1. INTRODUCCIÓN
1
Tomaremos como definición operacional de dispositivo la articulada por Pawlowicz, Galante y otros:
“Los dispositivos nos permite distinguir formas identificables de estructurar prácticas, saberes
y disciplinas específicas están constituidos por una pluralidad de individuos, con uno o varios objetivos comunes, y
se despliegan en un tiempo determinado, un espacio dado, y con una inscripción institucional. Se implementan
para una cierta población e implican la utilización de diferentes formas de encuadre de trabajo, requisitos y normas
de funcionamiento, horarios, formas de contener, de escuchar y de orientar”. (Pawlowicz, Galante y otros 2011)
El campo2 de la atención por uso de drogas en Argentina -y de la salud mental en general- se
caracteriza por la heterogeneidad de abordajes en los dispositivos de atención donde se
entremezclan y superponen teorías, modelos de atención, especialistas, prácticas y formas de
representar el problema (Pawlowicz, Galante y otros 2011); (Stolkiner, Solitario 2007).
Tomamos dos concepciones que podemos pensar como antagónicas y que son representativas
de las tensiones en juego en dicho campo: modelo biomédico y modelo integral comunitario; la
primera, centrada en el abordaje desde la patología individual, identificada históricamente al
control social desde el derecho y la medicina, concibe al consumidor como enfermo que debe
rehabilitarse y se centra en la enfermedad como problema individual y unicausal. La segunda
aborda la problemática desde una perspectiva intersectorial y transdisciplinaria pensándola
como multicausal, teniendo en cuenta la comunidad y los procesos que en ella se desarrollan. A
partir de la sanción de la Ley Nacional de Salud Mental 26.657 (2010)3 y de la adhesión de
Argentina a tratados pactos y convenciones internacionales sobre el tema, se considera a las
adicciones dentro del campo de la salud mental, impulsando la implementación de prácticas de
prevención y promoción de salud mental con base en la comunidad.
El DIAT/Cepla “El Palomar” se organiza a partir de un esquema de cogestión entre el Municipio
de Ushuaia y la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina
(SEDRONAR) contando con los principios rectores de sus líneas de trabajo y aborda la
problemática de los consumos de drogas desde la promoción y prevención a través de un
abordaje integral.
Intentamos dar cuenta del proceso actual de la institución, contemplando el recorrido de un año
y medio desde su puesta en marcha abordando la problemática desde los servicios de
promoción, prevención y asistencia; contextualizando y referenciando el posicionamiento ético y
teórico que intenta responder a la lógica de las políticas planteadas por SEDRONAR y a la vez
de la Secretaria de Políticas Sociales, Sanitarias y Derechos Humanos de la Municipalidad de
Ushuaia; posicionamiento que implica una construcción colectiva continua y constante y no sin
dificultades. El trabajo se estructura de la siguiente manera: En una primera parte se detallan
las características generales del territorio fueguino, los consumos y las instituciones encargadas
de su abordaje. En el siguiente apartado se realiza un recorrido de los variados supuestos y
concepciones que hacen que el campo de la atención por uso de drogas y de la salud mental
en Argentina se caracterice por su heterogeneidad; a la vez que se fija un posicionamiento
desde la perspectiva de tratamiento integral. En una tercera parte se encuentra la descripción
2
Definimos campo como un espacio social de acción e influencia en el que confluyen relaciones sociales
determinadas
3
26.657, Ley Nacional de Salud Mental. Sancionada: 25/11/2010 - Promulgada: 02/12/2010 –
del dispositivo integral de abordaje territorial “El Palomar”, como así también la explicación del
proceso de re-significación del mismo. Luego se describe la experiencia del dispositivo como el
trabajo interinstitucional con la red local.
Para la conformación del trabajo de tipo exploratorio descriptivo se contó con la lectura y
análisis de documentos como: hojas de primer contacto (primera entrevista a cargo de un
profesional del equipo técnico); hojas de ruta (registro de intervenciones sobre situaciones
problemáticas); registro de reuniones semanales de equipo técnico; registro de reuniones
mensuales de equipo ampliadas; planificaciones de talleres y eventos especiales.
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Entendemos por cuestión un asunto problematizado cuya definición es producto de un proceso de interacción,
alianza y confrontación entre diversos actores ubicados en un sistema de poder que se posicionan frente a ésta
produciendo diversas denominaciones y definiciones del asunto (Oszlak y O´Donnell, 1995).
