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PEDIATRICS

1150 Diagnóstico y manejo de otitis media aguda.

Guía de Práctica Clínica
ACADEMIA AMERICANA DE PEDIATRÍA Y ACADEMIA AMERICANA DE MEDICINA FAMILIAR
Subcomité sobre Manejo de Otitis Media Aguda (Academia Americana de Pediatría)

La patología de la vía aérea superior es uno de los principales motivos de consulta en pediatría.
La otitis media aguda (OMA) es la infección más común por la que se prescriben antibióticos.
La otitis media con efusión (OME) es padecida por el 90% de los niños en alguna etapa de su
vida y la otitis externa (OE) es una consulta muy frecuente en los meses de verano.
Las guías de práctica clínica para OMA y OME elaboradas por la Academia de Pediatría y la
revisión sobre OE elaborada por otros autores, nos serán muy útiles para el manejo de estas
patologías.

a otitis media aguda (OMA) es la infección
L bacteriana más común por la que se prescri-
ben antibióticos en EE.UU. Por ello, el diagnósti-
co y manejo de la OMA representa un significativo
impacto en la salud de los niños, los costos que
provocan su cuidado y sobre el uso global de anti-
bióticos. Además, la enfermedad genera cargas so-
ciales significativas y costos indirectos por el tiem-
po de ausencia escolar y en el trabajo. El costo es-
timado por OMA fue de 1,96 mil millones de dóla-
res en 1995; adicionalmente, los costos indirectos
fueron estimados en 1,02 mil millones (en EE.UU.).
Recientemente se entabló una discusión so-
bre la necesidad de usar antibióticos en OMA no
complicada. Si bien en EE.UU. se indican anti-
bióticos de rutina, en algunos países de Europa es
una práctica común tratar inicialmente en forma
sintomática y sólo en caso de no mejorar indicar
antibióticos. El aumento de la resistencia bacte-
riana y encarecimiento de los costos por prescri-
bir antibióticos ha puesto el foco de la comunidad
médica y del público general en el uso racional de
antibióticos.
El alcance de esta guía es el diagnóstico y
manejo de la OMA no complicada en niños entre 2
meses y 12 años de edad sin signos ni síntomas de
enfermedad sistémica relacionada con el oído me-
dio. Es aplicable sólo en niños que no tengan otra
enfermedad ni otra condición que pudiera alterar
el curso natural de la OMA. Estas condiciones in-
cluyen, pero no son las únicas, anormalidades ana-
tómicas como ser fisura de paladar, enfermedades
genéticas como síndrome de Down, inmunodefi-
ciencias y presencia de implante coclear. También
se excluyen niños con recurrencia de OMA dentro
de los 30 días u OMA teniendo como base OME
crónica.
METODOLOGÍA
Se analizaron múltiples trabajos, guías, revi-
siones y consensos. Un total de 3461 títulos fueron
identificados inicialmente para su revisión; de és-
tos, 2701 fueron excluidos y 760 requirieron revi-
sión. Finalmente 79 artículos fueron revisados a
pleno. El subcomité sobre manejo de OMA revisó
artículos adicionales que se fueron publicando hasta
setiembre de 2003. La AAP definió las recomen-
daciones basadas en evidencias como se muestran
en la Tabla 1.
RECOMENDACIÓN 1
Para diagnosticar OMA el médico debe con-
firmar una historia de comienzo agudo, identificar
signos de efusión en oído medio (EOM), y evaluar
la presencia de signos y síntomas de inflamación
del oído medio. (Esta afirmación se basa en estu-
dios experimentales y con preponderancia de be-
neficios sobre perjuicios; ver Tabla 2).
Varios de los síntomas y signos, como irritabi-
lidad, fiebre, otalgia y/o fiebre, pueden verse (ex-
cepto la otorrea) en un catarro de vías aéreas supe-
riores sin complicaciones. La presencia de EOM
es comúnmente confirmada con la otoscopía neu-
mática, pero puede ser suplementada por timpano-
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metría y/o reflectometría acústica; también puede
ser demostrada por timpanocentesis o la presencia
de fluido en el conducto auditivo externo como
resultado de una perforación timpánica.
Para visualizar bien el tímpano será necesa-
rio remover cerumen que pueda obstruir el con-
ducto auditivo externo y sujetar apropiadamente
al niño.
La plenitud o abombamiento de la membrana
timpánica está a menudo presente y tiene alto valor
predictivo para la presencia de EOM; cuando se
combina con el color y movilidad, el abombamien-
to es también el mejor predictor de OMA. La re-
ducción o ausencia de la movilidad en la otoscopía
neumática es una evidencia adicional de líquido en
el oído medio. La opacificación es también un sig-
no consistente y es causado por edema de la mem-
brana timpánica. El enrojecimiento de la membra-
na timpánica causada por la inflamación puede es-
tar presente y debe ser distinguida del rosado erite-
matoso parejo provocado por el llanto o fiebre alta,
que usualmente pierde intensidad y remite si el niño
se calma. En la miringitis bullosa pueden verse am-
pollas en la membrana timpánica. Cuando la presen-
cia de líquido en oído medio es difícil de determinar,
la timpanometría o reflectometría acústica puede ser
de ayuda para el diagnóstico.
El mayor desafío para el médico práctico es
diferenciar entre OME y OMA. La OME es más
frecuente que la OMA. La OME puede acompañar
a una infección de vía aérea superior, ser un prelu-
dio de OMA o secuela de OMA. Cuando la OME
es identificada erróneamente como OMA, son pres-
criptos antibióticos innecesariamente. El clínico
debería esforzarse en evitar un diagnóstico falso
positivo en niños con disconfort causado por dis-
función de la trompa de Eustaquio y retracción de
la membrana timpánica o cuando una infección vi-

