TEMA:
PLANTAS POTABILIZADORAS
PRESENTADO POR:
AGUILAR HERNÁNDEZ EDUARDO DE JESUS
LÓPEZ SÁENZ DANIELA REGINA
PÉREZ MEDELLÍN MARCOS EDUARDO
RAMÍREZ HUERTA ANGIE YEMIMA
JOCELYN ABIGAIL ZUÑIGA MUÑOZ
ASIGNATURA:
ABASTECIIMIENTO DE AGUA
INGENIERO:
TÓMAS TORRES ZAPATA
El agua es el recurso más preciado del que disponemos los seres humanos ya que sin ella no
podríamos subsistir, pero también es un recurso limitado. Por ello, cada vez es más necesario
recurrir a métodos o sistemas que nos permitan obtener agua potable, es decir, apta para su
consumo. De aquí surge la importancia de las plantas potabilizadoras, que son estructuras
creadas para captar el agua de los ríos o lagos y procesarla hasta convertirla en agua potable.
Plantas potabilizadoras
Se denomina estación de tratamiento de agua potable (frecuentemente abreviado como
ETAP), o estación potabilizadora de agua (EPA), al conjunto de estructuras en las que se
trata el agua de manera que se vuelva apta para el consumo humano. Existen diferentes
tecnologías para potabilizar el agua, pero todas deben cumplir los mismos principios:
Combinación de barreras múltiples (diferentes etapas del proceso de
potabilización) para alcanzar bajas condiciones de riesgo.
Tratamiento integrado para producir el efecto esperado.
Tratamiento por objetivo (cada etapa del tratamiento tiene una meta específica
relacionada con algún tipo de contaminante).
Si no se cuenta con un volumen de almacenamiento de agua potabilizada, la capacidad de la
planta debe ser mayor que la demanda máxima diaria en el periodo de diseño. Además, una
planta de tratamiento debe operar continuamente, aun con alguno de sus componentes en
mantenimiento; por eso es necesario como mínimo dos unidades para cada proceso de la
planta.
Procesos de potabilización:
1. Aireación
La aireación es un método para purificar el agua. Mediante un proceso por el cual se lleva al
agua a un contacto íntimo con el aire. Con esto se logra:
Aumento del contenido de oxígeno. Reducción del contenido de CO2.
La remoción del metano, sulfuro de hidrogeno y otros compuestos orgánicos volátiles
responsables de conferirle al agua olor y sabor. Con esto se logra buena agua potable.
El proceso de aireación se utiliza para mezclar, hacer circular o disolver aire dentro de un
líquido u otra sustancia.
Clasificación de los sistemas de aireación.
Se les puede clasificar en:
Aireadores Superficiales.
Los aireadores superficiales empujan el agua desde debajo de la superficie del agua hacia
arriba, lo que produce su contacto con el aire, y luego las gotas caen por gravedad y regresan
al agua, mezclándose con oxígeno. Los chorros de agua rompen la superficie con diversos
grados de fuerza
Los aireadores superficiales más empleados en los sistemas de lagunas aireadas son los
mecánicos y los del tipo cañón.
Aireadores Mecánicos:
Los aireadores mecánicos constituyen el equipo más simple para sistemas de aireación y son
fabricados de 1 a 100 HP de capacidad. Poseen una propela o impulsor conectado a un motor
mediante una flecha, y todo esto se monta en una estructura fija de concreto o en flotadores
de acero inoxidable o fibra de vidrio rellenos con poliuretano.
Se consigue utilizando la energía mecánica para provocar la ruptura del agua en gotas. El
aumento de la transferencia del oxígeno, se logra por incremento en el área de la interface
aire-agua. Los aireadores mecánicos pueden ser: de eje vertical y horizontal.
La aireación mecánica puede reducir la cantidad de productos químicos necesarios para tratar
un cuerpo de agua mediante el suministro de oxígeno que las bacterias necesitan para realizar
su trabajo.
Aireadores de turbina: Existen turbinas lentas con reductor de velocidad y turbinas
rápidas con toma directa del motor.
Aireadores por gravedad: Utilizan la energía liberada cuando el agua pierde altitud al
aumentar el área superficial aire-agua, se incrementa la concentración de oxígeno en el agua.
Estos son ampliamente usados en acuicultura, debido a que son de fácil diseño y económicos.
Aireadores de Cascada: En este tipo de aireadores, el agua se deja caer, en láminas
o capas delgadas, sobre uno o más escalones de concreto. El aireador de cascada se
diseña como una escalera; entre más grande sea el área horizontal, más completa es
la aireación.
Coagulantes utilizados
Los componentes son productos químicos que al adicionar al agua son capaces de producir
una reacción química con los componentes químicos del agua, especialmente con la
alcalinidad del agua para formar un precipitado voluminoso, muy absorbente, constituido
generalmente por el hidróxido metálico del coagulante que se está utilizando.
