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Soluciones a la contaminación

del agua
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Por Enrique Arriols. Actualizado: 27 mayo 2019

Uno de los mayores problemas a los que se enfrentará la


humanidad en las próximas décadas será la escasez de
agua potable debido al cambio climático, lo que aumentará
los períodos de sequías, así como a la alta tasa de
contaminación que están sufriendo muchas de las
principales fuentes de agua potable. Debido a esta
situación, cada vez se hace más urgente implementar
soluciones a la contaminación del agua, ya que se trata de
uno de los recursos naturales más importantes, ya que, de
hecho, la mayor parte de las actividades humanas
dependen de ella. Si quieres conocer algunas de las
medidas más importantes que hay que llevar a cabo para
proteger el agua sigue leyendo Ecología Verde y te lo
contamos las soluciones a la contaminación del agua.
También te puede interesar: Contaminación del suelo:
causas, consecuencias y soluciones
Índice
1. Contaminación del agua: causas
2. De dónde procede la contaminación del agua
3. Soluciones a la contaminación del agua

Contaminación del agua: causas


Lo primero que hay que tener en cuenta es que la
contaminación del agua puede proceder de muchos lugares
y tomar diversas formas. De este modo, la contaminación
del agua se puede dividir en dos grandes grupos, la
contaminación física y contaminación química:
 Contaminación física: cuando hablamos de
contaminación física estamos haciendo referencia
principalmente a la basura que se puede ver a simple
vista, como por ejemplo los plásticos que se consumen
habitualmente.
 Contaminación química: por otro lado, cuando se habla
de contaminación química, estamos haciendo referencia a
aquellos contaminantes que, estando presentes en el
agua, no se pueden ver a simple vista, pero que conllevan
que esa agua no pueda ser potable. En este sentido,
estamos hablando por ejemplo de pesticidas químicos, o
bacterias fecales, subproductos de la industria o, incluso,
el plástico en su tamaño más pequeño, los denominados
nanoplásticos.
De dónde procede la contaminación
del agua
Tanto si se trata de contaminación física como química, la
contaminación del agua procede siempre de la actividad
humana. En este sentido, no existe una diferenciación
considerable entre contaminación química o física. De
hecho, si pensamos en la contaminación que produce un
ciudadano medio, podemos pensar en la basura que
produce de forma diaria, que sería contaminación física; o
en el uso de productos de cosmética o higiene, que
liberaría en el agua agentes químicos contaminantes, lo
que conllevaría contaminación química del agua.
Así mismo, más allá de la contaminación producida por el
ciudadano medio, merecen una mención especial las
grandes empresas. Debido a que su volumen de actividad
es mucho mayor, el uso de agua que hacen también lo es,
y con él su nivel de contaminación. De hecho,
la agricultura y la industria son dos de los sectores que
más contaminan el agua junto con el del transporte. De
este modo, debido a que son actividades de las que no
podemos prescindir, es necesario reformular sus
actividades y su forma de trabajar para que se reduzca lo
más posible el impacto que tienen en el medio ambiente en
su conjunto y en los recursos hídricos en concreto.

