Compañeros y tuto
Los derechos humanos son garantías jurídicas universales que protegen a los individuos y
a los grupos contra acciones y omisiones que interfieren con sus libertades y sus
derechos fundamentales o que comprometen la dignidad humana. Los derechos humanos
son inalienables y universales, interdependientes e indivisibles, y no pueden ser
suspendidos; imponen a los Estados determinadas obligaciones y están protegidos por la
ley nacional e internacional.
Para esta categoría el Gobierno Nacional adoptó la Ley 1804 del 2 de agosto de 2016,
“Política de Estado para el Desarrollo Integral de la primera infancia de Cero a Siempre”,
la cual está orientada desde la corresponsabilidad con las familias y la sociedad,
buscando asegurar la protección integral y la garantía del goce efectivo de los derechos
de la mujer en estado de embarazo y de los niños y niñas desde los 0 hasta los 6 años de
edad.
Persona mayor
Las personas mayores se encuentran en el rango de edad de 60 años o más. Teniendo
en cuenta que todos los habitantes de la ciudad están envejeciendo, se han venido
presentando cambios estructurales, tales como la composición familiar y los patrones de
trabajo. Es importante precisar que el envejecimiento es un proceso “multidimensional de
los seres humanos que se caracteriza por ser heterogéneo, intrínseco e irreversible; inicia
en la concepción, se desarrolla durante el curso de vida y termina con la muerte”
(Ministerio de Salud, 2014).
Por lo tanto, a partir del enfoque de género se visibilizan las desigualdades entre hombres
y mujeres, y entre las diferentes masculinidades y femineidades, lo cual posibilita
interpretar las diferencias y la discriminación brindando elementos de análisis sobre las
formas de distribución de poder.
• Transversalidad de género: se trata del proceso por medio del cual se valoran los
impactos del actuar del Estado (políticas públicas, legislación, normatividad, planes,
programas, proyectos, etc.), en cualquier área y todos sus niveles, para mujeres y
hombres, teniendo en cuenta sus diferentes interseccionalidades o posiciones (orientación
sexual, etnia, edad, clase, procedencia urbana o rural, etc.). Con el fin de que tanto
mujeres como hombres se beneficien de forma igualitaria. El objetivo es el logro de la
igualdad de género.
1.4 Enfoques diferenciales y poblacional. Territorial
Este enfoque identifica las características que comparten las personas con el fin de
potencializar las acciones diferenciales, que materialicen el goce efectivo de sus
derechos. Desde este enfoque se define a la diversidad como el punto de partida para la
implementación de las políticas públicas.
Enfoque territorial
A través del enfoque territorial se realiza el análisis de los diversos componentes de
índole territorial que aplican de forma diferente y solo algunos de los propuestos, por la
especificidad de cada situación o problemática a resolver por las políticas públicas.
La vida no es posible sin territorio, tampoco sería posible el desarrollo de los derechos de
los seres humanos sin el territorio, pues este, es soporte o contenedor de los fenómenos y
relaciones sociales. El territorio es el espacio dentro del cual tienen lugar las relaciones
socioculturales de un grupo humano específico.
En ese sentido, los problemas que procuran eliminar o mitigar las políticas públicas
ocurren en un territorio específico del municipio, con características propias de diversa
índole definidas por su geografía, por su contexto político, económico y social que le dan
una connotación diferente a los proyectos de la política pública que se van a implementar
en cada área del municipio, con el fin de lograr intervenciones más pertinentes y efectivas
que impacten positivamente a los territorios en su conjunto y poblaciones, acorde a sus
necesidades.
Las afectaciones a nivel emocional, físico, social, cultural y económico (entre otros), que
sufren las personas, familias y comunidades que viven en contextos diversos incluyendo
conflictos y violencia, implican por ello que la comprensión de su situación trascienda una
mirada individualista del estado de las personas y se amplíe a los diferentes contextos
que se ven afectados, ya que de lo contrario podría llegar a considerarse como
“anormales” las reacciones que éstos presentan frente a los hechos de violencia a los que
se han visto sometidos.
Una de las características del enfoque psicosocial es, “la manera cómo interpreta la
producción del daño, el cual se relaciona con la manera como el sujeto es desprovisto de
sus referentes, vínculos y sus afectos, debido a que su entorno cotidiano fue alterado de
manera abrupta, aumentando la vulnerabilidad de la dignidad humana de quienes hacían
parte de él, lo cual redunda en la vulneración de la propia dignidad” (Bello, M. N. &
Chaparro, R. El daño desde el enfoque psicosocial. Bogotá. Universidad Nacional de
Colombia. Programa de Iniciativas Universitarias para la Paz y la Convivencia).
Cordialmente,
Cordial saludo.
Compañeros y tutor
Este enfoque establece que las condiciones de vida y desarrollo de las personas inciden
en los procesos de salud-enfermedad de los grupos sociales; en otras palabras, viven de
acuerdo con particularidades individuales y en relación con un contexto social, histórico,
político, económico y cultural determinado. Estas formas cotidianas de vivir determinan los
modos saludables de estar, enfermar y morir.
Conocer los determinantes sociales de la salud permite identificar los factores asociados a
los estilos y a la calidad de vida de la población, y facilita el ofrecimiento de respuestas
integrales e incluyentes que preserven el estado de salud deseable, que no actúen solo
ante la manifestación de la enfermedad.
Dado que la salud mental está estrechamente relacionada con la salud física, los
determinantes sociales inciden tanto en una como en la otra. Así, al hacer referencia a la
salud mental de cada persona es preciso tener en cuenta tanto sus aspectos biológicos
como las características que se derivan del reconocimiento de su etapa de ciclo vital: sus
condiciones sociales, historia de vida, situación laboral y financiera, alimentación,
educación, acceso a servicios de salud, desarrollo, uso del tiempo libre, su entorno físico
y cultural, entre otros; todo lo cual incide en la preservación, el deterioro o la recuperación
de la salud mental tanto individual como colectiva.