Nombre:
Mitziurys Castrejón
C.I.P:
8-922-1251
Asignatura:
Derecho Internacional Publico
Profesor:
Tomás Cipriano Nieves Olazábal
Año:
2019
SOLUCIÓN DE CONFLICTOS Y CONTROVERSIAS EN EL PLANO
INTERNACIONAL
Pero debido a que nos encontramos en una sociedad en continuo cambio, nos vamos
a encontrar que el Derecho no se va a adecuar a los continuos cambios implícitos a la
sociedad internacional.
Normalmente, las situaciones de hecho van por delante de las situaciones de derecho.
De este modo, el Derecho se limita a señalar límites cuya trasgresión se considera
jurídicamente inaceptable. Así el Derecho internacional establece dos normas de
obligado cumplimiento:
Así establece:
Los miembros de la Organización arreglarán sus controversias internacionales por
medios pacíficos de tal manera que no se pongan en peligro ni la paz y seguridad
internacionales, ni la justicia, (art. 2, párrafos 3_ y 4_).
Los miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán
de recurrir a la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad territorial o la
independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible
con los Propósitos de Naciones Unidas, (art. 2, p. 4_).
La Carta de Naciones Unidas, no sólo formula la obligación del arreglo pacífico de las
controversias internacionales, sino que dedica todo un capítulo (Cap. VI, Art. 33 a 38)
al arreglo pacífico de las controversias internacionales.
Tres son los principios que inspiran la obligación de los Estados de arreglar
pacíficamente las controversias internacionales:
las jurídicas: son aquellas que pueden ser resueltas mediante la aplicación del
derecho vigente.
Son aquellas controversias en las que las partes discuten un derecho recíproco,
y por tanto sólo serían susceptibles de un arreglo judicial. De este tipo serían
aquellas que versen sobre:
o la interpretación de un tratado,
las políticas: son aquellas cuya solución requiere una modificación del Derecho
en vigor. Si las partes no cumplieran obligaciones en vigor, y tratasen de
modificar el Derecho, se trata de un controversia política, ya que un Tribunal no
puede legislar, sino aplicar el derecho vigente.
No es posible hacer una distinción radical, ya que toda controversia presenta un matiz
político y una dimensión jurídica. La inmensa mayoría de las diferencias entre los
Estados tiene carácter mixto. No es posible que debido a la existencia de una
diferencia política, el Tribunal se niegue a resolver las cuestiones jurídicas que oponen
a las partes. Sin embargo, existe una simetría entre la naturaleza de la controversia y
el procedimiento de arreglo más adecuado para resolverla.
No hay que olvidar el principio de libre elección de los medios de arreglo, que se basa
en la independencia e igualdad soberana de los Estados. Esto significa la libertad de
las partes de recurrir a un procedimiento no jurisdiccional, incluso cuando se trate de
una controversia jurídica. Ahora bien, los únicos procedimientos que por su
imparcialidad favorecen realmente la igualdad soberana y la independencia de los
Estados son precisamente los medios jurisdiccionales (arbitraje y el arreglo judicial).
la negociación,
la mediación,
la investigación,
la conciliación.
La Negociación:
La función del tercer Estado en la mediación va mucho más lejos, pues se haya
facultado para proponer a las partes una base de acuerdo, sin carácter obligatorio
para estas. Es decir teniendo en cuenta las posiciones de las partes, presenta una
propuesta para el arreglo de la controversia sobre la que aquellas tendrán que
pronunciarse; y a partir de dicha propuesta, tratará de lograr el acuerdo entre estas.
Aunque a nivel teórico la distinción entre buenos oficios y mediación es clara, en la
práctica es difícil separa uno y otro medio de arreglo pacífico. Es frecuente que el
tercer Estado ejerza las dos funciones al mismo tiempo, reuniendo a las partes a
negociar, interviniendo en las conversaciones y proponiendo soluciones de arreglo.
Para evitar que el tercer Estado aproveche la ocasión para tutelar sus propios
intereses, los buenos oficios y la mediación no son llevados a cabo sólo por los
Estados sino también por personalidades distinguidas o representantes de
instituciones internacionales. Esta línea de cambio fue abierta por el Tratado de
Buenos Oficios y Mediación, hecho en Buenos Aires en 1936 y continuada por el
Tratado Americano de arreglo pacífico de o Pacto de Bogotá de 1948.
Un ejemplo de mediación, cabe señalar la del Papa León XII en el asunto de las
Carolinas, entre España y Alemania, habiendo sido la primera quien se inclinó por este
tipo de arreglo; la de Francia entre España y EE.UU.. tras la guerra de 1898. España
también a actuado como mediadora. En lo que se refiere a la práctica más reciente,
tenemos que señalar dos casos en los que alcanzó éxito: la mediación de la Santa
Sede entre Chile y Argentina en el asunto del Canal del Beagle, convenida por las
partes en el asunto de Montevideo de 1979 y la de Argelia entre EE.UU. e Irán.