Soluciones a la contaminación del


agua
Como es evidente, la única forma de solucionar el
problema de la contaminación del agua viene de dos lados:
no contaminarla y limpiar la que ya está contaminada. De
este modo, se puede evitar y minimizar la contaminación
que termina destruyendo tanto acuíferos como reservas
hídricas de otro tipo, por lo que se trata de una batalla que
debe librarse al mismo tiempo en todos los frentes. Algunas
de las acciones más importantes que se pueden llevar a
cabo al respecto son las siguientes:
Reducción de nutrientes y plaguicidas
químicos
Los fertilizantes y pesticidas químicos son dos de los
elementos que más contaminan el agua cuando se usan en
la agricultura intensiva. Estos productos químicos terminan
en la tierra y pasan a los acuíferos, lo que conlleva la
contaminación de una de las fuentes de agua más
importantes de las que disponemos. En su lugar, basta con
hacer uso de nutrientes y plaguicidas naturales, lo que
permite el desarrollo de una agricultura ecológica y
sostenible. Así mismo, en el caso de que no se pueda optar
plenamente por productos naturales, la mejor opción será
minimizar el daño de estos químicos prescindiendo al
menos de los más dañinos para los recursos hídricos.
Reducción y tratamiento de las aguas
residuales
Por otro lado, una de las principales fuentes de
contaminación del agua viene de que las aguas residuales
sean vertidas en ríos y mares sin tratar correctamente. Este
es uno de los mayores problemas que presenta la
contaminación del agua, ya que las aguas residuales
conllevan una alta contaminación física del agua (un buen
ejemplo son las toallitas de inodoro), así como una altísima
contaminación química derivada de todos los productos
químicos y biológicos que arrastran estas aguas consigo.
La mejor forma de reducir estas aguas residuales es hacer
un uso eficiente del agua, reducir lo más posible el uso de
productos químicos que puedan contaminarla y, lo más
importante de todo, que las Administraciones públicas
implementen las infraestructuras necesarias para que estas
aguas sean devueltas al medio ambiente habiendo sido
depuradas previamente. Estas son algunas estrategias
eficientes de captación de agua ambiental.
Reducir la deforestación
Uno de los elementos más importantes a la hora de reducir
la contaminación del agua es evitar los procesos
de deforestación. Esto se debe a que los bosques son
uno de los principales almacenes de agua, tanto a nivel
de atmósfera como de subsuelo. Al aumentar las masas
forestales se consigue mayor presencia de agua dulce en
estos entornos, lo que aumentan las reservas de agua de
los acuíferos. Además, los bosques actúan como
depuradores de muchos de los contaminantes que
vertemos al medio ambiente, por lo que su presencia ayuda
a contrarrestar la contaminación química en su conjunto.
Reducción del consumo de agua en
agricultura e industria
La agricultura y la industria son dos de las actividades
humanas que más agua consumen en su desarrollo.
Ambos sectores son fundamentales para la vida humana.
De este modo, como no se puede prescindir de ellos, lo
que hace falta es implementar acciones que aumenten la
eficiencia del uso de sus recursos, incluida el agua. En este
sentido, una buena opción es el uso de aguas grises
depuradas para la agricultura. Estas aguas no valen para el
consumo humano al no ser potables, pero sí que son útiles
a la hora de regar cultivos. En el caso de la industria,
maquinarias más eficientes, así como procesos que no
requieran del uso de tanta agua permiten reducir la
contaminación de la misma, ya que el volumen de agua
contaminada es menor. Así mismo, también es
fundamental que las aguas residuales de la industria sean
depuradas antes de ser devueltas al medio ambiente.
Implementación de transporte sostenible
Otro de los sectores que más contamina el agua es el
transporte. Un buen ejemplo de este problema lo tenemos
en la lluvia ácida presente en la mayoría de las ciudades,
cuya contaminación procede en su mayoría de la quema de
combustibles fósiles. Optando por versiones de transporte
sostenible, reducimos la contaminación que se vierte al
medio ambiente y que, de forma inevitable, acaba
contaminando el agua. En este sentido, la mejor opción
disponible es el transporte público, ya que minimiza la
contaminación al ser un transporte que da respuesta a
muchas personas al mismo tiempo.
Reducción de las basuras
Por otro lado, no debemos olvidarnos de las basuras que
se producen diariamente tanto en los trabajos como en los
hogares. En este sentido, optar por productos con pocos
envoltorios, así como llevar a cabo una correcta
clasificación y reciclaje de los residuos es uno de los
elementos que más puede ayudar a reducir la
contaminación.
Reducción de agentes especialmente
peligrosos: aceites y baterías
Aunque este aspecto entraría dentro de la reducción de las
basuras en general, se trata de dos de los agentes
contaminantes del agua más dañinos, por lo que
merecen un espacio aparte. Los aceites contaminan el
agua de muchas maneras pero, entre ellas, al evitar la
correcta oxigenación de los ríos, conlleva un daño para la
biodiversidad especialmente importante. Lo correcto para
evitarlo será ir almacenando el aceite usado y llevarlo a un
punto limpio cuando el recipiente esté lleno. Así mismo, las
baterías y las pilas están fabricadas con muchos minerales
pesados que son especialmente contaminantes del agua.
De hecho, metales pesados como el cromo y el mercurio,
actualmente presentes en muchos de los pescados que se
consumen habitualmente proceden de estos residuos. Por
ello, es fundamental llevarlos a un punto limpio donde
puedan ser gestionados de forma adecuada.
Reducir el uso de plásticos
Así mismo, otro de los agentes contaminantes del agua que
merecen una mención especial es el plástico. El plástico es
un material que se degrada a una velocidad muy lenta y
que permanece en el medio ambiente durante cientos de
años, terminando por pasar a la cadena trófica y
contaminando ríos y mares. Podemos encontrar desde
plásticos de gran tamaño a microplásticos (plásticos muy
pequeños pero visibles) o nanoplásticos (plásticos
microscópicos que no son visibles pero que sí que
contaminan el agua). La mejor forma de evitar esta
contaminación es prescindir de los plásticos de un solo uso
y, cuando usemos plásticos, reciclarlos siempre.