Los principales coagulantes utilizados para desestabilizar las partículas son:
A. Sulfato de Aluminio.
B. Aluminato de Sodio.
C. Cloruro de Aluminio.
D. Cloruro Férrico.
E. Sulfato Férrico.
F. Sulfato Ferroso.
G. Polielectrolitos (Como ayudantes de floculación).
Siendo los más utilizados las sales de Aluminio y de Hierro.
3. Floculación
La floculación es el proceso que sigue a la coagulación, que consiste en la agitación de la
masa coagulada que sirve para permitir el crecimiento y aglomeración de los flóculos recién
formados con la finalidad de aumentar el tamaño y peso necesarios para sedimentar con
facilidad.
Estos flóculos inicialmente pequeños, crean al juntarse aglomerados mayores que son
capaces de sedimentar.
La floculación tiene por objetivo favorecer con la ayuda de la mezcla lenta el contacto entre
las partículas desestabilizadas. Estas partículas se aglutinan para formar un floc que pueda
ser fácilmente eliminado por los procedimientos de decantación y filtración.
En la segunda etapa de la mezcla que corresponde a una mezcla lenta tiene por objeto permitir
los contactos entre los flóculos, la turbiedad y el color, la mezcla debe ser lo suficiente para
crear diferencias de velocidad del agua dentro de la unidad, pero no muy grande, ya que los
flóculos corren el riesgo de romperse; aún si el tiempo es no más del tiempo óptimo de
floculación.
La floculación es favorecida por el mezclado lento que permite juntar poco a poco los
flóculos; un mezclado demasiado intenso los rompe y raramente se vuelven a formar en su
tamaño y fuerza óptimos. La floculación no solo incrementa el tamaño de las partículas del
flóculo, sino que también aumenta su peso.
Tipos de floculación
Existen 2 tipos de floculación:
I. Floculación Pericinética
Está producido por el movimiento natural de las moléculas del agua y esta inducida por la
energía térmica, este movimiento es conocido como el movimiento browniano.
II. Floculación Ortocinética
Se basa en las colisiones de las partículas debido al movimiento del agua, el que es inducido
por una energía exterior a la masa de agua y que puede ser de origen mecánico o hidráulico.
Después que el agua es coagulada es necesario que se produzca la aglomeración de los
microflóculos; para que esto suceda se produce primero la floculación Pericinética luego se
produce la floculación ortocinética.
Parámetros de floculación
A. Floculación Ortocinética (Se da por el grado de agitación proporcionada:
B. Mecánica o Hidráulica).
C. Gradiente de Velocidad (energía necesaria para producir la mezcla).
D. Número de colisiones (choque entre microflóculos).
E. Tiempo de retención (tiempo que permanece el agua en la unidad de
F. floculación).
G. Densidad y tamaño de floc.
H. Volumen de lodos (los flóculos formados no deben sedimentar en las unidades
I. de floculación).
4. Sedimentación
En el decantador se separa por gravedad las partículas en suspensión que transporta el agua.
Los sedimentos nocivos más densos se quedan en el fondo, donde se eliminan y los menos
densos continúan disueltos en el agua decantada.
La sedimentación o decantación consiste en la separación, por la acción de la gravedad de
las partículas suspendidas cuyo peso específico es mayor que el del agua y no pueden
retenerse en las unidades de pretratamiento, por su finura o densidad, ni pueden separarse por
flotación. Es utilizada para remover sólidos sedimentables y material flotante, así como
separar los sólidos orgánicos e inorgánicos (decantación primaria), o también en separar la
biomasa y los sólidos suspendidos del efluente tratado en los procesos biológicos
(decantación secundaria).
La sedimentación en el agua potable, está basada en la ley de Stokes que menciona que las
partículas de mayor diámetro y/o mayor peso específico que el líquido son más fáciles de
sedimentar, así también una menor viscosidad del líquido logra una mejor sedimentación.
Tipos de sedimentación:
I. Sedimentación discreta o granular: En la sedimentación discreta o granular, las
partículas sedimentan como unidades individuales con velocidad de caída
constante y sin interacción unas de otras, su naturaleza no cambia durante el
proceso. Un ejemplo es la deposición de la arena en los desarenadores.
II. Sedimentación difusa o floculenta: En la sedimentación difusa o floculenta,
las partículas se agregan, cambian su naturaleza (densidad y velocidad de
sedimentación, etc.), y al unirse aumentan de masa y sedimentan a mayor
velocidad. Un ejemplo es la precipitación que ocurre en los clarificadores o
decantadores primarios de la EDAR.