La Investigación:
Consejo de Seguridad:
Es el órgano con mayores competencias. Puede actuar por propia iniciativa, a petición
de un Estado miembro o incluso no miembro (arts. 34 y 35), de la asamblea General
(art. 11), o del Secretario General de la ONU si éste llama la atención del Consejo de
Seguridad sobre cualquier asunto que en su opinión pueda poner en peligro el
mantenimiento de la paz y seguridad internacionales (art. 99). El Consejo no tiene, sin
embargo, competencias para decidir y sólo puede recomendar. Por otro lado, la parte
implicada en la controversia se abstendrá de votar.
Asamblea General:
En esta línea cabe destacar el papel jugado por el Secretario General Sr. Pérez de
Cuéllar en la guerra entre Irán e Irak para conseguir el cumplimiento de las
resoluciones del Consejo de Seguridad sobre el conflicto, en particular a través del
plan de aplicación de la resolución 598 (1987), lográndose finalmente el cese del
fuego.
El art. 52.2 de la Carta establece que los miembros de la ONU que concluyan acuerdo
o constituyan acuerdos regionales harán todos los esfuerzos posibles para lograr el
arreglo pacífico de las controversias de carácter local por medio de tales acuerdos u
organismos regionales antes de someterlas al Consejo de Seguridad.
Esto implica que los actos constitutivos de dichos organismos deben hacer referencia
al arreglo pacífico de las controversias. De este modo, la Carta de la OUA, menciona
el arreglo de las controversias por medio de negociaciones, mediación, conciliación,
arbitraje, y un Protocolo posterior creó la Comisión de Conciliación y Arbitraje; el art. 5
de la Liga de Estados Árabes establece la posibilidad de recurrir al Consejo para la
solución de cualquier controversia que no afecte a la independencia, soberanía o
integridad territorial de los Estados; y la Carta de la OEA establece la obligación de los
Estados americanos de acudir a procedimientos pacíficos para solucionar sus
controversias, y a este fin se concluyó el Pacto de Bogotá en 1948, si bien la mayor
operatividad se deriva del Comité interamericano para el arreglo de controversias,
colocado bajo la autoridad del Consejo de la OEA.
La participación de estos organismos regionales entraña una instancia de solución de
conflictos que posee dos grados: en un primer escalón, los miembros del organismo
regional deben someter el conflicto a la solución establecida en el acuerdo regional; y
si un Estado se dirige directamente al Consejo de Seguridad, sin intervención previa
del organismo regional, el Consejo, tras consultar a las partes, puede reenviarles a la
instancia regional, si el conflicto no se ha agravado hasta el punto de producirse el
recurso a la fuerza. Y si no se alcanza un arreglo del conflicto en el marco regional, el
Consejo de Seguridad como instancia superior, es el competente para conocer de la
solución del conflicto. Ahora bien, en la práctica, el Consejo de Seguridad ha adoptado
una solución intermedia, pues aunque remita a las partes a un acuerdo regional,
mantiene la cuestión inscrita en su orden del día; lo que le permite intervenir de
inmediato si el conflicto se agrava o un parte estima que ha fallado el arreglo general.
La responsabilidad Estatal
“La responsabilidad internacional del Estado es, por supuesto, una institución que va
alcanzando perfiles propios en el derecho internacional de fines del siglo XX y en la
medida en que el derecho internacional deja de ser punitivo, avanza la teoría y la
práctica de la responsabilidad internacional del Estado. En otras palabras, si los
Estados son sujetos del derecho internacional, están obligados a respetar el orden
jurídico internacional y, en caso de violación, a restituir las cosas a su estado normal o
a reparar el daño causado con sus actos o hechos ilícitos"169.
Siendo regulada la responsabilidad por el derecho internacional consetudinario, al
haber fracasado los intentos de codificación por la Comisión de Derecho Internacional,
en la práctica y jurisprudencia internacionales170 se ha establecido el principio de que
todo hecho (acción u omisión) ilícito del Estado conforme al derecho internacional, da
lugar a la responsabilidad internacional.
El Estado compromete su responsabilidad ante el no cumplimiento de las obligaciones
asumidas en observancia del orden jurídico internacional. Es el derecho interno al que
le compete regular la responsabilidad interna del Estado por actos ilícitos de sus
agentes u órganos conforme a su legislación, así como al derecho internacional la
responsabilidad por sus hechos internacionalmente ilícitos171. Si el Estado actúa a
través de órganos (competentes de acuerdo con la legislación interna), "cuando los
órganos competentes del Estado no cumplen las obligaciones establecidas por el
derecho internacional, el Estado comete un acto ilícito internacional por el que el
derecho internacional dispone una sanción"172.