Contaminación del agua:


causas, consecuencias y
soluciones
21 AGOSTO 2017

21 de agosto de 2017
Fuente: EcoSiglos
Nota de: Emiliano Vazquez
El agua es uno de los elementos naturales que se encuentra en mayor cantidad
en el planeta Tierra. También es gran responsable de la posibilidad de
desarrollo de las distintas formas de vida: vegetales, animales y el ser humano.
Los organismos de todos los seres vivos están compuestos de agua en una alta
proporción, siendo que ésta es la que compone los músculos, órganos y los
diferentes tejidos. Por esto, sin agua no es posible la vida.
Foto tomada de Ecosiglos

Contexto actual
Uno de los mayores problemas mundiales en la actualidad es la falta de acceso
de agua dulce y potable por saneamiento. Si, además, le sumamos el problema
de la contaminación del agua, se empeora el panorama. La contaminación se
produce por los residuos vertidos, los fertilizantes, pesticidas o químicos que
desembocan en las aguas dulces y que acaban por contaminar también el agua
salada. Sobre este problema, la ONG InpirAction dice: “Más de 1.000
millones de personas sufrirán en el futuro la escasez de agua a causa de la
contaminación, la superpoblación y el cambio climático, que afectan a las
fuentes de este recurso esencial”.
A su vez, según el informe de 2016 de las Naciones Unidas sobre el
desarrollo de los recursos hídricos en el mundo, casi el 80% de los puestos de
trabajo que constituyen la fuerza laboral mundial dependen del acceso a un
suministro adecuado de agua y servicios relacionados con el agua, incluyendo
el saneamiento.
Causas y consecuencias de la contaminación del agua
El agua es necesaria para cultivar y procesar alimentos, también brinda
energía a la industria con el objeto de satisfacer a una población en constante
crecimiento. La gestión inadecuada de las aguas residualesurbanas, industriales
y agrícolas, conlleva a que el agua que beben cientos de millones de personas
se vea peligrosamente contaminada o polucionada químicamente. La
contaminación del agua también provoca que parte de los ecosistemas
acuáticos terminen desapareciendo por la rápida proliferación de algas
invasoras que se nutren de todos los nutrientes que les proporcionan los
residuos.
Un aspecto importante es la división del agua según su grado de
contaminación. El primero es la polisaprobia: agua que está fuertemente
contaminada con carbono orgánico, caracterizada por una población de
organismos específicos y normalmente con una concentración muy baja e
incluso total ausencia de oxígeno. El segundo es la mesosaprobiana: los
organismos que viven en medios con una cantidad moderada de materia
orgánica y variable cantidad de oxígeno en disolución, como algunas algas
clorofíceas. Por último, se encuentra la oligosaprobiana: zonas de vertido de
aguas residuales a un río, donde las aguas han alcanzado el aspecto y
características de su estado natural.
La contaminación de agua se genera por diferentes tipos de vertidos: aguas de
proceso, aguas fecales y aguas blancas. El primero es un vertido del proceso
productivo, con lo que su carga contaminante va a depender de la actividad
industrial. El segundo es generado en los aseos y asimilables a aguas
residuales domésticas. Y el último, se les suele llamar “aguas crudas” por su
carácter previo a la potabilización. Su importancia está en que son la base de
la producción de agua para el consumo humano masivo.
Los servicios de agua y saneamiento insuficientes o gestionados de forma
inapropiada exponen a la población a riesgos prevenibles para su salud:
enfermedades como el cólera, diarreas, disentería, hepatitis A, la fiebre
tifoidea y la poliomielitis. Esto es especialmente cierto en el caso de los
centros hospitalarios en los que tanto los pacientes como los profesionales
quedan expuestos a mayores riesgos de infección y enfermedad cuando no
existen servicios de suministro de agua, saneamiento e higiene.

Según un artículo de Responsabilidad Socio Sanitaria en octubre de 2016, se


calcula que unas 842.000 personas mueren cada año de diarrea como
consecuencia de la contaminación del agua, de un saneamiento insuficiente o
de una mala higiene de las manos. Esta infección es altamente prevenible,
pero sigue siendo responsable de la muerte de 361.000 niños menores de
cinco años, muertes que se podrían evitar si se abordaran estos factores de
riesgo.

En los lugares donde el agua no es fácilmente accesible, las personas pueden


considerar que lavarse las manos no es una prioridad, lo que aumenta la
probabilidad de propagación de la diarrea y otras enfermedades. La diarrea es
la enfermedad más conocida que guarda relación con el consumo de alimentos
o de la contaminación del agua. Sin embargo, hay también otros peligros: casi
240 millones de personas se ven afectadas por esquistosomiasis, una
enfermedad grave y crónica provocada por lombrices parasitarias contraídas
por exposición a agua infestada.
Además, en muchas partes del mundo, los insectos que viven o se crían en el
agua son portadores y transmisores de enfermedades como el dengue.
Algunos de estos insectos, denominados vectores, crecen en el agua limpia, y
los contenedores domésticos de agua para bebida pueden servir como lugares
de cría. Tan solo con cubrir estos contenedores es posible reducir la cría de
vectores y reducir también la contaminación fecal del agua en el ámbito
doméstico.