Tabla 1

Condición Definición Implicancia

Fuerte Acción que anticipadamente se
recomendación acepta que sus beneficios exceden
claramente a los perjuicios
si se realiza o que se recomienda
da no realizar porque sus
perjuicios superan claramente
los beneficios, y la calidad de la
evidencia en que se basa
es excelente.
Recomendación Una recomendación a favor de
una acción en particular es
hecha cuando anticipadamente los
beneficios superan los perjuicios
pero la calidad de la evidencia
no es muy fuerte.
Opción Cuando puede elegirse entre 2
conductas, sin que ninguna de
las 2 muestren evidencias de
calidad o estudios realizados
cuidadosamente muestren
pequeñas ventajas de una
sobre la otra.
No recomendación Indica la carencia de evidencias
publicadas y que el balance
anticipado entre beneficios
y perjuicios no es clara.
El clínico debería seguir esta
recomendación a menos que
se presente una alternativa
clara y racional.
El clínico debería ser prudente
en seguir esta recomendación
pero debería permanecer alerta
sobre nueva información y ser
sensible a la preferencia del
paciente.
El clínico puede considerar la
opción en su toma de decisión
y la preferencia del paciente
puede tener un rol sustancial.
El clínico debe estar alerta a
nuevas publicaciones con
evidencias que clarifiquen el
balance entre beneficios
y perjuicios.