III. Sedimentación por zonas: La sedimentación por zonas ocurre cuando las fuerzas
entre partículas son suficientes para entorpecer la sedimentación, permaneciendo
en posiciones relativamente fijas. Las partículas forman una especie de manta que
precipita como una unidad. Esta sedimentación se presenta en los decantadores
secundarios de los procesos biológicos y en la sedimentación química.
Tanques de sedimentación
Los tanques de sedimentación y espesamiento son utilizados para separar las fracciones
líquida y sólida de los lodos fecales (LF). Fueron desarrollados inicialmente para el
tratamiento primario de aguas servidas y para la clarificación de las mismas, luego de su
tratamiento secundario. Funcionan bajo el mismo mecanismo que tanques sépticos. Los que
son para el tratamiento de los LF son tanques rectangulares, en los cuales los LF entran por
la parte superior de un extremo, la fracción líquida sale al otro extremo, los lodos asentados
se retienen en el fondo y la nata flota en la superficie (Figura 6.1). Durante su tiempo de
retención, las partículas más pesadas se asientan por efecto de la gravedad. Las partículas
más livianas, como aceites y grasas, en cambio, flotan hasta la superficie. Los sólidos son
recolectados desde el fondo y los líquidos salen más arriba
Tiempo de retención de tanques sedimentadores
Por lo general, los tanques de sedimentación primaria se proyectan para proporcionar un
tiempo de retención entre 1.5 a 2.5 horas para el caudal medio del agua residual. Los tanques
que proporcionan tiempos de retención menores (0.5 a 1 hr), con menor eliminación de
sólidos suspendidos, se usan en ocasiones como tratamiento primario previo a las unidades
de tratamiento biológico.
Tipos de tanques de sedimentación:
La mayoría de las plantas de tratamiento utilizan tanques de sedimentación de diseño
normalizado, rectangulares o circulares, con dispositivos mecánicos para la recolección y
desalojo de lodos.
El flujo horizontal predomina en los sedimentadores horizontales, a diferencia del flujo radial
que ocurre en sedimentadores circulares. Los sedimentadores rectangulares
el agua a filtrar debe tener baja turbidez y de valor estable; SS < 15 mg/L, Turbidez < 5 UFT
(turbidez < 50 mg/L de SiO2, el óptimo sería del orden de 10 mg/L de SiO2).
SiO2 = Oxido de silicio.
Si el agua que llega a la filtración lenta supera los valores de turbidez fijados o tiene altas
concentraciones de SS habría que utilizar procesos previos de decantación.
Ventajas de la filtración lenta:
Se obtiene un agua de calidad muy elevada. Se llega a reducir la contaminación
bacteriológica en tres órdenes de magnitud, que deja a un agua natural en magníficas
condiciones, sin utilizar reactivos o tratamientos químicos.
La construcción es fácil y con materiales sencillos. No se necesitan complementos
electromecánicos. El coste de construcción puede ser bajo.
La explotación y el mantenimiento es sencillo. Se puede utilizar mano de obra no
cualificada y el control del rendimiento del proceso es fácil de realizar a partir de la
medición de la turbidez.
Las pérdidas de agua son muy limitadas, no hay agua que deba rechazarse.
Filtración Rápida
En el proceso de filtración rápida el agua atraviesa el lecho filtrante a velocidades que pueden
oscilar entre 4 y 50 m/h. A estas velocidades apenas se forma biopelícula y los procesos
biológicos van a ser escasos y, si existen, se va a tratar de eliminarlos. Se busca hacer
funcionar todo el lecho del filtro. Los mecanismos de eliminación de partículas que van a
preponderar serán los físicos.
Ventajas de la filtración rápida:
Muy eficaz para eliminar la turbidez, generalmente <0.1-1 NTU (unidades de
turbidez)
Alta velocidad de filtración (4 000 – 12 000 litros por hora por metro cuadrado de
superficie)
Requiere de una pequeña superficie de terreno
Sin limitaciones con respecto a los niveles de turbidez inicial (siempre que el
coagulante o floculante esté disponible y se aplique correctamente)
El tiempo de limpieza (lavado a contracorriente) sólo lleva varios minutos y los filtros
pueden volver a ponerse en funcionamiento al instante
Puede tratar directamente el agua cruda, es decir, no se necesita un almacenamiento
preliminar
Desventajas
No es efectivo para eliminar bacterias, virus, fluoruro, arsénico, sales, olores y
materia orgánica (requiere tratamiento previo y posterior)
Alto costos de capital y de mantenimiento
Se requiere limpieza frecuente (lavado a contracorriente), tras un tiempo de
funcionamiento de entre 24 y 72 horas
Supervisión especializada esencial (por ejemplo, para el control de flujo y la
dosificación de desinfectante)
Requiere de alto aporte de energía
Tanto el agua para el lavado a contracorriente como el lodo necesitan de tratamiento
Se necesita un sistema de alcantarillado o estanques de estabilización
6. Desinfección
La desinfección del agua significa la extracción, desactivación o eliminación de los
microorganismos patógenos que existen en el agua. La destrucción y/o desactivación de los
microorganismos supone el final de la reproducción y crecimiento de esto microorganismos.
