De acuerdo con la Biblia, Dios exigió que
Abraham sacrificase a su hijo Isaac, petición a la que accedió, si bien en su lugar lo
sería finalmente un carnero. Con tal relato, centrado en la región de Moria, se quería
rechazar los sacrificios humanos practicados por los cananeos, como no queridos por
Dios. La vida de Isaac se desenvolvió en un ambiente sedentario, pues se dedicó a la
agricultura y a la ganadería, actividad con la que incluso llegó a ser rico. Casó con
Rebeca, hija del arameo Betuel, y tuvo dos hijos, Esaú y Jacob, que le causaron
muchas penas (episodio de la venta de la primogenitura). Isaac, fue enterrado en
Majpelá. De hecho, bajo el prisma bíblico, el patriarca Isaac es una figura poco
destacada, de transición entre Abraham y Jacob.
OBJETIVO GENERAL

Reconocer la importancia que tuvo la vida de Isaac, mediante la investigación, para


comprender la formación de la nación que hoy conocemos como Israel pueblo de Dios.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

 Describir la vida de Isaac

 Analizar cada una las etapas durante la vida de Isaac

 Ilustrar imágenes cada una de las etapas durante la vida de Isaac


VIDA DE ISAAC

El único hijo de Abrahán y de su esposa Sara. Por lo tanto, un eslabón fundamental en


la línea de descendencia que conducía a Cristo. Isaac fue destetado aproximadamente
a los cinco años, y estuvo a punto de ser ofrecido en sacrificio quizás cuando tenía
veinticinco; se casó a los cuarenta años, llegó a ser padre de hijos gemelos a los
sesenta y murió cuando contaba ciento ochenta años.

El nacimiento de Isaac ocurrió en circunstancias excepcionales. Tanto su padre como


su madre eran muy ancianos, y hacía mucho tiempo que le había cesado la
menstruación a su madre. Por lo tanto, cuando Dios le dijo a Abrahán que Sara daría a
luz un hijo, él se rió ante esa perspectiva, y dijo: “¿A un hombre de cien años de edad le
nacerá un hijo, y Sara, sí, una mujer de noventa años de edad, dará a luz?”. Cuando
Sara supo lo que iba a ocurrir, también se rió. Al año siguiente, “al tiempo señalado”,
nació el niño, demostrando que ninguna cosa es “demasiado extraordinaria para
Jehová”. Sara exclamó: “Dios me ha preparado risa”, y añadió: “Todo el que oiga de ello
se reirá de mí”. Por consiguiente, en atención a lo que Jehová había dicho, se llamó al
muchacho Isaac, que significa “Risa”.

Siendo de la casa de Abrahán y heredero de las promesas, Isaac fue circuncidado al


octavo día, como era preceptivo.
EDAD TENÍA ISAAC CUANDO FUE DESTETADO

El día que Isaac fue destetado, Abrahán preparó una gran fiesta, y parece ser que en
esa ocasión Sara se dio cuenta de que Ismael “se burlaba” de su medio hermano más
joven, Isaac. Algunas traducciones dicen que Ismael solo estaba “jugando” con Isaac,
es decir, en el sentido de un juego de niños. Sin embargo, la palabra
hebrea tsa·jáq también puede tener una connotación ofensiva. Por ello, en otros textos
donde aparece esta misma palabra esas versiones la traducen “bromear”, “reírse de”,
“burlarse” y “abusar”.

En algunos targumes, así como en la Peshitta siriaca, la referencia al comportamiento


de Ismael que aparece en Génesis 21:9 tiene el sentido de “mofa”. El Commentary de
Cook señala respecto a tsa·jáq: “En este pasaje probablemente signifique ‘risa
burlesca’, como por lo general se ha venido creyendo. Así como Abrahán rió de alegría
y Sara de incredulidad, la risa de Ismael dio a entender burla, probablemente alentada
por un espíritu perseguidor y tiránico”. El apóstol inspirado Pablo clarifica el asunto
mostrando que el trato de Ismael a Isaac fue aflicción, persecución, no un juego de
niños. En vista de la insistencia de Sara, registrada en el siguiente versículo (Gé 21:10)
—“El hijo de esta esclava no va a ser heredero con mi hijo, con Isaac”—, ciertos
comentaristas opinan que Ismael (catorce años mayor que Isaac) quizás disputaba y
escarnecía a Isaac con respecto al derecho de heredero.