ral respiratoria se superpone a una EOM preexis-
tente. La capacidad para diferenciar OMA de OME
o un oído normal se acrecentará si se efectúa un
buen entrenamiento en la rotación pediátrica y una
contínua capacitación postgraduación, reforzando
la importancia en el uso por el clínico de la otosco-
pía neumática.
RECOMENDACIÓN 2
El manejo de OMA debería incluir la valora-
Tabla 2. Definición de OMA
El diagnóstico de OMA requiere:
1) historia de signos y síntomas de comienzo
agudo, 2) la presencia de EOM, y 3) signos y sín-
tomas de inflamación de oído medio.
Los elementos de la definición de OMA son todos
los siguientes:
1. Comienzo usualmente abrupto de signos y
síntomas de inflamación de oído medio y
EOM.
2. La presencia de EOM que es indicada por
alguno de los siguientes:
a. Abombamiento de la membrana timpánica.
b. Disminución o ausencia de la movilidad
timpánica.
c. Nivel hidro-aéreo detrás de la membrana
timpánica.
d. Otorrea.
3. Signos o síntomas de inflamación aguda del
oído medio indicado por alguno de los siguien-
tes:
a. Claro eritema de la membrana timpánica o
b. Clara otalgia (disconfort claramentereferible
al (los) oído (s) que afecta la actividad
normal o el sueño).
Tabla 3
Edad Certeza de diagnóstico
< 6 meses Antibiótico
6 meses a 2 años Antibiótico
2 ó más años Antibiótico si está severamente
enfermo. Observación si no
está severamente enfermo.
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ción del dolor. Si el dolor está presente, el clínico
debería recomendar tratamiento para reducirlo.
(Esta es una fuerte recomendación basada en tra-
bajos clínicos aleatorizados, con limitaciones y pre-
ponderancia de beneficios sobre perjuicios).
Aunque el dolor es parte integral de la enfer-
medad, el clínico a menudo ve la otalgia como un
asunto periférico que no requiere atención directa.
El manejo del dolor, especialmente en las primeras
24 horas de un episodio de OMA, debería ser insti-
tuido independientemente del uso de antibióticos.
El clínico podrá seleccionar un tratamiento
basado en considerar beneficios y riesgos y, de ser
posible, incorporar a los padres y al paciente en la
elección. Se sugiere paracetamol o ibuprofeno para
dolor leve o moderado; analgésicos con codeína o
análogos para dolor moderado o severo, conside-
rando los riesgos de depresión respiratoria, altera-
ción del estado de conciencia, trastornos gastroin-
testinales y constipación. Tratamientos locales con
gotas óticas no dan mayor beneficio que el trata-
miento oral. La paracentesis/miringotomía requie-
re destreza y es causal de riesgos potenciales.
RECOMENDACIÓN 3 a
La observación sin utilización de antibióticos
en un niño con OMA no complicada es una opción
para niños seleccionados en base a certeza de diag-
nóstico, edad, severidad de la enfermedad y seguri-
dad de su seguimiento. (Esta opción está basada en
trabajos controlados, aleatorizados, con limitaciones
y un balance relativo de beneficios y perjuicios).
La opción observación para OMA se refiere a
diferir el tratamiento antibacteriano de niños selec-
cionados, por 48 ó 72 horas y limitando el manejo
al alivio sintomático. Los padres o cuidadores del
niño deben tener un medio rápido de comunica-
ción con el médico.
No certeza de diagnóstico
Antibiótico
Antibiótico si está severamente
enfermo. Observación si no está
severamente enfermo.
Observación.
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En la Tabla 3 se detallan los datos en qué ba-
sarse para elegir la opción observación o adminis-
trar antibióticos.
No severamente enfermo es otalgia leve y
fiebre <39° C en las últimas 24 horas. Severamente
enfermo es moderada o severa otalgia o fiebre
>39° C. Diagnóstico de certeza de OMA es: 1) co-
mienzo rápido; 2) signos de EOM, y 3) signos y
síntomas de inflamación del oído medio.
Si se opta por observación, deberán adminis-
trarse antibióticos si a las 48 horas los síntomas
persisten o empeoran.
Deben tratarse entre 7 y 20 niños con antibió-
tico para que un niño sea beneficiado por el trata-