Otra de las causas de la contaminación del agua es la deforestación en las


zonas costeras y la creciente demanda de la construcción de gigantescos
edificios. Esto produce que los suelos en esas zonas se vuelvan vulnerables. A
su vez, si le agregamos que la pavimentación no permite el paso a las
filtraciones de aguas fluviales cuando llueve, el ecosistema se ve seriamente
perjudicado. Esto favorece que las aguas saladas se filtren por debajo
contaminando las aguas dulces.

Soluciones a la contaminación del agua

Estas son algunas posibles soluciones para el problema de la contaminación


del agua:
1) Plantar árboles en las orillas de los ríos o lagos.
Un río por regla general debe tener en ambos lados una franja considerable de
bosque nativo para evitar la erosión y así conservar su profundidad natural.
Asimismo, en las orillas de los ríos los árboles cumplen con la importante
misión de conservar el agua, la flora y la fauna que conforman los ecosistemas
naturales.
2) Uso adecuado de los productos por parte de las industrias
La prevención de la contaminación incluye prácticas que reducen el uso de
materiales peligrosos para así proteger los recursos naturales. A su vez, otra
medida preventiva sería el cambio del producto incluyendo modificaciones en
la composición para reducir el volumen y la toxicidad de los residuos durante
el ciclo de vida de estos. De esta manera cuidamos y protegemos a los
ecosistemas y al medioambiente en general.
3) Usar la bicicleta
La mejor manera de reducir la contaminación del agua es disminuyendo el uso
de combustibles fósiles y la mejor manera es hacerlo en bicicleta. A su vez, es
una medida que beneficia a nuestra economía porque reducimos los costos
asociados a combustible, estacionamiento y el movernos en bicicleta resulta
entre 50 a 100 veces más barato que movernos en un automóvil.
4) Reducción del uso de los productos químicos en las plantaciones
Para reemplazar el uso de productos dañinos para el medioambiente existen
diversos productos de origen biológico que contribuyen al control de las
plagas de manera eficaz y sana, como por ejemplo: los bioestimulantes,
biopesticidas y bioelicitores.
Los primeros son sustancias de origen biológico que promueven el desarrollo
de las planta y mejoran su metabolismo. Esto último hace que las plantas sean
más resistentes ante condiciones adversas, como sequías o las plagas. Los
segundos son empleados principalmente para el control de plagas en
agricultura. La bacteria del biopesticida provoca una enfermedad en los
insectos y destaca por apenas tener efectos en otros organismos y por ser
respetuoso con el medioambiente. Los últimos estimulan el metabolismo
secundario de las plantas y está íntimamente relacionado con la protección del
cultivo y la productividad.

5) Controlar los vertidos


Para que la contaminación del agua se reduzca, debe haber una clara y concisa
formación profesional para los operarios encargados de las líneas productivas
de las industrias. Un primer paso sería establecer y dar a conocer
procedimientos escritos que describan, en función del producto vertido, las
acciones a llevar a cabo, el orden en que se han de realizar y los materiales a
utilizar. Además de disponer en las zonas de almacenamiento de un sistema de
recogida de aguas residuales independiente del sistema general, e instalar
contadores de consumo de aguas.
Un segundo paso sería recircular el agua de los circuitos de refrigeración,
previo enfriamiento, en torres de refrigeración o intercambiadores de calor. A
su vez, separar las aguas residuales que contengan contaminantes tóxicos y/u
orgánicos de aquellas aguas no contaminadas.

Un tercer paso sería realizar inspecciones de la red hidráulica y colectores y


establecer planes de mantenimiento y desinfección de las instalaciones y
equipos. Asimismo, establecer un sistema de recogida de lixiviados que
impida el vertido incontrolado de los mismos hasta suelos desprotegidos.

Un último paso sería introducir bandejas, canaletas para la recogida de


derrames y goteos en las bocas de los tanques de trasiego y la línea de
envasado. Además, recoger los goteos de lubricante de cadenas y almacenar
las tierras gastadas separadamente del resto de residuos orgánicos generados
durante la vendimia.

A modo de conclusión, debemos plantearnos en qué planeta queremos vivir:


poniéndole atención a las especies que están en peligro de extinción y
utilizando la tecnología para hacer el bien y salvar al medio ambiente.
Démosle importancia a este tipo de actividades que benefician a todos los
seres que habitamos este bello planeta. Aportando nuestra cuota de solidaridad
con el ecosistema podemos ser parte de la solución y así podremos ver los
resultados a largo plazo.

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