5
Según proyecciones elaboradas en base al Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010 (INDEC) se
estima que para el año 2015 habitaban la provincia 152.317 personas. Asimismo, cabe destacar que en la provincia
existen únicamente tres centros urbanos: Ushuaia (capital administrativa), Río Grande y Tolhuin.
6
Otro factor a tener en cuenta son las extremas condiciones climáticas de la provincia.
7
Según datos del Informe de Indicadores Básicos Argentina 2017, elaborado por la Dirección de Estadísticas e
Información de Salud, Ministerio de Salud de la Nación.
8
Según datos del Informe de Necesidades Básicas Insatisfechas del 2014 de la Dirección Nacional de Relaciones
Económicas con las Provincias (DINREP), Tierra del Fuego fue la provincia que más incrementó la cantidad de
hogares con NBI (28,9% de variación intercensal) seguida de Santa Cruz (23,5%).
Por último, nos interesa resaltar dos aspectos de su estructura poblacional que entendemos, se
encuentran vinculados con el abordaje de la problemática del consumo de drogas:
1. Como mencionan Hermida, Malizia y Van Aert (2013) para el año 2010, del total de
residentes, más de la mitad eran migrantes. Este aspecto dificulta las estrategias que
implican el acompañamiento familiar o la vinculación con otros familiares, reduciendo las
redes vinculares de los sujetos9.
2. Para el período 1993/2001, Tierra del Fuego era la provincia con el perfil demográfico
más joven del país (Carpinetti, 2003). Según datos del censo 2010, el 53% de la
población tiene entre 0 y 29 años, evidenciando el carácter joven de su estructura
poblacional. Este dato es significativo, ya que la franja etaria de la población a la que
está orientado el dispositivo es de 13 a 29 años.
9
De los 470 jóvenes que transitaron hasta la fecha por el DIAT, más de la mitad (241) no son nacidos en Tierra del
Fuego (51,30%).
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Es importante destacar que no se encuentran datos recientes desagregados por provincia más que los
identificados. El sexto estudio nacional a estudiantes de nivel medio 2014 realizado por el Observatorio Argentino de
Drogas carece del boletín correspondiente a la región Patagonia, mientras que el resto de las regiones dispone de
esos boletines.
Para la franja 18-24, el porcentaje de consumo de alcohol en el último mes en la provincia se
eleva al 70,1% mientras que la media nacional para dicha franja etaria desciende al 62%.
Los datos en relación al consumo de sustancias (particularmente de alcohol) por parte de los/as
adolescentes y jóvenes en la provincia se encuentran cercanos a la media nacional sin
demostrar una modalidad particular significativa.
En relación a las instituciones encargadas del abordaje de la problemática de los consumos de
drogas en la ciudad de Ushuaia, actualmente se encuentran en funcionamiento cuatro
diferenciándose en función de sus niveles de complejidad y umbrales de accesibilidad,
características de la población a la que están destinadas y su carácter público o privado. Estas
son: Centro de abordaje de las problemáticas del consumo de la ciudad de Ushuaia
(CAPCUsh); Servicio de Salud Mental - Hospital Regional Ushuaia; Comunidad Terapéutica
“Reencontrándonos”; Dispositivo Integral de Abordaje Territorial DIAT/Cepla “El Palomar” (ver
Anexo).
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Como veremos más adelante incluir a los/as usuarios de drogas y al consumo problemático de sustancias dentro
de los considerados padecimientos mentales se trata ya de una toma de posición .
distintos dispositivos de atención por uso de drogas el panorama es sumamente heterogéneo, con
variaciones en las que se entremezclan y superponen teorías, modelos de atención, especialistas,
prácticas y formas de representar el problema”. (Pawlowikz, Galante y otros Op. Cit.).