Si estos microorganismos no son eliminados el agua no es potable y es susceptible de causar
enfermedades. El agua potable no puede contener estos microorganismos.
La desinfección se logra mediante desinfectantes químicos y/o físicos. Estos agentes también
extraen contaminantes orgánicos del agua, que son nutrientes o cobijo para los
microorganismos. Los desinfectantes no solo deben matar a los microorganismos, sino que
deben además tener un efecto residual, que significa que se mantienen como agentes activos
en el agua después de la desinfección para prevenir el crecimiento de los microorganismos
en las tuberías provocando el re contaminación del agua.
Compuestos químicos para la desinfección del agua:
- Cloro (Cl2)
- Dióxido de Cloro (ClO2)
- Hipoclorito (OCl-)
- Ozono (O3)
- Halógenos: Bromo (Br2), Iodo (I)
- Cloruro de Bromo (BrCl)
- Metales: cobre (Cu2+), plata (Ag+)
- Permanganato potásico (KMnO4)
- Fenoles
- Alcoholes
- Jabones y detergentes
- Sales de amonio
- Peróxido de Hidrogeno
- Distintas ácidos y bases
Compuestos físicos para la desinfección del agua:
- Luz Ultravioleta (UV)
- Radiación electrónica
- Rayos Gamma
- Sonido
- Calor
Cloración
El tratamiento del agua por cloración permite eliminar de forma sencilla y poco costosa la
mayor parte de los microbios, las bacterias, los virus y los gérmenes responsables de
enfermedades como la disentería, las fiebres tifoideas y el cólera. No obstante, es incapaz de
destruir ciertos microorganismos parásitos patógenos. La cloración, por tanto, desinfecta el
agua, pero no la purifica por completo.
La cloración es un medio sencillo y eficaz para desinfectar el agua y hacerla potable. Consiste
en introducir productos clorados (pastillas de cloro, lejía, etc.) en el agua para matar los
microorganismos en ella contenidos. Normalmente, tras un tiempo de actuación de unos 30
minutos, el agua pasa a ser potable. Gracias al efecto remanente del cloro, continúa siéndolo
durante horas o días (en función de las condiciones de almacenamiento).
Dosis
Las PPM (partes por millón), dosificadas a un flujo de agua en una potabilizadora es de 2 a
4 PPM, es decir, de 2 a 4 mg/L. y si es agua residual de 7 a 10 PPM, este dato, es una
generalidad, afortunadamente, los equipos de dosificación de cloro en cualquiera de sus
presentaciones (solido, líquido y gas), son regulables y nos dan rangos de operación de 20 a
100% por lo que un cálculo general y porcentaje de protección para la elección del equipo
nos permitirá tener un equipo útil y, posteriormente, haremos la regulación o ajuste necesario
para determinar la cantidad exacta que requiere ese flujo de agua a desinfectar.
Para saber cuál es la dosis necesaria, hay que basarse en dos variables: los niveles de cloro
y el pH del agua (este último no se controla en los aljibes). La eficacia del cloro como
desinfectante disminuye al aumentar el PH por encima-de 8.0. Al aplicar a las aguas alcalinas
la dosis de cloro deberá ser aumentada hasta por lo menos 0.4 mg/l residual, a los pH de 8.0
a 10.0 y de 0.8 mg/l por encima de un pH de 10.0
La cantidad de cloro que consumen las sustancias reductoras y la materia orgánica se define
como demanda de cloro. Cuantitativamente representa la cantidad que se agrega menos la
que se conserva al término de la reacción (cloro residual) y se mide en mg/l. El tiempo de
reacción generalmente se fija en 10 minutos para agua potable y de 15 a 30 minutos para
agua residual.
En general y dependiendo de la cantidad de cloro que se dosifique, la reacción puede dar
origen a los siguientes resultados:
Que el cloro adicionado sea suficiente para oxidar las sustancias presentes en el agua
y no quede residual para actuar como desinfectante.
Que el cloro adicionado sea suficiente para reaccionar con los compuestos reductores
y la materia orgánica presente para formar compuestos orgánicos de cloro los cuales
tienen poca o ninguna acción desinfectante pudiendo, además, provocar sabores u
olores indeseables.
Que el cloro que se dosifique sea el suficiente para reaccionar con todas las sustancias
reductoras, la materia orgánica y quede, además, una cantidad que trabaje en agua
potable como cloro libre residual y lleve a efecto la desinfección del agua o, en agua
residual.