miento. A las 24 horas, 61% de los niños muestran
disminución de los síntomas si reciben antibiótico
o placebo, y a los 7 días aproximadamente el 75%
muestra resolución de los síntomas.
Desde la década de 1950, la mastoiditis mos-
tró una muy importante disminución, lo que se atri-
buyó al uso de antibióticos en OMA. Sin embargo,
no se observó incremento de dicha complicación
con la opción observación. El tratamiento con an-
tibiótico en OMA no es en absoluto resguardo con-
tra mastoiditis u otras complicaciones. El tratamien-
to antibiótico podría enmascarar los signos y sín-
tomas de mastoiditis, produciendo una presentación
insidiosa que puede retrasar el diagnóstico. Hay
pocas evidencias de que el tratamiento antibiótico
de OMA prevenga meningitis.
La enfermedad invasiva por neumococo ha
decrecido desde la introducción de la vacuna con-
jugada; de qué manera esto podría afectar el riesgo
de OMA asociado a enfermedad neumocóccica
invasiva se desconoce actualmente.
RECOMENDACIÓN 3 b
Si se decide instituir un tratamiento anti-
biótico, el médico debería prescribir amoxicili-
na en la mayoría de los niños. (esta recomenda-
ción está basada en trabajos clínicos, aleatori-
zados, con limitaciones y con preponderancia
de beneficios sobre perjuicios). Cuando se use
amoxicilina, la dosis debería ser de 80 a 90 mg/
Kg/día. (Esta opción está basada en extrapola-
ción de estudios bacteriológicos y opinión de
expertos, con una preponderancia de beneficios
sobre perjuicios).
La justificación de usar amoxicilina como tra-
tamiento de primera elección en OMA se basa en
su efectividad cuando se usa dosis suficiente sobre
neumococos susceptibles o de resistencia interme-
dia, como también su seguridad, bajo costo, sabor
aceptable y reducido espectro microbiológico.
En pacientes que se observen severamente
enfermos (otalgia moderada o severa o fiebre ma-
yor de 39° C) y en quienes deseáramos una co-
bertura para hemófilus influenza o moraxella
catarrhalis productores de β lactamasa, el trata-
miento podría ser inicialmente con alta dosis de
amoxicilina-clavulánico (90 mg/Kg/día de
amoxicilina).
La efectividad de diferentes antibióticos en
OMA no es fácilmente comparable, pues los estu-
dios difieren en criterios de diagnóstico o de fra-
caso del tratamiento. Algunos casos de fracasos
terapéuticos se deben a la presencia de virus como
responsables de OMA. En aproximadamente 16 a
25% de las OMA no pueden detectarse bacterias
ni virus en el fluido de oído medio.
Los factores de riesgo para la presencia de bac-
terias probablemente resistentes a amoxicilina in-
cluyen: concurrencia a guarderías, haber recibido
antibiótico en los últimos 30 días o edad menor a 2
años.
Si el paciente es alérgico a la amoxicilina y la
reacción no fue hipersensibilidad tipo I (urticaria o
anafilaxia), puede usarse: cefdinir (14 mg/Kg/día,
en una o dos dosis diarias), cefpodoxime (10 mg/
Kg/día, una dosis diaria) o cefuroxime (30 mg/Kg/
día, en dos dosis diarias). En casos de reacción tipo
I, azitromicina (10 mg/Kg/día el primer día, segui-
do de 5 mg/Kg/día por cuatro días, en una toma
diaria) o claritromicina (15 mg/Kg/día, en dos do-
sis diarias) puede usarse tratando de seleccionar un
antibacteriano de otra clase totalmente diferente.
Otras posibilidades incluyen: eritromicina-
sulfisoxazole (50 mg/Kg/día de eritromicina) o
sulfasoxazole-trimetoprima (6-10 mg/Kg/día de
trimetoprima). En alérgicos a penicilina en quie-
nes se sospecha presencia de neumococo penicilino
resistente, puede usarse clindamicina (30-40 mg/
Kg/día, en tres dosis diarias). En pacientes con vó-
mitos incoercibles o intolerancia oral, una sola do-
sis de ceftriaxona (50 mg/Kg) puede ser efectiva
para el tratamiento inicial de OMA.
La duración óptima del tratamiento de OMA
es incierta. Los trabajos comparados entre 10 días
o tratamientos más cortos no concuerdan en cuan-
to a población, evaluación de fracaso, etc. Últi-
mos resultados recomiendan 10 días en menores
de 2 años o con enfermedad severa. En mayores