Las posibles acciones en salud mental conllevan una concepción de salud pública, un modelo
médico, una ideología y una filosofía implícitas (Stolkiner, 1987). De modo esquemático
podemos tomar por un lado el llamado modelo médico hegemónico o modelo biomédico y por
otro el llamado modelo integral comunitario. El primero, centrado en el saber médico,
identificado históricamente al control social desde el derecho y la medicina, concibe al
consumidor como enfermo–paciente y se centra en la enfermedad como problema individual,
con prácticas orientadas hacia la curación y a los factores biológicos; su paradigma es el “grupo
o factor de riesgo” y “sus intervenciones jerarquizan los aspectos psi (intra-psíquicos) y/o
biológicos por sobre posibles abordajes de las dimensiones socioculturales” (Pawlowikz,
Galante y otros Op. Cit.). Si en el modelo biomédico el paradigma es el de factor de riesgo, el
modelo integral acude al concepto de vulnerabilidad, “que busca visibilizar a grupos sociales e
individuos en situaciones de fragilidad social, política y/o jurídica, en la promoción, protección o garantía
de sus derechos de ciudadanía. Desde una perspectiva integral se deberá pensar al consumo de drogas
como un hecho complejo, contar con un abordaje que tenga en cuenta y trabaje con el contexto social
donde este se da, con respuestas creativas y flexibles que contemplen una mirada transdisciplinaria y
multisectorial, en la que converjan tanto las perspectivas económicas, sociales, psicológicas, culturales y
médicas de abordaje teórico y práctico, como las provenientes de experiencias y lecciones aprendidas
(Camarotti y Kornblit Op Cit.) buscando habilitar a los sujetos individuales y colectivos a
participar activamente en el proceso de desnaturalización y reconocimiento reflexivo de los
determinantes socioestructurales y de sus influencias sobre las prácticas. El modelo integral de
abordaje comunitario busca “construir un espacio de vinculación, encuentro y empoderamiento para
los grupos sociales – presenten o no una fuerte exclusión social– en donde sean ellos también los que
ofrezcan alternativas de respuestas posibles, ya sea motorizados por su propia iniciativa, o bien
sumándose al trabajo impulsado inicialmente a partir de un grupo de actores sociales (profesionales o
no)” (Camarotti y Kornblit Op. Cit.)
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26.934, Ley Nacional Plan Integral para el Abordaje de los Consumos Problemáticos. Sancionada: 30/04/2014 -
Promulgada: 28/05/2014
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“De ese modo, se otorga al tratamiento del uso problemático de drogas el mismo estatuto, incluyéndolo en el
campo de la salud mental. No es un tema satélite, ya que el nuevo marco normativo exige un profundo replanteo de
la representación del usuario de drogas al nominarlo como un sujeto de derecho. También obliga una lectura crítica
de los dispositivos de atención por uso de drogas... tomando relevancia la preocupación por que “no se criminalice el
uso de drogas, sino que sea el sector salud, en un trabajo intersectorial que involucre la articulación con políticas
sociales y educativas, el que principalmente dé cuenta de la respuesta del Estado a estas problemáticas. No se trata
solamente de que el sector salud sea el que recepte, como suele decirse, sino que activamente se gestione una
respuesta activa y eficaz a las problemáticas de salud vinculadas al uso drogas” (Pawlowikz y otros Op Cit.)
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A los fines del presente trabajo, nos interesa destacar dos hitos en la historia reciente del organismo que se dan en
el año 2014 como parte de un mismo movimiento que estableció las bases para el abordaje de la problemática a
partir de 2 aspectos fundamentales: 1). La multicausalidad y complejidad del fenómeno del consumo problemático de
drogas; 2). La integralidad en el abordaje, la promoción de la salud y la restitución de derechos.
Estos hitos son: 1). Mediante decreto N° 48/2014 de modificación del decreto N° 357/2002 parte de su organigrama
se modifica transfiriendo las funciones de análisis y control del narcotráfico del organismo al ámbito del Ministerio de
4.1 Políticas intersectoriales: Construyendo la cogestión
Es importante destacar que para la creación del dispositivo, la actual gestión municipal (2016-
2020) creó la Coordinación de Prevención de Consumos Problemáticos de Sustancias15, dando
lugar por primera vez a un área específica encargada del abordaje de los consumos.
Consideramos que el sostenimiento de la política pública por parte del municipio da cuenta del
estado actual de la cuestión de los consumos de drogas en el ámbito local en tanto asunto
problematizado cuya definición es resultado de un proceso social.
En términos operativos, el desarrollo de la cogestión implica tres aspectos fundamentales:
1. La delimitación de responsabilidades para el funcionamiento cotidiano del dispositivo
acordadas bajo convenio.
2. La construcción de una identidad que integre las dos instituciones a través de: A) La
vinculación y complementación de equipos con inscripciones institucionales distintas, proceso
que implica la construcción de una identidad de equipo que permita posicionar la referencia
del dispositivo por encima de las inscripciones institucionales de cada trabajador. B) El
desarrollo de estrategias de difusión que contemplen ambas inscripciones institucionales. C)
La integración de instrumentos de registro propios de cada nivel estatal.
3. El proceso de unificación de perspectivas y criterios para el abordaje de los consumos
de drogas a partir de las normativas que establecen las modalidades del abordaje.