Jehová le había dicho a Abrahán que, como residentes forasteros, su descendencia


sería afligida por cuatrocientos años, aflicción que finalizó con la liberación de Israel de
Egipto en el año 1513 a. E.C. Cuatrocientos años atrás llevarían a 1913 a. E.C., cuando
debió empezar esa aflicción. Por consiguiente, esto también apunta a 1913 como el año
en que se destetó a Isaac, puesto que el relato sitúa en el mismo tiempo los dos
acontecimientos, el destete y el maltrato de Ismael. Esto significa que Isaac tenía unos
cinco años cuando se le destetó, pues había nacido en el año 1918 a. E.C. Dicho sea
de paso, su nacimiento marcó el principio de los cuatrocientos cincuenta años
mencionados en Hechos 13:17-20, período que finalizó en 1467 a. E.C., cuando
concluyó la campaña de Josué en Canaán y la tierra se distribuyó entre las diversas
tribus. Actualmente, cuando tantas mujeres en el mundo occidental rehúsan amamantar
a sus hijos o solo los amamantan entre seis y nueve meses, un período de cinco años
puede parecer inconcebiblemente largo. Pero el Dr. D. B. Jelliffe informa que en
muchas partes del mundo no se desteta a los niños hasta que tienen un año y medio o
dos años, y en Arabia es costumbre que una madre amamante a sus hijos entre trece y
treinta y dos meses. Hablando desde un punto de vista médico, la lactancia puede
continuar hasta por algunos meses después del siguiente embarazo.

En la Europa medieval, la edad promedio para el destete era los dos años, y en el
tiempo de los macabeos (siglos I y II a. E.C.) las mujeres amamantaban a sus hijos
durante tres años. (2 Macabeos 7:27.) Hace cuatro mil años, cuando las personas
vivían una vida sin prisas y no existía la presión del día moderno ni la necesidad de
intentar hacer mucho durante una vida reducida, es fácil entender por qué Sara pudo
haber amamantado a Isaac durante cinco años. Además, era su único hijo después de
muchos años de esterilidad.

DISPUESTO A SER SACRIFICADO


Después que se destetó a Isaac, no se dice nada más acerca de su niñez. La próxima
vez que llegamos a saber de él es cuando Dios le dijo a su padre Abrahán: “Toma, por
favor, a tu hijo, a tu hijo único a quien amas tanto, a Isaac, y haz un viaje a la tierra de
Moria, y allí ofrécelo como ofrenda quemada”.

Cuando llegaron al lugar, levantaron un altar y colocaron la leña. Luego Isaac fue atado
de pies y manos y puesto sobre la leña. Abrahán alzó el cuchillo, pero el ángel de
Jehová le detuvo la mano. Abrahán no se había equivocado al poner su fe en Jehová:
Dios le proveyó un carnero, que encontraron prendido en un matorral de la montaña y
que podía ofrecer como ofrenda quemada en lugar de Isaac Así pues, Abrahán estimó
“que Dios podía levantarlo hasta de entre los muertos”, y, “a manera de ilustración”,
recibió a Isaac de entre los muertos.

Este episodio dramático no solo demostró la fe y obediencia de Abrahán, sino también


la de su hijo Isaac. Según la tradición judía que Josefo registró, Isaac tenía veinticinco
años de edad para ese tiempo. Sea como fuere, tenía suficiente edad y fuerza como
para transportar una cantidad considerable de leña subiendo una montaña. De modo
que si hubiese decidido rebelarse contra los mandatos de Jehová, podía haber resistido
a su padre, que ya contaba ciento veinticinco años de edad, cuando llegó el momento
de que le atara. Pero Isaac fue sumiso y permitió que se le ofreciese como sacrificio en
armonía con la voluntad de Dios. Debido a esta demostración de fe de Abrahán, Jehová
repitió y amplió el pacto que había hecho con él, pacto que después de su muerte
revalidó con su hijo Isaac.

Más importante aún, allí se representó un gran cuadro profético de cómo Cristo Jesús,
el Isaac Mayor, a su debido tiempo ofrecería voluntariamente su vida humana como
Cordero de Dios para la salvación de la humanidad.

MATRIMINIO Y FAMILIA

Después de la muerte de la madre de Isaac, su padre llegó a la conclusión de que era