de 6 años con enfermedad leve o moderada, un
curso de 5-7 días es apropiado.
RECOMENDACIÓN 4
Si el paciente no responde favorablemente a
la opción inicial de manejo dentro de las 48-72
horas, el médico debe reevaluar al paciente para
confirmar OMA y excluir otras causas de enferme-
dad. Si la OMA es confirmada en el paciente ini-
cialmente manejado con observación, el médico
debe iniciar tratamiento antibiótico. Si el paciente
fue manejado inicialmente con antibióticos, se de-
bería cambiar el mismo. (Esta recomendación está
basada en estudios experimentales y una prepon-
derancia de beneficios sobre perjuicios).
Cuando se administran antibióticos en OMA,
el tiempo en que se observa respuesta clínica suele
ser de 48 a 72 horas. Con pocas excepciones, las
primeras 24 horas de terapéutica se caracterizan por
una estabilización de la condición clínica. Si ini-
cialmente tenía fiebre, es esperable que descienda
en 48-72 horas. La irritabilidad suele mejorar y el
sueño y patrón alimentario se van normalizando.
En los pacientes tratados inicialmente con
observación, se debe iniciar amoxicilina a 80-90
mg/Kg/día. Para pacientes con enfermedad severa
(otalgia moderada o severa o fiebre > 39° C), en
quienes deseamos una cobertura para hemófilus
influenza o moraxella catarrhalis β lactamasa po-
sitivos, o en quienes no responden a un tratamiento
inicial con amoxicilina, dosis altas de amoxicilina-
clavulánico (90 mg/Kg/día de amoxicilina en dos
dosis) debe ser usada. Si se utilizara ceftriaxona
por vómitos incoercibles o en otra situación que
imposibilite la vía oral, se deben dar 3 dosis en días
consecutivos, I.M. o E.V. (en niños que no respon-
dieron al tratamiento inicial, 3 dosis de ceftriaxona
mostró mejores resultados que una dosis única).
Los pacientes en quienes fracasa el tratamiento
con amoxicilina-clavulánico pueden ser tratados con
ceftriaxona durante 3 días, porque ésta es más eficaz
contra neumococo, comparada con antibióticos ora-
les alternativos. Si la OMA persiste, debería recomen-
darse una timpanocentesis para realizar un diagnós-
tico bacteriológico. Si la timpanocentesis no es posi-
ble, la clindamicina puede ser considerada para el raro
caso de infección por neumococo penicilino-resistente
que no responde a regímenes previos. Si el paciente
sigue sin mejorar, es esencial una timpanocentesis con
tinción de Gram, cultivo y antibiograma del líquido
de oído medio, para guiar la terapia siguiente.
C O R R E O D E L A S A P 27
Si el paciente muestra mejoría clínica, la per-
sistencia de EOM después de la resolución de
sintomatología aguda es común y no implica nece-
sidad de terapia activa. Dos semanas después de
un episodio de OMA, 60 a 70% de niños tienen
EOM, decreciendo al 40% al mes y al 10 a 25%
después de 3 meses. Esto requiere monitoreo adi-
cional pero no terapia antibiótica.
RECOMENDACIÓN 5
El médico puede fomentar la prevención de
OMA a través de la reducción de factores de ries-
go. (Esta recomendación está basada en fuertes es-
tudios experimentales y con preponderancia de
beneficios sobre perjuicios).
Algunos factores asociados con riesgo de OMA
recurrente no tienen posibilidad de cambios, por
ejemplo, predisposición genética, prematurez, gé-
nero masculino, raciales, historia familiar de OMA
recurrente, presencia de hermanos en la casa y bajo
nivel socioeconómico.
Reducir la incidencia de infecciones respira-
torias cambiando la guardería por el cuidado de los
padres, puede reducir la incidencia de OMA recu-
rrente significativamente. Implementar el amaman-
tamiento al menos los primeros 6 meses puede ayu-
dar a evitar el desarrollo de un episodio precoz de
OMA. Administrar el biberón en posición no hori-
zontal, la reducción o eliminación del chupete en
el segundo semestre de vida y eliminar el tabaquis-
mo pasivo, son postulados como que reducen la
incidencia de OMA; sin embargo, la utilidad de
estas intervenciones no están claras.
La vacuna antigripal con virus muertos y vi-
vos atenuados intranasal mostró más del 30% de
eficacia en prevención de OMA durante la época
de infecciones respiratorias; la mayor parte de los
niños en estos estudios eran mayores de 2 años. Un
estudio controlado con niños entre 6 y 23 meses de
edad fracasó en demostrar alguna eficacia con va-
cuna a virus muertos en prevención de OMA.
La vacuna antineumocóccica es eficaz para
prevenir OMA por los serotipos presentes en la
vacuna, pero en la incidencia global el beneficio es
pequeño, con sólo el 6% de reducción de OMA.
RECOMENDACIÓN 6
No se recomiendan medicinas alternativas y
complementarias (MAC) para tratamiento de OMA,
ya que los datos son limitados y controvertidos.
Diferentes tratamientos alternativos y no con-
 28 C O R R E O D E L A S A P