Entendemos la cogestión como un proceso a partir del cual se traducen de manera orientada
los lineamientos organizacionales y de funcionamiento estipulados por la SEDRONAR -en tanto
organismo rector- para el DIAT/Cepla bajo los condicionamientos de los recursos disponibles
(materiales y simbólicos) que permiten interpretar y significar dichos lineamientos a partir de los
códigos locales y las posibilidades de acción que permite el marco de articulación con el
gobierno local de Ushuaia.
Seguridad de la Nación. Dicha modificación es sustancial ya que implicó un quiebre en parte de la historia de la
institución, definiendo con mayor precisión sus funciones y homogeneizando sus alcances. Cabe destacar que las
modificaciones al organismo se dan en el marco del proceso de reconfiguración del abordaje de la problemática que
habilitó la sanción de la Ley Nacional de Salud Mental N°26.657 sancionada en 2010 y reglamentada en 2013, como
también la sanción de la Ley N° 26.934 que da creación al Plan Integral para el Abordaje de los Consumos
Problemáticos, aunque esta última aún no se encuentra reglamentada. 2). Mediante resolución SEDRONAR Nº
76/14 se aprobó el convenio marco para la implementación del Programa de Abordaje Integral con el eje en la
problemática del consumo y las adicciones “Recuperar Inclusión” firmado con el Ministerio de Planificación Federal,
Inversión Pública y el Ministerio de Salud. En esta resolución se establecen como puntos fundamentales la
participación comunitaria y en especial de la juventud como pilares fundamentales para el abordaje de la
problemática.
15
En el año 2018, la coordinación fue jerarquizada transformándose en la actual Subsecretaría de Derechos
Humanos, Prevención y Juventudes.
4.2 El DIAT/Cepla en el barrio de las 245 viviendas: La re-significación del encuentro
El DIAT/Cepla se emplaza en el barrio 245 Viviendas, en lo que históricamente fue conocido
como el obrador del barrio, que se encontraba en desuso. Posteriormente, el obrador es
recuperado por algunos vecinos transformándose en el Club el Palomar en el que se
desarrollaban actividades deportivas y comunitarias. Asimismo, el espacio solía ser utilizado por
jóvenes como punto de encuentro para el consumo de alcohol y otras sustancias, hecho que
fue generando percepciones negativas por parte de los vecinos por lo que se encontraba
estigmatizado y considerado una zona peligrosa para pasar durante la noche.
Siguiendo la reseña de Raquel Borobia (2010), decimos que las representaciones en torno a los
espacios urbanos influyen en la apropiación de los mismos por los sujetos16. Podemos pensar
que a partir de la inauguración del DIAT/Cepla comienza un proceso de transformación y
resignificación del lugar, dado que se busca trabajar particularmente con esos/as adolescentes
y jóvenes, necesariamente pensándolo en términos de desestigmatización. El lugar vinculado a
las prácticas del consumo pasó a ser un espacio caracterizado por el despliegue de actividades
relacionadas a la promoción de la salud y el abordaje de los consumos de drogas. La mayoría
de los/as jóvenes y adolescentes que hoy participan activamente ya habitaban el lugar antes de
la creación del dispositivo, y en la actualidad continúan participando sosteniendo los acuerdos
mínimos para formar parte de las actividades; acuerdos que fueron diseñados junto a ellos/as
frente a situaciones que sucedieron dentro del espacio17. Se pretende lograr espacios de
construcción colectiva, en los cuales se establezcan y afiancen múltiples vínculos en el hacer
cotidiano, donde los/as adolescentes y jóvenes sean activos y participativos, reflexionando
sobre las experiencias que allí tienen lugar y logren ser críticos de las prácticas que realizan. En
este sentido, Barrault (2007) considera que el espacio “aparece como una manera de hacer a
los pensamientos desde el hacer cotidiano” favoreciendo la vivencia del encuentro, la
posibilidad de “hacer lugar”, de construir pertenencia. Espacio productor de subjetividad como
“condición posible permanente”. Por esto, es necesario en este nuevo espacio lograr la
confluencia de diferentes propuestas y el acompañamiento, lo que permitirá ir haciendo un
trabajo conjunto donde circule la palabra, se resignifique la cotidianidad y se apueste a la
construcción de identidad. En este sentido, se hace referencia a la vivencia del encuentro,
16
“Mariana Chávez, identifica los imaginarios urbanos según las representaciones de jóvenes y cómo esas
representaciones conducen a las prácticas de uso y apropiación de la ciudad. En la base de estos imaginarios
residen las variables socio-económica, de género, de ubicación, de residencia, trayectos y circuitos urbanos” Borobia
(2010).