el momento de que su hijo se casara. Sin embargo, Abrahán estaba resuelto a que
no fuese con una cananea pagana. Por lo tanto, de acuerdo con las costumbres de la
sociedad patriarcal, envió a su fiel sirviente a los parientes que vivían en Mesopotamia
con el fin de escoger una mujer de origen semita que también adorase a Jehová, el
Dios de Abrahán.
La misión no pudo menos que tener éxito, puesto que desde el mismo principio la
selección se colocó en las manos de Jehová. La escogida por Jehová resultó ser
Rebeca, la prima de Isaac, quien dejó voluntariamente a su familia y demás parientes
para regresar con la caravana a la tierra del Négueb, donde vivía Isaac. El relato cuenta
del primer encuentro de Isaac y Rebeca, y pasa a decir: “Después Isaac la introdujo en
la tienda de Sara su madre. Así tomó a Rebeca, y ella llegó a ser su esposa; y él se
enamoró de ella, e Isaac halló consuelo después de la pérdida de su madre”. Isaac
tenía cuarenta años, así que el matrimonio se celebró en 1878 a. E.C.
La historia de Isaac nos revela que Rebeca fue estéril durante veinte años. Esto le
proporcionó a Isaac la oportunidad de demostrar, al igual que su padre, la fe que tenía
en la promesa de Jehová de bendecir a todas las familias de la Tierra por medio de una
descendencia que todavía no había nacido, fe que demostró rogando continuamente a
Jehová que le diera un hijo.
Como sucedió en su propio caso, de nuevo se vio que la descendencia prometida
no vendría por medio del curso natural de los acontecimientos, sino solo mediante la
intervención de Jehová con su poder. Finalmente, en el año 1858 a. E.C., cuando Isaac
tenía sesenta años, recibió la doble bendición de tener gemelos: Esaú y Jacob.
Debido a que hubo un hambre, Isaac trasladó a su familia a Guerar, en territorio filisteo,
ya que Dios le había dicho que no bajase a Egipto. En esta ocasión Jehová confirmó su
propósito de cumplir la promesa abrahámica por medio de Isaac, al decirle también:
“Ciertamente multiplicaré tu descendencia como las estrellas de los cielos y
verdaderamente daré a tu descendencia todas estas tierras; y por medio de tu
descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra”.
En este territorio filisteo, no demasiado amigable, Isaac, al igual que su padre Abrahán,
se valió de la estrategia al decir que su esposa era su hermana. Después de un tiempo,
la bendición de Jehová sobre Isaac llegó a ser fuente de envidia para los filisteos, por lo
que se le hizo necesario trasladarse primero al valle torrencial de Guerar, y luego a
Beer-seba, en el límite de la árida región del Négueb. Mientras estaba allí, los filisteos,
anteriormente hostiles, fueron buscando “un juramento de obligación” o un tratado de
paz con Isaac, puesto que, como reconocieron, “tú ahora eres el bendito de Jehová”.
Los hombres de Isaac hallaron agua en ese lugar, e Isaac lo llamó Sibá. “Por eso el
nombre de la ciudad es Beer-seba [que significa “Pozo del Juramento”, o: “Pozo de
Siete”], hasta el día de hoy.
Isaac siempre le había tenido cariño a su hijo Esaú debido a que le gustaba vivir al aire
libre, era un hombre de campo y amante de la caza, y eso para Isaac “significaba caza
en su boca”. Por lo tanto, cuando ya le fallaba la vista y se daba cuenta de que no le
quedaba mucho tiempo de vida, se preparó para dar a Esaú la bendición reservada al
primogénito. No se sabe si ignoraba que Esaú había vendido su primogenitura a su
hermano Jacob y si no recordaba el decreto que Dios había dado al nacer los dos
muchachos: “El mayor servirá al menor”. En cualquier caso, Jehová sí lo recordaba, y
Rebeca también, por lo que ella rápidamente dispuso las cosas para que Jacob
recibiese la bendición. Cuando Isaac se enteró de la treta que se había llevado a cabo,
rehusó cambiar lo que sin duda era la voluntad de Jehová en este asunto. También
profetizó que Esaú y sus descendientes residirían lejos de los campos fértiles, vivirían
por la espada y finalmente romperían de sobre sus cuellos el yugo de servidumbre a
Jacob.

Después Isaac envió a Jacob a Padán-aram para asegurarse de que no se casase con
una cananea, como había hecho su hermano Esaú lo que había causado mucha
vejación a sus padres. Cuando Jacob regresó muchos años más tarde, Isaac residía en
Quiryat-arbá, es decir, Hebrón, en la región montañosa. En 1738 a. E.C., el año antes
de que su nieto José fuese nombrado primer ministro de Egipto, murió Isaac a la edad
de ciento ochenta años, “viejo y satisfecho de días”. Se le enterró en la misma cueva de
Macpelá donde habían sido enterrados sus padres y su esposa, y donde más tarde se
enterró a su hijo Jacob.
CONCLUSION

Isaac Patriarca bíblico, hijo de Abraham y de Sara. Nació hacia el año 1896 a.C., cuando
su padre contaba cien años y su madre noventa. De acuerdo con la Biblia, Dios exigió
que Abraham sacrificase a su hijo Isaac, petición a la que accedió, si bien en su lugar lo
sería finalmente un carnero. Con tal relato, centrado en la región de Moria, se quería
rechazar los sacrificios humanos practicados por los cananeos, como no queridos por
Dios. La vida de Isaac se desenvolvió en un ambiente sedentario, pues se dedicó a la
agricultura y a la ganadería, actividad con la que incluso llegó a ser rico. Casó con
Rebeca, hija del arameo Betuel, y tuvo dos hijos, Esaú y Jacob, que le causaron muchas
penas (episodio de la venta de la primogenitura). Isaac, fue enterrado en Majpelá. De
hecho, bajo el prisma bíblico, el patriarca Isaac es una figura poco destacada, de
transición entre Abraham y Jacob.
BIBLIOGRAFIA

https://es.scribd.com/doc/23215942/Abraham-Resumen-Jacob-e-Isaac

https://html.rincondelvago.com/abraham-isaac-jacob-y-los-hijos-de-jacob.html

https://media.ldscdn.org/pdf/lds-scriptures/holy-bible/holy-bible-spa.pdf

https://www.bible.com/es/bible/753/GEN.22.5-13.NBV
ANEXO

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