ALGORITMO DE MANEJO DE OMA

1) Niño de 2 meses a 12 años de
edad con OMA no complicada

2) ¿Presenta dolor? No 3) Pasar a 5)

Sí

4) Medicar para reducir dolor

5) ¿La opción observación No 7) Cuando la fiebre es No 8) Amoxicilina

inicial es apropiada? * > 39° C o con otalgia a 80-90 mg/Kg/día
moderada o severa
Sí
Sí
6) Observar por 48-72 hs.
asegurándose un 9) Amoxicilina-Clavulánico
seguimiento apropiado a 90 mg/Kg/día de
amoxicilina

10)¿Respondió al tratamiento inicial?

(observación o alguno de los dos No 12) Reevaluar y
antibióticos) confirmar
diagnóstico
Sí de OMA

11) Seguimiento apropiado 13) ¿Se confirma

diagnóstico de OMA?

Sí No

15) Si inicialmente se optó por 14) Investigar otra causa de

observación: amoxicilina. enfermedad y manejo adecuado
Si inicialmente se optó por
amoxicilina: rotar a amoxicilina-
clavulánico. Si inicialmente se optó por
amoxicilina-clavulánico: rotar a ceftriaxona (3 días).
* Ver tabla 3.

vencionales son usados por padres y cuidadores,
de acuerdo a tradiciones étnicas, familiares, etc.,
para OMA, incluyendo homeopatía, acupuntura,
hierbas, quiropraxia y suplementos nutritivos. Al-
gunos médicos interrogan sobre el uso de estas te-
rapias, sin embargo los padres suelen ser renuentes
a aceptar que usaron tratamientos alternativos o
complementarios. Algunos tratamientos pueden
tener efectos peligrosos y otros pueden interferir
con los efectos de tratamientos convencionales. El
médico debería recabar más información sobre
MAC, interrogar sobre su uso y hablar sobre po-
tenciales beneficios o riesgos.
No hay estudios que muestren claramente
efectos benéficos de terapias alternativas en OMA.
Algunos estudios muestran que no son más efecti-