17
Se trata de tres acuerdos que hacen a la convivencia dentro del espacio: 1)“si te inscribiste, copate con algún
taller”, 2) “acordate que no podes consumir acá y tampoco llegar en ese estado”, 3) “nos tratemos bien y respetemos
entre todos”.
posibilidad siempre presente que pone el eje en el reconocimiento de lo múltiple, lo ajeno, lo
distinto. La posibilidad de “hacer lugar”, de construir pertenencia18.
18
Los espacios de encuentro, refieren al desafío constante de construir con otras/os, no desde cualquier lugar ni, de
cualquier manera, sino en el permanente camino de hacer con otros un modo de pensar, hacer y sentir que se base
en la búsqueda de espacios “para cualquiera” no solo para algunos. Esto en el tránsito de lo inesperado, de los
bordes, de los resquicios. Con la movilidad, divergencia, y apertura a encontrar nuevos sentidos y prácticas
sostenidas en espacios de existencia, de reconocimiento desde la potencia y la transformación. (Barrault 2006).
modalidades de contratación, aún en los mismos roles y diferentes procedencias al momento
de ingresar a la institución. Estas y otras diferencias significativas hacen un agregado de
heterogeneidad más a los analizados en apartados anteriores.
El dispositivo está organizado a partir de las siguientes dimensiones que organizan la dinámica
cotidiana del espacio: dimensión cultural, deportiva, educativa, laboral y psico-socio-asistencial.
Esta última dimensión es transversal al resto y le imprime especificidad al espacio; sus
funciones son el diseño de estrategias de acompañamiento e intervención, brindar espacios de
consulta y orientación individuales. El equipo interdisciplinario compone esta dimensión y como
instrumento de aproximación diagnóstica utiliza la hoja de primer contacto (HPC)19.
Los dispositivos que se ofrecen para los/as adolescentes y jóvenes en este espacio son los
siguientes;
1. Salud mental comunitaria: Su objetivo es promover desde la integralidad de la política pública
acciones preventivas y promocionales en salud mental comunitaria, desarrollándose tanto en el
DIAT/Cepla como en las escuelas de la ciudad. Comprende cuatro modos de intervención: a)
familias 2.0: Ciclo de Charlas-Taller; dedicados a la reflexión y construcción colectiva,
posibilitando el debate interinstitucional entre familias, escuelas y Equipos Técnicos. b) atención
individual: asesoramientos, orientación: Entrevistas que surgen ante la demanda espontánea,
como así también a usuarios/as del DIAT/Cepla c) asesoramiento integral: se brinda a los/as
adolescentes y jóvenes un momento de primera escucha como un espacio de construcción de
la demanda a cargo del equipo interdisciplinario cuyo objetivo es la contextualización del pedido
de intervención a fin de propiciar la lectura integral de la problemática. d) mesas de trabajo y
capacitación: Surgen en virtud de visibilizar la necesidad de construir encuentros que posibiliten
la capacitación en herramientas ante problemáticas específicas que se presentan. 2. Mesas de
trabajo interinstitucionales: Se llevan adelante encuentros con profesionales de distintas áreas
de la salud, para trabajar sobre temáticas actuales y específicas y generar políticas públicas de
salud que posibiliten el bienestar de la comunidad a partir del trabajo en red entre las
instituciones tanto públicas como privadas de la ciudad. 3. Juntos somos barrio: Línea de
acción que busca replicar las lógicas preventivas en los territorios, transformando los centros
comunitarios municipales en espacios de referencia a través de talleres recreativos, culturales y
deportivos. 4. Abriendo puertas al mundo del trabajo: Específico para los/as adolescentes y
19
Instrumento que permite recabar información en el marco de una entrevista y que, a partir del recorrido de los/as
jóvenes, se va completando con mayor detalle. Esta entrevista es considerada como un momento de acercamiento,
construcción de referencia y establecimiento de condiciones para su participación, un momento en el que se
comenzará a entablar un vínculo con los/as jóvenes.
jóvenes que ya finalizaron o están finalizando el colegio secundario y se encuentran en la
búsqueda laboral. 5. Activa el verano y activa el invierno: Espacios desarrollados durante los
meses de vacaciones con características específicas orientadas a la promoción, prevención y
recreación.6. Tratamiento comunitario: Intervenciones donde se articulan con actores,
conceptos, acciones, prácticas y recursos organizados con el objetivo de promover el
mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades vinculadas con los procesos de
exclusión social y en particular relacionados a situaciones de consumos.
6. CONSIDERACIONES FINALES