vos cuando se los comparan con la historia natural
de OMA.
INVESTIGACIONES FUTURAS
A pesar de la voluminosa literatura sobre
OMA, existen posibilidades de seguir investigan-
do sobre: nuevas y mejoradas tecnologías para el
diagnóstico objetivo de EOM, manejo del dolor (in-
cluyendo agentes tópicos, MAC, rol de timpano-
PEDIATRICS
1151 Otitis media con efusión. Guía de práctica clínica
ACADEMIA AMERICANA DE MEDICINA FAMILIAR, ACADEMIA AMERICANA DE
OTOLARINGOLOGÍA/ CIRUGÍA DE CABEZA Y CUELLO, Y SUBCOMITÉ SOBRE OTITIS MEDIA
CON EFUSIÓN DE LA ACADEMIA AMERICANA DE PEDIATRÍA
a otitis media con efusión (OME) es defi-
L nida como la presencia de líquido en el
oído medio, sin signos o síntomas de infección
aguda del oído. La persistencia de líquido en el
oído medio produce disminución de la movili-
dad timpánica y actúa como barrera a la conduc-
ción del sonido.
La OME puede ocurrir espontáneamente por
una disfunción de la trompa de Eustaquio o como
una respuesta inflamatoria siguiendo a una OMA.
Aproximadamente 90% de los niños tienen OME
en algún momento antes de la edad escolar, la ma-
yor parte entre 6 meses y 4 años. En el primer año
de vida, más del 50% de los niños tendrán OME,
incrementándose al 60% a los 2 años. Algunos epi-
sodios se resolverán espontáneamente dentro de los
3 meses, pero aproximadamente 30-40% de los ni-
ños tendrán OME recurrente, y 5 a 10% lo tendrán
un año o más. Las consecuencias consideradas en
esta guía incluyen hipoacusia, efectos sobre el ha-
bla, lenguaje y aprendizaje, secuelas psicológicas,
cuidados médicos utilizados (medicaciones, ciru-
gía), y calidad de vida.
METODOLOGÍA
Clasificación de los Informes basados en
evidencias: Se considera una fuerte recomenda-
ción, recomendación, opción o no recomendación,
con los mismos criterios que los señalados en la
Guía para OMA (ver dicho artículo publicado en
este mismo número).
C O R R E O D E L A S A P 29
centesis/miringotomía), beneficios y perjuicios de
la opción observación en trabajos con grandes po-
blaciones, desarrollo de nuevos agentes antibacte-
rianos efectivos para OMA, duración del tratamien-
to en todos los grupos de edades, nuevas vacunas
contra gérmenes relacionados con OMA, etc.
Pediatrics 2004;113:1451-1465
Traducción: Dr. Hugo Maccarone
RECOMENDACIÓN 1 A. Otoscopía neumáti-
ca: Los clínicos deberían usar la otoscopía
neumática como método primario para el
diagnóstico de OME, y la OME debería ser
diferenciada de OMA.
Esta es una fuerte recomendación basada en
revisiones sistemáticas de numerosos estudios y
preponderancia de beneficios sobre perjuicios.
RECOMENDACIÓN 1 B. Timpanometría:
La timpanometría puede ser usada para
confirmar el diagnóstico de OME.
Esta opción está basada en numerosos estu-
dios y un balance de beneficios y perjuicios.
Diagnosticar correctamente OME es funda-
mental para su manejo posterior. Por otra parte, la
OME debe diferenciarse de OMA para evitar el uso
innecesario de antibióticos.
Distintos grados de enrojecimiento del tímpa-
no no deben ser un criterio para prescribir antibió-
ticos, porque esto tiene un pobre valor predictivo
para OMA y está presente en aproximadamente 5%
de oídos con OME.
La otoscopía neumática tiene el mejor balan-
ce de sensibilidad y especificidad, coincidente con
la guía de 1994. Un metanálisis revela una sensibi-
lidad de 94% y especificidad de 80% , usando otos-
copía neumática por observadores validados ver-
sus miringotomía como parámetro. La otoscopía
neumática debe ser entonces tomado como el pri-
mer método para diagnóstico de OME, porque es